El material didáctico expuesto en clase
como instrumento de Educación para la paz

The didactic material presented in class as an instrument of Peace Education

Martha Esthela Gómez Collado

Universidad Autónoma del Estado de México, México
marthagomez_tutoria@yahoo.com.mx

Abstract

Traditional education frequently uses in the classroom chalkboard and oral exposure, but in the current era characterized by technological breakthroughs, teachers resort to teaching materials that support teaching. Therefore, we consider important rely on the Peace Education to know through a survey the perception of students at the Faculty of Political and Social Sciences of the UAEMEX, the usefulness and relevance of these materials used for class expositions, in order to determine which ones contribute to the fullfillment of the planned objectives and promote the learning of students, such as PowerPoint, Prezi, Flash, digital photos, Podcast, radio and television programs, recordings, songs, videos, documentaries, films, news reports, blogs, social networks, websites and online exercises. The leading results and conclusions were to identify the options with greater acceptance and reproduction in the classroom, so as to design them or modify them in order to improve knowledge transfer and thus raise the quality of education. Furthermore, teachers are using a lot of PowerPoint presentations and dialogue is essential between teachers and students to create better teaching materials as a tool for Peace Education.

Keywords: Teaching Materials, exposition, university students, survey, Peace Education.

Resumen

La educación tradicional utiliza con mayor frecuencia en el aula de clases el pizarrón y la exposición oral, pero en la época actual caracterizada por grandes avances tecnológicos, los profesores recurrimos a materiales didácticos que sirven de apoyo a la docencia. Por ello, consideramos importante basarnos en la Educación para la paz para conocer a través de una encuesta la percepción de los estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx. la utilidad y pertinencia de estos materiales empleados para exposiciones en clase; a fin de determinar cuáles son los que contribuyen al cumplimiento de los objetivos planeados y favorecen el aprendizaje de los estudiantes, tales como: PowerPoint, Prezi, Flash, fotografías digitales, Podcast, programas de radio y televisión, grabaciones, canciones, videos, documentales, películas, reportajes, blogs, redes sociales, páginas web y ejercicios en línea. Los resultados y conclusiones más importantes fueron identificar las opciones con mayor aceptación y reproducción en el salón de clase, para así diseñarlos o modificarlos a efecto de mejorar la transmisión del conocimiento y con ello elevar la calidad educativa. Además, los profesores utilizamos mucho el PowerPoint en las exposiciones y es fundamental el diálogo entre profesores y alumnos para crear mejor material didáctico como instrumento de Educación para la paz.

Palabras Clave: Material didáctico, exposición, jóvenes universitarios, encuesta y Educación para la paz.

1. Introducción

La elaboración de material didáctico en la impartición de clases a nivel superior en las Universidades debe ser una tarea fundamental y herramienta indispensable para lograr la efectiva transmisión de conocimientos y mejorar el proceso enseñanza–aprendizaje de los alumnos. Esta idea se basa en la recién aprobada reforma educativa que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, el 26 de febrero de 2013 en la que incluye en el artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la siguiente redacción que dice textualmente:

El Estado garantizará la calidad en la educación obligatoria de manera que los materiales y métodos educativos, la organización escolar, la infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y directivos garanticen el máximo logro de aprendizaje de los educandos
http://www.sep.gob.mx/work/models/sep1/pdf/promulgacion_dof_26_02_13.pdf
[Consultada el 26 de agosto de 2013].

Mientras que en el inciso d) de este artículo se enfatiza sobre la calidad de la educación. Para contribuir a cumplir con este objetivo, se establece en la misma reforma la necesidad de contribuir a la mejor convivencia humana con la finalidad de fortalecer la dignidad de la persona, la diversidad cultural, la integridad de la familia, la convicción de intereses de la sociedad, los derechos humanos, etc., así como elevar la calidad educativa para incrementar los índices y lograr el máximo nivel académico de los estudiantes, que en esta investigación haremos referencia a los alumnos universitarios.

En este mismo artículo tercero constitucional, el párrafo VII se reforma de la siguiente manera:

Las universidades y las demás Instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de ideas; determinarán sus planes y programas: fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico; y administrarán su patrimonio […]
http://www.sep.gob.mx/work/models/sep1/pdf/promulgacion_dof_26_02_13.pdf
[Consultada el 26 de agosto de 2013].

Es por ello, que el campo de la educación se convierte en el principal impulsor de este tipo de aplicaciones; así entonces los mecanismos, instrumentos o materiales utilizados en el proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollados en el aula, forman parte de las acciones a través de las cuales los docentes promueven, desarrollan y transmiten conocimientos. Esto es un instrumento práctico de la Educación para la paz porque pretende mantener un diálogo constante entre profesores y alumnos para adaptar, perfeccionar y mejorar los materiales didácticos utilizados en la exposición de clase. Es por ello, que las diversas aplicaciones y usos que se dan actualmente a las TIC representan sólo un medio que facilita el aprendizaje, que permite desarrollar habilidades y generar formas de aprender para los estudiantes.

De acuerdo a estas nuevas reformas, nos interesa conocer la perspectiva que tienen los estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx. Es así, que decidimos aplicar una encuesta a estudiantes de las tres licenciaturas de la Facultad (Ciencias Políticas y Administración Pública, Comunicación y Sociología) para conocer los materiales didácticos más utilizados por los profesores en la impartición de las clases como apoyo en la enseñanza universitaria basados en principios humanistas y congruentes que ayuden a fomentar una Cultura de paz, de resolución, gestión y transformación de conflictos, con estrategias noviolentas que ayuden al estudiante universitario a tener mejores contenidos programáticos y cumplir los objetivos académicos planteados.

