La leyenda de Guzmán el Bueno: desde la Castilla medieval hasta la comunidad sefardí de Constantinopla del siglo xix

The Legend of Guzmán the Good: From Medieval Castile to the Sephardic Community of Constantinople in the 19th Century

María Sánchez-Pérez

mariasanchezperez@usal.es

Universidad de Salamanca

ORCID ID: 0000-0003-3411-4308

Recibido: 22-5-2021 | Aceptado: 28-9-2021

https://doi.org/10.30827/meahhebreo.v70.22576

Resumen

En este trabajo realizamos un recorrido por la leyenda de Alonso Pérez de Guzmán, más conocido como Guzmán el Bueno, desde los primeros testimonios escritos sobre su figura, en el siglo xvi, hasta finales del siglo xix. Nos interesa destacar que su leyenda traspasó culturas y latitudes, pues no solo fue conocido en la Península y otros países de Europa, sino que hemos encontrado un texto sobre él en un periódico sefardí de Constantinopla, El Amigo de la Famiya (1881-1886). Estudiamos y editamos esta versión y, tras su análisis, llegamos a la conclusión de que la fuente en la que se inspira este texto en judeoespañol deriva de una obra de Telesforo de Trueba y Cossío dedicada a Guzmán el Bueno, que fue publicada primero en inglés y, posteriormente, en otros idiomas europeos. Tras el cotejo con todas ellas, intentaremos probar en qué idioma se basó el adaptador sefardí para publicar esta historia en judeoespañol aljamiado.

Palabras clave: Guzmán el Bueno; Telesforo de Trueba y Cossío; literatura española; literatura sefardí; judeoespañol.

Abstract

This study looks at the legend of Alonso Pére­z de Guzmán, better known as ‘Guzmán the Good’ from the first written 16th century testimonies to the end of the 19th century, highlighting how his legend crossed borders. Guzmán was not only well known in the Penin­sula and other European countries, as shown by an article about Guzmán published in a Sephardic newspaper from Constantinopl­e, El Amigo de la Famiya (1881-1886). An analysis and edition of this version determined that the source of inspiration for this Judeo-Spanish text was a piece by writer Joaquín Telesforo de Trueba y Cossío on Guzmán the Good first published in English and then in other European languages. A comparative effort is made to attempt to determine which language was used by the Sephardic translator to publish this story in Judeo-Spanish Aljamiado.

Keywords: Guzmán el Bueno; Telesforo de Trueba y Cossío; Spanish literature; Sephardic literature; Judeo-Spanish.

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Sánchez-Perez, M. (2021), La leyenda de Guzmán el Bueno: desde la Castilla medieval hasta la comunidad sefardí de Constantinopla del siglo xix. Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos. Sección Hebreo, 70, 91-117. https://doi.org/10.30827/meahhebreo.v70.22576

La figura de Alonso Pérez de Guzmán (León, 1256 – Gaucín, Málaga, 1309), más conocido con el sobrenombre de Guzmán el Bueno, ha sido objeto de estudio desde diversos ámbitos académicos, fundamentalmente desde el histórico y el literario 1. Nos interesa ahora el segundo, puesto que algunos aspectos de su vida se convirtieron pronto en legendarios 2. Sin duda, la leyenda que hizo célebre a este noble leonés, fundador de la casa de Medina Sidonia, fue la relacionada con la defensa de Tarifa a finales del siglo xiii. En pocas palabras podría resumirse así: en 1292, Tarifa –enclave estratégico en el Estrecho de Gibraltar– había sido conquistada por el rey Sancho IV; dos años después tuvo lugar la defensa de la plaza, pues se encontraba amenazada por los benimerines, apoyados por el infante don Juan, hermano del monarca castellano. Sancho IV encomendó a Alonso Pérez de Guzmán la defensa de Tarifa. Fue entonces cuando los enemigos del rey castellano coaccionaron a Guzmán, ya que amenazaron con asesinar a su hijo menor –apresado por los benimerines–, si no rendía la plaza. Se dice que fue el propio Guzmán quien lanzó un cuchillo desde el castillo donde se encontraba para que matasen a su hijo antes que someterse al chantaje de rendir la plaza. A partir de este momento la figura de Guzmán el Bueno pasó a la Historia y, desde entonces, su leyenda fue acrecentándose. Con todo, los autores comenzaron a fijar su atención en él especialmente a partir del siglo xvi debido «al engrandecimiento de sus descendientes» (Millé Giménez 1930: 422, nota i).

