Fischer, Irmtraud y Claassens, Juliana (eds.) (2020) La Biblia Hebrea (Antiguo Testamento). Profecía. Colección “La Biblia y las mujeres”. Estella: Verbo Divino, 375 pp. ISBN: 978-84-9073-553-4

Lorena Miralles Maciá

lorenamm@ugr.es
Universidad de Granada

El volumen La Biblia Hebrea (Antiguo Testamento) dedicado, esta vez, a la Profecía forma parte de la colección «La Biblia y las mujeres» (en este caso es el nº 2 según el orden de la colección; otros volúmenes posteriores ya se publicaron en años previos). La edición del texto está a cargo de dos especialistas en Antiguo Testamento: Irmtraud Fischer, profesora de la Universidad de Graz (Austria) y una de las responsables de la colección, y Juliana Claassens, profesora de la Universidad de Stellenbosch (Sudáfrica).

El volumen que ahora nos ocupa es el de la Profecía en su versión española, cuya responsable para la edición en este idioma ha sido Mercedes Navarro Puerto. El libro está compuesto por 17 contribuciones distribuidas en tres bloques, una Introducción y unos apéndices finales, que consisten en una extensa bibliografía, una breve sección de los perfiles de las editoras y participantes, y un imprescindible índice de citas bíblicas. En la obra se entiende por Profecía no sólo los textos pertenecientes a los libros proféticos propiamente (transmitidos bajo la autoría de un profeta) sino toda la sección que el judaísmo identifica como Nebi’im, esto es, los llamados libros históricos y proféticos en el canon cristiano. Para este libro merece la pena hacer una reseña sobre todo de carácter descriptivo, a fin de ofrecer una panorámica completa sobre los contenidos y las variadas perspectivas de estudio de cada contribución.

En la Introducción (pp. 9-19) una de las editoras del volumen, Irmtraud Fischer, explica el objetivo de la obra: el estudio de la «profecía y el género», de «los trasfondos socio-históricos» desde donde «deben entenderse los relatos sobre mujeres en los profetas anteriores» y del análisis de «las metáforas y personificaciones femeninas» en la sección profética de la Biblia para poder «comprenderlas en el contexto de la iconografía del Antiguo Oriente» (pp. 9-10). A fin de contextualizar estas temáticas explica algunos aspectos sobre el canon, el lugar de la profecía en dicho canon, la figura de las profetisas, el papel político de las mujeres en la historia de Israel y algunas otras ideas abordadas mediante enfoques recientes sobre el género (como, por ejemplo, la hermenéutica del trauma, que a lo largo del libro será crucial como herramienta interpretativa en más de una contribución).

El primer bloque del libro, bajo la denominación Trasfondo histórico. Profecía y género en el Antiguo Oriente Próximo, comprende cuatro contribuciones, todas ellas traducidas al español del inglés o alemán. La primera de ellas, titulada «Sobre la formación de la monarquía israelita (1Sm 9-2Sm 5)» (pp. 21-41) y a cargo de Omer Sergi (Universidad de Tel Aviv, Israel), estudia el nacimiento de la monarquía en la Edad del Hierro. Para ello se apoya, en primer lugar, en la información arqueológica describiendo los principales asentamientos y, en segundo, en las tradiciones bíblicas transmitidas en Samuel acerca de Saúl y David; a continuación, se centra en Israel como una identidad de parentesco según las tradiciones sobre el origen de la monarquía (es decir, se diferencia el Israel como «identidad política» y el Israel como «identidad social» o «grupo de parentesco», p. 37); y finalmente el autor se ocupa de estas tradiciones desde la perspectiva histórica, teniendo en cuenta que «son el producto literario de una élite intelectual» y que «fueron compuestas mucho más tarde que los acontecimientos que narran» (p. 41).

La segunda contribución es de Silvia Schroer (Universidad de Berna, Suiza) y lleva el título de «Culto y guerra. Aportaciones de la iconografía a una exégesis de la profecía con orientación de género» (pp. 43-63). Debido al gran número de materiales, la autora opta por una selección representativa de textos e imágenes. En el primer grupo revisa la representación de la diosa cananea de la vegetación, las mujeres y hombres que aparecen en las entradas a los espacios sagrados, los personajes femeninos bíblicos (Yael y Débora) en los que pervive el recuerdo de diosas, y el culto a la Reina del Cielo. En el segundo se centra en la sexualización de la virilidad y femineidad en el contexto bélico, donde trata la imagen del héroe luchando, el atractivo sexual del guerrero, la muerte violenta, el tema de las ciudades orgullosas (personificadas como mujeres) que terminan destruidas, y las escenas de las mujeres en las puertas y ventanas de los recintos (como el conocido motivo de la mujer en la ventana).

