Recuerdos figurados: "fotos de familia" en Sicilia

Autores/as

Palabras clave:

Fotografía, Familia, Ritos, Memoria, Fiesta de los muertos, Boda, Entierro

Resumen

"La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla". Tomando prestadas las palabras de Gabriel García Márquez, el ensayo analiza una galería de imágenes fotográficas que representan "fotos familiares" realizadas en Sicilia entre el final del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, que se ubican en un espacio intermedio entre las tradiciones orales y las tradiciones escritas, convirtiéndose en" objeto biográfico". El análisis del corpus fotográfico investiga lasconexiones entre los diferentes eventos que la imagen ha experimentado (producción, transmisión, fruición). Es en su "historia de vida", en su paso de una generación a otra, de un cierto tipo de representación de las relaciones a otro, que estas fotografías revelan plenamente que se trata de un tipo particular de "objeto biográfico" capaz de estimular relatos a través del recuerdo de sus poseedores. La fotografía se inserta así dentro de un esquema ya elaborado y probado, el ciclo de vida humana ( desde la cuna hasta el ataúd), marcado por sus "ritos de paso" en la rígida observancia de la importancia de la familia con respecto al contexto social.

Biografía del autor/a

Rosario Perricone, Universidad de Palermo

Profesor de Antropología Cultural, Museología y Montajes Museográficos en la Academia de BelJas Artes de Palermo y Experto en Historia de las Tradiciones Populares en la Facultad de Letras y Filosofía y en la Facultad de Economía de la Universidad de Palermo. Presidente de la Asociación para la Conservación de las Tradiciones Populares; Director del Museo Internacional de Marionetas Antonio Pasqualino y de la Fundación Ignazio Buttitta. Fue profesor en la Universidad de Palermo - Facultad de Letras y Filosofía, donde enseñó Antropología Visual e Investigación de Campo y dirigió el Máster de II nivel "Memoria de la Mano". Entre sus escritos: Il volto del tempo. La ritrattistica nelle culture popolari (Calamonaci, 2000), / ricordi figurati: "foto di famiglia" in Sicilia (Turín, 2006), Death and Rebirth: Images of Death in Sicily (Londres, 2016), Oralita dell'immagine. Etnografia visiva nelle comunita rurali siciliane (Palermo, 2018).

Citas

M. Mead, L'antropologia visiva in una disciplina diparole, en "La Ricerca Folklorica", 2 (1980), pp. 95-98.

Cfr. A. Buttitta, Dei segni e dei miti. Una introduzione alla antropologia simbolica, Sellerio, Palermo 1996; F. Faeta, Strategie dell'occhio. Saggi di etnografia visiva, Franco Angeli, Milán 2003

F. Faeta, Il santo e l'aquilone. Per un'antropologia dell'immaginario popolare nel secolo XX, Sellerio, Palermo 2000, p. 29. Para cuestiones relacionadas con el estado epistemológico de las imágenes cfr. en particular O. Calabrese, ll linguaggio dell'arte, Bompiani, Milán 1985; M. Canevacci, Antropologia della comunicazione visuale, Meltemi, Roma 2001; R.M. Chalfen, Sorrida, prego! La costruzione visuale della vita quotidiana, Franco Angeli, Milán 1997; Faeta, Strategie dell'occhio cit.; F. Faeta y A. Ricci (a cura di), Lo specchio infedele. Materiali perlo studio della fotografía etnografica in Italia, Museo Nazionale delle Arti e Tradizioni Popolari, Roma 1997; G. Kanizsa, Grammatica del vedere. Saggi su percezione e gestalt, II Mulino, Bolonia 1980; id., Vedere e pensare, 11 Mu lino, Bolonia 1981; A. Pennisi, Seg ni di luce. Tecn iche del linguaggio fotografico analogico e digitale, Rubbettino, Soveria Mannelli 2002; J.-J. Wunenburger, Filosofía delle immagini, Einaudi, Turín 1999.

