La traducción de Irlanda: Popular Tales (1804) de Maria Edgeworth en francés1

Carmen María Fernández

cfernandezr@udc.es
EOI de Santiago de Compostela/Universidad de A Coruña

Recibido: 22/01/2014 | Revisado: 24/04/2014 | Aceptado: 20/05/2014

Resumen

Maria Edgeworth (1768-1849) fue la escritora angloirlandesa más popular del siglo diecinueve. Famosa por su ingenio y vena pedagógica, Edgeworth produjo un prolífico corpus de ensayos, trabajos educativos y novelas feminocéntricas, la mayoría de las cuales fueron traducidas en el continente. Este artículo analiza la representación de Irlanda en dos versiones al francés de una de las historias de Popular Tales (1804) teniendo en cuenta que Francia se veía como una cultura superior y que Irlanda suponía un territorio exótico para los lectores europeos. Tras una contextualización de cada traducción, nos fijaremos en la comparación con el texto tal y como se publicó en Gran Bretaña. Tanto la traducción de los Pictet como la de Bertin suponen alteraciones importantes porque presentan un mundo refinado y eliminan elementos que podrían chocar a los lectores. Como consecuencia, la recepción de Edgeworth en los países francófonos difiere de la obtenida en Gran Bretaña.

Palabras clave: traducción-Maria Edgeworth-Irlanda-estudios culturales-literatura femenina- literatura británica.

Abstract

The translation of Ireland: Maria Edgeworth’s Popular Tales (1804)
into French

Maria Edgeworth (1768-1849) was the most popular Anglo-Irish woman writer in the nineteenth century. Well-known for her wit and satiric vein; Edgeworth produced a good deal of essays, educational works and feminocentric novels, most of which were translated on the Continent. In this article we will analyze the representation of Ireland in two French versions of a story contained in Popular Tales (1804), bearing in mind that France was regarded as a superior culture and that Ireland meant an exotic territory for European readers. After a contextualization of each translation, we will focus on the comparison with the text as it appeared in Great Britain. Both the Pictets’ translation and Bertin’s introduce important changes since they feature a refined world and suppress elements that might shock readers. Consequently, the reception of Edgeworth’s work in French-speaking countries differs a lot from the one obtained in Great Britain.

Keywords: translation-Maria Edgeworth-Ireland-cultural studies-women’s literature- British literature.

1. Introducción

1.1. Maria Edgeworth: reputación literaria y relación con el padre

Maria Edgeworth (1768-1849) fue hija del terrateniente angloirlandés Richard Lovell Edgeworth, quien en 1782 decidió regresar a la casa familiar del condado de Longford para hacerse cargo de su patrimonio. La personalidad de Maria estuvo muy condicionada por su padre, hombre de ideología “whig” y perteneciente a The Lunar Society, que aportó a Maria un bagaje intelectual importante en economía, sociología e historia y se relacionaba con figuras como Thomas Day, Erasmus Darwin o Josiah Wegwood. Por su propia formación intelectual, Maria era conocedora de las novedades culturales en el continente, donde se esperaba la traducción de sus relatos (Fernández 2012b: 107). Los viajes a Francia y Suiza reforzaron el cosmopolitismo de la angloirlandesa y le permitieron conocer a figuras de la talla de Abbé Morelllet o Étienne Dumont. En las primeras décadas del siglo diecinueve, Edgeworth se convirtió en la escritora británica más prolífica, gracias a sus trabajos educativos (The Parent’s Assistant [1796], Practical Education [1801]), ensayos (Letters for Literary Ladies [1798]), novelas feminocéntricas (Belinda [1801], Leonora [1806]) y la serie Tales of Fashionable Life (1809-1812). El prestigio de Edgeworth como escritora aumentaba tanto como las ventas de sus libros y publicaciones como The Edinburgh Review y The Quarterly Review, entre otros, apoyaban su triunfo. La primera no veía a Edgeworth como una mera novelista irlandesa: “but seems to us more qualified than most others to promote the knowledge and love of mankind” ([Jeffrey] 1812: 126) y en esa misma publicación, se señalaba: “we should separate her from the ordinary manufacturers of novels and speak of the Tales [Tales of Fashionable Life] as works of more serious importance than much of the true history and philosophy that comes daily under observation” (cit. en Newcomer 1973: 23). La reseña de William Croker en Quarterly Review fue especialmente favorable, colocando a Edgeworth a la altura de los autores de Gil Blas y Don Quijote y apreciando su “combined charm of truth and novelty”, su visión de Irlanda como comunidad de distintas clases y su afán científico (Croker 1812: 330).

La autora siempre se sintió en deuda con su padre, con el que formaba una “literary partnerhip” (Topliss 1994: 26) y quien participó de diversa forma en la obra de su hija. Generalmente Richard Lovell Edgeworth le daba detalles y actuaba como “proof reader” (Butler 1972: 285), pero él era el autor de la mayoría de los prefacios de sus obras, algunas incluso de autoría conjunta, hasta el punto que resulta difícil distinguir lo que escribió cada uno. Sólo Castle Rackrent (1800), Leonora y Helen escaparon el control paterno y Maria siempre agradeció el apoyo y la formación recibida de Richard Lovell: “He inspired in my mind, a degree of hope and confidence essential in the first instance to the full preservation of the mental powers, and necessary to ensure perseverance in any occupation” (Murray 1971: 41). De hecho, Maria se embarcó en la composición de su última obra, Helen (1834), sola y llena de dudas, como confesaba a Mr. Bannatyne en una carta: “You cannot conceive (even knowing me as you do) how much I was afraid myself to venture what had not his correction and his sanction —for many years that feeling deterred me from any attempt in this line” (Butler 1972: 439, 14 May 1834). Cuando los estudios de género analizan las causas del didactismo de Maria Edgeworth, siempre surge la figura paterna: Elizabeth Kowaleski-Wallace opina que era el resultado de la presión en que se hallaba como “daddy girl” en el patriarcado y el deseo de la sanción del padre (1991: 7, 9), al igual que Anne Owens Weekes, quien cree que se debe a sus enormes deseos por ser querida, como si complaciendo a su padre obtuviese confianza en sí misma (1990: 33). La dependencia de Richard Lovell Edgeworth era a menudo vergonzosa: Maria llegó a escribir con treinta y siete años que sin su padre se hundiría en la nada que la había creado y se llamaba a sí misma “little i” (Kowaleski 1991: 11, 21). Tras la muerte de Richard Lovell, Maria cayó en el olvido y tuvo que soportar las críticas negativas de Memoirs (1820) de su padre.

Todas las obras de Edgeworth muestran una gran influencia de la Ilustración, lo que le acarreó críticas por su didactismo explícito e insistencia en ideas utilitaristas, acusación actualmente negada por los eruditos (Topliss 1994; Belanger 1998; Dunne 1984). Gracias a su rehabilitación en el campo de la literatura colonialista, Castle Rackrent es ahora considerada una obra de arte por su ambigüedad: “the ultimate ur-text for Anglo-Irish literature, adaptable to any time scale or moment in the future, the complete reference point for all later texts” (Killeen 2005: 48). Los estudios de género y culturales también han prestado atención al resto de la producción de Edgeworth (Nash 2006; Kauffman and Fauske 2004), que todavía sigue mayormente concentrada en Castle Rackrent y en las llamadas novelas irlandesas.

