La oreja de Dionisio o el régimen de la escucha en el Mediterráneo sur

Resumen

Hoy en día los antiguos "orejas" de Dionisio deben estar desarbolados sin nadie que los mande. En Egipto movieron a los camelleros de las Pirámides para que bajasen a la plaza Tahrir para reprimir a la desesperada, en Túnez se organizan en grupos de bandidos que sembraban el caos. Pronto se ofrecerán a los nuevos amos de la situación. Deben, pues, los nuevos gobernantes democráticos de Egipto, Túnez y otros lugares, huir de cualquier tentación de reconstruir la Oreja de Dionisio, ni siquiera bajo la tentación de defender la democracia misma, y atender a la transparencia.