Las fotos que presentamos proceden de los siguientes pueblos sicilianos: Burgio (AG), Buscemi (SR), Calamonad (AG), Campobellodi Mazara(TP), Catania, Lucca Sicula(AG), PalazzoloAcreide (SR), Palazzo Adriano (PA), Palermo, Poggioreale (TP), Ribera (AG), Salemi (TP), San Giuseppe Jato (PA), Tortorici (ME), Tusa (ME), Vizzini (CT). Agradezco por su impagable colaboración y por haberme permitido reproducir las imágenes: mi querido amigo y maestro Sergio Bonanzinga por la revisión del texto y los preciosos consejos; mi inseparable compañero de investigación Giovanni Moroni; el incansable director del Museo dei luoghi del lavoro de Buscemi, Rosario Acquaviva; el director de la sección etnoantropológica de la conservaduría de Messina Sergio Todesco; Patrizia D'Amico, espléndida conservadora del Museo Etnográfico Siciliano "Giuseppe Pitre" de Palermo, y Michele Di Dio, que con pasión y competencia anima la Biblioteca Regional del Centro Regional para el catálogo y la documentación del Patrimonio Cultural de la Región Siciliana, por su disponibilidad humana e intelectual. Un especial agradecimiento va a la Sra. Chiara Restivo de Palermo, la cual permitió la reproducción de la fotografía que retrata a la Familia Majorca. Un proyecto de investigación sobre los álbumes familiares sicilianos se ha empezado en el Laboratorio de antropología visual y en el Laboratorio de práctica e investigación de campo activada en la carrera de licenciatura en Beni demoetnoantropologici de la Facultad de Letras y Filosofía de la Universidad de Palermo: agradezco a Giovanna Parrino por los materiales relacionados con San Giuseppe Jato y Gianluca Grasso para los que proceden de Salemi. Para mayor información y repertorios iconográficos sobre los archivos fotográficos de las familias de cultura tradicional en Sicilia cfr. R. Acquaviva, Buscemi, un secolo di vita per immagini, Lussografica edizioni, Caltanissetta 1986; id., Gli abiti dei contadini e della borghesia rurale dell'altipiano Ibleo tra '800 e '900, Lussografica edizioni, Caltanissetta 1990; A. Buttitta y A. Cusumano, Lo specchio della memoria. Un secolo di fotografia a Campobello di Mazara, Associazione perla conservazione delJa cultura popolare, Palermo 1992; E. Minio, Paesi in bianco enero. Come eravamo, Distretto scolastico n. 2, Ribera 2000; R. Perricone (a cura di), Il volto del tempo. La ritrattistica nella cultura popolare, Associazione "Michele Palminteri", Calamonad 2000. Para una comparación con otras realidades regionales cfr. G. Contini, Storia di una famiglia contadina e delle sue fotografíe, en "Archivio Fotografico Toscano", VI, n. 11 (1990 pp. 28-30; id., Salvaguardia e valorizzazione degli archivi fotografíci di famiglia, en O. Goti y S. Lusini (a cura di), Strategie perla fotografia. Incontro degli archivi fotografici, Comune di Prato - Archivio Fotografico Toscano, Prato 2001, pp. 25-27. Para la historia de la fotografía de Agrigento cfr. B. Alessi, La memoria fotografata. Le origini della fotografia agrigentina, en Perricone (a cura di), Il volto del tempo cit., pp. 15-31; para la historia de la fotografía en Palermo cfr. Fotografíe fotografíe a Palermo nell'Ottocento, Alinari, Florencia 1999; P. Morello, Gli Incorpora 1860-1940, Issf-Alinari, Palermo-Florencia 2000; V. Mirisola y G. Vanzella, Fotografi a Palermo 1865-1900, Gente di fotografia, Palermo 2001; M. di Dio y E. Scaglia, Gli Interguglielmi. Una dinastía di fotografí, Sellerio, Palermo 2003. S. D. Mormorio, Introduzione, en G. Bufalino, Il tempo in posa, Sellerio, Palermo 2000, pp. 1011. Uno de los fotógrafos itinerantes activos en la provincia de Agrigento fue Pasquale Di Marzo: se hallaron casi 50 fotografías que tienen en la parte posterior el sello de tinta con la inscripción "Di Marzo Pasquale Fotografo", todas las fotos se realizaron entre 1900 y 1920.

Cfr. A. Nemiz, Capuana, Verga, De Roberto fotografi, prefación de Leonardo Sciascia, Edikronos, Palermo 1982. Cfr. también I.E. Buttitta, Federico De Roberto etnografo, en "Nuove Effemeridi", V, n. 17 (1992), pp. 96-98.

Don Calogero Franchina nació en Tortorici, en la provincia de Messina, el 19 de abril de 1876 y murió allí el 16 de septiembre de 1946. Estudió en Roma y luego en París. En la capital francesa aprendió la práctica fotográfica y regresado a su país, se dedicó también, además de su ministerio sacerdotal, a la actividad de fotógrafo. A la muerte del monseñor-fotógrafo, la nieta Marietta Letizia (12 de marzo de 1912 - 3 de febrero de 2000), que trabajó con él como asistente de laboratorio, continuó la obra hasta el año 1980. La colección fotográfica Francia-Letizia comprende un total de más de 38.000 placas, 20.000 películas y aproximadamente 5.000 fotos, la mayoría de las cuales retocadas y pintadas a mano. Las informaciones y las fotos de la colección Franchina-Letizia me fueron dadas por Sergio Tedesco, que agradezco para su disponibilidad, desde hace años comprometido con un proyecto de censo y recuperación de corpus fotográficos que documentan la vida y la cultura de las comunidades rurales en la provincia de Messina. Esta iniciativa ya ha llevado a la recuperación, además de la colección Franchico-Letizia, también del corpus fotográfico de Angelino Patti di Tusa (ver S. Todesco (a cura di), Angelino Patti fotografo in Tusa, Departamento de Patrimonio Cultural y Ambiental de la Región de Sicilia y de la Instrucción Pública, Messina 1999) y ha permitido la individuación, en el territorio de la provincia de Messina, de diez fondos fotográficos (cfr. id., a cura di), Fotografi di paese, Edizioni Gbm, Messina 1995).

