Mora-Parado, I. & García Gutiérrez, M. (2021). Construcción de la relación de poder y sus límites en
las experiencias de dominación-sumisión en las modalidades de bondage y sadomasoquismo en los
miembros de la comunidad BDSM Colombia ubicados en la ciudad de Bogotá. MODULEMA. Revista
Cientíca sobre Diversidad Cultural, 5, 4-19. DOI: http://dx.doi.org/10.30827/modulema.v5i0.17027
MODULEMA | ISSN: 2530-934X | VOLUMEN 5. ARTÍCULO 1. PÁGINAS 4-19 | 6
las letras D y S signican, Dominación, Sumisión; y por último la S y M se denomina Sadismo
y Masoquismo por lo tanto Rubio y Gómez (2016) describe que las relaciones se dan de la
siguiente manera: B,D que es, el arte del amarre erótico; D,S es la entrega de poder simulado
entre un dominante y un sumiso, S,M aluden a juegos eróticos de intercambio de poder; por
otro lado el mismo autor, Rubio y Gómez (2016) concluye que el término es un conjunto de
fantasías y acciones eróticas, las cuales no se centran en zonas erógenas, sino, sumando
otras zonas del cuerpo, mediante juegos sexuales y uso de accesorios que ayudan a diversas
situaciones placenteras en los participantes; por otra parte, se destaca que la comunidad
se rige bajo el protocolo Sano, Seguro y Consensuado el cual es de conocimiento de los
practicantes ya que implica que durante las sesiones se realicen prácticas seguras, donde las
partes implicadas tengan conocimiento pleno de sus limitaciones y que previamente hayan
realizado un acuerdo. (Are, 2013, citado por Rubio y Gómez, 2016, p. 41).
Así pues, una de las formas de clasicar estas nuevas expresiones es la planteada por Preciado
(2002), con su Maniesto Contrasexual señalando que:
no es la creación de una nueva naturaleza, sino más bien el n de la Naturaleza como
orden que legitima la sujeción de unos cuerpos a otros (…) en el marco de este contrato
los cuerpos se reconocen en sí mismos no como hombres o mujeres sino como cuerpos
parlantes y así mismo se reconoce a los otros, permitiéndose la posibilidad de acceder
a prácticas signicantes, en donde se renuncia no solo a una identidad sexual cerrada
y determinada naturalmente sino también a los benecios que podrían obtener de
una naturalización de los efectos sociales, económicos y jurídicos de sus prácticas
signicantes. (pp.18-19)
El autor destaca que los términos de este contrato contra sexual están dedicados a la
búsqueda del placer – saber, Foucault (2000) por su parte, agrega un tercer componente,
“poder”, allí el placer direccionado al cambio de sentido que se da a la sexualidad, el cual
no sólo se da mediante nes reproductivos sino también orientado al placer; el saber puesto
que es mediante el discurso e intercambio de información que se reconoce su existencia y
poder, puesto a que como en todas las relaciones interpersonales y socio culturales, se dan
intercambios de poder y resistencia “el poder no es algo que se adquiera, arranque comparta,
algo que se conserve o se deje escapar; el poder se ejerce a partir de innumerables puntos, y
en el juego de relaciones móviles y no igualitarias” (Foucault, 2000, p.114).
Otro elemento a tener en cuenta son los límites, estos pueden tener diferentes sentidos
de acuerdo al tema con el cual se asocia, desde la sexualidad y especícamente desde la
Comunidad BDSM, hacen referencia a las prácticas, juegos, acciones o comportamientos que
no se desean llevar a cabo, algunos autores mediante una investigación realizada a ocho
practicantes en Venezuela, señalan que los límites pueden plantearse antes y durante la sesión,