1.1. Una visión humanista de la Educación para la paz

A la educación básicamente se le conoce como enseñanza, como un proceso de transmisión de conocimientos, como una acción exterior que busca cambiar al educando desde la situación actual hacia otra situación deseada. En este sentido, Fernández Herrería señala que el educador debe respetar las tendencias genéticas al crecimiento como las capacidades y ritmos concretos de cada persona, convirtiéndose entonces, el profesor en facilitador del proceso enseñanza–aprendizaje. Agrega, «la educación se define más por el aprendizaje que por las enseñanzas» (cfr.: Fernández, en López, 2004: 348). Además, sostiene que la Teoría de la Paz «busca iluminar para que la intervención en los problemas humanos, que eventualmente pudiera producirse por los actores que corresponda, esté más fundamentada (Fernández, 2014: 120). Con esta idea, podemos sostener que el docente, al convertirse en facilitador del aprendizaje, tiene que conocer y tomar en cuenta las capacidades y formas de aprender de los estudiantes para lograr que los conocimientos que transmita puedan ser entendibles y que logren cumplir con el objetivo de aprendizaje en cada sesión de clase, porque los estudiantes tienen diferentes tipos de aprendizaje, tales como: los visuales que utilizan el sistema de representación visual ven las cosas como imágenes o gráficos que les ayudan a recordar y aprender; los auditivos que son capaces de aprovechar al máximo los debates en grupo y la interacción social durante su aprendizaje; y los quinestésicos que perciben las cosas a través del cuerpo y de la experimentación, valoran especialmente el ambiente y la participación. Bajo este esquema, analizaremos la percepción de los estudiantes sobre el material didáctico que generalmente emplean sus profesores en la exposición de temas como recursos educativos.

Desde el enfoque humanista y la Escuela Nueva que enfatiza Xesús R. Jares (1999 y 2004), el objetivo es centrarse en el alumno, en la persona, para que sirva como autorrealización, autoformación, desarrollo de las capacidades como ser humano, por lo tanto la educación debe ser la autorrealización integral de las posibilidades humanas. En este sentido, Fernández Herrería afirma que existen tres niveles en la educación: en primer término sería la instrucción, el adoctrinamiento -que Paolo Freire critica fuertemente en su obra sobre Pedagogía del Oprimido en la cual asegura que el Estado opresor está encargado de adoctrinar a la sociedad para que conozca nada más lo que le interesa al gobierno. La idea fundamental de Freire es que los hombres tengan una pedagogía de liberación como proceso permanente o el entendimiento. En el segundo nivel está la formación, que es cuando el educando empieza a comprender y adquiere una capacidad de reflexión y de valoración crítica. Y en el tercer nivel integra los dos niveles anteriores y adiciona la formación de un criterio de contenido que incluye valores éticos y morales.

Asimismo, Martín López Calva (2006: 9) define a la educación como «un proceso por el cual los seres humanos se van autoconstruyendo en comunicación con otros seres humanos» y añade que todo proceso de enseñanza–aprendizaje que se desarrolle en las aulas, debería tener como fin último la personalización progresiva de los estudiantes por medio del aprendizaje de conocimientos, de desarrollo de habilidades y talentos, de trabajar con las actitudes y hábitos, de actividades curriculares, de la convivencia social y de todo lo que conforma la vida cotidiana en las instituciones de educación superior y universidades.

Desde el punto de vista de la educación personalizada que explica López Calva (2006), el trabajo educativo tiene que transformarse a partir de la reflexión crítica y comprometida con su propia búsqueda personal. De tal suerte, que la educación ya no tendría que ser capacitación técnica, entrenamiento o adoctrinamiento político o económico («educación bancaria» como lo llama Freire), limitarse a la instrucción, memorización o la típica reproducción de conocimientos, sino mejor dedicarse a la búsqueda consciente de la educación personalizada. También afirma que es el aula el espacio en el cual se debe tratar de ubicar, entender, criticar y modificar los aspectos institucionales, sociales, históricos, políticos y culturales del proceso educativo. Es por ello, que la impartición de clases en el aula es muy importante y el material educativo empleado para la enseñanza y aprendizaje de los estudiantes en el nivel superior es determinante para una formación pacífica, democrática, plural, sólida y profesional.

Es fundamental evitar en la educación lo que señala Rugarcía (cfr.: López, 2006: 165) respecto a que la educación se encuentra en un estado de ilusión y simulación, ya que en las aulas los docentes «hacen como que enseñan y los alumnos hacen como que aprenden». Esto es un círculo vicioso en el cual los estudiantes son formados con conceptos y, a través de la memoria, se les enseñan recetas prácticas y sencillas, son adiestrados mediante una disciplina acrítica, en virtud de que los docentes que están frente a ellos fueron educados de la misma manera; es decir, van reproduciendo actitudes y acciones observadas en los profesores que los educaron y no reflexionan si en realidad ésta es la mejor manera de enseñar.

Una premisa fundamental de este tipo de formación sería: si el profesor sabe planificar y evaluar, si es capaz de organizar y dosificar los contenidos y presentarlos de una manera activa por medio de materiales didácticos atractivos y con herramientas tecnológicas adecuadas, el alumno estará siendo mejor educado, esto es, será un egresado universitario más eficiente. Por eso es imprescindible que el docente cambie en el sentido de hacer reflexionar a los estudiantes sobre el contenido de la unidad de aprendizaje o el curso, ya que de lo contrario se vuelve una repetición de lo mal estudiado y entendido con los métodos tradicionales, al favorecer la memorización en lugar de la reflexión y crítica de los conocimientos que se pretendían enseñar (Gómez, 2012).

El modelo de Educación para la paz que desarrolla Xesús R. Jares (1999 y 2004) se basa conceptualmente a través de lo crítico-conflictual-noviolento y se fundamenta en dos acepciones básicas: la paz positiva y la perspectiva creativa del conflicto. A partir de ellos, Jares ubica a la Educación para la paz en el paradigma sociocrítico integrando determinados aspectos y propuestas del enfoque interpretativo. Señala también sus principios afirmando que la Educación para la paz es una forma particular de Educación en valores, es una educación desde y para la acción, es un proceso continuo y permanente, por su dimensión transversal del currículum afecta a todos sus elementos y etapas educativas y tiene objetivos y contenidos que requieren de tolerancia, solidaridad, afrontar los conflictos de manera no violenta, autonomía y autoafirmación para lograr aceptación a la diversidad, no discriminación, vivencia de los derechos humanos, cooperación, diálogo, técnicas de resolución de conflictos y lucha noviolenta, no indiferencia, compromiso, acción pedagógica y social (Jares, 2004: 32-33).

En este orden de ideas, John Paul Lederach (1984) considera que la Educación para la paz tiene que oponerse y contrastar con la manera tradicional de educar para tener un enfoque diferente en cuanto al contenido. La manera de realizar esto es a través de «plantear objetivos de contenido y formas congruentes de educar» añade que lo que debería guiarnos es «siempre mantener presente el valor (o los valores) que represente el objeto paz como el criterio primordial según el cual medimos tanto el contenido como la forma de educar» (Lederach, 1984: 39). Es por ello, que al diseñar los docentes los materiales didácticos que emplean en la exposición de sus clases, tomen en cuenta el planteamiento y cumplimiento de objetivos para que se logre a través de las vivencias y experiencias que los conocimientos que se desea transmitir permeen y que el alumno sea capaz de descifrar y construir conocimientos que le sean útiles.