Michele Palminteri nació en Calamonaci el 20 de marzo de 1867 y asistió a la escuela primaria en la cercana Burgio, al final de la cual empezó a estudiar al seminario de Agrigento, donde en 1892 fue ordenado sacerdote. En 1893 se fue a vivir a Calamonaci, renunciando a los importantes cargos ocupados en el seminario de Agrigento (bibliotecario y prefecto del patio), para cuidar a la anciana madre. Durante el periodo de estudios en el seminario, se puso en contacto con el fotógrafo siciliano Giuseppe Gallego, activo en la ciudad de los templos ya en 1855. Figura excéntrica en el panorama cultural de la época, se ocupa principalmente de la poesía, imprimiendo personalmente sus obras en la "Tipografia degli amici di Calamonaci'', que fundó en su casa. Este amor por el arte y la tecnología lo llevó a interesarse también por la fotografía. Según los testimonios de familiares, también confirmados por las fotos encontradas en sus archivos, Michele Palminteri realizaba e imprimía personalmente sus fotos.

Para una visión general de los usos populares relacionados con el ciclo de la vida humana en Sicilia cfr. G. Pitre, Usi e costumi, credenze e pregiudizi del popolo siciliano, 4 vol., Pedone Lauriel, Palermo 1887-1888; en particular sobre cantos, la música y performance cfr. S. Bonanzinga, Ciclo della vita e tempo della musica, libreto con CD audio; id. (a cura di), Documenti sonori dell'Archivio Etnomusicale Siciliano: ll ciclo della vita, con la colaboración de Rosario Perricone, Cims, Palermo 1995.

Para el uso de las fuentes orales en la reconstrucción histórica cfr. L. Passerini, Storia orale. Vita quotidiana e cultura materiale delle classi subalterne, Rosenberg y Sellier, Turín 1978; G. Con ti ni y A. Martini, Verba manent. L'uso delle fonti orali perla storia contemporanea, La Nuova Italia Scientifica, Roma 1988; G. Con ti ni, La memoria divisa, Rizzoli, Milán 1997; C. Bermani (a cura di), lntroduzione alla storia orale, l. Storia, conservazione delle fonti e problemi di metodo, Odradek, Roma 1999, y II. Esperienze di ricerca, Odradek, Roma 2001. Para el uso conjunto de fotografías y testimonios orales como documento histórico cfr. F. Marano, Fonti cinefotografiche e fonti orali nella ricerca storica e antropologica, "Etnostoria", n. 2 (1994), pp. 21-33; G. Contini, Archivi fotografici di famiglia e storia orale, en S. Lusini (a cura di), Fototeche e archivi fotografici. Prospettive di sviluppo e indagine delle raccolte, Comune di Prato, Prato 1996, pp. 65-67; G. Contini, Salvaguardia e valorizzazione degli archivi fotografici di famiglia, en Goti y Lusini (a cura di), Strategie perla fotografia cit., pp. 25-27; A. Mignemi, Lo sguardo e l'immagine. La fotografía come documento storico, Bollati Boringheri, Turín 2003; A. Portelli (a cura di), Storia orale, numero monografico di "Quaderni storici", n. 120 (2005).

Chalfen, Sorrida, prego! cit., p. 16.