La tercera aportación de este bloque está a cargo de Martti Nissinen (Universidad de Helsinki, Finlandia) y lleva el título descriptivo de «Profetas no varones en fuentes del Antiguo Oriente Próximo» (pp. 65-91). A modo de introducción, en el primer apartado expone la situación de la profecía en el Próximo Oriente Antiguo y las dificultades que conlleva su estudio por la escasez de documentación en un contexto amplio temporal y geográficamente; de hecho, el artículo se centra en los textos de la antigua Babilonia, especialmente de Mari, los asirios, donde predominan los archivos de Nínive, y las referencias a las profetisas en la Biblia hebrea. A estos grupos de documentos se dedica el análisis de los tres apartados siguientes, para concluir con un último epígrafe donde se ofrece una comparación entre los datos; se incluye al final un apéndice con la lista de textos referidos. De este trabajo destaca especialmente el estudio de la terminología (o la ausencia de ella) aplicada a los grupos/modelos proféticos.

El bloque concluye con el estudio de Ora Brison (Universidad de Tel Aviv, Israel) sobre «Las mujeres y las prácticas mágicas en los profetas (Josué-Malaquías)» (pp. 93-108). El artículo se ocupa de la magia, la adivinación y el género en los Nebi’im. Los apartados que componen el texto dedican especial atención al caso de las mujeres: por un lado, se exponen las prohibiciones y leyes contra la magia/hechicería; por otro, se analizan las imágenes femeninas vinculadas a las prácticas mágicas (la pitonisa de Endor, las profetisas en Ezequiel, Yael), el caso específico de Jezabel, y la metáfora de la hechicera/prostituta con la que se identifican ciudades/pueblos.

El segundo bloque del libro se titula Figuras literarias femeninas y su contexto socio-histórico en los Nebi’im y está formado por cinco capítulos, también traducidos del inglés o alemán. Se inicia esta parte con el texto de Nancy C. Lee (Universidad de Minesota, Estados Unidos) y su sugerente título «Profetisas bíblicas: cuerpos visibles, voces audibles – palabra liberada» (pp. 111-126). Después de una breve introducción sobre los tipos de profetas/profetisas (y la terminología empleada para identificarlos), la autora se sirve de su propio título para nombrar los dos grandes epígrafes de su contribución. En «Cuerpos que se ven, voces que se oyen» se ocupa de la historia de la investigación y de la oposición entre las mujeres que componen como sujetos frente a las que son presentadas como objetos. En el segundo epígrafe, «Palabra liberada», trata el caso de diferentes personajes/grupos: Débora, Juldá, «falsos profetas» (Ez 13), profetisas en Miqueas y Segundo Isaías.

La segunda contribución lleva por título «Perfiles de mujeres resistentes en los Profetas Anteriores» (pp. 127-138), de la que está a cargo Rainer Kessler (Universidad de Marburgo, Alemania). En ella este autor reúne por grupos, según sus características, los distintos perfiles de mujeres resistentes que aparecen en los libros históricos: comienza por las mujeres que han sido víctimas de violencia sexual (la hija de Jefté en Jue 11, la mujer del levita en Jue 19 y Tamar en 2Sm 13); a éstas les siguen las que identifica como mujeres malvadas (Jezabel en 1 y 2Reyes, y Atalía en 2Reyes); después se ocupa de las mujeres que apoyan a futuros vencedores (Rajab en Josué, Mical, hija de Saúl, en 1Samuel, y Abigail, la mujer de Nabal, en 1Samuel); otras mujeres están en el grupo de líderes de su comunidad (Débora en Jue 4-5, la mujer de Tebes en Jue 9, la mujer de Abel Bet Maacá en 2Sam 20 y la filistea Dalila en Jue 16); terminan la clasificación las luchadoras por sus derechos (Ana en 1Samuel y Rispá en 2Samuel).