Este conjunto de ideas puede enseñarse de dos maneras: estática o dinámica, el estudiante puede ser la olla a la cual se le llena de ideas o, por el contrario, el estudiante copartícipe de su propia educación en la que combina su aprendizaje tanto del material didáctico como de los profesores y de sus propios compañeros y éste a su vez genera y enriquece a los mismos, esto es, lograr una educación integral, holística y vivencial como la argumenta Fernández Herrería. Debe fomentar un contenido y una estructura para transmitirla, de tal forma que permita el diálogo y promueva la plena participación, integración y cooperación entre todo el empeño educativo y la sociedad. En concreto, la forma de educar para la paz tendrá que coincidir con el contenido y los valores que nos propongamos. Para Lederach, la Educación para la paz «es un proyecto no solo pedagógico, sino también analítico, crítico y creativo» (Lederach, 1984: 118).

Un requisito previo de la Educación para la paz inicia en el hogar, en la casa, en las familias en donde hay que enseñar a los hijos a sentir la necesidad de construir una Cultura de paz a través del respeto a los derechos humanos, la democracia, el desarrollo sustentable, la tolerancia, la no discriminación, la cooperación, la solidaridad y el fomento de valores. También puede generarse y desarrollarse cuando los docentes impartimos las clases en las aulas, es por ello que la elaboración e importancia del material didáctico, siempre hay que preocuparse por el aprendizaje de los alumnos, saber escuchar las interrogantes que plantean, aprender a escucharse unos y otros, fomentar el aprendizaje colaborativo, tomar decisiones que logren beneficios para la formación del estudiante, defender de manera adecuada sus propias decisiones, llegar a acuerdos y resolver conflictos por la vía pacífica, desarrollar habilidades cognitivas y socioafectivas, que exista reflexión crítica, diálogo y respeto mutuo, la comprensión de contenidos por parte del estudiante, el compromiso y su participación en el aula y en la escuela.

Bajo estas premisas, para la elaboración de materiales didácticos es imprescindible conocer las funciones, las ventajas, la selección de los mismos como recursos educativos para que sean evaluados y saber que tanto contribuyen a la formación y aprendizaje del proceso educativo. En este sentido, Fernández Herrería (2014: 125) propone «tender hacia una educación más integral» que sea muy importante para la nueva perspectiva de la Educación para la paz, en la que enfatiza potencializar la capacidad de generar paz y no violencia. Y añade «la educación en la paz implica que la forma de enseñar y/o aprender sean contenidos de paz o sean otros, debe ser pacífica en sí misma y, en consecuencia, coherente con lo que se persigue» (Fernández, 2014: 129).

1.2. Los materiales didácticos como recursos educativos

Las formas tradicionales bajo las cuales se relacionaba la sociedad han tenido que cambiar y esos modos de comunicar han permeado en el aula como ya se ha dicho, Pierre Furter (De Oliveira, 2000) vincula la valorización social que se da en el seno de la comunicación, mientras que la tecnología hace posible que todo el mundo se comunique.

Por ello, es importante que los recursos que los profesores emplean en la impartición de sus clases universitarias sean diversos y de distinta índole que van de acuerdo a la temática y objetivo que se desee cumplir en cada clase. Y es necesario tomar en cuenta las diferentes estrategias y herramientas tecnológicas para desarrollarlo como recurso para facilitar la enseñanza y el aprendizaje, por ejemplo libros o un programa multimedia que permite hacer prácticas educativas. Existen materiales que empleados en un contexto determinado, que permiten ser utilizados con fines didácticos para facilitar el desarrollo de las actividades formativas.

Además, existen diferentes tipos de materiales didácticos que pueden clasificarse en tres grandes grupos, a saber: los convencionales o tradicionales como son los textos impresos (libros, fotocopias, periódicos y documentos), los tableros didácticos (pizarrón, rotafolio y franelograma), los materiales manipulables (cartulinas, recortables, etc.) y los materiales de laboratorio, mientras que los audiovisuales son imágenes fijas proyectables (fotografías y diapositivas), materiales sonoros (casetes, discos, programas de radio, etc.), los materiales audiovisuales (películas, videos y programas de televisión) y las nuevas tecnologías como son los programas informáticos en CD, en línea tales como los videojuegos, presentaciones multimedia, enciclopedias, animaciones y simulaciones interactivas y los servicios telemáticos como son las páginas web, weblogs, tours virtuales, webquest, correo electrónico, chats, foros y cursos en línea, televisión y videos interactivos (Marqués, 2011). Toda esta gama de apoyos hacen que la Educación para la paz sea holística, integral, práctica y vivencial, interactiva con el educando y que sea colaborativa.

Actualmente, con el uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación se ofrecen facilidades que pueden ser de utilidad pedagógica siempre y cuando sean acompañadas de un objetivo claramente planteado y explicado a los universitarios. La posibilidad de emplear recursos informáticos en la docencia abre un abanico de modalidades de implementación del proceso enseñanza–aprendizaje. Las TIC permiten una mayor interacción y comunicación entre las personas, y la facilidad de compartir información que ayude al aprendizaje como puede ser el colaborativo en virtud de que pueden accesar los estudiantes no solamente los de una materia sino el que esté interesado. Entre las principales características del aprendizaje colaborativo tenemos: la interacción porque se aprende del intercambio de ideas de manera simultánea en la primera etapa, mientras que después sirve para reflexión individual para posteriormente poder socializar la información.

Una estrategia de enseñanza–aprendizaje por medio de las tecnologías es el interactuar dos o más individuos para construir conocimiento a través de la discusión, el diálogo y la toma de decisiones. Este proceso social tiene como resultado la generación de conocimiento compartido, que representa el entendimiento común de un grupo con respecto al contenido de un tema en específico. En las nuevas tecnologías, el funcionamiento de un sitio web es más lúdico y participativo que un libro de texto, porque la experiencia difiere según cada alumno. Sirve para complementar la educación presencial y también para la educación a distancia. Por ejemplo, a los estudiantes se les deja de tarea consultar bases de datos, trabajar con un wiki, subir sus trabajos a la plataforma (la cual registra la hora la fecha en que se subió), participar en un chat donde hay una comunicación muy fluida entre los participantes, utilizar foros, enviar trabajos para exámenes, etc., otras herramientas pueden ser los blogs y los podcasts.

