Validación del Cuestionario de Violencia Digital (Digital Violence Questionnaire, DVQ) en la pareja sentimental

Validation of the Digital Violence Questionnaire (DVQ) in romantic relationships

Validação do Questionário sobre Violência Digital (Digital Violence Questionnaire, DVQ) no casal

对亲密伴侣数字暴力问卷的验证

Delia Montero-Fernández 1
Universidad de Huelva, España
Antonio Daniel García-Rojas 2
Universidad de Huelva, España
Ángel Hernando Gómez 3
Universidad de Huelva, España
Francisco Javier Del Río 4
Universidad de Cádiz, España

Validación del Cuestionario de Violencia Digital (Digital Violence Questionnaire, DVQ) en la pareja sentimental

RELIEVE. Revista Electrónica de Investigación y Evaluación Educativa, vol. 28, núm. 2, 2022

Universidad de Granada

Recepción: 19 Septiembre 2022

Aprobación: 14 Noviembre 2022

Publicación: 22 Diciembre 2022

Resumen: Este artículo estudia la violencia digital nacida con las nuevas formas de comunicación a través de internet en la pareja sentimental. Tras la revisión teórica, se detecta la falta de un instrumento que mida tal violencia digital, entendida como aquella violencia ejercida mediante los dispositivos electrónicos de uso común dentro de la pareja sentimental en forma de control, acoso, abuso y coacción. El objetivo de esta investigación es la construcción y validación del cuestionario de Violencia Digital (en inglés Digital Violence Questionnaire, DVQ). Para ello se han utilizado las técnicas de juicio de personas expertas, trabajo de campo y análisis factorial exploratorio. Se realizó un muestreo bietápico aleatorio por conglomerados en la Universidad de Huelva (España) formado por 528 estudiantes. Tras un pilotaje y un grupo de personas expertas, resultó un instrumento de 90 ítems, subdivididos en cinco bloques de evaluación, además de las variables sociodemográficas y variables relacionales en el noviazgo. El formato de respuesta es de tipo Likert con carácter bidireccional en algunas preguntas, permitiendo medir la perpetración y victimización en la prevalencia de esta violencia. La fiabilidad del cuestionario mediante el coeficiente alfa de Cronbach fue de 0,945. Tras el análisis factorial exploratorio, el análisis de componentes principales y la rotación varimax, se obtuvo una solución factorial de 7 factores y un total de 55 ítems. Se concluye que el cuestionario de Violencia Digital (DVQ), resulta un instrumento válido y fiable, adecuado para la detección y prevención de la violencia digital.

Palabras clave: Violencia digital, coacción, relaciones sentimentales, cuestionario, validación.

Abstract: The present article examines digital violence born out of new forms of online communication in romantic relationships. A theoretical review identified the lack of an instrument to measure this type of digital violence, understood as violence exercised through electronic devices commonly used within romantic relationships in the form of control, harassment, abuse and coercion. The aim of the present research was to develop and validate the digital violence questionnaire (DVQ). For this purpose, an expert panel, fieldwork and exploratory factor analysis were used. Two-stage random cluster sampling was carried out at the University of Huelva (Spain) with a sample of 528 students. Following pilot testing and expert panel analysis, an instrument composed of 90 items was developed. This was divided into five blocks of analysis and included additional sociodemographic variables and relational variables pertaining to courtship. Likert scales were used to collect responses with some items being bidirectional in nature. This enabled measurement of perpetration and victimization in relation to this type of violence. Reliability of the questionnaire was supported with a Cronbach's alpha coefficient of 0.945. Following exploratory factor analysis, principal component analysis and varimax rotation, a 7-factor solution and a total of 55 items was obtained. It is concluded that the digital violence questionnaire (DVQ) is a valid and reliable instrument that is suitable for the detection and prevention of digital violence.

Keywords: Digital violence, coercion, romantic relationship, questionnaire, validation.

Resumo: Este artigo estuda a violência digital nascida com as novas formas de comunicação através da Internet no casal. Após a revisão teórica, deteta-se a falta de um instrumento para medir essa violência digital, entendida como a violência exercida através dos dispositivos eletrónicos de uso comum no seio do casal sob a forma de controlo, assédio, abuso e coação. O objetivo desta investigação é a construção e validação do Questionário sobre Violência Digital (em inglês Digital Violence Questionnaire, DVQ). Foram utilizadas as técnicas de julgamento por peritos, trabalho de campo e análise fatorial exploratória. Na Universidade de Huelva (Espanha), foi realizada uma amostragem bietápica aleatória por conglomerados, composta por 528 estudantes. Após um teste piloto e um grupo de peritos, o resultado foi um instrumento com 90 itens, subdivididos em cinco blocos de avaliação, para além das variáveis sociodemográficas e variáveis relacionais no namoro. O formato de resposta é do tipo Likert, com caráter bidirecional em algumas perguntas, permitindo medir a perpetração e a vitimização na prevalência desta violência. A fiabilidade do questionário mediante o coeficiente alfa de Cronbach foi de 0,945. Após a análise fatorial exploratória, a análise de componentes principais e a rotação varimax, obteve-se uma solução fatorial de 7 fatores e um total de 55 itens. Conclui-se que o Questionário de Violência Digital (DVQ) é um instrumento válido e fiável, adequado para a deteção e prevenção da violência digital.

Palavras-chave: Violência digital, coação, relações românticas, questionário, validação.

摘要: 该文章试图研究亲密伴侣间的数字暴力,这是随着网络新媒体形式而诞生的新型暴力。亲密伴侣间的这种暴力可以理解为通过广泛使用的电子设备对亲密伴侣所进行的控制、骚扰、虐待和胁迫等暴力行径。对研究进行了理论回顾检阅后发现目前缺少一种衡量数字暴力的工具。因此该研究的主要目的是创建并验证数字暴力问卷(英文名称Digital Violence Questionnaire,缩写为DVQ)。在研究过程中,我们使用专家评判法、田野调查和探索性因素分析法,对西班牙维尔瓦大学的528名学生进行双阶段的随机聚类取样。在试点测试和专家组评判后,得出了一个包含90个项目的工具,除社会人口学变量和男女朋友关系变量以外,这些项目被细分在五个评估区块内。问卷回答形式为李克特式,其中有些问题为双向性,这样可以测量数字暴力概率中的施暴和受害行为。通过克隆巴赫系数得到问卷信度为0.945。在经过探索性因素分析、主成分分析、方差最大旋转后,得到由7项因素、55个项目组成的因素解。研究证明数字暴力问卷(DVQ)是一款能够预防并制止数字暴力的有效和可信的工具。

關鍵詞: 数字暴力, 胁迫, 亲密伴侣关系, 问卷, 验证.

Introducción

Los nuevos espacios virtuales brindan un “lugar de encuentro” colmado de contenidos que invitan a las relaciones interpersonales que sus usuarios tejen durante las conversaciones virtuales entre iguales (Alonso & Raigada, 2014). Aludiendo a Ramón-Cortés (2010), este fenómeno tecnológico afecta profundamente a las relaciones entre los y las jóvenes, en tanto que la comunicación digital proporciona el escondite perfecto para expresarse sin exponerse. De esta manera tiene lugar la violencia digital en la pareja sentimental.

