Reflexiones sobre el Amasis herodoteo (a propósito de Hdt. II 173)
Resumen
Heródoto consagró el libro II de sus Historias a Egipto, una tierra cuyos habitantes, bárbaros por no hablar griego, lo eran también por ignorar la estructura de la pólis y por vivir sometidos a un rey. En esta medida, el repaso a su historia no podía hacerse sino narrando las gestas que sus reyes llevaron a cabo y las portentosas obras públicas que acometieron. Al final de esta sucesión de reyes egipcios encontramos a Amasis, de quien Heródoto ofrece, a través de tres lógoi, una imagen "mezcla de sophós, polymétis, ladrón reformado y playboy".