Un estudio sobre los weblogs explica que «las características propias de los weblogs hacen de esta herramienta un instrumento de gran valor para su uso educativo dentro del modelo constructivista. Los blogs sirven de apoyo al e-Learning, establecen un canal de comunicación informal entre profesor y alumno, promueven la interacción social, dotan al alumno con un medio personal para la experimentación de su propio aprendizaje y, por último, son fáciles de asimilar basándose en algunos conocimientos previos sobre tecnología digital» (Clarenc, 2010).

En el caso de los blogs, los trabajos pueden ser consultados tanto por el profesor como puede ser compartido por todos. En el caso de los wikis, que son una herramienta que se desprende de la web 2.0, no solamente se puede publicar contenido sino también se puede editar lo escrito anteriormente por otro integrante. Por lo tanto, los blogs, wikis y los podcasts se consideran herramientas que ayudan a construir el conocimiento (Zea, 2012) y también es la parte práctica y vivencial de la Educación para la paz.

Las funciones que cumplen los materiales didácticos en la docencia responden a diversos objetivos entre ellos son, a saber: proporcionar información, guiar el aprendizaje a los estudiantes para instruirlos sobre los temas que se necesite profundizar o hacer énfasis en algunos apartados, esto ayuda a organizar la información, a relacionar los conocimientos, a crear nuevos conocimientos y la manera de aplicarlos, ejercita habilidades; es decir, entrena porque exige una determinada respuesta psicomotriz a los usuarios. Además, motivan, despiertan y mantienen el interés sobre los temas vistos en clase; es una forma de evaluar los conocimientos y habilidades que tienen los estudiantes. También proporcionan simuladores que ofrecen entornos para la observación, exploración y la experimentación, así como brindan entornos para la expresión y creación, como ejemplo, se encuentran los procesadores de textos o los editores gráficos informáticos. Estos desarrollan habilidades cognitivas en los estudiantes.

Otras de las funciones de los materiales didácticos son que presentan información y guían la atención y los aprendizajes al explicar los objetivos que se persiguen, es importante considerar que al colocar imágenes en las presentaciones deben éstas aportar información relevante. Es importante organizar la información para que aparezca en forma de mapas conceptuales que auxilien al profesor, resúmenes, síntesis, esquemas, cuadros sinópticos, diagramas de flujo, entre las más utilizadas (Marqués, 2011).

Cuando se emplean materiales didácticos también se relaciona información, se crea conocimiento y se desarrollan habilidades al introducir el tema, crear analogías para ilustrar el significado de los conceptos y pueda comprenderse mejor el tema, las estrategias de preguntas y ejercicios o ejemplos ilustrativos son importantes para orientar a los estudiantes en donde se desarrollen los entornos de expresión y creación. La elaboración del material didáctico involucra precisamente al lenguaje (visual, sonoro o audiovisual) y nuestros alumnos son muy receptivos de las imágenes en especial cuando estas cuentan con sonido y es así que el lenguaje audiovisual es lo que «atrapa» al alumno.

Desde la visión teórica-ideológica de la educomunicación (Valderrama, 2000) nos invita a reflexionar sobre ¿qué tipo de mensajes se transmiten en el aula? ¿Cómo transmiten los profesores y alumnos los mensajes? ¿De qué medios se valen los involucrados para enviar el mensaje? ¿Cuál es el alcance del mensaje y cómo es la retroalimentación? A estas interrogantes se les dará respuesta con la información de la encuesta aplicada.

A fin de comprender cuál es la utilidad de los materiales didácticos, como medios de innovación en la educación, partimos de definir a los materiales didácticos desde su tradicional acepción que refiere Mattos (1963) considerándolos como aquellos «medios materiales de que se dispone para conducir el aprendizaje de los alumnos», continuando con la definición de Zabala (1990) se establece que son «instrumentos y medios que proveen al educador de pautas y criterios para la toma de decisiones tanto en la planificación como en la intervención directa en el proceso de enseñanza» esto es, los materiales que se utilizan requieren de un proceso de selección, elaboración y aplicación, dado que en cada curso y en cada situación, se cuenta con cuestiones específicas y por lo tanto no es recomendable hacer uso de los mismos recursos dadas las condiciones propias de cada momento. Es decir, los materiales que nos auxilian en la transmisión del conocimiento deberán ser diseñados apropiadamente para el cumplimiento de sus objetivos.

El empleo de cada material didáctico presenta determinadas ventajas y posibilidades en el desarrollo del proceso de aprendizaje en virtud del contexto que le permite ofrecer beneficios significativos en el uso de medios alternativos. Para determinar las ventajas de un material sobre otro, hay que considerar el contexto de aplicación, es decir, la pertinencia de usar el material adecuado para cumplir con los objetivos trazados para cada clase, quizá tenga que ser más adecuada una explicación teórica basada en autores que elaborar una presentación en power point con imágenes y sonidos llamativos, por ejemplo. Para seleccionar el material adecuado es necesario determinarlo con base en elementos estructurales, como el sistema simbólico que se utiliza para transmitir la información, textos, imágenes estáticas, imágenes en movimiento, voces, etc., la idea es trabajarlo con implicaciones pedagógicas para que los estudiantes capten mejor la información con imágenes concretas que mediante expresiones verbales abstractas.

Su uso en el aula de clase aporta ventajas que autores como Rebollo (cfr. : Charlesworth, 2007), consideran que son la base del aprendizaje en virtud de que son: Programados, ya que se derivan de un proceso de reflexión, ordenado, cuidado y organizado en su contenido y en su presentación; Adecuados, se adaptan al contexto social, cultural y económico en el cual se utilizarán; Precisos y actuales, dadas sus características son de fácil actualización y precisión; Integrales, debido a su característica de ser escritos se convierten en un elemento orientador del proceso enseñanza-aprendizaje; y son Eficientes, en virtud de que se pueden utilizar bajo diversas circunstancias, medios y recursos, que van desde los más económicos y sencillos hasta los más onerosos y complejos.