Partiendo de la ardua conceptualización de la violencia, como el tipo de interacción entre sujetos que provoca o amenaza con hacer daño o sometimiento grave (físico, sexual, verbal o psicológico) a un individuo o a una colectividad,​ afectando a las personas violentadas de tal manera que sus potencialidades presentes o futuras se vean afectadas (Galtung, 1995). La violencia digital resulta del mismo fenómeno de la violencia, siendo ésta a través de las nuevas tecnologías de la información y comunicación. Así pues, la violencia digital a la que nos referimos en este trabajo, concerniente a las relaciones sentimentales, envuelve el ciberacoso, coerción y coacción, intimidación, dominación, amenaza, vigilancia y control entre los miembros de una pareja, entre otras formas de manifestación. Cabe señalar que, en el estudio de la violencia digital resulta crucial su conceptualización y tipología, al mismo tiempo que el análisis de sus factores de riesgo de la ciber-perpetración y la ciber-victimización para comprender su naturaleza. Son los celos hacia el otro miembro de la pareja los que se presentan como una de las principales causas para ejercer estos comportamientos de control (Rey-Anacona et al., 2014). Además, la edad, madurez y estabilidad de la relación conforman un factor en la disminución de las agresiones y abusos en los espacios tecnológicos (Rodríguez & Rodríguez, 2016). Cabe destacar que, en las relaciones a distancia, se utilizaban más las redes sociales para vigilar a la pareja (Billedo et al., 2015). Al mismo tiempo, se debe puntualizar que tanto chicos como chicas ejercen estas agresiones y abusos online hacia sus parejas (Piquer et al., 2017). En el estudio de Borrajo et al. (2015), analizando las diversas formas de control y vigilancia en la pareja que suceden en las redes sociales, se deduce que la prevalencia de estos comportamientos entre adultos jóvenes españoles es del 75% para la perpetración y del 82% para la victimización.

En cuanto a la prevalencia y expresión de la violencia digital analizada en investigaciones realizadas, se hace mención a un estudio con población adolescente, donde hasta un 25% de la muestra afirma haber estado expuesta a comportamientos abusivos en la pareja a través de medios electrónicos (Jaén et al., 2017). Una de las manifestaciones de la violencia digital más estudiadas son las conductas de control o vigilancia a la pareja o expareja en los espacios digitales (Brown & Hegarty, 2018; Leisring & Giumetti, 2014). Otras de las manifestaciones de la violencia digital son: seguimiento y vigilancia de una pareja (Burke et al., 2011; Lyndon et al., 2011); envío de correos electrónicos y mensajes amenazantes o groseros (Bennet et al., 2011; Hinduja & Patchin, 2011; Zweig et al., 2013); y publicación de fotografías humillantes (Hinduja & Patchin, 2011; Lyndon et al., 2011). Así, la definición de violencia digital pasa por el continuo solapamiento de las definiciones proporcionadas en cada una de las alusiones a conductas de acoso, abuso, coacción y control cibernético, indicando que son esencialmente el mismo tipo de ciberdelincuencia a pesar de los diferentes términos. Con respecto a la tipología o formas de la violencia digital, se establecen distintas categorías. En uno de los estudios se extraen una categoría relacionada con la violencia psicológica presencial basada en insultos, amenazas y publicación de materiales que buscan denigrar o amenazar a la víctima; y otra categoría de control a través de los medios electrónicos (Borrajo et al., 2015; Calvete et al., 2019). Sin embargo, Darvell et al., (2011) distingue cuatro tipos de abuso en la violencia digital: la hostilidad electrónica, que versa sobre la publicación o envío de mensajes amenazantes e insultantes en los espacios digitales; la intrusividad, referida al control, cambio de contraseñas y creación de perfiles falsos; humillaciones electrónicas, concernientes a la publicación de fotos o información para humillar a la víctima; y exclusión electrónica, sobre a la eliminación, exclusión o bloqueo en redes sociales.

El creciente número de investigaciones en el campo de la violencia digital se debe a la falta de consenso debido a la diversidad de terminologías para nombrar tal violencia digital y a la conceptualización de algunas de sus manifestaciones en forma de ciberacoso o acoso cibernético como un fenómeno distinto (Dhillon & Smith, 2019; Fissel, 2018; Nobles et al., 2014; Spitzberg, 2017). Por ello, todavía hay abierto un debate académico en cuanto a la posibilidad de considerar la violencia digital, y sus manifestaciones, como un subconjunto de las violencias tradicionales o tal vez una extensión debido a las consecuencias comparables. En palabras de Muñiz & Fonseca (2017), esta violencia digital puede considerarse, en muchos casos, un precursor de la violencia física y, en otros, un reflejo de un tipo de violencia que trasciende a las pantallas. Mencionando a Lucio & Prieto (2014), estos comportamientos de control, abusos y agresiones online constituyen una violencia emergente facilitada por las tecnologías de la información y comunicación (TIC) dentro de la pareja sentimental. También, estudios previos han evidenciado que muchas personas jóvenes admiten ejercer estas conductas abusivas sobre sus parejas, sin embargo, en la mayoría de los casos éstas no son identificadas como abusivas (Muñoz et al., 2011). Consecuentemente, esta tolerancia, legitimación y normalización de las agresiones y abusos online permite su práctica y reproducción dentro de la dinámica relacional de la pareja joven (Borrajo & Gámez, 2015). Siguiendo a González-Gijón & Soriano-Díaz (2021), la sociedad de hoy demanda que la población joven sea consciente de este problema social y sea capaz de identificarlo. Por esta razón, resulta crucial el manejo de un adecuado instrumento de investigación que clarifique y sea capaz de detectar y medir esta violencia digital persiguiendo su prevención en la población diana. Solo un número limitado de estudios ha intentado clasificar las diferentes formas de ciberacoso que un individuo puede perpetrar o experimentar (Maran & Begotti, 2019), como el acoso de la pareja (Marcum et al., 2017: Smoker & March, 2017; Woodlock, 2017). Así pues, debido a las discrepancias en la forma en que se ha operacionalizado el ciberacoso (Wilson et al., 2022), los hallazgos actuales rara vez son comparables y las tasas de prevalencia de referencia siguen siendo poco claras. En este sentido, este instrumento se presenta como una estrategia para medir la existencia, su tipología y la prevalencia de la violencia digital en la pareja sentimental.

Considerando los diversos instrumentos de investigación existentes que evalúan de forma independiente diferentes factores de esta violencia, se exploran las Escalas Revisadas de Tácticas en conflictos o Conflict Tactic Scale (CTS) (Straus et al., 1996), estudian el grado de violencia física y psicológica y permite sacar conclusiones de cómo los individuos resuelven los conflictos, y de la mutualidad, de las agresiones y de la victimización; así como el instrumento de evaluación de la violencia en las relaciones de pareja de los adolescentes o Conflict in Adolescent Dating Relationships Inventory (CADRI) (Wolfe et al., 2001). El Dating Questionnaire (Connolly et al., 2000), adaptado a población juvenil española (Ortega et al., 2008) recoge información sobre aspectos de la situación de las relaciones sentimentales de los participantes, tales como: duración, satisfacción, experiencias de ruptura, entre otras cuestiones. También la Multidimensional Measure of Emotional Abuse de Hoover & Murphy (1999) y Psychological Abuse de Sackett & Saunders (1999), exploran dimensiones específicas de la violencia relacionadas con comportamientos de acoso y abuso emocional y psicológico. Igualmente se revisa el Cuestionario de Abuso Online en el Noviazgo (CAON) de Borrajo et al. (2015), que mide diferentes comportamientos de abuso online en el contexto de una relación de pareja, desde la clasificación antes mencionada y que denominan violencia psicológica presencial y de control. El Cuestionario de Violencia entre Novios (DVQ-R) para víctimas en jóvenes adultos colombianos y mexicanos, estudia la violencia abarcando la dimensión física y sexual de ésta, además del desapego como factores (Martínez Gómez, et al, 2021).

Tras la revisión de las escalas o cuestionarios más relevantes empleados en el ámbito nacional e internacional para el análisis de la violencia a través medios telemáticos en la pareja sentimental, se revela la carencia de un instrumento más completo y adecuado para este fenómeno. Es decir, un instrumento capaz de medir este fenómeno desde ambas perspectivas de la pareja dado su carácter bidireccional de la violencia entre los miembros de la pareja (preguntando al sujeto en primera persona y su percepción de las acciones de su compañero/a) y teniendo en cuenta las variables sociodemográficas y variables relacionales en el noviazgo correspondientes (duración de la relación sentimental, expectativa de futuro, frecuencia de contacto, etc.) para analizar la violencia digital en cada caso. Así pues, la finalidad de este trabajo es la construcción y validación del cuestionario Ad hoc sobre violencia digital, denominado en inglés Digital Violence Questionnaire (DVQ), un instrumento que mida tal violencia ejercida mediante los dispositivos electrónicos de uso común dentro de la pareja sentimental. A diferencia de los instrumentos revisados, el cuestionario (DVQ) no solo es una herramienta esencial para la detección de la violencia digital y todas sus formas de expresión en los medios digitales, sino también para la prevención en el terreno de la psicología clínica y la educación, con su aplicación en los centros educativos, dada su exploración en las relaciones sentimentales pasadas de los sujetos.

