El lugar urbano como centro de arte
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Resumen
Este proyecto pretende experimentar y analizar algunas de las condiciones que permiten transformar al espectador pasivo de un centro de arte en autor activo. En este caso, el niño dejaría de ser público receptor para ser sujeto creador de cultura. El material de creación artística es el traslado del centro de arte, que deja de ser edificio institucional para desplazarse hasta ocupar la calle. Un espacio está vacío, no tiene forma, no tiene arquitectura mientras en él no se dé una actividad humana. La arquitectura no es construcción: la arquitectura ocurre al habitar, no al construir. La calle es calle porque la gente la ocupa como propia. Re-encontrar e inaugurar actividades –música, arte, arquitectura, danza– que transformen los espacios, desarrollándolos sin otra intención que la de descubrir y dominar en nosotros mismos la nueva capacidad de transformación del lugar. Los espacios así ocupados por escenarios sonoros o plásticos, por intervenciones o performances son capaces de influir –en su proceso– en los sentidos y el aprendizaje de los niños y de los futuros educadores, y dotar a los espacios de unos nuevos habitantes no pasivos ni resignados. Después, el centro de arte albergará los documentos generados en los descubrimientos, con la tarea de dar cuenta y propagar este tiempo pedagógico de apropiación del lugar urbano.