También es importante considerar el contenido de lo que se presenta y la manera en la que se hace (como lo señalan Fernández y López, 2014), se pueden utilizar introducciones al tema, subrayar lo más importante, realizar preguntas, ejercicios de aplicación, resúmenes, incluir ejemplos, anécdotas si se consideran apropiadas, etc. Otro elemento sustancial es la plataforma tecnológica que sirve de soporte y actúa como instrumento de apoyo para acceder al material considerando que no todos los alumnos tienen la posibilidad de utilizar la tecnología permanentemente. No hay que dejar de contemplar el entorno de comunicación con el alumno, porque proporciona determinados sistemas de mediación en los procesos de enseñanza-aprendizaje al facilitar la consulta en una plataforma de aprendizaje aprovechando las bondades que representa (Marqués, 2011).

Dentro de las ventajas más significativas de los materiales didácticos que emplean nuevas tecnologías son: que almacenan grandes cantidades o volúmenes de material, permiten tener un ambiente de aprendizaje, favorecen el desarrollo de destrezas y habilidades, el alumno se vuelve gestor de su propio aprendizaje, mientras que el profesor se convierte en facilitador, colaborador y orientador de ese proceso (Zea, 2012).

El seleccionar el material didáctico adecuado es muy importante porque representa la calidad en la exposición que deseamos presentar a los estudiantes. Se requiere considerar las características del material para que sea apropiado al entendimiento de la clase misma por las características específicas que necesita cumplir el objetivo del tema a tratar o los objetivos educativos, es decir, estar en concordancia con determinados aspectos curriculares del contexto educativo. Para ello, es indispensable tomar en cuenta los contenidos que se van a utilizar para estar acorde a la asignatura que se esté desarrollando con los alumnos, así como las características de los estudiantes a quienes va dirigido, esto es, las capacidades, estilos cognitivos, intereses, conocimientos previos, experiencia y habilidades requeridas para el uso de estos materiales.

En la selección de material es oportuno mencionar realizar una revisión cuidadosa de las posibles formas de utilizarlo porque permitirá diseñar actividades de aprendizaje y metodologías didácticas eficientes que aseguren la eficacia en el logro de los temas vistos en clase (Marqués, 2011). Esto nos conduce a la siguiente pregunta ¿Qué tipo de reacciones tendremos con nuestros estudiantes cuando producimos o empleamos un medio de comunicación? No solo es proyectar un material audiovisual, visual o auditivo; si no se trata de que cumpla un objetivo específico dentro del desarrollo del proceso Enseñanza -Aprendizaje, el cual habrá de incluir una reflexión sobre ese proceso de construcción de sentido que habrá de repercutir en los alumnos, no solo para fines pedagógicos sino en ocasiones puede trascender para su vida.

Para efectuar el proceso de evaluación de materiales didácticos es necesario realizar una estimación en la medida en que el material evaluado cuente con las características deseables y específicas a partir de la consideración de unos criterios observables, medibles y de un juicio. Esto se hace cuando se evalúan para saber cuáles tienen mayor información sobre el tema, los mejores desde el punto de vista técnico, cuáles son los más adecuados para determinados estudiantes. Un criterio importante es medir la eficacia didáctica, es decir, la funcionalidad como medio facilitador de aprendizajes. En este sentido se consideran dos tipos de evaluación:

• La evaluación objetiva: que se centra en la calidad del material.

• La evaluación contextual: que valora la manera en que se han utilizado los materiales en un contexto educativo (Marqués, 2011).

Los profesores debemos reflexionar el cómo se comunica en la clase, es decir, que se incorporen elementos integrales, vivenciales y en valores, no solo en su exposición oral sino que también en los medios didácticos que utiliza para apoyarse en el salón. Por ejemplo, si solo emplea diapositivas con mucho texto y solo estas diapositivas sustituyen al pizarrón lleno de líneas (a veces parece que el profesor le da la clase al pizarrón y el alumno se siente olvidado) y sin una verdadera sistematización. O bien, solo el recurso de la televisión es para salvar el día; estas reflexiones seguramente se sumarán con otras pues en la medida en la que analicemos nuestra didáctica podemos mejorarla y eso los alumnos lo notarán.

2. Objetivo y metodología utilizada

El objetivo general del artículo responde al análisis holístico, integral y vivencial de la Educación para la paz a través de la aplicación de una encuesta para conocer la percepción y opinión de los estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales sobre la utilización de material didáctico en la exposición de clases. Ello nos conduce a la siguiente:

Pregunta: ¿Cuáles son los materiales didácticos más utilizados por los profesores en la exposición de sus clases y cuyo contenido se base en la Educación para la paz?

Hipótesis: La utilización de diferentes tipos de materiales didácticos en las exposiciones cotidianas de clase, hace que los estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales se interesen más en sus clases, tengan una relación dialógica y más humana y tengan un mejor aprovechamiento académico. Esto hace que la Educación para la paz sea un instrumento desde el contenido, la forma y el contexto de impartición de clases.

Esta investigación tiene una triple finalidad: 1) Conocer y detectar los diferentes tipos de materias didácticos que emplean los profesores en su exposición en las aulas; 2) Conocer las preferencias de los estudiantes sobre los diferentes tipos de materiales didácticos que utilizan sus profesores y que perciben que logran un mejor aprovechamiento escolar, y 3) Difundir los resultados de la investigación para que los profesores tomen en cuenta las preferencias de los estudiantes y preparen sus clases con estos tipos de materiales.

La metodología que se plantea responde al método descriptivo, que Hernández Sampieri (1998: 60) define como «los estudios descriptivos buscan especificar las propiedades importantes de personas, grupos, comunidades o cualquier otro fenómeno que sea sometido a análisis» porque este tipo de investigaciones busca medir o evaluar diferentes variables o características por las cuales los estudiantes de la Facultad opinaron sobre los materiales didácticos que emplean los docentes en la exposición de clases. Desde la perspectiva científica, el describir es medir. Es por ello, que elegimos una serie de conceptos a medir y que pueden adquirir diferentes valores.

Utilicé un enfoque cuantitativo que permite la complementación de datos y análisis, se ha desarrollado el estudio a través de instrumentos como la aplicación un cuestionario con 30 ítems estructurado en tres sectores, a saber: Sector I: Datos generales de los estudiantes, Sector II: De los materiales didácticos más utilizados en clase y Sector III: De las propuestas y sugerencias para mejorar el empleo de los materiales didácticos. La medición se efectuó del 20 al 25 de mayo de 2013 con la aplicación de un cuestionario (Padua, 1987) a todos los alumnos de la facultad sin seleccionar previamente ningún tipo de característica que discriminara o excluyera a ningún estudiante. Sin embargo, la respuesta fue que contestaron los cuestionarios el 87% de los alumnos, esto es, de los 793 alumnos inscritos en el periodo febrero-julio de 2013, se han obtenido 690 cuestionarios válidos. La contabilización y captura de los datos se llevó a cabo en el procesador de datos SPSS (Statistical Package for the Social Sciences) versión 17.0 en la que no se observaron errores, lo anterior nos permite una interpretación consistente de los resultados.