Convertido en mito, Guzmán el Bueno ha sido protagonista de numerosas producciones literarias y musicales: «romances, sonetos, canciones, odas, poemas, tragedias, comedias, soliloquios, biografías, novelas, melólogos e incluso óperas, han tratado de reflejar la heroicidad de la Gesta de Tarifa» (Segura González 1994: 28). Una de las primeras investigadoras en acercarse al estudio de su figura en la Historia y en la Literatura fue Isabel Millé Giménez (1930). En su amplio trabajo y por lo que respecta a la parte literaria, repasaba la trayectoria que había tenido la figura de Guzmán como protagonista en composiciones líricas, en el romancero, en la narrativa y en la dramaturgia.

Unas décadas después, en 1988, se publicaba el trabajo «Transformaciones y funciones de un mito nacional: Guzmán el Bueno» de Francisco Sánchez-Blanco. En él, el autor comenzaba corroborando la idea de que la «creación» del mito en torno a Guzmán el Bueno fue relativamente tardía, en concreto en el siglo xvi, gracias a obras como la Crónica de los duques de Medina Sidonia o Libro de las Grandezas y cosas memorables de España, redactadas ambas por Pedro de Medina. A continuación, Sánchez-Blanco presenta un amplio recorrido histórico por diferentes obras de nuestra Literatura con el fin de mostrar cómo la creación y difusión del mito fue configurándose y adaptándose a los diferentes periodos y movimientos –Siglos de Oro, Ilustración, Romanticismo–. Cabe destacar las palabras con las que cierra su estudio:

Desde el noble celebrado por la historia hasta el desgraciado parricida, a todo se amolda la ductibilidad del mito. Su vitalidad y su resistencia al tiempo reside precisamente en las variaciones que soporta. El gesto central de arrojar el cuchillo consintiendo la muerte del hijo no varía nunca, pero la historia se cuenta de maneras diferentes porque su narración cumple en cada momento histórico una función particular. Lo que sorprende, y de ahí le viene su carácter de mito, es que esas imágenes renazcan una y otra vez hasta nuestros días de modo que el encuentro con tales fantasmas en el ámbito cultural castellano resulta inevitable. Unos fantasmas cuya pena consiste en estar buscando eternamente el sentido de su acción (Sánchez-Blanco 1988: 421-422).

Por último, en 1994, Wenceslao Segura González, bajo el título «La Gesta de Guzmán el Bueno en la Literatura», publicaba también un recorrido por diferentes obras literarias, dividiendo su trabajo en «Biografías», «Los romances», «Novela», «Poesía», «Teatro» y «Música», siguiendo muy de cerca –como él mismo indica– los dos trabajos que citábamos anteriormente, así como «la bibliografía que aparece en el libro de Cipriano Robles» (Segura González 1994: 34) 3.

Teniendo en cuenta las aportaciones de estos estudiosos –además de las obras preparadas o encargadas por los descendientes de la casa de Medina Sidonia–, todo parece indicar que los primeros y más antiguos testimonios literarios que conocemos pertenecen, como no podía ser de otro modo, al romancero: «La producción literaria sobre Guzmán el Bueno es más bien tardía, pues comienza a partir del siglo xvi, si descartamos algunos romances que podrían ser de época anterior» (Segura 1994: 28). No obstante, este no aporta datos sobre dichas composiciones y tanto él como Millé Giménez (1930: 422-424) comienzan su recorrido con tres romances que derivarían directamente de la Crónica de Sancho IV: a) el publicado por Lorenzo Sepúlveda en su volumen Romances nuevamente sacados de historias antiguas de la crónica de España (1551); el incluido por Juan de Timoneda en su Rosa de romances (1573), concretamente en la segunda entrega Rosa española (1556) 4; y c) el de Lucas Rodríguez en su Romancero historiado (1582).

