Rojo, Ana (2013). Diseños y métodos de investigación en traducción. Madrid: Síntesis, 215 pp.

Purificación Meseguer Cutillas

purificacion.meseguer@um.es
Universidad de Murcia

Profesora Titular en el Departamento de Traducción e Interpretación de la Universidad de Murcia y actual coordinadora del Máster de Traducción Editorial así como Presidente de la Comisión de Doctorado, Ana Rojo es autora y co-editora de varios libros y monografías, y ha publicado numerosos trabajos académicos en revistas nacionales e internacionales de prestigio. Una impecable carta de presentación para una autora que, con este libro, se propone dos objetivos: en primer lugar, transmitir su pasión por el estudio de la traducción a todos aquellos jóvenes («y no tan jóvenes», como ella mismo lo pone) que se inicien en la investigación en traducción y, en segundo lugar, proporcionar las herramientas metodológicas clave para llevar a cabo un trabajo de investigación en este campo. El lector comprende una vez llega a la última página de este trabajo que la autora consigue alcanzar ambos propósitos. Y es que, pese a la densa materia que anuncia el título, Diseños y métodos de investigación en traducción, el libro destaca por ser accesible, ameno, por estar escrito con un estilo directo, muy pulido y sin demasiadas florituras, por lo que todo aquel que se proponga realizar un trabajo de investigación encontrará en este libro una guía tan interesante como completa que lo llevará a conocer las múltiples posibilidades que en términos metodológicos ofrece la investigación en traducción.

El libro está compuesto por cinco capítulos centrales que se articulan en torno a las tres fases por las que, según la autora, ha de pasar un trabajo de investigación: el diseño, la metodología, y la redacción y publicación del mismo. En el primer capítulo, la autora comienza dando un breve pero esclarecedor repaso al lugar que ocupa la traducción en la tipología de diseños de investigación, donde distingue entre diseños cualitativos, cuantitativos y mixtos. De forma paralela, traza la trayectoria que han seguido los estudios en traducción durante los últimos años, donde los diseños cualitativos se han asociado tradicionalmente a estudios de corte teórico y literario mientras que los cuantitativos o mixtos han sido asociados a estudios con una clara orientación lingüística y/o cognitiva. Acto seguido y a modo de transición hacia el meollo del libro, se discuten los criterios para seleccionar un diseño acorde a los intereses y objetivos de cada trabajo de investigación al tiempo que se describen sus principales componentes.

El segundo capítulo se centra en los métodos de investigación con una orientación más cualitativa, donde la flexibilidad del análisis prevalece a un método más científico. Esto no es óbice para pensar que los métodos cualitativos no sean métodos rigurosos y certeros; la interpretación del propio investigador se convierte, precisamente, en su mayor fortaleza, y la capacidad crítica de este para desentrañar diferentes documentos y distinguir patrones de comportamiento, en su principal estrategia de análisis. Así lo demuestran los diferentes ejemplos que encontramos a lo largo del capítulo, donde, a partir de la reflexión sobre diferentes estudios ya realizados, se da a un repaso a los cuatro tipos de métodos más utilizados en este campo: métodos basados en la introspección del investigador, métodos basados en la investigación-acción, diseños basados en el trabajo de campo y diseños experimentales basados en el uso de métodos cualitativos.

Los capítulos 3 y 4 recogen, por otro lado, los métodos con orientación más cuantitativa que, a diferencia de los métodos cualitativos, incorporan un análisis estadístico de los datos, proporcionando una base científica al estudio. Aunque algunos investigadores ven en el diseño de corte cuantitativo una limitada aplicabilidad a las ciencias sociales, aquellos que abogan por estos métodos defienden la sistematicidad que caracteriza a este tipo de investigación, que reduce el problema a una serie de variables y observa la relación que se establece entre ellas a través de un análisis objetivo y riguroso. Las ventajas y desventajas del diseño cuantitativo se discuten tanto en el tercer capítulo, que ahonda en los métodos basados en el uso de corpus y en los métodos de recogida de datos basados en encuestas o cuestionarios, como en el cuarto capítulo, donde se discuten los principales métodos experimentales dentro de los estudios de traducción, como aquellos que implican el uso de instrumentos importados de otras disciplinas como la psicología o la neurología. En este cuarto capítulo, la autora se detiene además a reflexionar sobre el novedoso papel que desempeñan actualmente en el campo de la traducción los estudios experimentales que, tratando de desentrañar el proceso de la traducción, establecen una relación entre el esfuerzo cognitivo y el comportamiento traductor.