3. Resultados y discusión

Los datos generales de los estudiantes de la Facultad son que casi la mitad de los encuestados, es decir, el 53% son mujeres y el 47% son hombres. La edad de los jóvenes oscila entre los 18 y 25 años presentándose la edad promedio entre los 20 y 21 años, esto representa el 70% de los encuestados. La licenciatura a la que pertenecen los encuestados es el 54% a Ciencias Políticas y Administración Pública, el 31% a Comunicación y el 15% a Sociología. El periodo que cursan los entrevistados en su mayoría con el 70% pertenecen al cuarto y sexto semestre y el 30% restante estudia los demás periodos.

En relación a los resultados obtenidos respecto de la función que cumplen los materiales didácticos, el 33.2% comentan que fortalecen el aprendizaje, destacando que 26.6% opinan que cumplen con todas las funciones de fortalecer el aprendizaje, ejercitar las habilidades y proporcionar información y que son entornos de creatividad y expresión, el 16.2% dicen que ejercitan habilidades y 12.9% proporcionan información, el 8.6% afirman que los entornos de creatividad y expresión y solo 2.5% refiere que no cumplen ninguna función.

Gráfica 1. Función que cumplen los materiales didácticos

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Fuente: Elaboración propia con base en la encuesta

Esta percepción de los estudiantes cumple con la función que tienen los materiales didácticos de ser justamente las herramientas de apoyo que los docentes empleamos para explicar diversos temas dentro del área en la que nos desarrollamos.

Respecto de los materiales didácticos que utilizan los profesores en las exposiciones de clase con mayor frecuencia, el 62.5% de los estudiantes reconoce como primera opción que ocupan el pizarrón convencional o digital, utilizan apuntes y dictados en sus sesiones, lo hacen de manera oral conocida como exposición del docente, emplean mapas mentales y carteles entre los más comentados. La experiencia del 41.5% de los jóvenes universitarios manifiesta como segunda opción que sus profesores exponen en sus presentaciones con power point, prezi, acetatos y flash, mientras que la tercera opción representa al 30.4% de los encuestados quienes afirman que los docentes recurren a dinámicas, foros, debates, exposiciones, trabajo en equipo como parte de las sesiones en clase. El 30.1% de los estudiantes sitúa en la cuarta opción al uso de películas, documentales, videos, programas de televisión y publicidad en general como material didáctico, esto básicamente es empleado por docentes de la licenciatura en comunicación. La quinta posición con 26.1% se encuentra el uso de material digital como los blogs, redes sociales, foros en línea, websites, video conferencias y textos en línea, con esto se observa que los profesores se están inclinando a la utilización de las nuevas tecnologías de información y comunicación como recurso didáctico más actualizado. Finalmente, en la sexta posición con 45.8% de las preferencias la ocupan el empleo de grabaciones, canciones, entrevistas, programas de radio y podcast.

Estos resultados indican que el 52.6% de los estudiantes consideran que la frecuencia con la que usan los profesores el material didáctico convencional referente al pizarrón tradicional o digital, apuntes y dictados, lo hacen en la mayoría de las ocasiones de manera oral, emplean mapas mentales y carteles, el 29.4% de ellos sostiene que en todas las sesiones destinan este material para la impartición de clases, mientras que el 18% restante considera que solamente en algunas ocasiones sus maestros emplean estas técnicas de aprendizaje. Como señala Fernández Herrería (2004), es indispensable que el profesor entienda las capacidades y ritmos concretos de cada estudiante para que adapte la frecuencia de sus materiales didácticos y logre mejorar el aprendizaje de sus alumnos.

En relación con la opinión que tienen los estudiantes respecto del cambio de materiales didácticos tradicionales por materiales didácticos digitales se puede concluir que el 45.6% está muy de acuerdo en que los profesores cambien el uso de materiales convencionales por materiales digitales en la exposición de sus clases, mientras que el porcentaje restante brindó diferentes respuestas a la interrogante.

A efecto de transformar las actividades que se realizan en una clase y que propicien que sean dinámicas y participativas, se tiene que el 37.5% opina que sería mejor los debates, foros, mesas redondas y ponencias porque contribuyen en mayor medida a su logro; el 24.6% considera que todas las actividades como son los debates, foros, mesas redondas y ponencias; exposiciones, círculos de lectura y el trabajo en equipo; trabajo de campo y actividades lúdicas contribuyen a su logro, mientras que 11.4% opinan que los círculos de lectura y el trabajo en equipo; el 10.1% opina que realizar actividades de campo, es decir, fuera del aula, 9.6% considera que las exposiciones; y el porcentaje restante del 6.8% dice que actividades lúdicas.

Por otra parte, está el resultado respecto de la actitud que tienen los estudiantes cuando en el salón de clases se trabaja con materiales didácticos con dinámicas, se encontró que 54.4% muestran un actitud participativa y 33.9% de interés lo que muestra que el uso de estos materiales representa una decisión acertada. Podemos resumir que el 88.3% tiene una actitud positiva ante las clases con dinámicas. Aunque se destaca que 7.9% y 3.8% considera indiferente y aburrido su uso. En este sentido, López (2006) sostiene que se tiene que buscar la personalización progresiva de los estudiantes por medio del desarrollo de habilidades y talentos, de trabajar con actitudes, hábitos y dinámicas que un ejemplo de ellas son aplicados en las aulas de clase.

Gráfica 2. La efectividad para el aprendizaje

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Fuente: Elaboración propia con base en la encuesta aplicada en mayo de 2013

Ahora veamos en la gráfica de arriba cuál es la efectividad para el aprendizaje si se hace uso de materiales didácticos, aquí 52.7% de los estudiantes consideran que aprenden mientras que 35.2% consideran que solo en algunas ocasiones aprenden y 12.1% aprenden poco o no aprenden. Esta pregunta es para evaluar el uso de los materiales didácticos que empleamos en el aula y se observa la necesidad de mejorarlos porque más de la mitad de los estudiantes consideran que aprenden en comparación del resto que no lo hacen. Entonces los profesores debemos buscar en el aula, tratar de ubicar, entender y criticar los fenómenos políticos, económicos, sociales y culturales para transformar de manera noviolenta el proceso educativo.