1.2. Castle Rackrent y el compromiso con Irlanda

La publicación de Castle Rackrent de Maria Edgeworth significó el nacimiento de la novela regionalista en inglés. Sir Walter Scott, gran admirador de Edgeworth, la homenajeó en el prefacio de Waverley y llegó a afirmar “she may be truly said to have done more towards completing the Union than perhaps all the legislative enactments by which it has been followed up” (Butler and Butler 1928: 420). La llamada “Big House novel” cultivada por Edgeworth encarna las tensiones entre varios grupos sociales —los terratenientes protestantes de la Ascendancy a la que Edgeworth pertenecía, la creciente clase media católica y la masa campesina también católica— (Kreilkamp 1998: 6). Fue continuada por escritores como Charles Lever (The ODonoghues, 1845), William Carleton (The Squanders of Castle Squander, 1852) o Maturin (Melmoth the Wanderer, 1820) y llegaría a nuestros días con Molly Keane (Good Behaviour, 1982) o Barbara Fitzgerald (Footprint under Water, 1983).

Durante su vida, Edgeworth estuvo muy comprometida con su país de adopción. Era muy consciente de las peculiaridades de Irlanda (Fernández 2013) y tanto ella como su padre a menudo adoptaban la posición de los miembros de la élite protestante. Sin embargo, la autora era muy apreciada. Un famoso contemporáneo de Maria Edgeworth, William Carleton, afirmaba: “ It would be difficult indeed, in any country, to name three women who have done more in setting right the character of Ireland and her people, whilst exhibiting at the same time the manifestations of high genius, than Miss Edgeworth, Lady Morgan, and Mrs. Hall” (1990: IV). Ecclectic Review creía que Irlanda le debía un reconocimiento a Maria Edgeworth: “one, whose generous attachment to the country, whose discriminating observation, whose minute, and yet generalising intelligence, and whose influence upon the whole mind, eminently qualify her for the office she undertakes” (Foster 1812: 991). Para la estudiosa Marilyn Butler, el problema de Edgeworth residió en que, como autora perteneciente a la generación anterior a la Revolución Francesa, no recreó físicamente a Irlanda como algo único, sino como un lugar similar a Inglaterra y se dirigía a los angloirlandeses, no al grueso de población irlandesa (1972: 391-3). No obstante, la crítica sostiene su logro al ampliar el panorama de la ficción: “she showed that the joys and sorrows of the peasant in his cabin could be as interesting and moving as those of the occupants of the manor, the town house or the parsonage” (Murray 1971: 39) y Seamus Deane insiste:

She was the first novelist to find an effective means of representing in fiction the subjugation of the individual to social forces. She achieved in the novel what Mme de Staël achieved in her essays and discursive writings: the absorption into literature of the ideas of the great Enlightenment thinkers on the nature of social formations —Montesquieu, Adam Smith, Adam Ferguson, John Miller and Thomas Reid (1991: 91).

Para los Edgeworth, la cultura irlandesa necesitaba traducirse: en Castle Rackrent, Richard Lovell Edgeworth añadió veintinueve notas a modo de “Glosario” para explicar al lector inglés poco versado en Irlanda “many of the terms and idiomatic phrases, with which it [Castle Rackrent] abounds” (Edgeworth 1992: 123). Los Edgeworth atacaron ciertas imágenes prototípicas de Irlanda en obras etnográficas. A Stranger in Ireland, or a Tour in the Southern and Western Parts of That Country (1805) de John Carr fue satirizado en Ennui, por ejemplo. En esta historia, Lady Geraldine miente a Lord Craiglethorpe, empeñado en escribir New View of Ireland, que sería una nueva reformulación de A View of the Present State of Ireland (1596) de Edmund Spencer:

“[...] he shall say all that I know he thinks of us poor Irish savages. If he would but speak, one could answer him: if he would find fault, one might defend: if he would laugh, one might perhaps laugh again: but here he comes to hospitable, open-hearted Ireland: eats as well as he can in his own country; drinks better than he can in his own country; sleeps as well as he can in his own country; accepts all our kindness without a word or a look of thanks, and seems the whole time to think, that, ‘Born for his use, we live but to oblige him” (Edgeworth 1967: 286).

1.3. Contextualización de “Rosanna”

Aquí pretendemos centrarnos en “Rosanna”, que tiene las características típicas de los “tales” de Edgeworth. Esta es la etiqueta que Edgeworth escogió para sus narraciones inspiradas en los contes moraux de Jean François Marmontel y que describían los conflictos entre terratenientes y campesinos en Irlanda. La historia está incluida en la colección Popular Tales (1804) junto con “Lame Jervas”, “The Will”, “The Limerick Gloves”, “Out of Debt, Out of Danger”, “The Lottery”, “Murad the Unlucky”, “The Manufacturers”, “The Contrast”, “The Grateful Negro” y “Tomorrow”. En comparación con volúmenes anteriores —The Parent’s Assistant, por citar alguno—, las historias en Popular Tales son más largas y generalmente aparecen divididas en varias partes. “Rosanna” se centra en el contraste entre la diligencia y la pereza y se presenta en el “Prefacio”, una vez más firmado por Richard Lovell. El padre de Maria define específicamente al lector meta de las historias como jóvenes de las clases medias, “[...] who might be amused and instructed by books which were not professedly adapted to the classes that have been enumerated [nobility, clergy and gentleman of the learned professions]” (Edgeworth 1969: V). Justifica el título “Popular Tales” (“they may be current beyond circles which are sometimes exclusively considered as polite” [Edgeworth 1969: VI]) e insiste en la importancia de la educación. Para el padre de Maria es muy importante que estas narraciones no ofendan “against morality, tire by their sameness, or disgust by their imitation of other writers” (Edgeworth 1969: VI). “Rosanna” retrata el valor de las pequeñas cosas: “trifles such as these contribute much to the effort of a poor family, and therefore deserve a place in their simple annals” (Edgeworth 1969: 199). En su biografía de los Edgeworth, Lluís Barbé recoge la opinión de Brian Hollingworth de que no se pueden juzgar los cuentos de Maria bajo los estándares de la novela: “hemos de tener presente la moraleja intencionada de la autora […] cada texto tiene una doble lectura que transciende la mera anécdota” (2002: 96). De hecho, en “Rosanna” hay un elemento político marcado de fondo: Irlanda como dependiente de Gran Bretaña.

“Rosanna” tiene como escenario Leinster, donde viven los Gray con sus tres hijos (John, Robin and Rose). La familia prospera y encarna los valores característicos de los Edgeworth de honestidad y diligencia. Su actitud se opone a la de Simon o “soft Simon”. Éste es un vecino vago que subarrienda un pequeño molino llamado Rosanna a los Gray. Poco a poco, Mr. Gray realiza mejoras en Rosanna y gana dinero para comprar vacas hasta que hay un problema y el agua no llega al molino. Los Gray piden consejo a Mr. Molyneux, hombre íntegro y candidato a ser representante del condado en el Parlamento. Molyneux les advierte del gasto económico que supondrá denunciar el hecho. Farmer Gray no teme esta circunstancia y un agente, Hopkins, amenaza con destruir la carrera política de Molyneux si éste ayuda a los Gray. Finalmente, Hopkins arruina su reputación porque Simon olvidó renovar el arrendamiento de Rosanna y el propietario residía en Dublín. La familia irlandesa puede quedarse en el molino y Hopkins deja el país insultado por todos mientras Molyneux gana las elecciones.