Sobre el concepto de oralidad y narración cfr. W.J. Ong, La presenza della parola, II Mulino, Bolonia 1970; id., Oralita e scrittura. Le tecnologie della parola, 11 Mu lino, Bolonia 1986; id., lnterfacce della parola, II Mulino, Bolonia 1989; E.A. Havelock, Cultura orale e civilta della scrittura da Omero a Plato ne, Laterza, Roma-Bari 197 3; id., La musa impara a scrivere. Rifless ioni sull'oralita e l'alfabetismo dall'antichita al giorno d'oggi, Laterza, Roma-Bari 1987; J. Goody, L'addomesticamento del pensiero selvaggio, Franco Angeli, Milán 1981; M. Griaule, ll mondo della parola. Etnología e linguaggio dei Dogon, Boringheri, Turín 1982; G. di Palma, La fascinazione della parola. Dalla narrazione orale al teatro: i cuntastorie, Bulzoni, Roma 1991; P. Zumthor, La presenza della voce. lntroduzione allapoesia orale, II Mulino, Bolonia 1984. En particular para Sicilia se vean los cuntastorie, los narradores y la Opera dei Pupi: fundamentales en estas prácticas teatrales tradicionales eran los carteles pintados y divididos en escenas. Estos carteles pintados representaban los "emblemas visuales" que permitían identificar al público el episodio escenificado. Para un estudio exhaustivo cfr. A. Buttitta, Can-tastorie in Sicilia. Premessa e testi, en "Annali del Museo Pitre", VIII-X (1957-59), pp. 149-236; id., Le "Storie" di Cicciu Busacca, en "Annali del Museo Pitre", XIV-XV ( 1963-1964), pp. 119-218; id., Le "Storie" di Vitu Santangilu, en "Annali della Facolta di Magistero dell'Universita degli studi di Palermo", IV-VII (1963-1966), pp. 261-421; id., Strutture morfologiche e strutture ideologiche nelle "storie" dei cantastorie siciliani, en "Uomo e Cultura", n. 10 (1972), pp. 159-178; id., Dei segni e dei miti cit., pp. 229-244; id., Le figure del mito, en A. Na poli, Il racconto e i colorí. "Storie" e "cartelli" dell'Opera dei Pupi catanese, Sellerio, Palermo 2002, pp. 11-13 (y el resto del libro en general); A. Pasqualino, L'opera dei pupi, Sellerio, Palermo 1978; J. Vibaek, Le scene e le figure, en A. Buttitta (a cura di), I colorí del sole, Flaccovio, Palermo 1985, pp. 227-248; M. Geraci, Le ragioni dei cantastorie. Poesía e realtii nella cultura popolare del Sud,II Trovatore, Roma 1996; E. Guggino, I canti e la magia. Percorsi di una ricerca, Sellerio, Palermo 2004, pp. 125-225; F. Giallombardo, La ricerca di un nuovo status sociale nella narrativa popolare siciliana, en "Uomo ecultura", VI, n. 1-2 (1973), pp. 126-159; id., Ritratti di narratori. lncontro con la zia Maricchia, en "Fon ti Orali Studi e Ricerche", III, n. 2-3 (1983), pp. 51-53; A. Buttitta, Le fiabe e la storia, en M. Soriano, I racconti di Perrault. Letteratura e tradizione orale, Sellerio, Palermo 2 000, pp. 11-42; S. Bonanzinga, Le forme del racconto. I generi narrativi di tradizione orale in Sicilia, en R. Giambrone (a cura di), I sentieri dei narratori, Associazione figli d'arte Cuticchio, Palermo 2004, pp. 13-43; R. Perricone (a cura di), L'epos appeso a un filo. Le forme teatrali tradizionali riconosciute dall'UNESCO "Capolavoro del patrimonio orale e immateriale dell'umanitii", Associazione perla conservazione delle tradizioni popolari, Palermo 2004; id., Mori e cristiani nelle feste e negli spettacoli tradizionali siciliani, Associazione perla conservazione delle tradizioni popolari, Palermo 2005.

Pennisi, Segni di luce cit., p. 9. En particular, para intentar leer las imágenes a través de los códigos y las estructuras del lenguaje, compare los dos números monográficos de la revista "Progresso fotografico": Linguaggio e fotografía, LXXXIV, n. 12 (diciembre 1977) e Fotografía estile, LXXXV, n. 2 (febbraio 1978).

Cfr. Y. Geffroy, Family Photographs: A Visual Heritage, en "Visual Anthropology", III (1990), pp. 367-409.

C. Geertz, lnterpretazione di culture, Il Mulino, Bolonia 19982, p. 25. Ver también id., Antropología interpretativa, Il Mulino, Bolonia 1998. Para más información sobre la construcción del "objeto" en la investigación antropológica cfr. J. Clifford, I frutti puri impazziscono. Etnograf¡a, letteratura e arte nelxx secolo, Bollati Boringheri, Turín 1992; J. Cliffordy G.E. Marcus, Scrivere le culture. Poetiche e politiche in etnografía, Meltemi, Roma 1997.

Como ha señalado Arnold Van Gennep: "La puerta constituye el límite entre el mundo ajeno y el mundo doméstico, en el caso de una casa ordinaria; entre el mundo profano y el mundo sagrado en el caso de un templo" (A. Van Gennep, I riti di passaggio, Boringheri, Turín 1981, p. 18). En Calamonad se solía tocar una polca para festejar a la pareja a la salida de la iglesia llamada sunata di li grana (sonata de dinero), que se refería al lanzamiento augural de monedas; cfr. Bonanzinga, Ciclo della vita cit., p. 44; id. (a cura di), Documenti sonori cit., brano 28.