Teniendo en cuenta todo lo anterior y siguiendo las palabras del filósofo Byung-Chul Han «hoy no se tortura, sino que se "postea" y se "tuitea"» (2016), este trabajo plantea como objetivo de este estudio la construcción de un apropiado instrumento de investigación válido y fiable que permita detectar, estudiar y prevenir la violencia ejercida a través de los medios electrónicos dentro de la pareja sentimental. Al mismo tiempo, recordando el cuestionamiento de Muñiz & Fonseca (2017) y de Lucio & Prieto (2014), sobre la premisa de que estas conductas y comportamientos constituyen una violencia emergente de las TIC, este trabajo propone la hipótesis de que la violencia producida a través de los medios telemáticos resultará una nueva forma de violencia no directamente relacionada con la violencia tradicional fuera de las pantallas, pues, la violencia digital podrá manifestarse como fenómeno aislado en muchos casos y/o complementarse con la violencia tradicional.

Método

En este artículo presentamos el proceso de construcción y validación del instrumento, un cuestionario diseñado para conocer el nivel de violencia digital prevalente en la pareja sentimental. En relación con la metodología, de acuerdo con los trabajos de Montero & León (2007), esta investigación propone una metodología de carácter cuantitativo, con un diseño de investigación de tipo instrumental. De acuerdo con Ato et al. (2013), este tipo de investigación incluye los trabajos que estudian y analizan las propiedades psicométricas de un instrumento.

La evaluación cualitativa y primera depuración de ítems se realizó a partir de la aplicación del método Delphi, entendido un método de estructuración de un proceso de comunicación grupal que es efectivo a la hora de permitir a un grupo de individuos, como un todo, tratar un problem a complejo (Linstone & Turoff, 1975). Se partió de los juicios emitidos por un grupo de seis personas expertas en la materia, para ratificar que el instrumento propuesto cumplía los requisitos exigidos y permitiera la consecución de una investigación lo más fructífera y valiosa posible. Entre estas personas expertas, se encuentra una catedrática de la universidad de Huelva, cuya línea de investigación es la teoría feminista; un doctor en psicología de la educación por la misma universidad de Huelva; un doctor en psicología de la universidad inglesa de UCLan; una doctora en psicología por la Universidad Loyola Andalucía; un profesor de educación secundaria obligatoria y bachillerato con licenciatura en Filología Inglesa; y una profesora de la misma etapa educativa y también filóloga inglesa, que lleva diez años trabajando en el centro educativo Deans Community High School de Livingston (Escocia, Reino Unido). Tras la revisión de las personas expertas se decidió eliminar algunos ítems y cambiar la redacción de otros para una mejora de su comprensión. Posteriormente y previo al comienzo del trabajo de campo, se realizó un pilotaje del cuestionario a veinte estudiantes universitarios arbitrarios de la universidad de Huelva, que cumplían como criterio de inclusión tener o haber tenido alguna relación de pareja. El objetivo fue identificar preguntas ambiguas, posibles errores y conflictos de comprensión, en cuanto a la redacción, narración y presentación de los ítems. No se modificó, añadió ni eliminó ningún ítem. De este modo, se llevó a cabo la última depuración de ítems resultando la versión definitiva para la realización del trabajo de campo. La prueba de validez de este cuestionario (DVQ) también fue llevada a cabo por el mismo grupo de personas expertas.

En la realización del abordaje cuantitativo, usando técnicas de estadística descriptiva e inferencial, se llevó a cabo la construcción y validación de un instrumento de investigación que conforma el cuestionario (DVQ) para la detección, medición y análisis del objeto de estudio. En cuanto a la muestra, para el cumplimiento de los fines que persigue este estudio es necesaria la recopilación de información sobre la población que va a ser analizada. Por ello, se llevó a cabo una selección de los grupos-clases y de las titulaciones que componían cada una de las facultades de la Universidad de Huelva, atendiendo a un muestreo bietápico aleatorio por conglomerados. En la primera etapa del muestreo se seleccionó una muestra aleatoria de titulaciones que se estudian en la Universidad de Huelva y, en la segunda etapa, se procedió a tomar una muestra aleatoria de los individuos pertenecientes a cada grupo-clase, dentro de cada titulación.

De la misma forma, con respecto a la ética de la investigación, es relevante aludir a los procedimientos para la recopilación de datos y procedimientos de investigación ética. Se tiene en cuenta que previamente se realizará un acuerdo con los sujetos, en el que a través de una hoja de participación se especifica el carácter anónimo de las encuestas y se explican unas líneas generales del estudio que nos ocupa, recordando su libertad en todo momento de abandonar su participación. Así, se persigue la finalidad de que los sujetos potenciales sean conscientes del aporte personal y de la importancia de la participación en el mismo, así como para que den su consentimiento expresamente a lo que se ha pedido, sin lugar a confusiones o ambigüedades. Se les recuerda a los participantes que el área de la investigación es de naturaleza muy sensible, la cual algunos participantes pueden encontrar angustiante, por lo que, si estas personas consideran que pueden verse afectados/as por alguna de las preguntas, se les pide que no respondan o no participen en el estudio.

Sujetos

Este estudio se llevó a cabo en la universidad de Huelva (España). La población estudiantil de esta universidad, en el curso 2017/2018 ascendía a unos 11251 sujetos. Utilizando el total del alumnado como dato poblacional, con un nivel de confianza del 95% y asumiendo un error muestral del 4.17%, se obtuvo una muestra de 528 estudiantes. De este número total, el 69.5% fueron mujeres (367) y el 30.5%, varones (160). La media de edad fue de 24.29 años, con una desviación típica de 4.607. En relación con la nacionalidad y lugar de nacimiento, el 50.6% de la muestra era onubense de origen (267). Describiendo por provincias españolas, el 25.5% fue de Sevilla (124), el 6.8% era de Cádiz, el 1.2% era de Granada (6), el 1.2% era de Málaga (6), el 1.3% era de Jaén (7), el 3.2% era de Córdoba (17), el 0,8% era de Canarias (4), el 3.5% era de Badajoz (18), el 0.8% era de Cáceres (4), el 1.3% era de Madrid (7), el 0,4% era de Valencia (2) y el resto muestral con 0.2% de presencia pertenece a Murcia (1), Zaragoza (1), La Coruña (1), Ávila (1), Oviedo (1), Vizcaya (1) y Toledo (1). El último 2% de la muestra fue de origen extranjero, encontrándose entre las nacionalidades representadas a 9 personas de Brasil, Colombia, Ucrania, Italia, Francia, Armenia, Ecuador, Venezuela y Sahara Occidental.

Este alumnado de la Universidad de Huelva fue procedente de disciplinas académicas entre las que se encuentran: Doble grado en Traducción e Interpretación y Humanidades, Ciencias del Deporte y la Actividad Física, Máster Educomunicación, Ingeniería Química Industrial, Psicología, Educación Primaria, Educación Infantil, Educación Social, Trabajo Social, Ingeniería Informática, Ingeniería Industrial, Historia, Filología Hispánica, Estudios Ingleses, Filología Inglesa, Doble grado en Estudios Ingleses y Filología Hispánica, Gestión Cultural, Turismo, Máster MAES, Doctorado y otros estudios de máster sin especificar.