Hay que tener en cuenta, además las siguientes palabras de Vicenç Beltrán en su estudio y edición de la obra de Timoneda:

Esta leyenda [la de Guzmán] se conoce por escrito desde mediados del siglo xv y recibió su forma definitiva en manos del cronista de la casa, Pedro Barrantes Maldonado (1541), convirtiéndose después en pieza clave de las leyendas heroicas castellanas […] La casa de Guzmán es una de las más poderosas de España durante la Edad Moderna; más arriba me ocupé ya de otro romance relativo a este linaje […] y con este son ya cuatro los relativos a la familia que he localizado, atribuibles a la exaltación linajística que caracteriza la competición por el poder entre las casas aristocráticas del momento […] Sabemos que a mediados del siglo xvi tuvieron a su servicio al novelista y poeta Feliciano de Silva, autor de al menos un romance (Timoneda 2020: 233).

En el siglo xvii contamos con otras composiciones poéticas dedicadas a la gesta de Guzmán. Así, en las Rimas Humanas de Lope de Vega encontramos un soneto dedicado al episodio del cuchillo y sacrificio de su hijo:

El tierno niño, el nuevo Isac cristiano,

en el arena de Tarifa mira

el mejor padre con piadosa ira,

la lealtad y el amor luchando en vano;

alta la daga en la temida mano,

glorioso vence, intrépido la tira,

ciega el sol, nace Roma, amor suspira,

triunfa España, enmudece el Africano.

Bajó la frente Italia, y de la suya

quitó a Torcato el lauro en oro y bronces,

porque ninguno ser Guzmán presuma.

Y la fama, principio de la tuya,

Guzmán el Bueno escribe, siendo entonces

la tinta sangre, y el cuchillo pluma 5.

Otros poetas que dedicaron sus versos a la leyenda de Guzmán serían: Fernando de Herrera (1534-1597), Juan de Jáuregui y Aguilar (1583-1641), Pedro de Montengón (1745-1824), José Antonio Porcel Salablanca (1715-1794), Manuel José Quintana (1772-1857) o Francisco Rodríguez Zapata y Álvarez (1813-1889) (Segura González 1994: 31-32).

En el terreno dramático, el primer autor que llevó a las tablas este asunto fue Luis Vélez de Guevara (1579-1644) en su comedia Más pesa el rey que la sangre, y blasón de los Guzmanes, obra atribuida en un primer momento a Lope de Vega. El autor ecijano sigue de cerca la obra de Pedro Barrantes Maldonado (1510-c.1570), Ilustraciones de la Casa de Niebla 6, y «escenifica los principales episodios de la vida de D. Alonso Pérez de Guzmán, introduciendo algunas modificaciones pertinentes para concentrar la acción y aumentar el efecto dramático» (Millé Giménez 1930: 370). A esta obra siguieron otras, como la de Juan Claudio de la Hoz y Mota (1622-1714), El Abraham Castellano y Blasón de los Guzmanes; la de Antonio de Zamora (1665-1727), El Blasón de los Guzmanes o la defensa de Tarifa; Nicolás Fernández de Moratín (1737-1780), Guzmán el Bueno; Tomás de Iriarte (1750-1791), Guzmán el Bueno; Félix María de Samaniego (1745-1801), Parodia de Guzmán el Bueno; o Antonio Gil de Zárate (1793-1861), Guzmán el Bueno 7, donde, según Sánchez-Blanco (1988:420), «la admiración por los hechos de aquel antepasado familiar, local o nacional se relativiza» en este drama romántico.

Por último, por lo que respecta a la narrativa, «sólo se han escrito dos novelas sobre Guzmán el Bueno» (Segura González 1994: 31): la de Telesforo Trueba y Cossío (1799-1835), The Romance of History: Spain, 3 vols. –traducido al francés y al castellano–, donde se encuentra la novela Don Alonso Pérez de Guzmán el Bueno 8; y la de Ramón Ortega y Frías (1825-1883), Guzmán el Bueno.