Para un marco general sobre los usos nupciales en el contexto euro-mediterráneo cfr. A. De Gubernatis, Storia comparata degli usi nuziali in Italia e presso gli altri popoli indo-europei, Treves, Milán 1878; A. Van Gennep, Manuel de Folklore Franrais Contemporain, 2 vols., Picard, París 1943-58, I/2; id., I riti di passaggio cit., pp. 101-126. Para un análisis de las costumbres sicilianas cfr. en particular Pitre, Usi e costumi cit., II, pp. 3-109; S. Marino, Costumi e usanze dei contadini in Sicilia, Sandron, Palermo 1897, pp. 239-265; G. Coria, Usi nuziali emangiardi nozze inSicilia, Vito Cavallotto, Catania 1994, pp. 28-29.

Pitre, Usi e costumi cit., pp. 101-103.

Archivo parroquial Chiesa Madre de Calamonad (AG), Registro Matrimoni (1908-1929), carta 29.

Archivo parroquial Chiesa Madre de Ribera (AG), Atti di Morte, carta 94.

Testimonio recogido en Calamonad el 17 de julio de 1999 por Paolo Buggemi.

I. Fazio, La famiglia, en F. Benigno y G. Gia1Tizzo (a cura di), Storia della Sicilia, III, Laterza, Roma-Bari 1999, p. 53.

R. Wall, J. Robin y P. Laslett (a cura di), Forme di famiglia nella storia europea, Il Mulino, Bolonia 1984. Henri Bresc, hablando de Sicilia, ha demostrado que ya en el siglo XIV "la vivienda de la pareja es neolocal, y es muy raro que se instale en la casa de los padres" (H. Bresc, La famille dans la société sicilienne médiévale, en La famiglia e la vita quotidiana in Europa dal '400 al '600, Roma 1986, p. 193). Francesco Benigno ha señalado que "predomina claramente el modelo nuclear del agregado doméstico ... Para los siglos de la edad moderna, una serie de investigaciones sobre países y ciudades que utilizaron una amplia gama de fuentes diferentes (status animarum, revelaciones de almas y propiedades, censos frumentario) muestran de forma unívoca una presencia ampliamente mayoritaria de familias nucleares, con porcentajes irrelevantes de múltiples agregados domésticos" (F. Benigno, Ultra pharum. Famiglie, commerci e territori nel Meridione moderrno, Meridiana, Roma 2001, p. 148).

Cfr. M. Barbagli, Sotto lo stesso tetto. Mutamenti della famiglia in Italia dal xv al xx secolo, II Mulino, Bolonia 1984; G. da Molin, La famiglia nel passato. Strutture familiari nel Regno di Napoli in eta moderna, Cacucci, Bari 1990; F. Benigno, Una casa, una terra. Ricerche su Paceco, paese nuovo nella Sicilia del sei e settecento, Culc, Catania 1985, pp. 166-178; id., Per un'analisi del gruppo coresidente nella Sicilia moderna: il caso di Noto nel 1647, en G. Da Molin (a cura di), La famiglia ieri e oggi. Trasformazioni demografiche e sociali dal xv alxx secolo, I, Laterza, Roma-Bari 1992, pp. 187-202. Los mismos resultados obtuve la investigación conducida en Calamonaci, pequeño pueblo agrigentino, por Giovanni Moroni: el porcentaje de familias nucleares, en los siglos XVI y XVII, es alrededor del 70-80 %: cf. G. Chiappetta, Popolazioni e famiglie a Calamonaci (1593-1885), tesi di laurea, Universita degli studi di Palermo, Facolta di Scienze politiche, aa. 2000-2001.

Benigno, Una casa, una terra cit. pp. 201-202. Se puede hipotetizar una comparación con las áreas de aparcería de Italia central: "Por un lado encontramos un tipo de organización económica y social, latifundista [siciliano], en la cual el bracero sin tierra o con un título precario juega un papel decisivo y cuya familia está fundamentalmente compuesta por la pareja con hijos; mientras que, por otro lado [en Toscana], un sistema económico-social diferente, fundado en el poder de aparcería, va acompañado de agregados domésticos mucho más complejos" (id., Ultra pharum cit., p. 158). Cfr. también P. Clemente y P.G. Solinas, I cicli disviluppo delle famiglie mezzadrili nelsenese, en "L'Uomo", VII, n. 1-2 (1983), pp. 165-184; P. Viazzo y D. Albera, La famiglia contadina nell'Italia settentrionale 1750-1930, en M. Barbagli y D.I. Kertzer (a cura di), Storia della famiglia italiana 1750-1950, II Mulino, Bolonia 1992.