El tercer artículo es de Michaela Bauks (Universidad de Coblenza-Landau, Alemania), con el título de «Mujeres en la guerra en las narraciones sobre la época preestatal (Josué-Jueces)» (pp. 139-154). Este estudio está dedicado a las mujeres consideradas victimas de guerra en los libros de Josué y Jueces, centrándose en tres relatos de votos a los que están dedicados los siguientes epígrafes. El primero aborda el episodio de Axá, hija de Caleb (Jue 1; Jos 15), el segundo el voto de Jefté y las repercusiones que tuvo para su hija (Jue 11) y, por último, los sucesos descritos al final de Jueces: la historia de la concubina del levita en Jue 19 y las referencias a las mujeres de Jue 20-21. Para su análisis se sirve tanto del Texto Masorético como de la versión de la Septuaginta cuando presentan variantes significativas.

El siguiente texto, a cargo de Ilse Müllner (Universidad de Kassel, Alemania), se titula «Política con impronta de género. Papeles dinásticos de mujeres en los relatos de Saúl, David y Salomón» (pp. 155-182). La autora comienza con una reflexión acerca de las «mujeres en el centro de la atención» a modo de introducción y, a continuación, se ocupa de los ámbitos de poder de las sociedades, con especial interés en la cuestión de la sucesión de dicho poder. Después explica el concepto de casa y los significados del término (desde el nivel material a las personas que la habitan, familia, constelación, dinastía). El cuarto apartado es el más extenso y en él se presenta una selección de las mujeres/los grupos de la realeza que aparecen en 1Samuel-2Reyes: Mical, Abigail, Betsabé, Tamar, las diez mujeres de David, Rispá, la sinamita Abisag y las mujeres del entorno de Salomón. Termina con un epígrafe acerca de los enfoques/las publicaciones sobre la relación entre mujeres y poder.

El bloque se cierra con «Mujeres en la corte real: su importancia política, económica y religiosa en el testimonio de la profecía anterior» (pp. 183-200), elaborado por Maria Häusl (Universidad Técnica de Dresde, Alemania). Antes de analizar los casos de las mujeres en la corte, trata la cuestión de la centralización del poder con la monarquía en Israel y la situación de las mujeres en este contexto. Seguidamente describe las fuentes que pueden ayudar a reconstruir cómo era esa corte real y la influencia que ejercieron las mujeres; éstas consisten sobre todo en el Antiguo Testamento y unos pocos hallazgos arqueológicos. En el tercer apartado se pone de manifiesto, por un lado, lo anacrónico que supone aplicar el concepto de harén a la situación de las mujeres bíblicas y, por otro, describe las referencias a las estancias específicas para las mujeres en las cortes. Otro apartado está dedicado a los cargos administrativos que pudieron ejercer las mujeres en la corte. El quinto epígrafe se centra en las mujeres del rey (como las esposas y concubinas) y el sexto en la figura de la madre del rey (aquí ofrece una tabla con los nombres de estas madres y los datos más relevantes, pp. 196-197). El capítulo termina con un epígrafe acerca de la influencia que tuvieron algunas de estas mujeres cortesanas en el ámbito de la política, el culto y la economía.

El tercer bloque del libro, Metáforas, personificaciones, aproximaciones con enfoque de género, es el más amplio. Está formado por ocho contribuciones. En este caso los textos están traducidos del alemán e inglés, pero también del italiano; además, una contribución se publica directamente del español. El bloque se inaugura con «Hija Sion y ramera Babilonia. Sobre la personificación femenina de ciudades y países en los Profetas» (pp. 203-218), preparado por Christl Maier (Universidad de Marburgo, Alemania). Aquí se expone con mayor detalle un tema ya mencionado en otras aportaciones anteriores: la identificación de ciudades y países con una figura femenina. Precisamente los dos primeros apartados pueden servir como introducción, pues en ellos se abordan en qué está basada esta personificación y la interpretación feminista al respecto. Es en el tercer epígrafe donde se analizan ejemplos concretos: hija de Sión/Jerusalén, ciudades extranjeras (Tiro, Sidón y Nínive) y la ramera Babilonia. Por último, finaliza con una consideración sobre el constructo patriarcal en el que se establece una relación entre un Dios masculino con ciudades y países femeninos.

«Metáfora matrimonial en los profetas. Algunas cuestiones de género» (pp. 219-228) es el título de la segunda contribución del bloque, que ha sido elaborada por Marta García Fernández (Universidad Pontificia de Comillas, Madrid, España). En el primer apartado la autora pone de manifiesto el carácter positivo que Isaías le confiere a la metáfora del esposo y la esposa (Dios/Israel-Sion-Jerusalén) frente al negativo en Oseas, Jeremías y Ezequiel mediante referencias bíblicas concretas. En los dos otros epígrafes nos presenta, por un lado, su punto de vista acerca de esta metáfora entendiéndola a partir de una relación con Dios de igualdad y asimetría; por otro, intenta arrojar algunas luces acerca de la evolución de dicha metáfora.

