Poiesis y topos. Huertopoema, la identidad poética
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Resumen
No se puede reflejar el contexto cultural propio si no se conoce otro. Uno necesita extraerse de su propio contexto a fin de comprender la diferencia. Huertopoema condensa esta visión de la identidad poética, del espacio de cultivo y el poema; en búsqueda del equilibrio en el uso del topos como huerto y como forma de vida artística; las labores del campo: labranza y cosecha, son sinónimas de poiesis. Su principio fundamental se apoya en un orden espacial elemental y en disposiciones racionales, así como en una gramática comparada que cifra su interpretación y su saber no ya en la estética, sino a través de la intuición. Como una escultura, como una partitura, como una pintura, un poema hecho huerto; al igual que se disponen las palabras en la página, las piezas en el espacio de la sala, un huertopoema funciona como una obra total: tierra, agua, aire, día, noche, frutales, vegetales, animales y personas conviven, viven, hacen el huertopoema. Hay una referencia directa a la “poesía concreta”, a la música concreta; sin ir muy lejos las referencias a las obras de Erik Satie, John Cage, Vicente Huidobro, Ian Hamilton Finlay, Joan Brossa, Marcel Duchamp… La poesía visual. Los poemas objeto.