A la primera, que caracteriza a las regiones dominadas por el latifundio cerúleo, corresponden alta presión demográfica, baja edad para contraer matrimonio, menor amplitud de la familia y distinción de los roles económicos según el género. La segunda, típica de las regiones de los Apeninos, por el contrario, se caracteriza por baja presión demográfica, edad avanzada para contraer matrimonio, mayor amplitud de la familia e integración del trabajo de las mujeres en la granja. Debe tenerse en cuenta que esta división entre las llanuras de cultivo de cereales y las zonas montañosas con propiedades fragmentadas y cultivo de árboles produce sus efectos incluso dentro de la misma región. Cfr. G. Delille, Famiglia e proprietii nel Regno di Napoli. XV-XIX secolo, Einaudi, Turín 1988. A estos dos grupos de homogeneidad relativos a la familia, se debe añadir un tercer grupo para Sicilia: la familia "de la costa" o "del mar": cfr. I. Fazio, Famiglia, matrimonio, trasmissione della proprietii: ipotesi di lavoro a partire dal caso siciliano, en B. Meloni (a cura di), Famiglia meridionale senza familismo. Strategie economiche, reti di relazioni e parentela, Meridiana, Roma 1997, pp. 3-24. Para una visión general sobre la historia de los cereales de Sicilia cfr. O. Cancila, Baroni e popolo nella Sicilia del grano, Palumbo, Palermo 1983; id., L'economia della Sicilia. Aspetti storici, il Saggiatore, Milán 1992; id., Il grano di Sicilia, en F. Benigno y G. Giarrizzo (a cura di), Storia della Sicilia, II, Laterza, Roma-Bari 1999, pp. 38-52; O. Cancila, La terra di Cerere, Salvatore Sciascia, CaltanissettaRoma 2001. Para un análisis cuidadoso de la influencia de las formas de trabajo de los cereales en las ceremonias religiosas y de la interdependencia de los ciclos agrícolas y rituales cfr. I.E. Buttitta, I morti e il grano. Tempi del lavoro e ritmi della festa, Meltemi, Roma 2006.

Para un análisis cuidadoso de la cultura material en Sicilia cf. La cultura materiale in Sicilia, "Quaderni del circolo semiologico siciliano", n. 12-13 (1980); M. Giacoma1Ta, Sociología della cultura materiale, Sellerio, Palermo 2005. Muchas de estas prácticas preagraria aún persisten en algunas fiestas tradicionales; un ejemplo es la celebración de San Giuseppe, durante la cual las mesas se rellenan de tortillas de hierbas silvestres, caracoles, anguilas, quesos, además del pan decorado.

P. Laslett, Famiglia e aggregato domestico, en M. Barbagli (a cura di), Famiglia e mutamento sociale, II Mulino, Bolonia 1977, p. 34. Cfr. también P. Laslett, La famille et le ménage: approches historiques, en "Annales Ese", n. 4-5 (1972), pp. 847-872.

Aunque la perspectiva laslettiana es superada en su parte interpretativa general, seguramente no es así en la terminología y en los esquemas de análisis que aquí adoptaremos; cfr. Laslett, Famiglia e aggregato domestico cit., pp. 30-54.

Para un marco general sobre estudios familiares en la historia, además de los textos ya citados, cf. M. Barbagli (a cura di), Famiglia e mutamento sociale, Il Mulino, Bolonia 1977; A. Bellettini, La popolazione italiana. Un profilo storico, Einaudi, Turín 1987; B. Meloni (a cura di), Famiglia meridionale senza familismo. Strategie economiche, reti di relazioni e parentela, Meridiana, Roma 1997; G. da Molin (a cura di), La famiglia ieri e oggi. Trasformazioni demografiche e sociali dal XV al XX secolo, l. L'epoca storica (secc. XV-XIX), Cacucci, Bari 1992; S. Raffaele, Dinamiche demografiche e struttura della famiglia nella Sicilia del sei-settecento, Culc, Catania 1984. No es imposible dar una idea de la inmensa bibliografía de estudios antropológicos sobre la familia, a partir de I.F. McLennan con Privative Marriage del 1865, me limito aquí a recordar C. Lévi-Strauss, Le strutture elementari della parentela, Feltrinelli, Milán 1969; id., Lo sguardo da lantano. Antropología, cultura, scienza e raffronto, Einaudi, Turín 1984, pp. 47-119; E. Benveniste, Il vocabolario delle istituzioni indoeuropee. Economía, parentela, societii, I, Einaudi, Turín 1976; J. Goody, Produzione e riproduzione: studio comparato della sfera domestica, Franco Angeli, Milán 1979; F. Héritier, L'Exercice de la parenté, Gallimard-Seuil, París 1981; F. Zonabend, Della famiglia. Sguardo etnologico sulla parentela e la famiglia, enStoriauniversaledellafamiglia, Mondadori, Milán 1987, pp. 15-76. Para Siciliacfr. S. D'onofrio, L'esprit de la parenté. Europe et lwrizon chrétien, prefazione di Franyoise Héritier, Éditions de la Maison des sciences de I'homme, París 2004.