La popularidad de Edgeworth llegó al continente pronto porque los hermanos Marc-Auguste y Charles Pictet estuvieron inmediatamente interesados en la angloirlandesa y empezaron a traducir extractos de sus trabajos en la recientemente fundada Bibliothèque Britannique ou recueil extrait des ouvrages anglais périodiques et autres, des Mémoires et transactions des Sociétés et Académies de la Grande-Bretagne, d’Asie, d’Afrique et d’Amerique rédigé à Génève par une Sociéte de gens de Lettres. La publicación quería ofrecer un repertorio de material muy variado que tanto abarcaba el ámbito de la agricultura como el de la medicina o la literatura. Esta revista creada en enero de 1796 se transformaría luego en Bibliothèque Universelle des Sciences, Belles Lettres et Arts (1816-1924) y realmente albergaba todo tipo de información. Presumía de atraer a un público internacional y de tener un corte ilustrado, como otras publicaciones de la época, pero se editaba en Ginebra, que rivalizaba con Paris y donde también se habían impreso los escritos de Mary Wollstonecraft y Voltaire. Bibliothèque Britannique tenía un enfoque conservador y manejaba materiales en inglés. Los dos hermanos querían presentar los nuevos descubrimientos científicos, tecnológicos y literarios que llegaban de Gran Bretaña (Barblan 1977; Bickerton 1972). Ideológicamente, los Pictets simpatizaban con el régimen napoleónico —“la grande république nous protège, sans nous avaler” — y perseguían captar a un público selecto — “Les gens de lettres y prennent et y prendront tous les jours plus d’influences et lorsqu’on peut leur dire des vérités qui leur plaisent, ce n’est pas adulation c’est prudence et patriotism” (Butler 1972: 533; véase también Häusermann 1952: 38). No obstante, en Bibliothèque Britannique había un criterio de selección: siempre se presentaba el material teniendo en cuenta su adecuación para los lectores francófonos (Bickerton 1972: 539) porque los Pictet rehuían los escritos políticos y “tous les ouvrages de controverse, ceux qui portent l’emprente d’une intolérance haineuse, ou de cet esprit de secte trop répandu en Angleterre, et qui devieat [sic] comme un des traits caracteristiques du pays” (Pictet 1816: 14). Bibliothèque Britannique se anunciaba como “une collection de connoissances choisies, variées & toutes accessibles” (Pictet 1796: 7) y la presencia de la ficción se justificaba en estos téminos: “nous avons toujours respecté les convenances morales [...], et nous avons destiné nos traductions à devenir une lecture choisie que les mères et les filles peuvent faire en commun” (Pictet 1816: 6). No hace falta decir que los Pictet eran grandes amigos de los Edgeworth, los visitaron en Irlanda y gran parte de la obra de Edgeworth se tradujo en Bibliothèque Britannique (Bickerton 1986: 536-7). Además, los Pictet hicieron esfuerzos para garantizar la aceptación de Edgeworth en los círculos económicos y científicos continentales (Butler 2000: 174).

La segunda traducción de nuestro análisis, “La chaumière de Rosanna”, se acompaña de dos historias: “Le turban” por el escritor y magistrado Joseph Moser y “Edgar and Alfred” de Amelia Opie, autora muy conocida tras la publicación de la novela educativa Adeline Mowbray (1804). Se halla en el segundo y último volumen de Conseils à mon fils que se anuncia como “traduction libre de l’anglais” de Théodore-Pierre Bertin (1751-1819) e incluye doce ilustraciones. El primer volumen va precedido de un “Avertissement” presentando las cinco historias que componen Conseils à mon fils. Así, en el primer volumen aparecen “Les deux familles ou le contrast” y “Le nègre reconnaissant”. Este paratexto anuncia la enseñanza que se desprende de cada narración y espera que deje un recuerdo perdurable en los padres y madres, que curiosamente se perfilan aquí como los lectores meta. Explica que en “La chaumière de Rosaunna”, “la probité obtient la palme du triomphe sur la mauvaise foi et la cupidité” (Edgeworth 1834, I: 10). La otra autora, Opie “se montre ici rivale de Maria Edgeworth, et dont le talent a plus d’un rapport avec celui de cette femme célèbre” (Edgeworth 1834, I: 11). También añade que no toma el título “Contes populaires” porque no se aplica a la selección elegida, aunque las historias vienen en gran parte de Popular Tales (Edgeworth 1834, I: 11). Este traductor también había versionado Ami des enfans (1827) a partir de una obra de Thomas Day y otros libros de Edgeworth (Choix de nouveaux contes moraux offerts à la jeunesse [1813]), según Christina Colvin (1979: 289-90). Asimismo, había escrito Nouvelle Grammaire française-anglaise ou Cours d’études de la langue française (1817), además de cincuenta obras de temática muy diversa. Bertin era famoso por adaptar la taquigrafía de Samuel Taylor al francés y por introducir este sistema en Francia. Había sido profesor de inglés antes de viajar a Londres, donde se había dedicado a la traducción, y luego trabajó para el gobierno. Unos años después de la publicación de este volumen, Bertin fue redactor del periódico conservador Le Moniteur Universel. En cuanto a su editor, Jean-Gabriel Dentu era un prestigioso impresor parisino que resistió la reforma cultural de Napoleón. Según Carla Hesse, había aprovechado la declaración de libertad de prensa de 1789 para establecer su propio negocio y se dedicaba a todo tipo de géneros. Convertido en nuevo rico, pronto se adaptó al criterio de selección del nuevo régimen. No obstante, Dentu no siempre simpatizó con el poder y era vigilado (Hesse 1991: 246). Cabe resaltar que Edgeworth no sólo fue bien recibida en Suiza, sino también en Francia por su formación y familiaridad con la literatura francesa. El filósofo racionalista André Morellet explicaba: “À Paris on lit votre livre sur l’éducation —à Genève on l’avale— à Paris on admire vos principles —à Geneve on les suit” (Butler, 1972: 190), y en 1834 Helen era alabada por el periódico francés La caricature en los siguientes términos:

[…] un livre plein de choses vraiment fortes et belles, qui prend le coeur, qui en appelle aux nobles sentiments, qui ranime en nous tout ce qui s’engourdit en ces temps de violence et de tièdeur. Il y a dans cet ouvrage une foi si profonde à tout ce qui est bien, qu’on se sent grandir en le lisant (Rev. Hélène 1834: 1470).

Este artículo sigue la línea de otros anteriores (Fernández 2008; 2012a; 2012b) y pretende analizar la representación de Irlanda en dos versiones al francés de una de las historias de Popular Tales (1804) de Maria Edgeworth. Se trata de estudiar las manipulaciones y omisiones en el texto meta (TM) dentro del marco teórico de los Estudios Descriptivos de Traducción (Descriptive Translation Studies) defendidos por autores como Theo Hermans y André Lefèvere. Pretendemos centrarnos en la visión del país creada por las dos versiones en su conjunto, teniendo en cuenta que Francia se veía como una cultura superior y que Irlanda suponía un territorio exótico para los lectores europeos. El papel de estas traducciones es mucho más importante de lo que parece: en el siglo diecisiete y dieciocho, el francés era una lengua intermediaria entre el inglés y otras lenguas (Pajares 2008; 2010: 66), provocando que la obra de Edgeworth llegase indirectamente y de forma distorsionada a otras culturas.

2. Metodología

2.1. Los Estudios Descriptivos de Traducción

Los Estudios Descriptivos de Traducción han ampliado los horizontes de la traductología al considerar la traducción como agente y un medio a través del que se producen contactos culturales. Este enfoque es el más adecuado para nuestro estudio, ya que la literatura se contempla en relación dinámica con el contexto social. En vez de defender que la esencia de la traducción reside en la conservación de rasgos funcionales del texto original en la lengua término o meta (LM) (Catford 1965: 94), Gideon Toury entiende que un texto traducido debe respetar la adecuación a la lengua original u origen (LO) y la aceptabilidad en la LM: “This ultimate goal, to serve as a message in the target cultural-linguistic context, and in it alone, is by no means an indifferent factor in the production of the translated text. Rather, it may well be one of the main factors determining the formation and formulation of any translation” (1980: 16). Por otro lado, al adoptar las normas de la cultura receptora, los cambios en el texto origen (TO) son inevitables (Toury 1995: 56). Otros estudiosos han seguido en la línea de Toury, como Rosa Rabadán, que entiende la equivalencia translémica como noción dinámica “subordinada a normas de carácter histórico, que actúa como propiedad definitoria de la traducción” (1991: 290-1; véase también Newmark 1995: 184-5). Para Susan Bassnet-McGuire, el traductor tiene una tarea concreta: “Every prime text is made up of a series of interlocking systems, each of which has a determinable function in relation to the whole, and it is the task of the translator to apprehend these functions” (1980: 118).

