La canonización de Ignacio de Loyola (1622): lucha de intereses entre Roma, Madrid y París
DOI:
https://doi.org/10.30827/cn.v0i42.5016Palabras clave:
Ignacio de Loyola, santidad, Sagrada Congregación de los Ritos, Monarquía hispana, Papado, Monarquía francesaResumen
La canonización de Ignacio de Loyola simbolizó el triunfo de un nuevo modelo de espiritualidad; el mismo que reflejaban Felipe Neri, Teresa de Jesús y Francisco Javier, canonizados todos en bloque –junto a Isidro Labrador- en 1622. Tal acción “canonizadora” no tuvo precedentes. Pero además de un modelo espiritual, en concreto la canonización del fundador de la Compañía de Jesús, significó la glorificación de un nuevo proyecto político que se analizará en las siguientes páginas: el apoyo de Roma a una Monarquía francesa, recién convertida al catolicismo, mostrándola como única protectora de la Compañía de Jesús, de la que Ignacio era su fundador. De esta forma, la imagen de santidad proyectada desde el Papado fue la de un San Ignacio alejado de todo vínculo de origen con la Monarquía hispana.Descargas
Descargas
Publicado
Cómo citar
Número
Sección
Licencia
Nuestra revista se atiene a las recomendaciones para la implementación del Artículo 37 Difusión en Acceso Abierto de la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación:
- Los/as autores/as cuyas contribuciones sean aceptadas para su publicación en esta revista conservarán el derecho no exclusivo de utilizar sus contribuciones con fines académicos, de investigación y educativos, incluyendo el auto-archivo o depósito de los artículos aceptados en repositorios institucionales o temáticos de acceso abierto de cualquier tipo en un plazo máximo de seis meses.
- Preferiblemente se permitirá el uso de la versión publicada de las contribuciones científicas, que estarán accesibles en abierto tan pronto como sea posible.
-
Que en caso de que el trabajo sea aprobado para su publicación, el/la autor/a autoriza de manera ilimitada en el tiempo a la entidad editora para que incluya dicho texto en Chronica Nova y pueda reproducirlo, editarlo, distribuirlo, exhibirlo y comunicarlo en el país y en el extranjero por medios impresos, electrónicos, CD, Internet o cualquier otro medio conocido o por conocer.