Faeta, Il santo e l'aquilone, cit., pp. 259-260.

Sobre el papel de la fotografía en los mecanismos de autoLTepresentación familiar, se remite a un testimonio de Mariannina Patti, hija del fotógrafo Angelino Patti de Tusa y su ayudante, que recuerda cómo el padre realizaba fotomontajes que unían los hombres emigrados a América y las mujeres quedadas en Sicilia para reconstituir familias en efigie: cf. Todesco (a cura di), Angelino Patti cit., p. 26.

Las informaciones dadas son el resultado de las investigaciones historicas realizadas por Giovanni Moroni sobre la emigración de los sicilianos a América. En el caso del retrato de la familia Riggi, resulta que Francesco Riggi, nacido en Calamonaci en 1864, emigró a Estados Unidos en 1904, a la edad de 40 años, y que en 1905 su hermano Vincenzo se reúne con él en Chiago; Stefano Capizzi, nacido en 1889, emigró en 1906, a la edad de 17 años, y se reunió con su primo Vincenzo Capizzi en Norristown; regresado a su tieLTa natal, se fue por segunda vez en 1912, a la edad de 23 años. Datos tomados por el Archivo Histórico Municipal de Calamonad - Fondo de Seguridad Pública - Emigración en el extranjero (1881-1948), por los sitios web ellisisland.org y emigrationcalamonaci.com. Para una visión general de la emigración italiana a América entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cf. P. Bevilacqua, A. De Clementi y E. Franzina (a cura di), Storia dell'emigrazione italiana. Partenze, Donzelli, Roma 2001; id., Storia dell'emigrazione italiana. Arrivi, Donzelli, Roma 2002.

lgnazio Cortese emigra a Estados Unidos en 1904, a la edad de 21 años, se reúne a Filippo Campanella en Chicago (el 25 de marzo de 1904); Giuseppe Cortese emigra en 1905, a la edad de 16 años, se reune a su hermano Ignazio Cortese en Chicago (salió de Palermo con el barco Il Piemonte el 1 O de marzo de 1905 y llegó el día 24); Mario Cortese emigra en 1907, a la edad de 16 años, se reúne a su hermano Giuseppe Cortese en Cumberland (partió de Nápoles con el barco de Virginia el 20 de mayo de 1907 y llega el 4 de junio); Filippo Cortese emigra en 1914, a la edad de 30 años, dejó a su esposa Giuseppa Lo Brutto en Ribera, se reune a su hermano Giovanni Cortese en Cumberland (partió de Palermo con el barco Duca degli Abruzzi el 20 de noviembre de 1914 y llegó el 2 de diciembre).

Giuseppe Guddemi emigra a Estados Unidos en 1906, a la edad de 21 años, y se reúne con su hermano Vincenzo Guddemi a Hoom en Florida (parte de Palermo con el barco Nord-America el 12 de septiembre de 1906 y llega el día

; Francesco Guddemi emigra en 1909, a los 23 años, a Elisabeth (partió de Palermo con el barco San Giorgio el 15 de abril de 1909 y llegó el día 30); Leonardo Guddemi emigra en 1912, a la edad de 27 años, y se reúne a su hermano Giuseppe Guddemi a Elisabeth (parte de Palermo con el barco San Giorgio el 19 de agosto de 1912 y llega el 4 de septiembre); Salvatore Guddemi emigra en 1920, a la edad de 17 años, y dejó a su madre Amari Accursia en Ribera para reunirse a su hermano Giuseppe Guddemi en Elisabeth (partió de Palermo con el barco de Caserta el 20 de diciembre de 1919 y llegó el 8 de enero de 1920).

En el imaginario tradicional la lejanía y la muerte están en la misma isotopía. Cuando los jóvenes se iban para realizar el servicio militar obligatorio, las madres exorcizaban la salida a través del lamento fúnebre (cfr. L.M. Lombardi Satriani y M. Meligrana, Il ponte di San Giacomo. L'ideologia della marte nella societa contadina del Sud, Sellerio, Palermo 1989). La necesidad de recomponer las lejanías causadas por la Guerra Mundial también se refleja en una práctica adivinatoria femenina (la cledonomancia) bastante practicada durante la última Guerra Mundial en Sicilia (cfr G. Giacobello, Il paternos ter di San Giuliano. Recitazioni ritmiche e simbolismo divinatorio in Sicilia, Folkstudio, Palermo 1999, pp. 62- 76).