Toury tomó los polisistemas literarios de Itamar Even-Zohar como punto de partida para su teoría sobre las normas en traducción. Este investigador israelí no se limita a los sistemas literarios, sino también a los extraliterarios y a los textos canónicos y no canónicos, entendiendo el sistema literario como “The network of relations that is hypothesized to obtain between a number of activities called literary, and consequently these activities themselves observed via that network” (1990: 28). Los elementos formadores del sistema literario (productor, consumidor, mercado, producto, institución y repertorio) se integran y dependen unos de otros:

[…] this framework requires no a priori hierarchies of importance between the surmised factors. It suffices to recognize that it is the interdependencies between these factors which allow them to function in the first place. Thus, a CONSUMER may “consume” a PRODUCT produced by a PRODUCER, but in order for the “product” (such as “text”) to be generated, a common REPERTOIRE must exist, whose usability is determined by some INSTITUTION. A MARKET must exist where such a good can be transmitted. None of the factors enumerated can be described to function in isolation, and the kind of relations that may be detected run across all possible axes of the scheme (Even-Zohar 1990: 34).

Cuando una obra producida en un polisistema literario entra a formar parte de otro nuevo, es ayudada por el sistema educativo imperante y el aspecto económico a través de las traducciones y la crítica literaria (comentarios, introducciones, resúmenes). Toury insiste en que las traducciones son beneficiosas porque llenan vacíos en la cultura meta (1995: 27) y se une a Even-Zohar al defender el carácter temporal de la traducción: “historical contextualization is a must not only for a diachronic study, which nobody would contest, but also for synchronic studies, which still seems a lot less obvious, unless one has accepted the principles of so-called ‘Dynamic-Functionalism’” (1995: 64). Para André Lefevere, hay una relación muy estrecha entre traducción y reescritura, a la que se debería dar más importancia en la teoría literaria y la literatura comparada por dos razones: es una estrategia para adaptar lo foráneo a las normas de la cultura receptora y además es una prueba de que se ha producido la recepción (1985: 106).

2.2. Aplicación a “Rosanna”

Al aplicar las ideas de estos autores a un análisis descriptivo, no se pueden obviar factores culturales, pero tampoco aspectos macro-textuales (como el punto de vista narrativo, prólogos, notas al pie de página, etc., muy importantes en la evaluación de los textos literarios por su naturaleza, y microtextuales, o el estudio de las unidades de análisis o segmentos establecidas entre los textos, así como las desviaciones o modificaciones operadas en ellas (Snell-Hornby 1995). Procedimientos de traducción como las expansiones, reducciones, modulaciones o transposiciones también importan, ya que establecen la pauta del traductor (Deslisle et al. 1999: 161; Newmark 1988: 81-93) y cualquier decisión a nivel microestructural repercute en la aceptabilidad del texto (Toury 1995: 57). Es importante fijarse en la coherencia y cohesión, el contexto o la posible intertextualidad con otras obras. Así, la idea de paratexto de Gerard Genette entendido como el conjunto de producciones verbales o no que acompañan a un texto y aseguran su recepción y consumo (1987: 7-8) se vuelve clave en este estudio, puesto que se trata de una zona de transacción entre autor y público y los contextos culturales y lectores evolucionan a lo largo del tiempo.

Si aplicamos el esquema de Even-Zohar a nuestro caso, la autora angloirlandesa era la productora responsable de un producto (“Rosanna”) dirigido a unos consumidores que eran lectores británicos. Edgeworth tenía en mente al mercado formado por estos lectores que apreciaban la ficción doméstica y didáctica. Los críticos, editoriales, periódicos y universidades son los factores agregados que conforman a la institución, que en su mayoría celebraban las publicaciones de Edgeworth. Finalmente el repertorio es aquella parte del sistema literario que designa las reglas y materiales que gobiernan tanto la producción como el uso de un producto. En Edgeworth se refiere al paradigma del cuento educativo representado por Anna L. Barbauld (Evenings at Home, 1796) y el folklore irlandés que también influía en su obra (Dabundo 2006).

3. Resultados

En Bibliothèque Britannique nos fijaremos primeramente en aspectos macroestructurales para detenernos luego en las reducciones textuales que repercuten en el retrato del carácter irlandés, la brecha entre cómo se presenta a los personajes en el texto de Edgeworth y en el de los Pictet, el idiolecto, la trama amorosa y las mutilaciones de contenido que colocan al lector meta en situación de desventaja con respecto al del original inglés. Dado que el texto de Bertin se separa bastante menos de “Rosanna” que el de los Pictet, su análisis será menos prolijo, aunque hay que destacar varios aspectos sobre la traducción de términos culturales, imprecisiones, adaptaciones estilísticas y adiciones de información.

3.1. Bibliothèque Britannique

El primer punto en este análisis es el cambio de “Rosanna” a “Rosauna” y la pérdida de la cursiva, con lo que la ironía que caracteriza a Edgeworth desaparece: “a poor man should be contented with a poor house” (Edgeworth 1969: 199). Una palabra clave en la historia es “content”, que en el TO es un término marcado, pero en francés su recurrencia no se respeta con las repercusiones semióticas que ello implica: “using a marked item in a context in which it was designed to serve tends to blur its markedness, and hence renders the use itself ‘normal’. By contrast, using that same item in a context which is ‘abnormal’ for it would make its markedness stand out considerably” (Toury 1995: 213). En cuanto a los nombres propios, “Old Robin Gray” (Edgeworth 1969: 195) cambia a “Robin Gray” (Edgeworth 1806: 522) y “Soft Simon” se transforma en “Simon l’insouciant” en Bibliothèque Britannique.

La división en capítulos desaparece, como también la presencia de la voz narrativa, que apenas se marca. El tipo de narrador de “Rosanna” es el denominado heterodiegético y extradiegético, entendiéndose la diégesis como el universo de significado, el mundo posible que valida la historia. Este narrador, por un lado, se sitúa a un nivel superior con respecto a la historia (Genette 1972: 238), y por otro, no se involucra como personaje en ella (1972: 252). Expresiones como “we proceed” (Edgeworth 1969:195), “These may seem trifles unworthy the notice of the historian; but trifles such as these contribute much to the comfort of a poor family, and therefore deserve a place in their simple annals” (Edgeworth 1969: 198-9), “We mentioned’ (Edgeworth 1969: 209) o “let us go on with our story” (Edgeworth 1969: 212) no se resaltan en la traducción de Pictet. La relación con el lector igualmente pasa a un segundo plano: “our friend Gray” (Edgeworth 1969: 196), “our hero” (Edgeworth 1969: 198, 200), con dos excepciones: “Nous avons vu” (Edgeworth 1806: 539) y “en attendant, reprenons notre histoire” (Edgeworth 1806: 544). Si bien los comentarios del narrador tienden a desaparecer, encontramos una excepción: “Hereuses les familles où l’envie est ignorée, où un intérêt commun, et un lien de concorde, réunissent tous les individus!” (Edgeworth 1806: 541), que claramente se mantiene para insistir en la idea de fraternidad alentada por la Revolución Francesa. Como a menudo sucedía en las traducciones de ese momento, abundan las adaptaciones sintácticas con consecuencias estilísticas. Encontramos algunas paráfrasis donde las expresiones inglesas serían perfectamente traducibles con estructuras y vocabulario similares:

There are two sorts of content: one is connected with exertion, the other with habits of indolence; the first is a virtue, the second a vice (Edgeworth 1969: 195).