Del total de la muestra (N = 528), el 60.6% (229 mujeres y 91 varones) afirmaba estar en pareja. La duración de estas relaciones es de 0 a 6 meses para el 10.1%; de 6 meses a 1 año para el 10.7%; de 1 año a 2 años para el 20.4%; de 2 a 3 años de relación para el 11%; de 3 a 5 años para el 22%; de 5 a 10 años para el 22.3%, de 10 años en adelante 3.5%. En cuanto al tipo de relación que los participantes afirman tener encontramos que el 3.6% mantiene una relación esporádica; el 10.1% está en una relación casual, designada como una relación con frecuencia de contactos, pero sin compromisos; el 71.6% está en una relación seria y/o estable; y un 13.8% dice estar en una relación con compromiso de matrimonio o de vivir juntos. De estas relaciones, el 12.7% mantiene un contacto directo y presencial con la pareja de más de una vez al día; el 28.6% lo hace todos los días; el 42.8% se ve dos o tres veces por semana; el 5.3% se ve una vez a la semana; el 4.5% están juntos una vez cada dos semanas y un 4.7% se ve una vez al mes o menos.

Acerca de la orientación sexual, el 5.4% afirmaron ser homosexuales (10 mujeres y 17 varones); el 1.6%, bisexual (6 mujeres y 1 varón) y el 93%, heterosexual (347 mujeres y 142 varones). En relación con su estado civil, el 96% indicó estar soltero/a (504), un 3% estaba casado/a (14), un 0.5% era pareja de hecho (2) y otro 0,5% estaba divorciado/a (2). En cuanto al tipo de familia donde habían crecido, un 82% afirmó haberlo hecho en una familia nuclear (429), un 0.7% en una familia adoptiva (3), un 12% estuvo en una familia monoparental (62), un 3% en una familia reconstituida (16), un 2% en una familia extendida (10) y solo un 0.3% lo hizo en una familia homoparental (1). La mayoría de las personas encuestadas afirmaron encontrarse dentro de un estatus socioeconómico medio, un 47,3% dice encontrarse en un rango medio-alto (244), mientras que otro 49.8% reconoce pertenecer al medio-bajo (257). El restante porcentaje de 2.9% de la muestra no contestó a dicha pregunta. En lo que respecta a la importancia de la religión en sus vidas, el 7.6% consideró que es muy importante (40), el 15.9% la encontró bastante importante (84), el 50.8% afirmó que no es muy importante (268) y para el 25% la religión fue inexistente en sus vidas (132). Un último porcentaje de 0.7% correspondió a los valores perdidos para esta variable.

Instrumento

En la formulación del problema que se pretende investigar mediante el cuestionario (DVQ), es decir, en la detección y análisis de la violencia digital se debe tener en cuenta que los términos deben de ser fidedignos, operativos y válidos. Para ello, vamos a basarnos en la definición de la violencia digital entendida como el abuso, acoso, intimidación y comportamientos de control y coacción mediante los medios electrónicos, tal como se indicó en los apartados anteriores. Esta definición fundamenta las variables a analizar en el cuestionario, las cuales serán abordadas y analizadas desde diferentes perspectivas a lo largo de los bloques del cuestionario. Detallando el diseño y elaboración de los ítems, se llevó a cabo el proceso de operacionalización de los ítems, el cual trata de la transformación de conceptos y proposiciones teóricas en variables. En el extremo más abstracto de este proceso están los conceptos teóricos abstraídos de la revisión del estado de la cuestión de la violencia digital en la pareja sentimental, y en el menos abstracto, los referentes empíricos directos o indicadores que aparecerán en cada uno de los bloques. El primer paso consistió en la transformación de los constructos teóricos revisados en un conjunto inicial o pool de ítems a partir del cual se fundan las cinco escalas para el estudio de la violencia digital.

Atendiendo a la descripción del instrumento DVQ en una primera parte, de acuerdo con las variables sociodemográficas y variables relacionales en el noviazgo y preservando el carácter de anonimato del cuestionario. Entre estas variables se encuentran el tipo de familia en la que vive el sujeto, nivel socioeconómico. punto de vista de la religión, nivel educativo de las figuras familiares de referencia, número de relaciones sentimentales y duración de éstas, orientación sexual, tipo de relación sentimental, frecuencia de contactos y expectativa de futuro en la relación. La segunda parte, está formada por cinco subescalas o bloques con un total de 90 ítems. Cada uno de estos bloques mide las siguientes dimensiones: el bloque 1, formado por 12 ítems, valora la percepción de la violencia y estrategias de control y abuso mediante dispositivos electrónicos en relaciones de noviazgo entre jóvenes; el bloque 2, compuesto por 27 ítems, mide la prevalencia de las nuevas formas de violencia digital en las relaciones de parejas de parejas jóvenes; el bloque 3, con 26 ítems, permite una comparación de la prevalencia entre la violencia a través de las pantallas y la violencia fuera de ellas, como violencia de género; el bloque 4, formado por 13 ítems, evalúa la tolerancia de esta violencia a través de las nuevas tecnologías en jóvenes; el bloque 5, con los últimos 12 ítems, cuestiona posibles causas y consecuencias de las nuevas formas de violencia digital en la relación de pareja y sus miembros.

También resulta importante cumplir una serie de detalles a la hora de presentar el cuestionario basadas en aspectos básicos que contribuirán a estimular una buena predisposición por parte de cada persona encuestada a responder al mismo adecuadamente. Se escogió el formato de respuesta tipo Likert con la opción de contestar sobre las agresiones sufridas y perpetradas, siendo el rango de valores desde 1 “en desacuerdo”, 2 “poco de acuerdo”, 3 “bastante de acuerdo” y 4 “de acuerdo” para los bloques 1 y 5; y el rango de valores de “nunca”, “pocas veces”, “a veces” y “siempre” para los bloques 2, 3 y 4 del instrumento. Las respuestas a cada ítem reciben una puntuación más o menos alta en función del grado de acuerdo hacia los fenómenos en cuestión o la frecuencia de los mismos. Los ítems fueron redactados en infinitivo para facilitar la doble posibilidad de respuesta (tú a tu pareja, tu pareja a ti, para los bloques 2 y 3) que permiten medir la perpetración y victimización en la prevalencia de la violencia, además de identificar si las agresiones y los abusos son de carácter bidireccional. Se adjunta el cuestionario en el anexo de este documento.

Análisis de los datos

Se ha realizado el cálculo del alfa de Cronbach para el análisis de la fiabilidad del cuestionario, así como la correlación ítem-total para el análisis de los ítems. Para el estudio de la estructura factorial se llevó a cabo un análisis factorial exploratorio con el método de extracción de componentes principales y la rotación varimax, verificando previamente los supuestos para dicho análisis, mediante la prueba de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) y la prueba de la esfericidad de Bartlett. El análisis de datos se llevó a cabo con el SPSS versión 15.

Resultados

Los resultados correspondientes a los bloques sobre la percepción de la violencia y estrategias de control y abuso mediante dispositivos electrónicos en relaciones de noviazgo y prevalencia de las nuevas formas de violencia digital en las relaciones de parejas de parejas jóvenes de ambos miembros de la pareja, se aprecia la tendencia negativa ante el acuerdo a premisas relacionadas con conductas y comportamientos de control y abuso online que los jóvenes muestran con sus parejas dentro de relaciones sentimentales. Igualmente, en todas las respuestas bidireccionales (acerca de las conductas sobre las propias acciones y las de la pareja), se observa la clara tendencia de indicar que la pareja, en todos los casos, presenta una frecuencia mayor de las conductas y comportamientos enmarcados en la nueva (o no) violencia online que mide este bloque. A modo de ejemplo, en el ítem sobre pedir que la pareja envíe fotos o vídeos del lugar donde se encuentran en el momento, la respuesta mayoritaria es “nunca” con el 74,6%, en el caso de las parejas, y del 81,4%, en el caso del propio participante. Otro de los ítems muestra que el 18,4% y el 17% (correspondiente a las respuestas de “a veces” y “siempre”, respectivamente) de las parejas de los estudiantes participantes son quienes comprueban las horas de conexión y desconexión de sus parejas en los medios sociales online; frente al 20,5% y 9%, por parte del sujeto, reconociendo hacerlo “a veces” y “siempre”, respectivamente.