Benedetta Rossi (Pontificio Instituto Bíblico, Roma, Italia) es la autora de la tercera aportación de este bloque: «Sobre la vida privada de los profetas. Las mujeres como herramienta literaria y redaccional» (pp. 229-244). Este interesante trabajo reconsidera la llamada vida privada de los profetas, a la que pertenecen las mujeres, mediante el análisis del propio texto bíblico; esto implica, según afirma la investigadora, «una adhesión al texto y la renuncia a llenar los espacios vacíos dentro de él» (p. 230), y reconoce que la vida privada es «propia de artificio literario, producto de redactores bíblicos» (p. 231). En su opinión, en este marco es donde las mujeres juegan su papel. Para ello elige una serie de pasajes de distintos profetas y se centra en un aspecto específico: con Is 8,18 se ocupa del léxico; con Ez 24,15-17 se plantea la cuestión de si Ezequiel tenía mujer (con el apoyo de la crítica textual y las variantes del texto); en relación con Jr 16,1-4, se cuestiona el celibato de Jeremías; y sobre Os 1-3 revisa las escenas del aparentemente matrimonio profético.

«Entre el dolor acuciante y la promesa de una nueva vida: imágenes de nacimiento en los Profetas y la hermenéutica del trauma» (pp. 245-258) de L. Juliana Claassens, una de las editoras de este volumen, está dedicado al estudio de la metáfora de la parturienta utilizada en los Profetas en relación con una invasión militar. Primero ofrece algunas consideraciones sobre la llamada hermenéutica del trauma y, a continuación, aborda la metáfora de la parturienta desde aspectos teóricos. Después se centra en ejemplos concretos que analiza desde esta perspectiva: Jr 30-31, algunos versículos en Deutero-Isaías y Trito-Isaías, y Miqueas 4-5. Así demuestra que, como afirma en sus conclusiones, «en varios textos proféticos la metáfora de la parturienta ha sido reformulada para comunicar la esperanza de vida más allá del trauma» (p. 257).

También «Recuerdos en el cuerpo. Trauma y ‘género’ en los textos proféticos» (pp. 259-277) de Ruth Poser (Universidad de Marburgo, Alemania) tiene como punto de partida aspectos relacionados con el trauma en los Profetas. En palabras de la autora, su contribución examina «la cuestión de qué traumas de guerra se reflejan en los mundos de imágenes descritos y de quiénes son las heridas descritas» (p. 260), iluminando especialmente la categoría de sexo/género; para ello utiliza ejemplos sobre todo de Isaías, Jeremías y Ezequiel. Una vez que, desde la teoría, define el trauma y expone las secuelas de las experiencias traumáticas, se ocupa del lenguaje en que se «expresa el trauma» (p. 264) en los Profetas. Después comenta la «experiencia de asedio en la Antigüedad» a partir de la metáfora en la que se identifican ciudades y países con mujeres, metáfora a la que también otras contribuciones ya se han referido previamente. El siguiente apartado está dedicado a la interpretación de los textos proféticos desde la perspectiva traumática de la culpa y la vergüenza, donde la «catástrofe viene porque no hay otro camino» y Dios es el «autor/a de los hechos» (p. 271). Finalmente, en el último epígrafe la autora opina que «los libros de Isaías, Jeremías y Ezequiel reflejan el conocimiento de que las guerras... pueden resultar lesivas, traumatizantes para todos los afectados, independientemente del sexo, la edad, la clase social, etc…» (pp. 276-7).

