Obra y público, tradición y generación: ¿cómo propiciar el encuentro?
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Resumen
El arte actual, fruto de un sistema que oscila entre la extrema individualización y la “pseudoglobalización”, ha renunciado al aura de prestigio que, durante siglos, le había acompañado, caracterizado e, incluso, definido.
Mientras en épocas pasadas, el arte se mostraba como paradigma de lo sublime –tanto por la genialidad a la que se asociaba, como por la intencionada situación de la obra en un plano elitista–, desde hace décadas deja su pedestal invitando al público a adentrarse en la obra, completándola.
Es evidente que la imagen consolidada por siglos de tradición, no responde a las demandas de sociedades complejas y extremadamente dinámicas. Sin embargo, los propios mediadores que deberían quebrarla, para propiciar el acercamiento, la perpetúan. La Educación en Artes Plásticas y Visuales tiene que asumir la responsabilidad de suscitar contextos en los que el encuentro sea posible.