Il y a deux espèces de contentement d’esprit: l’un est une vertu, parce qu’il s’allie à l’habitude du travail: l’autre provient de l’indolence, qui n’est qu’un vice (Edgeworth 1806: 522).

Precisamente, uno de los problemas a los que se enfrentan los traductores es la necesidad de adaptar el texto al bon goût francés. Los críticos franceses se quejaban de la ausencia de cualidades dieciochescas en los textos ingleses: elegancia y pureza, unidad de tono, acción y lenguaje. Las clases altas deberían emplear un registro en consonancia con su estatus. Como explica West, “la bassesse de la plupart de ceux qui [les] exercent ajourd’hui parmi nous fait que nous attachons insensiblement des idées basses aux mots français qui les expriment” (1932: 341). Un problema adicional se relacionaba con la asimilación de las costumbres francesas: “Un des grands défauts de notre nation, c’est de ramener tout à elle, jusqu’à nommer étrangers dans leur propre pays aux qui n’ont pas bien ou son air ou ses manières” (West 1932: 351). Dicha actitud está presente en la versión de los Pictets y se percibe en cuatro puntos interrelacionados.

3.1.1. Reducciones textuales

En ocasiones, traducir lleva implícito comprimir contenidos. Se cae en la infratraducción (Newmark 1995: 285), lo que en este caso afecta a la información sobre Irlanda, su gente y costumbres. Como consecuencia, Irlanda pierde su identidad y no se diferencia de otros países de Europa. A principios del siglo diecinueve, Irlanda era un territorio colonizado, exótico y un otro. En Letters on the Irish Nation (1800), el abogado y traductor al alemán de Castle Rackrent George Cooper comparaba las condiciones de vida de un irlandés con las de un esclavo americano (“chained to the cultivation of the soil without partaking of any of its fruits” [Cooper 2001: 7]) y reivindicaba la existencia de una clase media (Cooper 2001: 8). Incluso el rey Jorge III agradecía a Edgeworth el haberle dado a conocer sus súbditos irlandeses (Butler 1972: 359). La neutralización de lo irlandés se percibe a diversos niveles. Por ejemplo, cuando el narrador subraya el sufrimiento del pueblo:

But instances of a different sort may be found, in various of the Irish peasantry. Among them we may behold men struggling with adversity with all the strongest powers of mind and body; and supporting irremediable evils with a degree of cheerful fortitude which must excite at once our pity and admiration (Edgeworth 1969: 195).

En revanche, il n’est pas rare de trouver parmi les paysans, d’admirables exemples de courage, et de perseverance (Edgeworth 1806: 522).

Como sucedió con la traducción Papa Hamlet analizada por Toury, el traductor puede introducir rasgos lingüísticos, textuales y literarios de la cultura origen en el texto aunque no se trate realmente de una traducción con el fin de aportar una novedad en el polisistema meta (1995: 47-52). En el texto suizo encontramos el fenómeno contrario, se evita dar detalles sobre el hogar de los Gray y se reducen muchos términos del original, tal vez por la poca habilidad del traductor para encontrar una correspondencia adecuada en francés o simplemente por ignorancia:

To be sure these nail-marks [of brogues] could scarcely be seen, except just near the door or where the light of the fire immediately shone; because, elsewhere, the smoke was so thick, that the pig might have been within a foot of you without seeing him. The former inhabitants of this mansion had, it seems, been content without a chimney: and, indeed, almost without a roof; the couples and purlins of the roof having once given way, had never been repaired, and swagged down by the weight of the thatch, so that the ends threatened the wigs of the unwary (Edgeworth 1969: 196).

La cuisine n’etoit éclairée que par la porte, et par les endroits où le toît étoit dégradé. Il n’y avoit point de cheminée. Le père du fermier Gray s’en étoit toujours passé, sans même s’apercevoir du déficit (Edgeworth 1806: 523).

El estilo directo cambia a indirecto: al principio de la historia, el narrador opone la diligencia a la holgazanería y la traducción en francés simplemente resume u omite gran parte del discurso directo afectando a la caracterización y suprimiendo algunas peculiaridades de la vida irlandesa:

“Health can make money, but money cannot make health”, said our wise farmer. “And then, for the value of a few shilling, say pounds, we have light to see what we are doing, and shelves, and a press to hold our clothes in. Why now, this will be all so much saved to us, by and by; for the clothes will last the longer, and the things about us will not go to wreck; and when I and the boys can come home after our day’s work to a house like this, we may be content” (Edgeworth 1969: 199).

Il avoit coutume de dire qu’avec la santé, on faisoit de l’argent, mais, qu’avec de l’argent, on ne faisoit pas la santé (Edgeworth 1806: 528).

“When the rent is once paid,” said he, “it cannot be called for again, and I am in no man’s power; that’s a great comfort. to be sure, if the half year’s rent was left in my hands for a few months, it might have been of service: but it is better not to be under an obligation to such a man as Mr. Hopkins, who would make us pay for it in some shape or other, when we least expected it” (Edgeworth 1969: 200).

il réfléchit ensuit qu’on lui avoit rendu service de le presser, parce qu’il avoit fait de grands efforts, et qu’il se trouvoit complétement débarrassé et l’esprit à l’aise (Edgeworth 1806: 529).

La traducción carece de precisión y presenta un mundo alejado de Irlanda: la mujer de Simon se queja de que está cansada de consumir “potatoes and salt” (Edgeworth 1969: 216), que se reduce a “pomme de terre” en Bibliothèque Britannique (Edgeworth 1806: 549). “Snowdrops” (Edgeworth 1969: 218) se transforma en “violettes” (Edgeworth 1806: 553). Por otro lado, la traducción puede ser vaga cuando aparece un término que denota clase o estatus social: “The cards contained an invitation to an election ball, which Sir Hyacinth O’ Brien was going to give to the secondary class of gentry in the country” (Edgeworth 1969: 218) se traduce como “Il s’agissoit d’un bal que Sir Hyacinth O’Brien donnoit à l’occasion d’une élection” (Edgeworth 1806: 553). Al traductor le resulta difícil acomodar el término “The gentry” (Edgeworth 1969: 219) al francés y usa una amplificación: “les gentilhommes, ou ce qu’on appelle les gens comme il faut” (Edgeworth 1806: 555).

3.1.2. Cambios que afectan a la caracterización

Uno de los opositores de los Grays en “Rosanna” es Hopkins, agente malévolo que quiere adquirir las tierras de un señor absentista residente en Inglaterra. Hopkins trama cómo obtener lo que la familia administra en ese momento y cambia el curso de un riachuelo de tal forma que al molino no llega el agua. El agente tiene un amigo, Sir Hyacinth O’Brien, cuyo dinero administra y que tiene aspiraciones políticas similares a las de Sir Ulick en Ormond. O’Brien promete a Simon una ventajosa posición si le ayuda a ganar las elecciones. En el texto de Edgeworth, O’Brien aspira al Parlamento y tiene como rivales a Mr. Quinn, un hombre muy vulgar, y al patriota Mr. Molyneux. Desgraciadamente, Simon ha olvidado renovar su arrendamiento tras la muerte del propietario y no quiere mentir pese al dinero que Hopkins le ofrece desesperadamente. Al final, el segundo se arruina. La versión para lectores francófonos está lejos de describir el carácter de Hopkins, como se puede observar:

Ambition and economy can never agree. Sir Hyacinth, however, found it necessary to the happiness, that is, to the splendour, of his existence, to supply, by some means or other, the want of what he called the paltry, selfish, counterfeit virtue — economy. Nothing less would do than the sacrifice of that which had been once in his estimation the most noble and generous of human virtue, — patriotism. The sacrifice was painful, but he could not avoid making it; because, after living upon the five thousand a-year, he could not live upon five hundred. So, from a flaming patriot, he sunk into a pensioned placeman.