Tabla 1.
Media, desviación típica, correlación ítem-total corregida y alfa de Cronbach si se elimina el ítem (N = 528)
ÍtemsMediaDesviación típicaCorrelación elemento-total corregidaAlfa de Cronbach eliminando elemento
13. 1.97.942.577.944
13. a1.77.804.452.945
14. 1.99.990.554.944
14. a1.83.904.431.945
15. 1.71.914.560.944
15. a1.56.756.476.944
18. 1.69.867.586.944
18. a1.51.686.442.945
20. 1.26.654.526.944
20. a1.13.423.387.945
22. 1.51.782.556.944
22. a1.43.662.379.945
23. 1.24.597.497.944
23. a1.23.543.445.945
30. 1.19.529.505.944
30. a1.14.400.400.945
32. 1.33.787.400.945
32. a1.22.512.366.945
33. 1.28.643.648.944
33. a1.19.500.543.944
37. 1.66.902.546.944
37. a1.60.970.418.945
38. 1.48.767.584.944
38. a1.44.722.489.944
40. 2.02.852.452.945
40. a2.03.870.363.945
41. 1.86.922.634.943
41. a1.80.868.599.944
42. 1.38.755.632.944
42. a1.25.560.473.945
44. 1.19.567.512.944
44. a1.12.400.377.945
45. 1.24.587.553.944
45. a1.19.472.393.945
46. 1.24.616.632.944
46. a1.14.426.470.945
50. 2.031.049.369.946
50. a2.061.077.372.946
51. 1.45.751.599.944
51. a1.42.674.549.944
52. 1.44.786.517.944
52. a1.38.676.401.945
54. 1.30.692.494.944
54. a1.25.561.363.945
55. 1.74.838.557.944
55. a1.76.824.427.945
57. 1.13.448.333.945
57. a1.20.575.469.945
58. 1.83.910.634.943
58. a1.77.886.508.944
67. 1.38.758.425.945
72. 1.19.519.465.945
73. 1.30.676.530.944
78. 1.25.591.450.945
89. 1.19.498.349.945
Nota: La letra “a” junto al número de los ítems indica que esta respuesta refiere a la propia acción del sujeto en su relación, mientras que la ausencia de esta indica la acción que realiza la pareja del sujeto según él mismo.

Del mismo modo, con respecto sexo en la prevalencia de la violencia digital, no se aprecian diferencias llamativas cuando se analizan estos ítems atendiendo a las variables de sexo de los participantes, si están en una relación sentimental en el momento de realizar el cuestionario o el tipo de relación de la misma, entre otras variables a señalar.

Análisis de los ítems y fiabilidad de la escala

Para el análisis de los ítems, partiendo de los 90 ítems seleccionados previamente a partir de la validación de las personas expertas y el pilotaje, se calculó la puntuación media y desviación típica de los sujetos en el cuestionario (DVQ), las cuales son 206.7348 y 37.85779, respectivamente. Igualmente, se procedió al cálculo de la correlación ítem-total corregida, habiendo eliminado los ítems que presentaron menor puntuación. Así, resultan un total de 55 ítems, donde los 50 primeros son dobles dado que, en primer lugar, la respuesta indica la acción que realiza la pareja del sujeto según él mismo (por ejemplo, el ítem 13) y, en segundo lugar, la propia acción del sujeto en su relación (por ejemplo, el ítem 13a). La puntuación media y desviación típica de los sujetos en el cuestionario para estos ítems es de 80.0493 y 21.40763, respectivamente.

La fiabilidad de la escala se estimó mediante el coeficiente alfa de Cronbach, cuyo valor fue de 0,945. Los instrumentos, como los cuestionarios, con valores alfa superiores o iguales a 0,70 son adecuados para la investigación (Nunnally & Bernstein, 1994). El cuestionario (DVQ) presenta una alta consistencia interna. A continuación, en la siguiente tabla 2 se añaden las puntuaciones finales obtenidas por los sujetos diferenciando el sexo de los mismos. En la baremación de percentiles, se establece como punto de corte 25 y 75 como las puntuaciones bajas y altas, respectivamente.

Tabla 2.
Puntuación final obtenida por los sujetos en el cuestionario diferenciando por sexos
MujerVarón
Media80.9777.79
Desviación típica21.2821.55
Percentiles134.0035.27
240.6839.10
353.0250.47
455.0053.88
556.0055.00
1058.0057.00
1560.0059.00
2566.0063.25
3068.0064.30
3570.0066.35
4073.0068.00
4575.0069.45
5077.0071.00
5580.0075.10
6084.0077.00
6587.0080.00
7089.9083.00
7594.0091.00
8098.6096.00
85102.00100.85
90110.00107.90
95123.30118.00
96126.32122.80
97128.99133.02
98131.32141.12
99138.98154.90

Análisis factorial exploratorio

Se realizaron las pruebas de KMO (0.872) y de la esfericidad de Bartlett (1.4197,470; p < 0.000) para verificar la idoneidad de la realización del análisis factorial. Siguiendo los resultados de estas pruebas, se puede constatar la adecuación de éste. Se realizó un análisis factorial exploratorio utilizando como método de extracción de los factores el análisis de componentes principales y la rotación varimax. Se obtuvo una solución factorial de 7 factores. Los ítems que saturan en cada uno de los factores tras la rotación varimax se muestran en la tabla 2. Se han establecido como punto de corte para la asignación de los ítems los factores de saturación que son iguales o superiores a 0.315

El factor 1, denominado “Ciberacoso del otro/a (por parte de la pareja)” contiene los ítems, 13, 20, 22, 30, 32, 33, 42, 44, 45, 46, 54, 57a, 72, 73, 78, 89 del cuestionario inicial. Este factor engloba las acciones realizadas a través de algún aparato electrónico e implica el seguimiento, la supervisión y el control de las actividades y los contactos sociales de la pareja. El factor 2, nombrado “Control Coercitivo”, consiste en el control de la pareja usando la intimidación y el chantaje. Este factor contiene los ítems 14, 14a, 15, 15a, 18, 18a, 20a, 30a, 32a, 33, 67. El factor 3, definido “Abuso Emocional”, implica ataques humillantes y degradantes a la autoestima de la pareja, y contiene los ítems 40, 40a, 41, 41a, 51, 55, 55a, 58. El factor 4, denominado “Denigración”, envuelve amenazas y una intensa agresión verbal y contiene los ítems 42a, 44a, 45a, 46a, 51a, 52, 52a, 54a, 57. El factor 5, llamado “Ciberacoso en primera persona”, implica las mismas acciones que el factor 1 realizadas en primera persona y contiene los ítems 13a, 22a, 23, 23a. El factor 6, designado “Aislamiento” consiste en evitar a la pareja durante el conflicto y negar la disponibilidad emocional o el contacto con la pareja de forma fría o punitiva, contiene los ítems 37, 37a, 38, 38a, 58. El factor 7, nombrado “Dominación” se basa en la manipulación de la pareja para decidir lo que se cree mejor para ella, contiene los ítems 50, 50a.

Discusión

Contrastando el objetivo de estudio presentado en este trabajo, se planteó la construcción de un apropiado instrumento de investigación válido y fiable para el estudio de la violencia sucedida a través de las pantallas en relaciones sentimentales, debido a la falta de una herramienta que estudie en profundidad tal fenómeno. De esta forma, el cuestionario de Violencia Digital (DVQ) se presenta como una herramienta rápida, fácil y fiable para detectar no solo la violencia digital ejercida en el mundo digital dentro de la pareja sentimental sino también, puede revelar agresiones, abusos y acosos que van más allá de la acción a través de la pantalla permitiendo un análisis global de la violencia producida entre los miembros de la pareja, el cual tiene en cuenta el carácter bidireccional de la violencia y permite valorar la expresión de ésta.

