El origen del error de inversión y las bases neuronales subyacentes
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Resumen
Una línea de investigación importante en la enseñanza-aprendizaje de las matemáticas, más concretamente en la resolución algebraica de problemas verbales, es la centrada en identificar los procesos cognitivos que se ponen en juego desde que un sujeto identifica una relación matemática en un problema hasta que la expresan mediante una expresión algebraica. Un caso en el que un número importante de estudiantes reconocen el esquema conceptual, pero no son capaces de plasmar una expresión matemática correcta sería el conocido como error de inversión. Este error aparece en los problemas en los que se plantean proposiciones verbales de comparación aditiva y multiplicativa. El nombre del error proviene de que ante la tarea “Escribe una ecuación para representar el enunciado siguiente: ‘Hay seis veces tantos estudiantes como profesores en esta universidad’. Usa E para el número de estudiantes y P para el número de profesores” (Clement, Lochhead y Monk, 1981, p. 288) la mayoría de las respuestas incorrectas fueron P = 6·E, lo que implicaría invertir el orden de las letras frente a la respuesta correcta E = 6·P. Diversos estudios han tratado de identificar el origen del error. Sin embargo, únicamente se han conseguido establecer relaciones entre variables y establecer hipótesis plausibles de posibles procesos cognitivos erróneos. En estos estudios no se ha tomado en consideración la importancia que tiene el desarrollo cerebral del alumnado en el aprendizaje ni su potencial explicativo para justificar las relaciones causales observadas entre características de los problemas y su dificultad.
El objetivo principal de esta investigación es identificar las bases neurales subyacentes ligadas a las diferencias individuales entre los participantes durante la resolución de problemas verbales aritmético-algebraicos, más concretamente en el error de inversión.