He then employed all his powers of wit and sophistry to ridicule the principles which he had abandoned. In short, he affected to glory in a species of political profligacy; and laughed or sneered at public virtue, as if it could only be the madness of enthusiasm, or the meanness of hypocrisy. By the brilliancy of his conversation, and the gaiety of his manners, Sir Hyacinth sometimes succeeded in persuading others that he was in the right; but, alas! There was one person whom he could never deceive, and that was himself. He despised himself, and nothing could make him amends for the self-complacency that he had lost. Without self-approbation, all the luxuries of life are tasteless (Edgeworth 1969: 221-2).

Enfin, il se trouva dans un tel embarras d’argent, qu’après s’être montré patriot ardent, il fut tout content d’accepter une pension du Ministre. Alors, il employa tout ses talens à ridiculer les principles qu’il avoit soutenus avec dévouement. Il fit souvent illusion aux autres; mais il ne réussit jamais à se tromper lui-même. Il ne pouvoit plus s’estimer; et lorsqu’on n’a pas l’estime de soi, les joissances de la vie sont bien fades (Edgeworth 1806: 111).

El lenguaje político se suprime: la versión de los Pictet poda las referencias a abusos sociales. En el TO, Sir Hyacinth contrasta la vida de los Gray con sus aspiraciones políticas y en este punto se produce una pérdida de significado con respecto al texto de Edgeworth:

“How much happier,” thought he, “are these people than I am, or than I ever have been! They are contented in obscurity; I was discontented even in the full blaze of celebrity. But my fate is fixed. I embark on the sea of politics as thoughtlessly as if it were only on a party of pleasure: now I am chained to the car, and a galley-slave cannot be more wretched” (Edgeworth 1969: 224).

Il se disoit à lui-même: “c’est ici qu’est le bonheur, est non pas dans ce cercle d’inquietudes, qu’on apppelle la carrière politique” (Edeworth 1806: 114).

Otro punto a analizar es la traducción del idiolecto. En el texto de Edgeworth, el trabajador que avisa que no está llegando agua a Rosana se llama Paddy. Los Pictet esquivan presentar detalles y lenguaje que pudiese chocar en los círculos elegantes. No solo borran el nombre irlandés, sino que también resumen su discurso, que se aleja del inglés estándar. Como resultado, la caracterización de Paddy se ve afectada notablemente:

“Master Robin, master John!”, cried he, “we are all ruined! The mill and all —”

“The mill!” exclaimed every body starting up.

“Ay, the mill: it’s all over with it, and with us: not a turn more will Rosanna-mill ever take for me or for you: not a turn,” continued he, wiping his forehead with his arm, and hiding by the same motion his eyes, which ran over with tears.

“It’s all that thief Hopkins’s doing. May every guinea he touches, and every shilling, and tester, and penny itself, blister his fingers, from this day forward and for evermore!”

“But what has he done to the mill?”

“May every guinea, shilling, tester, and penny he looks upon, from this day forth for evermore, be a blight to his eye, and a canker to his heart! But I can’t wish him a worse canker than what he has there already. Yes, he has a canker at heart! Is not he eaten up with envy? as all who look at him may read in that evil eye. Bad luck to the hour when it fixed on the mill of Rosanna!”

“But what has he done to the mill? Take it patiently, and tell us quietly,’ said farmer Gray, ‘and do not curse the man any more.”

“Not curse the man! Take it quietly, master! Is it the time to take it quietly, when he is at the present minute carrying off every drop of water from our mill-course? so he is the villain!” (Edgeworth 1969: 234).

“Nous sommes tous perdus! s’écria-t-il, le moulin de Rosauna ne tournera plus, on a coupé l’eau. Mudit soit Hopkins, por le four qu’il nous a joué.”

“Qu’est-ce que c’est ce tour”? lui dit le fermier Gray.

“Monsieur, il a acheté la pièce par laquelle passe l’eau du moulin, et il a détourné le ruisseau: c’est fini: le moulin n’aura plus d’eau” (Edgeworth 1806: 126).

La conversación violenta en la que despiden a Stafford (Edgeworth 1969: 228) se reproduce en estilo indirecto en el texto suizo (Edgeworth 1806: 119-20). Los Pictet también prefieren acortar el discurso original:

“I will never see my master again,” exclaimed Stafford. “I could not see him without the danger of doing something that I might not forgive myself. He a gentleman! he a gentleman! I’ll gallop off and leave his letters, and his horse, with some of his people. I’ll never see him again. If he does not pay me a farthing of my seven years’ wages, I don’t care; I will not sleep in his house another night. He a gentleman!” (Edgeworth 1969: 230).

“il declara, avec l’accent de l’indignation, qu’il ne reverroit jamais son maître, dût-il perdre les sept années de gages qui lue étoient dues” (Edgeworth 1806: 122).

En cuanto al tratamiento de la trama amorosa, es similar al que encontramos en The Rose, Thistle and Shamrock (Comic Dramas, 1817) (Fernández 2012b). En “Rosanna”, Sir Hyacinth tiene un encargado inglés, Stafford, que se enamora de Rose Gray y encarna las virtudes de orden y puntualidad tan poco apreciadas por los sirvientes de Sir Hyacinth. La información sobre el cortejo se resume en la versión ginebrina. En la conversación entre Rose y su padre sobre sus sentimientos, Edgeworth iguala éstos con el fondo de las flores que está examinando, imagen que desaparece en francés:

“Well, let us hear it. You shall do as you please, I promise you beforehand. But tell us the reason. I believe you have found it somewhere at the bottom of that snow-drop, which you have been examining this last quarter of an hour. Come, let me have a peep,” added he laughing.

“The only reason, papa, is — was, I mean,” said Rose. — “But look! Oh, I can’t tell you now. See who’s coming” (Edgeworth 1969: 220-1).

‘Eh bien! Voyons cette seule raison: dis-la moi, veux tu?’

Rose paroissoit un peu embarrassée, lorsque l’arrivée du chevalier O’Brien vint interrompre la conversation (Edgeworth 1806: 556).

Esta simplificación se relaciona con la convención de la heroína sentimental de la literatura francesa. La sumisión femenina sustituye al ingenio y energía de la heroína de Edgeworth que se modela sobre las expectativas del lector meta. Los Pictet ofrecen un texto adecuado para el público meta y no dudan en añadir “Rose parla peu, et n’osa presque pas lever les yeux” (Edgeworth 1806: 123) ausente en el original. Se suprimen más detalles, como la nota enviada por Sir Hyacinth en la que “[he] entreated might be kept secret, promising to make her fortune and marry her well, if she would only have compassion upon a man who adored and was dying for her, &c” (Edgeworth 1969: 230). En el TM, Rose simplemente recibe “une lettre d’amour” (Edgeworth 1806: 121-2). Stafford escribe a su madre comunicándole que ha conocido a una irlandesa, pero la dama tiene prejuicios sobre Irlanda y sus mujeres. El texto ginebrino reduce la respuesta recibida por Stafford, así como otros detalles:

Son George, I warne’ you not to fall in love with an Irishwoman, to which I told you I could never give my consent.

As you bake, so you must brew. Your sister Dolly is marrying too, and setting up a shop in Warwick, by my advice and consent: all the money I can spare I must give, as in reason, to her who is a dutiful child; and mean, with her and grandchildren, if God please, to pass my latter days, as fitting in this parish of Little Sonchy, in Old England, where I was born and bred. Wishing you may not repent, or starve, or so forth, which please to let me know,

I am your affectionate mother,

DOROTHY STAFFORD (Edgeworth 1969: 233).

