
MODULEMA | ISSN: 2530-934X | VOLUMEN 6. 2022 | EDITORIAL. PÁGINAS 1-7 | 2
Melilla es una ciudad con unas características singulares y únicas. Dada nuestra
localización geográca, siendo miembros de la Unión Europea, no solo somos las tierras
donde acaba Europa y todas esas cartas de derechos humanos y garantías, sino también
donde empieza.
Melilla es un refugio para muchos seres humanos que deciden emigrar desde sus
países, motivados por vivencias terribles, huyendo de guerras y conictos, hambrunas,
regímenes dictatoriales, matrimonios forzosos y por el miedo a sufrir torturas o muertes
por su orientación sexual y afectiva.
Groso modo, como corroboran las cifras recopiladas en cuanto al cumplimiento del
respeto de los derechos humanos y en especial a la orientación sexual por Naciones
Unidas, en 70 Estados miembros de dicha organización, los actos sexuales consensuales
entre adultos del mismo sexo son castigados penalmente, otros 6 estados la castigan
con pena de muerte. Esto es solo un pequeño ejemplo, para hacernos una idea de las
dimensiones del reto al que nos enfrentamos mundialmente.
Para las personas LGTBI, nuestra ciudad representa un rayo de luz y esperanza para sus
vidas, dado la cercanía con los países del Magreb, que penalizan la homosexualidad y
la transexualidad.
El origen de las solicitudes de asilo SOGI, que en Melilla corresponde en casi su totalidad
a la migración magrebí, en concreto a la migración marroquí procedente de la zona
cercana a Melilla, es un fenómeno muy especíco que se ve afectado, tanto por el
procedimiento de acceso al asilo en frontera, como por el sistema de acogida previsto
para este colectivo en la Ciudad Autónoma dentro del CETI.
2. LA PROPIA VULNERABILIDAD DEL COLECTIVO LGTBI EN EL CONJUNTO DE
LA SOCIEDAD.
El colectivo LGTBI, gracias a sus casi 50 años de incansable labor, ha conseguido el
reconocimiento de importantes derechos, derechos que en el momento en que comenzó
esta lucha eran inimaginables. A pesar de ello, aún queda un largo camino por recorrer,
es importante que seamos conscientes del camino recorrido por el colectivo LGTBI
para lograr ese derecho, y ser conscientes de seguir luchando por los que quedan, o al
menos mantener la lucha.
El colectivo LGTBI es signicativamente vulnerable, en cuanto a delitos de odio se
reere, aunque en muchas ocasiones, nos dé la impresión de vivir en una sociedad
libre y plena, en la que se respetan todos los colectivos, y donde podemos expresar
nuestras ideologías, religiones y orientación sexual. Pero, lo cierto es que no es así, la
LGTBIfobia sigue formando parte de nuestra vida cotidiana, por desgracia.