En «Pornoprophetics revisado al cabo de unas décadas» (pp. 279-289), Athalya Brenner-Idan (Universidad de Ámsterdam, Países Bajos/Universidad de Stellenbosch, Sudáfrica) retoma un tema, en el que comenzó a trabajar hace más de veinte años, sobre los pasajes que llama pornoproféticos. En la Introducción a su texto se pregunta acerca de la metáfora ya analizada en varias contribuciones anteriores sobre la identificación de ciudades/países con una figura femenina: «¿Cómo voy a responder a la propaganda profética bíblica que representa a Judá y Jerusalén y a Samaría e Israel como una esposa objetualizada…?» (p. 281). En el siguiente apartado aclara que su postura sobre los capítulos proféticos al respecto no ha cambiado: «Todavía los veo como propaganda religiosa que utiliza la pornografía como un golpe de efecto» (p. 282); lo que quiere hacer la autora, por tanto, es actualizar su trabajo. Para ello expone algunas ideas sobre el erotismo como parte de la religiosidad, la violencia y la posición heterosexual desde la que están formulados los textos bíblicos. Posteriormente se ocupa de la definición de BDSM (bondage, dominio, sumisión, sadismo y masoquismo) que relaciona con algunas escenas bíblicas. Los dos últimos apartados se centran en dos aspectos que han sido muy relevantes en los últimos años: el tema de la deshonra social que conllevan algunas imágenes (por ejemplo, publicadas en las redes) y el #MeToo; según reconoce la autora, a pesar de la incomodidad que supone juzgar el texto bíblico como literatura pornográfica (p. 288), determinados pasajes («la metáfora profética del amor») podrían ser vistos desde esta perspectiva.

Ombretta Pettigiani (Instituto Teológico de Asís, Italia) dedica su contribución a «El significado de lo femenino en los textos mesiánicos presentes en el corpus de los Nebi’im» (pp. 291-307), limitando el corpus a los Profetas Posteriores. En primer lugar, expone las diferentes aproximaciones académicas a la cuestión del mesianismo y, en el segundo apartado, ofrece las referencias donde se encuentran los textos considerados habitualmente como mesiánicos. Es en el tercer epígrafe cuando trata específicamente las alusiones a lo femenino en esos textos mesiánicos analizando varios aspectos: la procedencia del mesías de una mujer (Is 7,10-17 y 49,1-6), la imagen de un parto (Miq 5,1-5), el destinatario de la actuación del mesías como sujeto femenino (p. 300) con el foco en un texto de Zacarías (Zac 9,9-10) y finalmente el papel penitencial de las mujeres por el personaje mesiánico (Is 32,9-14 y Zac 12,9-13).

El bloque finaliza con el texto de Hanne Løland Levinson (Universidad de Minesota, Estados Unidos): «La interminable búsqueda del lado femenino de Dios: aspectos femeninos de la imagen de Dios en los Profetas» (pp. 309-323). Su trabajo parte de sus investigaciones previas comenzadas hace más de una década (con su tesis doctoral). Comienza exponiendo las diferentes perspectivas de investigación sobre la búsqueda de lo femenino de Dios, aclara que su objetivo «no es estudiar el género de Dios sino el lenguaje de género para referirse a Dios» (p. 311) y nos avanza que sus principales ejemplos serán de Is 40-66. En el siguiente apartado cuenta su interesante experiencia docente al plantearle este tema a su alumnado y alude a las respuestas que al respecto ha recibido (en el contexto americano y europeo). Continúa con un apartado donde se pone de manifiesto la importancia de la metáfora para hablar de Dios, y con otro epígrafe acerca de las metáforas de género y cómo ha evolucionado su estudio en las últimas décadas. El sexto apartado se centra en los ejemplos en que el segundo Isaías conceptualiza a Dios como mujer, con «un cuerpo femenino» (p. 320). Por último, termina su contribución con un epígrafe, a modo de reflexión, acerca del cambio en el lenguaje referido a Dios, y de la importancia del uso de una multitud de metáforas para superar «una imagen completamente masculina de Dios» (p. 323).

El libro reúne contribuciones de calidad que resultarán de gran interés a las y los especialistas en la materia, pero que a su vez pueden atraer a un público más amplio. En su mayoría presentan perspectivas de estudio novedosas y sugerentes (quizá el trabajo más clásico, si bien valioso, sea el primero: «Sobre la formación de la monarquía israelita»). Los textos (con su edición y maquetación) están bien cuidados y se leen fácilmente a pesar de la complejidad de algunos temas. Se ha de reconocer el esfuerzo en unificar los nombres y el vocabulario proveniente del hebreo (quizá hubiera sido recomendable elegir simplemente una opción para algunos nombres propios en lugar de mantener las dos formas, como en el caso de Yael/Jael, o para algunas transcripciones/transliteraciones, como Nebi’im/nevi’im). Igualmente las traducciones destacan por su calidad, contribuyendo a crear una terminología adecuada en español para los estudios bíblicos, que responda a estas nuevas perspectivas de estudio. En definitiva, este libro supone una importante aportación a la investigación, que sin duda tendrá además un uso docente y divulgativo. Por todo ello hemos de felicitar a todas las personas implicadas en el proyecto y esperar a que otras publicaciones de la colección vean la luz en breve.