Respecto del material didáctico digital que utilizan los profesores en el aula se destaca que 93.7% utiliza presentaciones con Power Point, sólo 3.3% Prezi, 1.8% Flash y 1.2% otro material digital sin especificar de cual se trata. Aquí el estudiante tiene que participar activamente en su educación para no quedarse únicamente como receptor de mensajes o de contenido sino realmente que los universitarios reflexionen, sean críticos, constructivos y propositivos.

En la gráfica de abajo nos podemos dar cuenta que el software utilizado con mayor frecuencia sigue siendo el Power Point, y con ello se demuestra que aún falta mucho trabajo que desarrollar en cuanto la utilización de materiales didácticos digitales pertinentes y adecuados en cada unidad de aprendizaje y a cada licenciatura.

Pero veamos cómo se da la comprensión de la información que se presenta en los diversos materiales didácticos, aquí 56.8% de los estudiantes refieren que comprenden mejor con una presentación cuando ésta es mostrada con imágenes y poco texto, 32.9% las prefieren con texto y pocos imágenes, con solo texto 7.3% y sólo imágenes 3% son de su preferencia. Dentro de los principios de la Educación para la paz, Xesús R. Jares señala que uno de los más importantes es una educación desde y para la acción, basada en valores, entonces si los estudiantes señalan que el power point es el instrumento más utilizado por los profesores en la exposición de clases, podríamos afirmar que es una educación para la acción dentro del proceso enseñanza–aprendizaje.

Gráfica 3. Material didáctico digital

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Fuente: Elaboración propia con base en la encuesta

En cuanto a la opinión de los alumnos en su preferencia para utilizar materiales visuales; se dividen las opiniones pues mientras el 54.9% lo prefieren siempre y casi siempre, el 38.7% prefieren que lo hagan algunas veces, y sólo 6.3% dicen que casi nunca o nunca. En resumen podríamos considerar que 93.7% de los estudiantes les agrada el empleo de materiales visuales en las clases de sus profesores ya que consideran que fortalecen más el proceso enseñanza–aprendizaje y esto eleva la calidad de las exposiciones y por ende fortalece la calidad en la educación.

El medio auditivo que prefieren los alumnos con el 28.9% son las grabaciones, seguido del 25.6% que le atraen los podcast y el 24.1% los programas de radio, mientras que el 21.5% prefiere las canciones.

Por su parte, el 34.2% de los encuestados utiliza como herramienta audiovisual más efectiva las películas, documentales, videos, reportajes, programas de televisión, seguido del 31.6% que solo señala a los documentales, mientras que el 16.5% prefiere películas y por último el 7.3% que dice que los programas de televisión.

Al cuestionar a los jóvenes para saber si las técnicas audiovisuales fortalecen el conocimiento adquirido, el 95% estuvo de acuerdo con esta afirmación argumentando que fortalece la teoría leída, reafirma los conceptos, clarifica contenidos temáticos, ejemplifica y contextualiza el conocimiento, construye ambientes dinámicos, mientras que el 5% no lo estuvo. El 92.5% de los alumnos sostiene que la frecuencia con la que los profesores utilizan estos medios didácticos es una o dos veces por semana, mientras que el porcentaje restante dice que solamente los emplean una o dos veces al semestre.

Más de dos terceras partes de los universitarios consideran a los blogs como espacios para desarrollar el conocimiento adquirido en clase y a las redes sociales como medio informativo y dinámico en clase. Con relación al uso de materiales didácticos interactivos para reforzar los temas que se abordan en clase, el 86.3% considera que sí lo hacen a diferencia de tan solo un 12.1% que opina de manera contraria. De ellos el 22.1% considera que refuerzan el conocimiento, 13.4% son interactivas y 10.3% proporcionan un mayor acercamiento con la tecnología. Con menor porcentaje de opinión tenemos que el 7.4% opinan que se facilita la comunicación, sin dejar de considerar que un 4.7% afirma que no son importantes.

Respecto a que el profesor deja desarrollar ejercicios en línea como cuestionarios y exámenes, el 43.5% de los estudiantes manifiesta estar totalmente de acuerdo con ello, el 40.8% permanece con una opinión neutral, y finalmente el 15.7% manifiesta estar totalmente en desacuerdo con esta postura. Más de la mitad de los entrevistados señaló que la frecuencia de utilización de esta técnica es de una a dos veces por semana. El 88% considera importante el uso de material didáctico interactivo para reforzar temas vistos en clase.

Finalmente abordaremos uno de los puntos que consideramos relevantes a efecto de nuestro artículo, el que se refiere a determinar cuál es el tipo de materiales didácticos pertinentes en la impartición de clases y 30% de los encuestados manifestó la combinación de clases con exposiciones por parte de los profesores, las dinámicas, los audiovisuales y el empleo de material digital interactivo, a diferencia del 25% de los jóvenes universitarios afirmaron que el llevar a cabo sesiones dinámicas son más atractivas para su aprendizaje, así como 23% reconoce que son más productivas sus clases con audiovisuales, el 13.9% le gusta más con exposiciones orales y un mínimo del 8.1% prefiere que sus clases sean digitales interactivas. Debemos recordar que la naturaleza de las sesiones de clases dependen de las temáticas y áreas de conocimiento y los objetivos que se desee cumplir para lograr el proceso enseñanza–aprendizaje.

Al cuestionar a los estudiantes sobre cuál sería su clase ideal para que contribuya a mejorar su aprendizaje, los jóvenes respondieron: 25.4% que la combinación de diferentes estrategias de interacción entre el profesor y el alumno serían muy buenas, en virtud de que se ocuparían todos los recursos didácticos disponibles y podrían tener un amplio panorama de las unidades de aprendizaje que están cursando, 20% considera que deberían ser dinámicas con el manejo de trabajo en equipo, foros, debates y exposiciones, entre las más importantes. Al 15% de los alumnos les gustaría tener mayor diálogo entre los profesores y los estudiantes a fin de que pueda dar respuestas a sus interrogantes. El 14% le gustaría que fuera con material audiovisual y el mismo 14% manifestó que fueran facilitadores del aprendizaje y conocimiento, que los profesores conozcan la tecnología para que impartan mejor sus clases en otras opciones más, mientras que 6.6% dijo que fueran las sesiones teórico-prácticas y 5% sostuvo que le gustaría que sus profesores tuvieran mayor preparación, así como que prepararan sus clases.