Sobre las prácticas tradicionales de los usos fúnebres cfr. A. De Gubernatis, Storia comparata degli usi funebri in Italia e presso gli altri popoli indo-europei, Treves, Milán 1878; Van Gennep, Manuel de Folklore cit.; id., I riti di passaggio cit.; E. De Martino, Marte e pianto rituale. Dal lamento funebre antico alpianto di Maria, Boringhieri, Turín 1975; M. Granet y M. Mauss, Il linguaggio dei sentimenti, Adelphi, Milán 1975; 1.-v. Thomas, Antropología della marte, Garzanti, Milán 1976; Lombardi Sat:riani y Meligrana, Il ponte di San Giacomo cit.; R. Huntington y P. Metcalf, Celebrazioni della marte. Antropología dei rituali funerari, II Mulino, Bolonia 1985; R. Hertz, La preminenza della destra e altri saggi, Einaudi, Turín 1994; A. Buttitta, Ritomo dei morti e rifondazione della vita, en c. Lévi-Strauss, Babbo Natale giustiziato, Sellerio, Palermo 1995, pp. 9-42; Buttitta, I morti e il grano cit.

F. Faeta, "'Un mondo che continua in forma evanescente'. La morte e l'immagine in un'area del Mezzogiorno europeo", en S.M. Barillari (a cura di), Immagini dell'aldila, Meltemi, Roma 1998, p. 118.

Durante la partición de la herencia del difunto, el quatru del antepasado es heredado por la persona mayor o por el nieto que lleva el nombre del difunto. Esta práctica atestigua cómo las imágenes se convierten en verdaderos bienes que definen la identidad familiar. Cfr. Lombardi Satriani y Meligrana, Ilponte di San Giacomo cit., pp. 269-272; M. Segalen y F. Zonabend, Famiglie in Francia, en Storia universale della famiglia cit., pp. 503-534; F. Marano, Credere per vedere. Storia e analisi di un fotomontaggio di famiglia, en "AV-Materiali, Journal on-line of visual anthropology",

visualan th ropology.net/av-materiali/1_2001/fotomontaggio. htm, 2001.

Como es bien sabido, en la ideología popular se tiende a obrar una identificación entre signo y referente: "imagen y realidad están en la misma isotopía hasta el punto de ser consideradas coincidentes" (I.E. Buttitta, La memoria lunga. Simboli e riti della religiosita tradizionale, Meltemi, Roma 2002, p. 28).

Este testimonio fue recogido en Calamonad en el hogar de la señora Giuseppa Inga; cfr. Perricone (a cura di), Il volto del tempo cit., pp. 53-64; para los usos fúnebres romanos cf. J. Champeaux, La religione dei romani, II Mulino, Bolonia 2002, pp. 103-111.

Para las "celebraciones de la muerte" en el contexto siciliano cfr. S. Salomone Marino, Le reputatrici in Sicilia nell'eta di mezzo e moderna, Tip. Giannone e Lamantia, Palermo 1886; Pitre, Usi e costumi cit., pp. 199-252; para una visión general de los "sonidos de duelos" cfr. Bonanzinga, Ciclo della vita e tempo della musica cit., pp. 61-64; id. (a cura di), documento sonoro, cit., Brano 43-44.

L. Sciascia, Fatti diversi di storia letteraria e civile, Sellerio, Palermo 1980, p. 75.

Buttitta, Dei segni e dei miti cit., p.251.

Para una profundización sobre las prácticas mágicas en Sicilia cfr. E. Guggino, La magia in Sicilia, Sellerio, Palermo 1978; id., Un pezzo di terra di cielo. L'esperienza magica della malattia in Sicilia, Sellerio, Palermo 1986; id., Il carpo e {atto di sillabe. Figure di maghi in Sicilia, Sellerio, Palermo 1993; id., Fate, sibille e altre strane donne, Sellerio, Palermo 2006.

Sobre la Fiesta de los Muertos en Sicilia cfr. Buttitta, Dei segni e dei miti cit., pp. 245-255; V. Petrarca, Le tentazioni ealtri saggi di antropología, Borla, Roma 1990, pp. 119-130; Buttitta, I morti e il grano cit.

Para la descripción completa del rito y las transcripciones de las entrevistas sobre el uso ritual de las fotografías cf. Perricone (a cura di), Il volto del tempo cit., pp. 53-64; para una certificación iconográfica de esta ceremonia cf. F. Scianna, Quelli di Bagheria, Peliti Associati, Milán 2002, p. 276.

Faeta, "Un mondo che continua in forma evanescente", cit., p. 130.

Buttitta, Dei segni e dei miti, cit., pp. 245-246.

Id., Ritorno dei morfi, cit., pp. 15 ss.

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Publicado

2020-10-15

Número

Sección

Artículos