Mon fils George, tu ne diras pas que je ne t’aie pas suffisament averti de ne point épouser une Irlandaise. Si tu te maries, et que tu te repetes, et que tu meures de faim, toi, ta femme et tes enfants, je te dirai: “tu l’as voulu, Georde Dandin!” tu m’écriras pourtant un mot si cela arrive. Je suis ton affectionnée mère, Dorothée Stafford (Edgeworth 1806: 125).

Tras leer la nota, Stafford se siente descorazonado y la traducción omite su reacción, de forma que el lector francófono no aprecia su confusión psicológica expresada con una focalización interna en inglés:

All Stafford’s hopes were confounded by this letter: he put it into farmer Gray’s hands, without saying a word; then drew his chair away from Rose, hid his face in his hands, and never spoke or heard one word that was saying around him for half an hour (Edgeworth 1969: 233).

À la réception de cette lettre, Stafford montra beaucoup de chagrin. (Edgeworth 1806: 125).

En el texto de Edgeworth, la familia celebra la decisión de Stafford de continuar amando a Rose y brindan, mientras en el texto suizo se elimina un párrafo entero:

Stafford could not help being moved. All the family, except Rose, joined in these generous entreaties; and her silence said even more than their words. Dinner was on the table before this amicable contest was settled, and Robin insisted upon his drinking a toast with him, in Irish ale; which was, Rose Gray, and Rosanna-mill (Edgeworth 1969: 233).

La traducción al francés añade información sobre el retorno de los Gray tras su conversación con Counsellor Molyneux: “Ils n’avoient pas l’air triomphant, et ils n’avoient pas le sujet. Mr. Molynex leur avoir dit qu’ils avoient droit au fond; mais que leur adversaire étant un chicaneur exercé, povoit les ruiner en frais avant que le procès fût jugé” (Edgeworth 1806: 129). Asimismo, al final de la historia, O’Brien es arrestado y Molyneux es elegido sin oposición, pero la versión suiza contiene escasa infomación sobre Stafford y Rose:

But, let us return, from the misery of arrests and elections, to peace, industry, family union, and love, in the happy cottage of Rosanna. No obstacles now prevented the marriage of Stafford and Rose; it was celebrated with every simple demonstration of rural felicity. The bride had the blessings of her fond father and mother, the congratulations of her beloved brothers, and the applause of her own heart. Are not these better things than every forty fine wedding gowns, or a coach of Hatchett’s best workmanship? Rose thought so, and her future life proved she was not much mistaken. Stafford some time after his marriage took his wife to England, to see his mother, who was soon reconciled to him and her Irish daughter-in-law, whose gentle manners and willing obedience overcame her unreasonable dislike. Old Mrs. Stafford declared to her son, when he was returning, that she had so far got the better of what he called her prejudices, that, if she could but travel to Ireland, without crossing the sea, she verily believed she would go and spend a year with him and the Grays at Rosanna (Edgeworth 1969: 243).

Le mariage de Stafford avec Rose ne tardea pas à se conclure, et l’industrie, le contentement et la paix continuèrent à habiter dans la chaumière de Rosauna (Edgeworth 1806: 136).

3.1.3. Omisiones de contenido

Este procedimiento era una práctica habitual, como explica Giddey: “A la rapidité s’ajoute l’absence de vraie fidélité a l’ouvre originale. Cette oeuvre, souvent prétexte plus que texte, le traducteur la manie à sa guise, supprimant, allongeant, subdivisant, commentant. Il le fait sans arrière-pensée” (1974: 56). Mientras el TO especifica las edades de los chicos —“John was now three-and-twenty, and his brother only two years younger” (Edgeworth 1969: 210; cf. Edgeworth 1969: 196-7)—, en francés, simplemente no se presenta a la familia. Mrs. Gray comparte las tareas domésticas con su hija, lo que se elimina de la versión suiza (Edgeworth 1969: 200), junto con su amabilidad con la esposa del sargento, los beneficios de la granja, la información sobre cómo Mr. Hopkins controla a sus campesinos y los planes de Robin y John de alistarse para ganar dinero (Edgeworth 1969: 201-3). Este rasgo reaparece al comentar que Simon, aunque vago, era honesto (Edgeworth 1969: 208) y que a Hopkins no le gustaban los conflictos legales porque eran caros (Edgeworth 1969: 209) y estaban pensando en cambiar el curso del riachuelo (Edgeworth 1969: 213). La explicación sobre qué era un “stalkoe” o un caballero andante (Edgeworth 1969: 223), los halagos hacia Rose (Edgeworth 1969: 227) y la conversación sobre la mujer irlandesa tampoco aparecen en Bibliothèque Britannique:

Robin, who was naturally gay and fond of rallying his friends, could not forbear affecting to express his surprise at Stafford’s preferring an Irishwoman, of all the women in the world. “Are you quite sure, Stafford,” said he, “that you are not mistaken? Are you sure my sister has not wings on her shoulders?”

“Have you done now, Robin?” said his mother; who saw that Stafford was a good deal abashed, and had no answer ready. “If Mr. Stafford has a prejudice about us Irish, so much the more honourable for my Rose to have conquered it; and, as to wings, they would have been no shame to us natives, supposing we had them; and of course it was no affront to attribute them to us. Have not the angels themselves wings?”

A timely joke is sometimes a real blessing; and so Stafford felt it at this instant: his bashfulness vanished by degrees, and Robin rallied him no more. “I had no idea,” said he, “how easy it is to put an Englishman out of countenance in the company of his mistress” (Edgeworth 1969: 231).

La reflexión sobre la generosidad de los irlandeses (Edgeworth 1969: 232) y el hecho de que Stafford tiene un bono de O’Brien (Edgeworth 1969: 232) se suprimen, como también la impresión de Gray de que Mr. Molyneux es íntegro y ayudará a la familia (Edgeworth 1969: 236). Hay más ejemplos: Molyneux predice que Hopkins encontrará a alguien que lo arruinará (Edgeworth 1969: 238) y Gray promete ayudar a Simon a administrar sus propiedades (Edgeworth 1969: 242). La familia invita a Stafford a tomar el té y el narrador dice que el té en Rosanna era tan bueno “as ever he had in Warwickshire” (Edgeworth 1969: 231), lo que se convierte en la generalización “qu’il en eût jamais bue en Angleterre” (Edgeworth 1806: 123). A este respecto, “gossoon” (Edgeworth 1969: 204) es simplemente “un petit garçon” (Edgeworth 1806: 533, Edgeworth 1814: 30) y su dialecto “poor cratur” (Edgeworth 1969: 203) se neutraliza como “la pauvre bête” (Edgeworth 1806: 534).

“Rosanna” termina con la inserción de una larga nota en forma de carta que Farmer Gray envía a Richard Lovell Edgeworth (“July 1st, 1804”). Este texto liminal insiste en la verosimilitud de la historia y desaparece de las traducciones, así como las cuatro notas a pie de página en el texto de Edgeworth (Edgeworth 1969: 203, 204, 214, 243-4).

3.2. “La chaumière de Rosanna”

Bertin se adhiere a una traducción más literal y en su texto se cumplen el principio de aceptabilidad recalcado por Gideon Toury (1995: 56-7). “La chaumière de Rosanna” es mucho más conservador que el texto ginebrino en cuanto mantiene la división original en cinco partes y añade títulos que resumen el contenido de cada parte: “Service recompensé”, “Tourmens de l’envie”, “Amour- propre blessé”, “Visite d’un grand personnage”, “Préjugés vaincus”. A propósito de los nombres, “Soft Simon” cambia a “le doux Simon”.