Es evidente, por tanto, la fama que, desde mediados del siglo xvi, adquirió la leyenda que rodea a Alonso Pérez de Guzmán y hemos visto que la producción literaria en torno a su figura es notable. Quizá por ello alcanzó fama en otras latitudes, pues hemos encontrado, entre las páginas de un periódico sefardí de Constantinopla, El Amigo de la Famiya (1881-1886), un relato bastante amplio sobre la leyenda de Guzmán el Bueno. El Amigo de la Famiya se autocalificaba como una «revista periódika ilustrada» y tenía un marcado carácter literario y enciclopédico, de ahí que, semanalmente, publicase durante un lustro contenidos muy diversos. Su fundador, director y principal promotor fue David Fresco (1853-1933), uno de los intelectuales más destacados de Constantinopla 9. Entre sus páginas encontramos artículos de tipo histórico y científico, sobre la naturaleza, el cuerpo humano, remedios caseros y naturales para muchos y diversos aspectos, refranes, fábulas, novelas, etc. Es precisamente en este periódico donde hemos encontrado la que hasta ahora es la primera y única versión del Quijote en judeoespañol. Es una adaptación parcial, pero su inclusión en El Amigo de la Famiya subraya la importancia que Fresco y otros directores de diferentes periódicos, pertenecientes a la élite cultural sefardí, daban a la publicación de este tipo de contenidos con el fin de difundirlos entre sus correligionarios sefardíes y ayudar así a su regeneración moral y cultural 10.

Como era habitual en la prensa del momento, muchas de estas obras se publicaron por entregas, tal y como sucedió en el caso del Quijote y como va a suceder en el relato sobre Guzmán el Bueno. En este caso, el texto comenzó a publicarse en el año I, n.º 24, que vio la luz el 22 de septiembre de 1881 (28 elul 5641) y apareció por entregas a lo largo de cuatro números no consecutivos (n.º 24, 26, 27 y 29). Lo presentamos a continuación para pasar, posteriormente, a su análisis 11:

[188c]Gusmano el Bueno

Aben Iakob, rei moro de Fez, se avía determinado de blokar la sivdad Garifa, la kuala dezeavan muncho los moros venserla, porke les avría el kamino de la Espanya por la mar Mediteránea; por esto izo muy grandes aparejos. A_prinsipyo él mandó a su sovrino, Amir 12, kon bastantes trupas, después se fue él propyo i ayudó muncho a el bloko.

Don Sancho, rei de Kastilia, vía los projetos enemigos de Aben Iacob kon desrepozo. Aunke era uno de los más bravos prínsipes de la époka, ma el estado triste de las finansas i las turvas ke rovinavan su reinado no le permetían de okuparse según le pertenesía a defender este importante kastiyo. Topándose en un tal estado difísil, vido un senyor venir serka de él propozándole de darle todo sostenimiento i ayudo. Este le prometyó de prokurarle todas las tropas i la moneda menesteroza por defender Garifa, i endesparte de esto, ir él propyo i komandar esta armada. El rei, ke estava desrepozado por kuanta parte ay, akseptó kon agradesimiento esta djeneroza propozisyón, por-ke lo eskapava de un kudyado tan grande.

Este ombre djenerozo se yamava don Alfonzo Peres de Gusmano, konosido en la istorya kon el nombre [189a] de Bueno. Este avía rendido un tiempo grandes servisyos al rei de Kastilia 13, siendo ke avía vensido entonses después de un largo asedyo la sivdad de Garifa ke estava defendida de los moros. Su ralo koraje i sus nobles manyas izieron afamar su nombre por toda la Espanya.

Se fue dunke apunto a Garifa, akompanyado de todos sus parientes i amigos. Se apresuró de meter apunto la sivdad en estado ke se pudiera defender i azer todos los aparejos menesterozos por repushar el asedyo ke devía ser muy fuerte, endemás a kav­za de la enemistad ke tenía kontra de él Aben Iakob. Gusmán avía bivido un tiempo en Áfrika kon el padre de este rei, Aben Iusuf, kon el kual tenía muncha amistad. Este kavzo le azía despertar el selo i la enbidya kontra de Gusmán, porke Iakob era tan basho de karákter i de negras manyas, kuanto su padre era noble i djenerozo.

