Wolkstein, Oded –Eitan, Maayan (eds.) (2024), Refugio: Tras el 7 de octubre. Madrid: Nagrela editores, 88 pp. ISBN 978-84-19426-38-3.
María Ángeles Gallego
mariangeles.gallego@cchs.csic.es
Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo - CSIC
Una de las respuestas más sorprendentes, aunque poco conocida, a los ataques terroristas del 7 de octubre de 2023 en Israel, fue la publicación, escasas semanas después, de una antología de diez relatos breves de autoría mayoritariamente israelí, a excepción de dos contribuciones de autores estadounidenses y la de un autor alemán. El volumen, editado por Oded Wolkstein y Maayan Eitan, fue publicado en acceso abierto en hebreo e inglés por el Israeli Institute of Hebrew Literature 1 y recoge la respuesta literaria de este pequeño grupo de autores a la tragedia del 7 de octubre. Tan sólo unos meses después de que apareciera dicha publicación, se llevó a cabo una traducción al español de dicho volumen, que ha sido publicado en papel en 2024 por Nagrela Editores y constituye el objeto de esta reseña.
Poco sabemos sobre la génesis de este proyecto literario-social. En el resumen que se presenta en la contraportada y en el breve prólogo de Oded Wolkstein, se alude a que esta antología es concebida como una suerte de kit literario de supervivencia intelectual y emocional, una antología de textos que ofrecen una comunidad con la que compartir el dolor y el sufrimiento, y con la que buscar el lenguaje adecuado para hablar de ellos. Cómo surge la idea y cómo se configura todo el proceso que lleva a la publicación de este grupo de relatos en menos de dos meses tras los atentados, no ha sido ni explicado ni analizado hasta la fecha.
Los escritores que participan en la antología son Elisa Albert (USA), Aryeh Attias (Israel), Maxim Biller (Alemania), Oded Carmeli (Israel), Joshua Cohen (USA), Maayan Eitan (Israel), Tehila Hakimi (Israel), Dror Mishani (Israel), Asaf Schurr (Israel) y Yaara Shehori (Israel), todos ellos autores y autoras de reconocidas trayectorias literarias con excepción de Attias, descrito en las breves biografías al final del volumen como «marino, pescador y controlador de cisternas de combustible. Grafómano en sus ratos libres, en ocasiones escribe cuentos de calidad» (p. 82). Las traductoras de los relatos en hebreo han sido Ana Bejarano y Erica Consoli, mientras que los de lengua inglesa y alemana han corrido a cargo de Elena Fresco y Marta Mabres. El editor del conjunto del texto en español es Juan Carlos Chirinos.
En la presentación de esta antología que se realizó el pasado 7 de octubre en el Centro Sefarad-Israel 2, una de las artífices de este proyecto editorial en español, la profesora de la Universidad de Barcelona y destacada traductora Ana Bejarano, se refirió a este libro como un libro «raro» y esa es la sensación que le queda al lector con la lectura de la mayor parte de los relatos. En algunos de ellos es incluso difícil encontrar la conexión con los atentados terroristas, como es el caso de «Dinero» de Maayan Eitan o «Colisión» de Aryeh Attias, sin una sola alusión directa a los atentados. El primero nos traslada la desesperación de una joven escritora que ha perdido todas sus fuentes de ingresos y el segundo el enfrentamiento entre el capitán de un barco y un oficial sobre la maniobra a realizar ante lo que parece una colisión inminente. Relatos sugerentes sobre las consecuencias económicas y personales de la guerra en historias individuales y sobre las derivas absurdas de altos mandos frente a una catástrofe previsible.
Al contrario de lo que se pudiera esperar de relatos nacidos inmediatamente después de los atentados terroristas, prácticamente no encontramos ataques a los autores de los atentados y, de hecho, son escasas las alusiones a los integrantes de Hamás. Con humor negro, hallamos, por ejemplo, en «Sheloshim (del diario)» de Joshua Cohen una referencia al hecho de que alguno de los terroristas inmediatamente después de actuar sintiera la necesidad de llamar por teléfono a sus padres y contarles que había matado a diez judíos («es difícil imaginar que un terrorista hecho y derecho siga anhelando la aprobación de sus padres», p. 21). En este mismo relato, hallamos también humor negro en referencia a los secuestrados: «¡Ya han sobrevivido un mes sin Internet! ¡Qué suerte!» (p. 22). Nadie se esperaría tampoco el relato sorprendente y de tintes oníricos de Dror Mishani, «El Encuentro», sobre el secuestrado que sale al exterior y es descubierto en una cafetería en Tel Aviv por un ciudadano que lo reconoce e intenta convencer de que no vuelva a su lugar de secuestro.
Lejos de adoptar un discurso dramático o tremendista, gran parte de los relatos parece normalizar la situación de violencia a través de historias de lo cotidiano. En «Diario de viaje» de Elisa Albert, por ejemplo, la autora se refiere en detalle a toda la intendencia del viaje a Israel de la protagonista con su madre. No nos narra el pánico al oír las sirenas de alarma, sino de su preocupación por coger el café antes de agacharse para protegerse o de pasar el tiempo jugando al cucú-tras con los niños en el refugio antiaéreo. Siente todo el miedo de lo ocurrido, sin embargo, en su vuelta a Nueva York.
Como es habitual en la literatura moderna israelí, pese a su carácter eminentemente laico, las referencias a la tradición bíblica están presentes en todo el libro. Este es uno de los aspectos a analizar que deberían incluirse en una futura edición de este volumen. Son múltiples los matices relativos a la sociedad israelí y a la tradición literaria en hebreo, que quien lee estos relatos tiene la sensación de estarse perdiendo pese a las notas ocasionales de las traductoras. Alusiones, por ejemplo, a la discusión de si la literatura puede o debe hablar de la tragedia.
«El viaje» de Asaf Schurr comienza con la reveladora afirmación: “Esta antología me asquea y mi deseo de participar en ella también me asquea» (p. 51).
Sorprende que la antología se publicara en un plazo tan breve de tiempo, esos escasos dos meses, pues la complejidad y elaboración de los relatos transmite la sensación de tratarse de trabajos con un largo proceso de preparación. Es una de las muchas incógnitas y preguntas sin respuesta que le quedan a la persona que lee esta antología. Tenemos la fortuna de contar con esta magnífica versión en español de una pieza literaria tan «rara» a la vez que sugerente. Queda por realizar el estudio literario y más allá de lo literario que se merece esta antología.