Para concluir la parte empírica del artículo se les preguntó a los alumnos sobre la opinión que tienen en general sobre el uso de los materiales didácticos de sus profesores y sus respuestas fueron muy diversas, sin embargo logramos rescatar las más representativas: 24.1% contestó que son inadecuados o aburridos, a diferencia del 19.2% que consideró que los materiales didácticos son buenos y se encuentran en actualización constante, 15.7% los percibe como desactualizados, 12.7% los estima mal aprovechados por los profesores, el 5% siente que refuerzan el conocimiento, 4.7% los ubica como material didáctico tradicional o convencional y el porcentaje restante que suma 18.6% no contestó la interrogante o no supo o considero otras opciones.

Gráfica 3. Clase ideal

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Fuente: Elaboración propia con base en la encuesta

4. Conclusiones

De acuerdo con Fernández y López (2014) en la Educación para la paz hay que tener en cuenta el contenido, forma y contexto en el aprendizaje, es decir, siempre se enseña algo, con modos de enseñar diferentes y es ahí donde los materiales didácticos cobran relevancia porque es factor determinante en el aprendizaje del estudiante, así como el contexto o escenario en el que se desarrolla. Estos conceptos son parte de un todo porque no solamente se enseña y/o aprende de un contenido explícito sino que la manera de enseñarlo y aprenderlo, en este caso, con los diferentes tipos de materiales didácticos que los profesores utilizamos en clase, junto al contexto (relaciones, estructura y funcionamiento) también son parte de ese aprendizaje. Además, insiste en que la Educación para la paz implica justamente eso, la forma de enseñar y/o aprender para que sean contenidos de paz, debiendo ser pacífica en sí misma y en consecuencia, coherente con lo que se persigue.

Se observa claramente la aportación de la Educación para la paz en la parte de elaboración y presentación de materiales didácticos al momento en que los universitarios reciben esa parte del proceso enseñanza–aprendizaje a través de estos instrumentos y la idea es que al tomar en cuenta a los estudiantes como seres humanos, la educación se está centrando en el alumno para que aprenda, logrando evitar la educación bancaria a la que se refiere Freire, es sustancial mencionar que la Educación para la paz tiene que cumplir dos objetivos; uno el basarse en una paz positiva y dos en resolver los conflictos de manera creativa como lo propone Jares. Es importante señalar que los estudiantes adquieren conocimientos y desarrollan capacidades que aportan elementos positivos y definidores en su desarrollo integral como ser humano.

Haciendo una reflexión en torno a los resultados obtenidos de la encuesta aplicada a los estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx y justo es que a pesar de que en la impartición de las diferentes clases el profesor se apoya con el uso frecuente de diversos materiales didácticos tradicionales o digitales, el que predomina son las presentaciones en Power Point, destacando que la calidad de éstos, de acuerdo a la opinión de los alumnos, no son los más adecuados porque llevan mucho texto y pocas imágenes, llegando a ser en muchas ocasiones aburridos o inadecuados.

Resulta relevante también, mostrar los resultados de la aplicación de esta encuesta, en virtud de que los docentes analicemos la manera de impartir clases a los estudiantes universitarios para estar preparados y actuar en consecuencia para evitar fracasos en las exposiciones de clase y reducir el mal uso de energía y materiales didácticos, es decir, al iniciar el curso, en el desarrollo y en la conclusión del mismo mantener un diálogo constante con ellos para ir reforzando los temas con las herramientas que nos proporciona cada tipo de material didáctico ya sea de manera convencional, dinámica, visual, auditiva, audiovisual o apoyado en las nuevas tecnologías de la información y comunicación.

De aquí surge la inquietud de ¿qué se puede esperar a futuro con los resultados presentados por los jóvenes universitarios sobre la utilización de los materiales didácticos expuestos en clase? Y la idea es construir escenarios deseables con metodologías estructuradas en donde participen tanto los estudiantes como los docentes y se mantenga una relación dialógica que favorezca el proceso de enseñanza–aprendizaje. Además, es indispensable que los docentes seamos más creativos e innovadores al momento de utilizar los materiales didácticos para que realmente cumplan con el objetivo planteado en cada clase hasta cumplir con el temario completo del curso y realizar una evaluación oportuna de los materiales que podrían renovarse o quitarse para sustituirlos con lo que sea adecuado para la impartición de la sesión. En este sentido, incorporar la Educación para la paz con visión holística, integral y vivencial para que los contenidos de los materiales didácticos que presente el docente puedan y deban promover formas pacíficas en contextos sensibles comprometidos con los valores y reduciendo todo tipo de violencias. En este ejercicio de campo, se reconoce la valiosa información que nos proporcionan los estudiantes porque esto constituye un elemento fundamental en la Educación para la paz como instrumento práctico que ayuda a la planeación, diseño, elaboración, organización y exposición de las clases a futuro mejorando su contenido, haciendo el aprendizaje más participativo y colaborativo.

Es por ello, interesante realizar la propuesta de incentivar, motivar y capacitar a los profesores de las diversas asignaturas y licenciaturas a que se busque la posibilidad de diversificar el uso de los materiales didácticos tradicionales y adentrarse más al uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación a fin de lograr la calidad educativa que se está promoviendo a nivel nacional a través de las reformas aprobadas a inicio de 2013. De la misma manera, favorecer el aprender a aprender y el ejercicio responsable de la autonomía universitaria. La idea es proponer una diversificación de materiales didácticos para que al momento de realizar la evaluación, se apliquen técnicas y procedimientos para atender la naturaleza compleja que lleva el proceso enseñanza-aprendizaje.

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proceso editorial editorial proccess info

Recibido: 10/01/2014 Aceptado: 05/05/2014

cómo citar este artículo how to cite this paper

Gómez Collado, Martha E. (2014) El material didáctico expuesto en clase como instrumento de Educación para la paz, Revista de Paz y Conflictos, nº 7, pp. 155-174.

sobre la autora about the author

Martha Esthela Gómez Collado es doctora en Paz, Conflictos y Democracia por la Universidad de Granada, España. Maestra en Estudios para la Paz y Desarrollo y Licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UAEMéx. Profesora de Tiempo completo definitiva en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I y cuenta con Perfil PROMEP. Destacan dos libros publicados: La Tutoría Académica en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México desde la perspectiva de la Educación para la paz y Fundamentos teóricos de los estudios para la paz. Conflictos, Cultura de Paz y Violencia. Además de la publicación de diversos artículos en revistas indizadas tanto nacionales como internacionales.