Siendo ke Gusmán savía ke su enemigo tenía kontra él sentimientos de vengansa i enteresos nasyonales, entendía ke el echo ke avía tomado era espinozo i difísil. Ma este grande ombre no savía lo ke era espanto i la difikultad del echo ke avía tomado en mano le ayudaron por azerle pensar más a topar medyos ke podían azer bien kaminar el echo ke tomó en mano.

En el real de los moros avía un ermano del rei de Kastilia, el kual era ombre de tan basho karákter ke se determinó de meterse kon los enemigos de su lei i de su patria, por gerear sin verguensarse kontra el rei su ermano. Este basho ombre [189b] era don Juan, uno de los aboresivles prínsipes de los kualos los nombres mancharon la istorya de Espanya. Es difísil de apropyar kuál de los negros karakteres era el más fuerte de su alma o, por mijor dezir, kuál era el ke azía kontentar su negra pasyón. Él era partizano de todos los pleitos i rebueltas ke se rekresían, no atorgava nunka a un perdón djenerozo, ma el rei se amanziava de su vida, porke lo eskapó mismo de la prizyón onde devía morir a kavza del repozo del puevlo i por ser kastigado. Por paga de tanta piadad del ermano, la prima koza ke izo a-punto ke eskapó de la prizyón fue de irse a Áfrika i prezentar a Aben Iakob sus servisyos. El rei moro lo resivyó kon plazer, porke don Juan le iva servir i por su karákter fuerte i por su kapasidad fina. I siendo ke no tenía entisyón de komportarse kon él kon la piadad ke se komportó su ermano, el rei de Kastilia, se determinó de kortarle la kavesa a-punto ke le kavzava algún dezagradesimiento.

Aben Iakob, siendo i él kruel i negro, se avinieron muy 14 bien kon las malas manyas del prínsipe kasteyano. Poko tiempo después eyos se ataron una amistad ke no puede atarse más ke entre ombres sin karákter. La kavza ke vamos a dezir fue lo ke izo pujar más los ataderos de sus amistad. Aben Iakob tenía una ermana de una rala ermozura. La natura avía akordado sin eskasura todas las grasyas a_la manseva Zora 15: la dulsor de su ojada anunsyava la buendad de su karákter i su sonriza anjélika. La ino[189c]sensa de su korasón en eya avían rekojido todas las grasyas de la mujer.

Apunto ke don Juan vido esta ermoza muchacha se namoró de eya lokamente. Apunto una pasyón fuerte empesó a kemar su korasón, de la ora ke la vido se determinó a alkansarla. I, viendo ke era imposivle de alkansarla kon invento, se la demandó de Aben Iakob por paga de los servisyos ke le tenía rendido. El moro no savía ke una de las buenas manyas del kasteyano era de ir kazándose kon tanta fasilidad kon kuanto tenía por kitar a sus mujeres según su entereso.

Ma Zora repushó kon teror la idea de este kazamiento, porke aboresía el karákter de don Juan, kontra del kual sentía un fuerte aboresimiento. Endesparte de esto, su korasón estava yeno de otra amor, siendo ke amava otro mansevo kuanto aboresía a este. El mansevo don Pedro de Gusmano tenía un ayre grasyozo i dulse, i todos los otros avantajes de su padre don Alfonzo Gusmán los tenía i él.

Ya dishimos más ariva ke Gusmano tenía muncha amistad kon Abn Iusuf. De esta amistad ke permetía al mansevo i a_la manseva de versen akoruto nasyó un sentimiento muy bivo i noble. Los dos amantes se avían djurado una fieldad muy sinsera i, kuando don Pedro fue ovligado de retornar a Espanya, él tenía la dulse seguridad ke Zora iva kedar fiel en su djura, i ke sus dezeos ivan a kumplirsen algún día. Tal era el estado de la manseva kuando don Juan vino, no por trokar sus sentimientos, por-ke no puedían tro[190a]kar nunka, ma por inchir su korasón de espanto i amargura.

