Vol. 26 N.º 2 (2020): EDICIÓN CIENTÍFICA: 25 AÑOS DE RELIEVE

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La sociedad contemporánea está experimentando un constante proceso de cambio en el que los ciudadanos perciben la realidad como algo efímero y en un estado permanente de crisis económica, social, climática e incluso en los últimos años sanitaria. Esta sensación de incertidumbre, se refleja también en el sistema de valores sociales. La pérdida de su estructura tradicional y su necesaria transformación, hace que estos principios no sean cumplidos o seguidos de forma unánime, lo que a su vez se percibe como una falta de estos valores y credibilidad en las instituciones y sistemas sociales.

Por supuesto que todo ello tiene repercusiones en el ámbito educativo, como constructo social. La falta de un modelo pedagógico ampliamente aceptado crea una situación contradictoria. Aunque los sistemas educativos declaran como uno de sus objetivos principales el máximo desarrollo del potencial de los estudiantes, siguen centrados en la organización y la retórica disciplinaria. Y aunque se supone que los programas de estudio están diseñados para desarrollar habilidades específicas, en la práctica siguen enfocados principalmente en la adquisición de conocimientos. Esta evidencia queda patente en la sobrecarga de los programas de estudio en disciplinas tradicionales, en la extensión de los contenidos a desarrollar o en la persistencia de evaluaciones basada fundamentalmente en la memorización.

El XX Congreso Internacional de Investigación Educativa, organizado por la Asociación Interuniversitaria de Investigación en Pedagogía y celebrado en Santiago de Compostela del 14 al 17 de junio de 2022, se centró en la promoción de una educación inclusiva y de calidad. Este evento proporcionó un espacio de encuentro, debate y aprendizaje científico que presentó avances interesantes para mejorar la calidad educativa y adaptarse a los nuevos requisitos sociales. Y este escenario sirvió igualmente como principio orientador de este número especial de la Revista RELIEVE, en el que se adopta excepcionalmente una perspectiva intencionalmente no restringida a lo experimental, que facilite el debate abierto y sin restricciones y el replanteamiento educativo que los distintos trabajos sugieren.

Entre algunas de las ideas que se plantearon en este encuentro destacan la necesidad de reconsiderar un nuevo enfoque educativo desde un nuevo paradigma, como proponen los profesores Robert Stake y Merel Visse en su trabajo "La educación como cuidado: Una cualidad que salva", que se centra en el cuidado y desarrollo integral de las personas.

Y además, como propone Saville Kushner en su trabajo “Esperanza y ambigüedad, devolver el currículo al Humanismo”, este replanteamiento debe especificarse y abordarse desde una perspectiva de esperanza y ambigüedad para restaurar el humanismo en el currículo. Ya que así se facilitará el desarrollo de un sistema y programas educativos que promuevan el crecimiento integral de las personas en aspectos relacionados con su personalidad, la gestión de su propio aprendizaje y su integración y responsabilidad social de manera más humana.

Las situaciones de cambio y transformación requieren también de una reflexión sobre las propias disciplinas en un sentido conceptual y transformativo. Y en este sentido, la profesora María Teresa Anguera ofrece, en su trabajo “Revisitando las revisiones sistemáticas desde la perspectiva metodológica”, una perspectiva metodológica en la cual se revisa el proceso de las revisiones sistemáticas y se proponen algunas ideas sobre su metodología como una opción plausible y fundamentada para obtener una visión panorámica desde la que plantear nuevas realizaciones científicas y educativas.

Otro de los aspectos necesarios en la mejora educativa y su transformación para hacer ésta más inclusiva hace referencia a la mejora un sentido de pertenencia al grupo educativo y la integración social en entornos cada vez más diversos, tal como lo explora el profesor Paul Beckman en su trabajo " El índice de experiencia de diversidad informa el sentido de pertenencia". Desarrollar un sentido de pertenencia emocionalmente sólido articula la inclusión, la integración y la igualdad en los grupos sociales, ofreciendo una perspectiva educativa mucho más personalizada.

Las labores educativas en estos nuevos entornos formativos y sociales requieren el desarrollo de nuevos roles docentes que brinden una faceta más humana a la educación. Esto puede lograrse mediante la adopción de nuevas orientaciones y prácticas tutoriales, como se describe en el trabajo sobre "Actitudes y componentes de la tutoría y acción tutorial y su influencia en la mejora del rendimiento académico" de Jorge Expósito López, Ramón Chacón Cuberos, Fátima Zahra Rakdani y Jennifer Serrano García.

En conjunto, estas investigaciones representan una nueva línea de argumentación que aborda de manera específica los aspectos necesarios de las prácticas educativas para responder a las demandas sociales actuales y ofrecer un proceso educativo eficaz, integrador y de calidad.

Publicado: 2020-12-08