Como se indica en los resultados, se aprecia una prevalencia muy baja de esta violencia digital a lo largo de la muestra, donde ninguno de los porcentajes alcanza el 50% de acuerdo en las respuestas de los ítems. A pesar de ello, se puede constatar la hipótesis planteada en este trabajo de que la violencia digital constituye una nueva forma de violencia no directamente relacionada con la violencia fuera de las pantallas. Pues en el análisis de los bajos porcentajes hallados para estas variables, se deduce que las conductas, comportamientos y actitudes de abuso, acoso y control a través de los medios electrónicos dan lugar a una nueva violencia digital. Según los datos obtenidos comparando el bloque dos y tres, se demuestra en este estudio que esta violencia puede ejercerse sin presencia de una violencia física. No obstante, los casos de esta muestra en los que se detectan conductas violentas en el terreno de lo físico y sexual son también propensos a mostrar el abuso, acoso y control a través de los medios telemáticos

Tabla 3.
Matriz de componentes rotados
ÍtemsComponentes
1234567
13. .423
13. a.480
14. .683
14. a.665
15. .584
15. a.625
18. .496
18. a.476
20. .654
20. a.315
22. .454
22. a.715
23. .573
23. a.654
30. .630
30. a.474
32. .400
32. a.511
33. .590
33. a.461
37. .598
37. a.662
38. .646
38. a.672
40. .668
40. a.492
41. .626
41. a.582
42. .622
42. a.389
44. .715
44. a.538
45. .555
45. a.549
46. .722
46. a.569
50. .867
50. a.840
51. .495
51. a.439
52. .435
52. a.519
54. .448
54. a.458
55. .691
55. a.637
57. .528
57. a.600
58. .550
58. a.490
67. .477
72. .483
73. .527
78. .534
89. .326

Recapitulando el proceso de construcción del cuestionario, inicialmente éste estaba dividido en cuatro bloques y medía las siguientes dimensiones: el bloque 1, formado por doce ítems, valora la percepción de la violencia y estrategias de control y abuso mediante dispositivos electrónicos en relaciones de noviazgo entre jóvenes; el bloque 2, compuesto por veintisiete ítems, mide la prevalencia de las nuevas formas de violencia digital en las relaciones de parejas de parejas jóvenes; el bloque 3, con veintiséis ítems, permite una comparación de la prevalencia entre la violencia a través de las pantallas y la violencia fuera de ellas, como violencia de género; el bloque 4, formado por trece ítems, evalúa la tolerancia de esta violencia a través de las nuevas tecnologías en jóvenes; el bloque 5, con los últimos doce ítems, cuestiona posibles causas y consecuencias de las nuevas formas de violencia digital en la relación de pareja y sus miembros. No obstante, como se describe en el apartado anterior, del análisis factorial exploratorio del instrumento se ha obtenido como resultado siete factores frente a los cinco bloques iniciales del cuestionario. El factor 1, de dieciséis ítems y denominado “Ciberacoso del Otro/a” (por parte de la pareja). El factor 2, de once ítems y nombrado “Control Coercitivo”. El factor 3, con ocho ítems y definido “Abuso Emocional”. El factor 4, de nueve ítems y denominado “Denigración”. El factor 5, de cuatro ítems y llamado “Ciberacoso en primera persona''. El factor 6, de cinco ítems y designado “Aislamiento”. El factor 7, de dos ítems y nombrado “Dominación”. Con respecto al modo de corrección de este cuestionario (DVQ), al ser de naturaleza cualitativa, no existe una forma cuantitativa de corrección y puntuación en el cuestionario.

Durante la validación del cuestionario (DVQ) se realizaron las pruebas estadísticas necesarias y suficientes como para comprobar sus características psicométricas. Entre ellas, se realizó el análisis de su validez por el grupo de personas expertas, como se indicó en los anteriores apartados. Además, también se llevó a cabo el análisis de los ítems, comprobando que todos ellos cumplieran con los criterios establecidos como mínimos para ser considerados adecuados, de acuerdo con Ebel (1965). El análisis de fiabilidad se realizó resultando un alfa de Cronbach estándar de 0.945. El análisis factorial realizado confirma la existencia estadística de los factores diseñados en el marco teórico de esta investigación, completando la conceptualización de la violencia digital tan estudiada recientemente. El cuestionario de violencia digital (DVQ) fue creado en una versión española, por lo que este instrumento permitirá la evaluación de la violencia ejercida en los medios digitales, permitiendo la comparación y discusión en muchas de investigaciones en otros países hispanohablantes.

Realizando una comparación con algunos de los instrumentos revisados previamente a la construcción de este cuestionario, resulta interesante nombrar el instrumento de Hoover & Murphy (1999), el cual medía el constructo de abuso emocional de forma multidimensional, dado que comparte gran parte de la esencia del cuestionario DVQ agrupados bajo diferentes factores. Por ejemplo, el factor de “Retirada Hostil” de este instrumento se acerca a nuestro factor 6 denominado “Aislamiento” con ítems sobre cortar la comunicación con la pareja tras un enfado o discusión. También, estas personas autoras contemplan otro factor designado “Dominación/Intimidación” y “Denigración” donde se relaciona directamente con el factor 4 y 7 del DVQ, respectivamente. Del mismo modo, resaltando el Cuestionario de Violencia entre Novios (DVQ-R) para víctimas en jóvenes adultos colombianos y mexicanos, desarrolla diferentes factores entre los que también se encuentra la humillación y la coerción (Martínez Gómez, et al, 2021). Este último instrumento de investigación, que analiza la violencia física y sexual en el noviazgo, deja fuera la patente violencia digital que sucede entre la pareja sentimental en la población. Mencionando las similitudes del objeto de estudio con el Cuestionario de Abuso Online en el Noviazgo (CAON) de Borrajo et al. (2015), el cual analiza la violencia digital desde la violencia psicológica presencial y de control, cabe destacar que este cuestionario deja fuera la perspectiva de la violencia fuera de las pantallas.

El cuestionario (DVQ), a diferencia de los demás instrumentos revisados, permite realizar un análisis con más profundidad de la violencia digital por dos razones. En primer lugar, porque contempla más rasgos y formas de manifestación de la violencia digital desde sus siete factores, como se indica previamente, y, por ende, mide con más exactitud la prevalencia de la violencia digital dentro de las parejas sentimentales en la muestra. En segundo lugar, esta herramienta completa el estudio por la búsqueda de los factores de riesgo en la ciber-victimización y ciber-perpetración de la violencia digital en teniendo en cuenta las variables sociodemográficas y las otras variables relacionales en la relación sentimental, las cuales indagan sobre la naturaleza, origen y contexto, de la violencia digital. Esta segunda razón otorga una visión completa de la información que se extrae de cada sujeto y da lugar a la correlación (o no) de factores de riesgo en la violencia digital en la población en cuestión que se investiga. Por lo que, el cuestionario (DVQ) permite la exploración de las características y circunstancias en que se desarrolla la violencia digital dentro de las parejas sentimentales para un entendimiento y estudio más completo. A modo de ejemplo, desde este instrumento se despliega si correlaciona la incidencia de la violencia digital con la frecuencia de contacto en la premisa sobre el contacto a través de los medios electrónicos (móvil u ordenador) con la pareja para saber dónde está o con quién. En los resultados obtenidos en este estudio, se calcula que casi un 60% de los sujetos opinan estar “bastante de acuerdo” y “de acuerdo” (29,7% y 29,9%, respectivamente) con la afirmación de este ítem. Profundizando en el análisis de estos resultados, observando cómo influye el género de los participantes en esta pregunta, el porcentaje de varones es más alto es para la opción de “bastante de acuerdo” con 33,1% y el de mujeres lo es para la respuesta de “de acuerdo” con un 34,9%. Si ponemos atención a la frecuencia de contacto directo con la pareja, se aprecia una clara tendencia ascendente en la respuesta de “bastante de acuerdo” a medida que la frecuencia de contacto directo va bajando.