Entremientras, Aben Iakob partyó por kontinuar el asedyo de Garifa, ke ya avía sido empesado de su sovrino Amir. Don Juan, tomando algunos reniegados amigos suyos, akompanyó al rei moro, el kual avía ovligado a su ermana de akompanyarlo al kampo de la gera. I siendo ke avía observado la yelor i el menospresyo kon el kual eya resivía los servisyos de don Juan, entendyó ke el mansevo Gusmán era la kavza prinsipal de este aboresimiento.

El kastiyo fue dunke atakado kon un koraje sin eshemplo, ma sin rezultado. Ma los kasteyanos izieron una salida ke fue muy mortal para los moros. Después de esta piédrita, Aben Iakob pensó de sombair a Gusmano el Bueno, i sovre esto él mandó un mesajero a este kaporal de los kristyanos, akordándole muy rika paga si atorgava a avrirle las puertas del kastiyo. Esta propozisyón la repushó Gusmano kon muncha ravya. Kontinuó dunke el bloko, ma el rei moro entendiendo de antes la piédrita de sus projetos, izo a Gusmano una propozisyón kontrarya a_la primera, diziendo ke está pronto de deshar apunto el bloko si le dava una suma de moneda. Ma esta propozisyón fue arondjada también, siendo ke el djenerozo espanyol le respondyó «ke los bravos ni merkan ni venden la viktorya». Loko de ravya, Aben Iakob, porke se le fueron abasho sus projetos, averguensándose de avrir un bloko ke avía empesado kon tanta esperansa de reushir, bushkó kon toda su fineza a topar [190b] un molde ke pudiese azerlo alkansar su dezeo. Metiendo por achake ke no puede kontinuar por la ora el bloko i ke dezeava la pas, yamó a su ermana Zora i, mostrándole muncha amistad de ermano, le disho:

–Mi muy kerida Zora, rekonosko el yero en el kual kayí aviendo tomado en mano el bloko de Garifa, kuando tenía un defendedor komo Gusmano. Él es un ombre ke no tiene ojo en la moneda i es muy bravo i djenerozo; endesparte de esto, él tiene muncha buendad de alma. Sovre esto yo siento el bivo dezeo de renovar la amistad ke reinava entre nuestro padre muerto i este ombre kasteyano, i por esto más de todo otro kavzo kale ke se eskapen kon pas nuestras diferensyas. Yo konosko tu amor kon el mansevo Gusmano, amor ke es rekompensado según merese, mientras ke en mismo tiempo fui asegurado del karákter basho i traidor de don Juan. I kon todo, yo me topo oy en un estado tan difísil ke devo guadrarme de mostrar a este ombre mi menospresyo kontra él. Ma tú eres livre de refuzar sus propozisyones i akseptar las de don Pedro de Gusmano. Dunke, para ke ayudes el kumplimiento de mi dezeo, eskrive apunto a este djenerozo a kombidarlo esta noche a una entrevista sekreta, en la kuala emplea toda tu influensa sovre él por azer atorgar a­­_su padre a venir en avenimientos. En tu karta no olvides de deklararle el amor ke te tiene don Juan i el estremesimiento ke te kavzó su negro karákter.

Esta perikoloza avla de su ermano kavzó en el korasón de la bu[190c]ena Zora una biva alegría. Estas palavras ke paresían sinseras i su demanda ke paresía razonavle azían aleshar sospechos por alguna malisya i traisyón de Aben Iakob. Prometiéndole dunke ke iva kumplir kon plazer su dezeo, eskrivyó a don Pedro una karta muy benevoliente, kon la kuala lo kombidava a una entrevista a_la noche del otro día. En esta karta eya kontava kon kolores muy bivas los akosos ke somportó i devía aínda somportar de don Juan. En toda akea karta reinava akea elokuensa (fuersa de avlar) dulse de_la mujer, la ke aze un fuerte efeto sovre los ombres, endemás kuando afita ke estén vensidos de akea pasyón ke tormentava el korasón de Gusmano.