El quinto capítulo se centra, en última estancia, en la tercera fase del trabajo de investigación, esto es, la redacción y la publicación del mismo. En este capítulo de cierre, la autora proporciona las pautas necesarias para elaborar y diseñar un trabajo de investigación así como para adquirir un hábito de escritura. De sus palabras se desprende una conclusión clara: para que el investigador alcance su objetivo sin desanimarse ni rendirse, es necesario que empiece a escribir cuanto antes y que establezca una rutina de trabajo. Con este propósito, se proponen algunas estrategias de organización y técnicas de redacción básicas. El capítulo se cierra, por último, con un aspecto elemental en toda investigación científica, un apartado de reflexión sobre cuestiones éticas.

Aunque la tradición muestra una tendencia en los estudios de traducción hacia el empleo de diseños de corte más cualitativo, la autora aboga en todo momento por la adopción de una metodología mixta que incorpore las fortalezas de ambos enfoques. En primer lugar, ambos se necesitan y complementan mutuamente: verbigracia, pese a que los métodos cuantitativos pueden ayudarnos a identificar patrones de comportamiento, es necesario recurrir a la investigación de tipo cualitativo y analizar cómo funcionan esos patrones en casos concretos. En segundo lugar, la investigación en traducción se encuadra dentro de las ciencias humanas, lo que dificulta la posibilidad de llevar a cabo una investigación exclusivamente de tipo cuantitativo. A este respecto, el empleo de las técnicas mixtas permite detectar patrones regulares de comportamiento a la vez que facilita el análisis de su funcionamiento en casos particulares. Esta necesidad de complementar ambos enfoques va quedando cada vez más patente: los últimos estudios en traducción ponen de evidencia el hecho de que los investigadores empiezan a comprender que la complejidad de la traducción necesita de un enfoque pluridisciplinar que combine diferentes métodos de investigación.

Diseños y métodos de investigación en traducción es una obra tan completa como necesaria, puesto que viene a cubrir un vacío bibliográfico en traducción, donde escasean los libros sobre metodología de la investigación. Aquellos que comiencen su andadura en la investigación encontrarán en este libro un gran aliado. Y es que uno de sus grandes aciertos es la capacidad de la autora por acercarse a un investigador en ciernes, que apenas conoce las posibilidades que ofrece la investigación en traducción. Se trata además de un lector que puede no considerarse aún preparado ni mucho menos especializado y que no está familiarizado con la terminología y los conceptos que se emplean en investigación científica. La autora consigue paliar este desconocimiento y abordar un tema complejo ofreciendo una visión sintética y clara de los diferentes diseños y métodos de investigación en traducción. Sin embargo, no permanece en la superficie, sino que a lo largo de cada capítulo proporciona las claves para ahondar en la materia, ofreciendo ejemplos y una nutrida bibliografía para todo aquel que quiera profundizar en los diferentes enfoques teóricos, técnicas y métodos de análisis que explora en sus páginas. Otra de las virtudes de este libro en su faceta didáctica es que cada capítulo se completa con una serie de tareas o proyectos destinados a que el lector asimile los conceptos explorados y ponga en práctica, a través de una serie de ejercicios, lo que ha aprendido. Este acercamiento al lector se aprecia muy especialmente en el tono de la autora, que parece no olvidarse de él en ningún momento. Los diferentes retos que plantea en este libro, motivan y animan al investigador a buscar un método adecuado a los intereses de su investigación, a explorar diferentes técnicas y métodos, sin dejar de animarle en todo momento a dar un paso más allá, a correr riesgos, a aprender y, sobre todo y en definitiva, a investigar y a disfrutar haciéndolo.