Por ello, en lo que concierne a la aplicación de este instrumento de investigación, el cuestionario DVQ en su uso brinda la posibilidad de realizar una pertinente prevención de la violencia digital en la pareja sentimental. Se demuestra en sus resultados la rápida y sencilla valoración de la violencia sucedida en los espacios digitales entre las parejas sentimentales participantes. Asimismo, como también se mencionaba anteriormente, teniendo en cuenta el impacto que los medios electrónicos tiene sobre las poblaciones más jóvenes en sus interacciones sociales y sus primeras relaciones interpersonales, el contexto educativo sería uno de los principales en los que esta herramienta se presenta como ventajosa. Esta herramienta podría usarse como punto de partida ante cualquier programa educativo de prevención de la violencia en jóvenes, dada su capacidad de detección y evaluación del contexto del individuo. Así, tras el análisis de la realidad muestral, se puede proceder a la creación de programas de formación específicos en la violencia digital a través del diseño de actividades de discusión, reflexión y análisis de acuerdo a las características del contexto de su aplicación. Al mismo tiempo, la psicología clínica se vería beneficiada del uso de este cuestionario (DVQ), no sólo para una evaluación de la violencia, sino para las tareas de acompañamiento y coaching en el conocimiento de situaciones cotidianas que podrían convertirse en situaciones de violencia.

En cuanto a las limitaciones encontradas, se deduce la necesidad de un análisis más profundo con una muestra representativa y seleccionada de manera aleatoria, el cual permita así eliminar posibles sesgos muestrales. Es por ello que a partir de este trabajo se pretende pasar el cuestionario a una muestra de dichas características y así analizar en profundidad la fiabilidad y validez del instrumento pudiéndose utilizar en este caso análisis factorial confirmatorio. Por otro lado, estudios posteriores podrían abarcar la traducción y validación a la lengua inglesa, para poder ser utilizado en los países angloparlantes. Igualmente, se podría estudiar y extraer más información sobre la estructura factorial.

Se concluye que el cuestionario de Violencia Digital (Digital Violence Questionnaire, DVQ) es por tanto el resultado de un complejo y largo proceso de diseño y validación, siendo las sucesivas técnicas empleadas una garantía de validez y fiabilidad con las propiedades psicométricas apropiadas para su uso por parte de la comunidad de investigadores e investigadoras interesadas en el tema. Por ello, este cuestionario está indicado para ser usado no solo como instrumento de investigación en el campo de la violencia digital en la pareja sentimental, mediante las nuevas tecnologías, sino también para la prevención, la educación y psicología clínica. Se adjunta el cuestionario (DVQ) en el anexo de este documento.

Referencias

Acquadro Maran, D., & Begotti, T. (2019). Prevalence of cyberstalking and previous offline victimization in a sample of Italian university students. Social Sciences, 8(1), 30. https://doi.org/10.3390/socsci8010030

Alonso, G. T., & Raigada, J. L. P. (2014). Multitarea, Multipantalla y Práctica social del consumo de Medios entre los jóvenes de 16 a 29 años en España. María José Arrojo Baliña, 93.

Ato, M., López, J.J., & Benavente, A. (2013). Un Sistema de clasificación de los diseños de investigación en psicología. Anales de psicología, 29(3), 1038-1059. https://doi.org/10.6018/analesps.29.3.178511

Bennett, D. C., Guran, E. L., Ramos, M. C., & Margolin, G. (2011). College students' electronic victimization in friendships and dating relationships: Anticipated distress and associations with risky behaviors. Violence and Victims, 26, 410-429. http://dx.doi.org/10.1891/0886-6708.26.4.410

Billedo, C. J., Kerkhof, P., & Finkenauer, C. (2015). The use of social networking sites for relationship maintenance in long-distance and geographically close romantic relationships. Cyberpsychology, behavior, and social networking, 18(3), 152-157. https://doi.org/10.1089/cyber.2014.0469

Borrajo Mena, E., & Gámez Guadix, M. (2015). Comportamientos, motivos y reacciones asociadas a la victimización del abuso online en el noviazgo: un análisis cualitativo. Journal of Victimology. https://doi.org/10.12827/RVJV.2.04

Borrajo, E., Gámez-Guadix, M., Pereda, N., & Calvete, E. (2015). The development and validation of the cyber dating abuse questionnaire among young couples. Computers in Human Behavior, 48, 358-365. https://doi.org/10.1016/j.chb.2015.01.063

Brown, C., & Hegarty, K. (2018). Digital dating abuse measures: A critical review. Aggression and Violent Behavior, 40, 44-59. https://doi.org/10.1016/j.avb.2018.03.003

Burke, S. C., Wallen, M., Vail-Smith, K., & Knox, D. (2011). Using technology to control intimate partners: An exploratory study of college undergraduates. Computers in Human Behavior, 27, 1162-1167. http://dx.doi.org/10.1016/j.chb.2010.12.010

Calvete, E., Gámez-Guadix, M., & Borrajo, E. (2019). Cyberbullying in Romantic Relationships: Cross-Cultural Issues. In Cyberbullying in Schools, Workplaces, and Romantic Relationships (pp. 150-183). Routledge.

Connolly, J., Pepler, D., Craig, W., & Taradash, A. (2000). Dating experiences of bullies in early adolescence. Child maltreatment, 5(4), 299-310. https://doi.org/10.1177/1077559500005004002

Darvell, M. J., Walsh, S. P., & White, K. M. (2011). Facebook tells me so: Applying the theory of planned behavior to understand partner-monitoring behavior on Facebook. Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking, 14, 717-722. https://doi.org/10.1089/cyber.2011.0035

Dhillon, G., & Smith, K. J. (2019). Defining objectives for preventing cyberstalking. Journal of Business Ethics, 157(1), 137-158. http://dx.doi.org/10.1007/s10551-017-3697-x

Ebel, R. L. (1965). Confidence weighting and test reliability. Journal of Educational Measurement, 2(1), 49-57.

Fernández-Fuertes, A. A., Fuertes, A., & Pulido, R. F. (2006). Evaluación de la violencia en las relaciones de pareja de los adolescentes. Validación del Conflict in Adolescent Dating Relationships Inventory (CADRI)-versión española. International Journal of Clinical and Health Psychology, 6(2), 339-358.

Fissel, E. R. (2018). The reporting and help seeking behaviors of cyberstalking victims. Journal of Interpersonal Violence, 36(11–12), 1–28. https://doi.org/10.1177/0886260518801942

Galtung, J. (1995). Nonviolence and deep culture: Some hidden obstacles. Peace Research, 21-37.

González-Gijón, G., & Soriano-Díaz, A. (2021). Análisis psicométrico de una escala para la detección de la violencia en las relaciones de pareja en jóvenes. RELIEVE. Revista Electrónica de Investigación y Evaluación Educativa, 27(1). http://doi.org/10.30827/relieve.v27i1.21060

Han, B. C. (2016). Topología de la violencia. Herder Editorial.

Hinduja, S., & Patchin, J. W. (2011). Cyberbullying fact sheet: Electronic Dating Violence. Cyberbullying Research Center. https://bit.ly/3PoX3aH

Jaén-Cortés, C. I., Rivera-Aragón, S., Reidl-Martínez, L. M., & García-Méndez, M. (2017). Violencia de pareja a través de medios electrónicos en adolescentes mexicanos. Acta de investigación psicológica, 7(1), 2593-2605. https://doi.org/10.1016/j.aipprr.2017.01.001

Leisring, P. A. & Giumetti, G. W. (2014). Sticks and stones may break my bones, but abusive text messages also hurt: Development and validation of the Cyber Psychological Abuse scale. Partner Abuse, 5, 323-341. https://doi.org/10.1891/1946-6560.5.3.323

Linstone, H. A., & Turoff, M. (Eds.). (1975). The delphi method (pp. 3-12). Reading, MA: Addison-Wesley.

Lucio-López, L. A., & Prieto-Quezada, M. (2014). Violencia en el ciberespacio en las relaciones de noviazgo adolescente. Un estudio exploratorio en estudiantes mexicanos de escuelas preparatorias. Revista de educación y desarrollo, 31, 61-72.

Lyndon, A., Bonds-Raacke, J., & Cratty, A. D. (2011). College students' Facebook stalking of ex-partners. Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking, 14(12), 711-716. https://doi.org/10.1089/cyber.2010.0588

Marcum, C. D., Higgins, G. E., & Nicholson, J. (2017). I’m watching you: Cyberstalking behaviors of university students in romantic relationships. American Journal of Criminal Justice, 42(2), 373–388. https://doi.org/10.1007/s12103-016-9358-2

Martínez Gómez, J. A., Bolívar Suárez, Y., Yanez Peñuñuri, L. Y., & Gaviria Gómez, A. M. (2021). Validación del Cuestionario de Violencia entre Novios (DVQ-R) para víctimas en jóvenes adultos colombianos y mexicanos. RELIEVE. Revista electrónica de investigación y evaluación educativa. https://doi.org/10.30827/relieve.v27i2.21963

Montero, I., & León, O. G. (2007). A guide for naming research studies in Psychology. International Journal of clinical and Health psychology, 7(3), 847-862.