Esta karta fue mandada por medyo de un viejo moro, el kual, por no kavzar ningún sospecho, yevava kon él i una misyón ofisyal. Aben Iakob, teniendo muncha konfiensa en la kapasidad de este viejo, esperava reushir en su eskopo. Kuanto por don Juan, él ya savía todo lo_ke estava pasando, o por mijor dezir, él era el ke avía akonsejado la traisyón basha, kon la kual él se iva apatronar de su enbidyado. I por desgrasya, sus esperansas se afirmaron, porke la karta fue entregada i tuvo el rezultado dezeado. Don Pedro 16 saltó de alegría kuando meldó las aseguransas de amor de Zora, ma en mizmo tiempo, el kuento de sus males izo despertar en él grandes espantos. Saviendo ke el rei era dinyo de todo mal, temblava por su amada. Ma siendo ke la entrevista propuesta le prezentava tantos plazeres i alegrías, se [191a] determinó de no refuzar. Ma siendo ombre de konsensya asta el kavo, no savía kómo rejirse: irse a­_la eskondidas al real enemigo i kavzar el gran desplazer de su padre, o no. Ma el amor, este poderozo ándjel, izo determinarlo i lo forsó a irse a_la eskondidas de Garifa.

Akompanyado dunke del malino moro viejo –el ke traía la karta–, salyó de la sivdad, i después de difikultades 17 perikolozas, pudo entrar al kampo de gera enemigo. Fue yevado a una tienda onde lo esperava la grasyoza Zora. Apunto ke partyó el mesajero, los dos amantes se deskuvrían uno al otro sus sentimientos:

–Mi muy kerida 18 Zora –disho Gusmano–, yo no esperava una tala felisidad (buena ventura). Es dunke verdad ke tu amor es igual a tu buendad i tu virtud. ¡Ké prevas de fieldad me das, despresyando talos peligros!

(Se kontinuará) 19.

[206c] (Mirando el n. 24)

–Muy kerido Gusmano –respondyó la manseva kon boz dulse– yo soportí munchos males i penas de la ora de nuestra despartisyón. Ariví mismo a kreer ke nunka no te vo ver, ma el Dyo Abastado 20 sentesyó en otra manera i esta entrevista nuestra de oy es prinsipyo de una más grande felisidad.

–Tu esperansa buena me inche de alegría –repetó don Pedro–, aunke no puedo echar de sovre mí algunos espantos ke yo siento. En este punto nozotros tenemos a nuestro deredor mil períkolos i si por desgrasya nos aferan akí solos…

–Aremata estos espantos –disho Zora, sonriéndose kon una sonriza grasyoza–, el períkolo ke tú temes no egzista.

–¿Ké dizes, Zora?

–Digo la verdad: estamos en seguridad en este lugar.

–¿Ma tu ermano? ¿Don Juan?

–Mi ermano save ke tú estás akí.

–¡Dyo mío! ¿Es posivle esto?

–Kon su veluntad 21 yo te eskriví oy. Él aborese a don Juan kuanto nozotros, ma enteresos polítikos lo aze amostrar ke le tiene amistad. En[207a]desparte de esto, Aben Iakob topa konvenivle i djusta la amistad ke nos tenemos de parte a parte. Espera solamente una okazyón por una rekonsilasyón (pas) amigal de entonses.

–Estate, Zora –esklamó muy triste don Pedro–. En mi korasón tengo presentimientos muy tristes, un negro komploto está teniendo tu ermano.

–¿Komploto? No, no –disho bivamente Zora–, esto es imposivle. La sinseridad se vía en sus palavras i en sus ovras. Endesparte de esto, ¿para kuálo ke ayga este komploto?

–Dezea profitar de nuestro amor por aseladar Garifa. Ma se yera muncho si kree ke, por kualunke entereso personal, ovligaría a mi padre azer algo kontra sus doveres. ¿Kuálo? ¿Él kree ke mi padre le va entregar las yaves del kastiyo porke su ijo ama una mora? ¡A! Si él mostraría una tala flakeza, yo lo impediría de azer una echa tan dezastroza por la glorya de su nombre.

–Tienes yero, Gusmano –disho Zora–, teniendo talas ideas por mi ermano. No, no, él no bushka enganyar al padre por medyo de su ijo. Renunsyó (se desvacheó) enteramente de la idea de podestar Garifa i no tiene más ke un solo dezeo: de azer retornar de nuevo las relasyones amigales ke egzistavan entre nuestros padres.

