Sobre los sentidos y lugares del aprender en la vida de los docentes y sus consecuencias para la formación del profesorado
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Resumen
El contenido de este artículo se basa en una investigación cuya finalidad era explorar cómo el profesorado de secundaria aprende a lo largo, ancho y profundo de la vida. La utilización de métodos visuales (cartografías), las narrativas de los 28 participantes en la investigación, la documentación visual de los procesos y las notas de campo, nos permitieron profundizar en sus lugares de aprendizaje, sus movimientos entre el dentro y el fuera de la institución y el sentido que le dan al aprender. El trabajo de campo se centró en dos talleres con los grupos de docentes (11, 8, 7 y 3) y el diálogo continuado con ellos. De las evidencias obtenidas, se han seleccionado aquellas en las que el profesorado hace referencia a las relaciones pedagógicas y los entornos de formación a los que se vinculan sus aprendizajes. De su ordenación y del diálogo interpretativo realizado se deriva que aprender es para los docentes una experiencia atravesada por los afectos. Afectos que se entrelazan en las relaciones con antiguos profesores, familiares, alumnado, colegas y aquellos con quienes se encuentran en entornos no formales. En estas experiencias se tejen saberes no necesariamente académicos, que terminan confluyendo en la práctica profesional y en la vida del profesorado fuera de los centros educativos. Esta consideración amplia y compleja del aprender conduce a una serie de consideraciones que pueden contribuir a plantear la formación inicial y permanente del profesorado como una trama de procesos que están en constante devenir.