Muñiz, J., & Fonseca, E. (2017). Construcción de instrumentos de medida en psicología. Madrid: FOCAD. Consejo General de Psicología de España

Muñoz-Rivas, M. J., Grana, J. L., & González, M. P. (2011). Abuso psicológico en parejas jóvenes. Psicología conductual, 19(1), 117.

Murphy, C. M., & Hoover, S. A. (1999). Measuring emotional abuse in dating relationships as a multifactorial construct. Violence and victims, 14(1), 39-53.

Nobles, M., Reyns, B., Fox, K., & Fisher, B. (2014). Protection against pursuit: A conceptual and empirical comparison of cyberstalking and stalking victimization among a national sample. Justice Quarterly, 31(6), 723030. https://doi.org/10.1080/07418825.2012.723030

Nunnally, J. C., & Bernstein, I. H. (1994). Psychometric Theory, 3r ed., McGraw-Hill, New York, NY.

Ortega, R., Rivera, F. J. O., & Sánchez, V. (2008). Violencia sexual entre compañeros y violencia en parejas adolescentes. International Journal of Psychology and Psychological Therapy, 8(1), 63-72.

Piquer Barrachina, B., Castro-Calvo, J., & Giménez-García, C. (2017). Violencia de parejas jóvenes a través de internet. Universitat Jaume I http://dx.doi.org/10.6035/AgoraSalut.2017.4.31

Ramón-Cortés, F. (2010). ¿Internet amenaza el contacto real? El país semanal, 1736, 24-25.

Rey-Anacona, C. A., Martínez-Gómez, J. A., Villate-Hernández, L. M., González-Blanco, C. P., & Cárdenas-Vallejo, D. C. (2014). Evaluación preliminar de un programa para parejas no casadas que han presentado malos tratos. Psychologia. Avances de la disciplina, 8(1), 55-66.

Rodríguez Salazar, T., & Rodríguez Morales, Z. (2016). El amor y las nuevas tecnologías: experiencias de comunicación y conflicto. Comunicación y sociedad, (25), 15-41.

Sackett, L. A., & Saunders, D. G. (1999). The impact of different forms of psychological abuse on battered women. Violence and victims, 14(1), 105-117. https://doi.org/10.1891/0886-6708.14.1.105

Short, E., Linford, S., Wheatcroft, J. M., & Maple, C. (2014). The impact of cyberstalking: The lived experience-a thematic analysis. Studies in Health Technology and Informatics, 199(1), 133–137.

Smoker, M., & March, E. (2017). Predicting perpetration of intimate partner cyberstalking: Gender and the Dark Tetrad. Computers in Human Behavior, 72, 390-396. https://doi.org/10.1016/j.chb.2017.03.012

Spitzberg, B. H. (2017). Acknowledgment of unwanted pursuit, threats, assault, and stalking in a college population. Psychology of Violence, 7(2), 265. https://doi.org/10.1037/a0040205

Straus, M. A., Hamby, S. L., Boney-McCoy, S. U. E., & Sugarman, D. B. (1996). The revised conflict tactics scales (CTS2) development and preliminary psychometric data. Journal of family issues, 17(3), 283-316. https://doi.org/10.1177/0192513960170030

Wilson, C., Sheridan, L., & Garratt-Reed, D. (2022). What is cyberstalking? A review of measurements. Journal of interpersonal violence, 37(11-12), NP9763-NP9783. https://doi.org/10.1177/0886260520985489

Wolfe, D. A., Scott, K., Reitzel-Jaffe, D., Wekerle, C., Grasley, C., & Pittman, A. L. (2001). Development and validation of the conflict in adolescent dating relationships inventory. Psychological Assessment, 13(2), 277–293. https://doi.org/10.1177/019251396017003001

Woodlock, D. (2017). The abuse of technology in domestic violence and stalking. Violence Against Women, 23(5), 584–602. https://doi.org/10.1177/1077801216646277

Zweig, J. M., Dank, M., Yahner, J., & Lachman, P. (2013). The rate of cyber dating abuse among teens and how it relates to other forms of teen dating violence. Journal of youth and adolescence, 42(7), 1063-1077. https://doi.org/10.1007/s10964-013-9922-8

Anexo

Cuestionario de Violencia Digital (DVQ)

El presente cuestionario analiza el impacto de la inclusión de las nuevas tecnologías en las relaciones afectivo-sexuales entre estudiantes de universidad. Para ello, se precisa que las opiniones que se reflejen en el cuestionario sean de naturaleza sincera y reflexiva, ya que no existen respuestas acertadas o menos acertadas. El tratamiento que realizaremos de la información recogida garantizará plenamente el anonimato y la confidencialidad de la misma.


POR FAVOR, RESPONDE HONESTAMENTE BASÁNDOTE EN TU RELACIÓN ACTUAL O TU RELACIÓN RECIENTE

Marca la casilla según la frecuencia con que tú o tu pareja realiza las afirmaciones que se muestran a continuación en el último mes de su relación actual o alrededor de un mes en su relación más reciente, sabiendo que:


Notas de autor

1 Delia Montero-Fernández (delia.monterofdz@gmail.com). Diplomada en Magisterio de Educación Infantil y Licenciada en Psicopedagogía, con Máster Oficial en Género, Identidad y Ciudadanía por la Universidad de Huelva. Actualmente, doctoranda en el programa de Estudios Interdisciplinares de Género de la misma universidad. Su línea de investigación es la prevención de la violencia en las relaciones afectivo-sexuales jóvenes y el influjo de las nuevas tecnologías y medios de comunicación.
2 Antonio Daniel García-Rojas (antonio.garcia@dedu.uhu.es). Licenciado en Psicología y Psicopedagogía, Doctor por la Universidad de Huelva. Máster Oficial en Comunicación y Educación Audiovisual y Máster Oficial en Psicología General Sanitaria. Actualmente Profesor y Director del Departamento de Pedagogía, así como Coordinador del Grado de Educación Social de la Facultad de Educación, Psicología y Ciencias del Deporte. Sus actividades de investigación están relacionadas con la sexualidad, la educación sexual, el género, las emociones, la educomunicación y la violencia de género.
3 Ángel Hernando Gómez (angel.hernando@dpsi.uhu.es). Es Doctor en Psicología por la Universidad de Huelva, y Profesor Titular en el departamento de Psicología Social, Evolutiva y de la Educación de dicha universidad. Editor Asociado de la revista Comunicar (Sección Psicología). Miembro del Grupo de Investigación AGORA, (HUM-648). Ha obtenido varios premios de excelencia docente tanto presencial como virtual. Sus intereses como investigador están centrados en la prevención de la violencia en las relaciones de pareja de adolescentes y jóvenes, la intervención sobre conductas de riesgo, la promoción del desarrollo positivo adolescente y la educomunicación. En esas líneas, ha dirigido diversas investigaciones, tesis doctorales y programas de intervención.
4 Francisco Javier Del Río Olvera (franciscojavier.delrio@uca.es). Licenciado en Psicología por la UNED, Máster en Metodología de las Ciencias del Comportamiento y de la Salud por la UNED, Doctor en Psicología por la Universidad de Almería. Actualmente doctorando en Estadística Multivariante Aplicada por la Universidad de Salamanca. Profesor en la Universidad de Cádiz, y Tutor en el centro asociado de la UNED en Cádiz. Sus actividades de investigación están relacionadas con las adicciones, la sexualidad, y la validación de instrumentos de medida.

Autor de correspondencia: Antonio Daniel García-Rojas (antonio.garcia@dedu.uhu.es)

Enlace alternativo

HTML generado a partir de XML-JATS4R por