Un punto de interés en la traducción son los términos referidos al estatus, especialmente “gentleman”. Así, “half or half quater gentleman” (Edgeworth 1969: 196) se versiona como “demi-bourgeois” (Edgeworth 1814, II: 6). “Gentleman” se transforma en “un riche particulier” (Edgeworth 1814, II: 17), “propriétaire” (Edgeworth 1814, II: 18) y “un gentilhomme” (Edgeworth 1814, II: 109). “Gentry” (Edgeworth 1969: 220) pasa a “des gens du haut parage” (Edgeworth 1814, II: 77). Pese a estas traducciones, el resultado no es siempre muy acertado: “The cards contained an invitation to an election ball, which Sir Hyacinth O’ Brien was going to give to the secondary class of gentry in the country” (Edgeworth 1969: 218) se simplifica como “à la jeunesse du voisinage” (Edgeworth 1814, II: 74). Los títulos ingleses se conservan: Mistress Gray (Edgeworth 1814, II: 9). Sin embargo, “M. Gray” (Edgeworth 1814, II: 15) es una adaptación a la cultura meta y “gentlemen” (Edgeworth 1969: 235) cambia a “Messieurs” (Edgeworth 1814, II: 123). Los precios y números no se traducen, en vez de esto aparece el equivalente francés: “un farthing (un liard)” (Edgeworth 1814, II: 24) y “un scheling, un tester, un penny” (Edgeworth 1814, II: 118).

Es posible que Bertin hubiese trabajado a partir de un texto intermedio y “La chaumière” sea el producto de una traducción indirecta. Entre otras imprecisiones, en el texto inglés el señor de Mr. Gray está en Inglaterra y en el texto francés está en “Londres” (Edgeworth 1814, II: 18-9) y Dublin (Edgeworth 1969: 239) se transforma en “Corke” (Edgeworth 1814, II: 135). Hopkins obtiene un puesto para Simon que le reportaría cincuenta libras al año (Edgeworth 1969: 214), que no se especifica en francés (Edgeworth 1814, II: 61). Jack Reel se alista en el ejército y va a Egipto (Edgeworth 1969: 204), que en la traducción cambia totalmente a “son tour d’Angleterre”:

“To say nothing of my poor mother, and Rose, and myself, who would be sorry enough to hear of your being knocked on the head, as is the fate, sooner or later, of them that follow the army. I would rather be any of the trades that hurts nobody, and of good to a many along with myself, as father said t’other day. Then, what a man makes so, he makes with a safe conscience, and he can enjoy it” (Edgeworth 1969: 204).

“Que diraient d’ailleurs ma pauvre mère et Rose en te voyant quitter la maison? elles seraient inconsolables” (Edgeworth 1814, II: 29).

No encontramos ningún rastro de lenguaje inapropiado o que pudiese dar una impresión negativa sobre Irlanda al lector francés, como sucede con “It was not in the least like a pig-sty” (Edgeworth 1969: 198) para preservar el bon goût. La expresión dialectal “poor cratur” (Edgeworth 1969: 203) se neutraliza como “pauvre malhereux” (Edgeworth 1814, II: 8) y el traductor inserta algunos comentarios:

“Le dîner! oui, le dîner; il faut que l’on dîne même au milieu des scenès les plus sentimentales; et dans les jours les plus critiques de la vie, le dîner se sert comme de coutume. Je ne veux cependant pas dire par-là que Stafford mangea comme d’ordinaire” (Edgeworth 1814; II: 117).

Toute la famille, excepté Rose, se joignit à Robin pour engager Stafford à surmonter ce qu’ils appelent son orgueil. Le silence de Rose disoit plus que les paroles des autres. Stafford étoit ému, mais ne se decidoit pas (Edgeworth 1814, II: 125).

Hay algunas paráfrasis: en lugar de “a true-born Englishwoman” (Edgeworth 1969: 227), aparece “une véritable habitante d’Albion” (Edgeworth 1814, II: 97). En el TO, llega un regimiento de ingleses (Edgeworth 1969: 201), que en la traducción es “Un régimen de cavalerie” (Edgeworth 1814, II: 20) y la esposa del sargento no se pone de parto (Edgeworth 1969: 201), sino que “[elle] fit une chute de voiture assez considerable” (Edgeworth 1814, II: 20) y la ayuda un cirujano (Edgeworth 1814, II: 21). El párrafo sobre las aspiraciones sociales de Hyacinth (Edgeworth 1969: 221) desaparece en francés (Edgeworth 1814, II: 83) y también se omite la conversación sobre las irlandesas (Edgeworth 1969: 231). De nuevo, Rose es una heroína sentimental cuando Stafford está a su lado: “Rose parla peu, et n’osa presque pas lever les yeux” (Edgeworth 1814: 123) es una adición en francés.

Se incorpora nueva información. Bertin aprovecha sus conocimientos para introducir una explicación sobre Robin Gray: “qui, après avoir reçu la main d’une jeune fille dont l’amant passait por avoir été la proie des flots, eut la générosité de la rendre à ce dernier à son retour d’un long voyage sur mer, avant que le mariage ne fût consommé” (Edgeworth 1814, II: 3). También añade tres notas al pie de páginas: sobre el empresario británico Wedgewood (Edgeworth 1814, II: 111), “conseiller” (Edgeworth 1814, II: 124) y “Leader” (Edgeworth 1814, II: 146).

El caballo de Simon cae en una zanja y los Grays consiguen rescatarlo. En la versión de Bertin, el caballo tiene un nombre: “mon pauvre Alzan” (Edgeworth 1814, II: 32) y se traducen los términos específicos por otros generales. En vez de “crocks of butter” (Edgeworth 1969: 209), aparece “provisions en tous genres” (Edgeworth 1814, II: 44). Algo similar sucede con “potatoes and salt” (Edgeworth 1969: 216), traducido como “des légumes cuits à l’eau” (Edgeworth 1814, II: 65-6).

Microestructura y macroestructura se ven afectadas en la traducción. Mientras Bertin ofrece un texto que departe del original en estilo y adaptación al polisistema francés, la traducción de Bibliothèque Britannique destaca por la transformación en la caracterización y reducciones del contenido.

4. Conclusión

A principios del siglo diecinueve, traductores y editores franceses vieron el atractivo y valor de la ficción británica como ejemplo moral y la popularidad de Edgeworth en Gran Bretaña obviamente avivó el interés de los lectores en el continente, en donde pronto empezaron a aparecer traducciones y versiones de su obra.

Los cambios en Bibliothèque Britannique se comprenden hasta cierto punto: como publicación periódica, debía cumplir ciertos requisitos editoriales a costa de sacrificar rasgos del original inglés, como la ironía de la voz narrativa, la relación narrador-lector o elementos paratextuales tan típicos de la escritura Edgeworth. Además, hay múltiples omisiones, los personajes se vuelven planos y se elimina su discurso marcado y el lenguaje político.

Frente a la traducción de los Pictet, que tiende a la reducción cuantitativa de “Rosanna”, Bertin añade alguna información para hacerla más atractiva al público meta sustancialmente diferente del delineado en el prefacio de Richad Lovell Edgeworth. Los términos que denotan clase social se adaptan y las desviaciones del texto original indican que se podría tratar de una traducción indirecta. La depuración estilística hacia un lenguaje cuidado es más notable que en Bibliothèque Britannique.

La consecuencia de estas alteraciones es que la recepción de Edgeworth en los países francófonos difiere de la obtenida por sus lectores británicos. Tanto la traducción de los Pictet como la de Bertin suponen alteraciones importantes con respecto al TO porque presentan un mundo refinado y eliminan elementos que podrían chocar a los lectores o ir en contra del bon goût. Además, se pierde la intención autorial del original de dar a conocer la vida irlandesa. Habrá que esperar hasta el siglo veinte para obtener traducciones fieles de la obra de Edgeworth (Edgeworth 2000; Edgeworth 2004) y poder apreciar sus representaciones de Irlanda en el ámbito hispánico.

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Notas

1. Este artículo se inscribe dentro de las actividades del grupo de investigación G000274 “Literatura y cultura inglesa moderna y contemporánea” de la Universidad de A Coruña.