Ma estas aseguransas no izieron despareser los sospechos de Gusmano, el kual poko antes no sentía otro ke el dulse plazer de kreer ke este kombite no era otro ke el [207b] rezultado de la amistad i simpatía, i kreía kon seguridad ke ninguno tenía avizo de esta sekreta entrevista.

Zora, entendiendo de los ojos de su amante estas tristes ideas, se esforsava a kitárselas del tino, ma sus penas kedaron sin fruto; un ondo sospiro de deskonfiensa fue la sola respuesta a_las palavras amorozas i konsolantes de la muchacha.

–Dime, mi kerido Gusmano, ¿kuálos son los espantos ke tú tienes?, ¿krees en verdad ke Aben Iakob te va azer traisyón?

–¡Ay! Tanta konfuzyón de ideas tengo en mi kavesa, ke no puedo azer ningún penseryo. Solamente mi imajinasyón está atakada de la idea del períkolo i mi korasón me dize ke una grande desgrasya kolga sovre mi kavesa; ma ké modo de desgrasya deve ser, no puedo aínda entender.

I en lo ke dezía estas palavras un ruido de pasos se sintyó. Don Pedro se aturvó entendiendo ke sus sospechos se verifikavan. Poko después entraron a­_la tienda dos ombres: Aben Iakob i don Juan.

–¡Dyo mío! –esklamó don Pedro estremesiéndose–. ¡O, Zora, Zora! A ké abizmo de peligros i desgrasyas echó a_tu amante tu konfiensa imprudente.

–Vengas en buena ora, senyor namorado –disho Aben Iakob sonriéndose kon triunfo–. Ek aora tú estás en mi poder. ¡Kuánto se enganyó el mizeravle! ¿Es posivle ke el amor trayga al ombre a este grado de desmeoyamento?

–¿Ké kerésh dezirme, ermano? –es[207c]klamó Zora kon enkantamiento–. Seguro ke no tenésh entinsyones enemigas kontra de un onesto kasteyano.

(Se kontinuará) 22.

[213c] (Mirando el n. 26)

–¿Onesto kasteyano? –repetó el moro–. Vaya, estas son dulses palavras. ¿Afero en mi real un enemigo topándose en entrevista sekreta kon mi ermana i avlas tú por su onestedad?

Es imposivle ke puedamos eksplikar kon palavras el enkantamiento de Zora, la kuala fiksó una o[214a]jada de teror sovre su infiel ermano. Ma el mansevo Gusmano, el kual entendiendo el invento i el arte, estava parado kon altigueza i no mostrava ningún sinyal de espanto ni turva. Siendo ke el mal le vino por no ave[r bien] 23 pensado, se determinó de soportar sus konseguensas kon koraje i djenerozidad dinyo de su padre. I don Juan echó una ojada mostrando el plazer de su basha alma.

–Veo ke me fue echo una basha traisyón –disho kon boz dura don Pedro, echando ojadas de desdenyo a_sus enemigos–.

–No –respondió Aben Iakob–. Fue tu bovedad ke te trusho en este estado.

–Demando –kontinuó kon altigueza Gusmano– retornar libremente a Garifa, i si me refuzásh vash a maldezir el día ke vos vino a­_la kavesa la idea de enganyar kon medyos verguensozos la buendad de un onesto kasteyano.

–¿De un onesto kasteyano? –repetó don Juan kon ayre burlesko–. ¿En verdad esta palavra konviene para un ombre el kual en la eskuridad de la noche viene komo un bravo ladrón por sombair una manseva sin espírito, ende más kuando él save ke eya pertenese a otro?

–¡Mizeravle! ¡Reniegado! ¡Indinyo del nombre de kasteyano! –esklamó don Pedro–. ¿Ay en la natura otra kriadura más malonesta ke ti? Tú, traidor de tu relidjyón, de tu patria; tú, el ke reprezentas todas las malas kualidades.

–Kontinúa, desmeoyado mansevo, kontinúa –repetó don Juan sin turvar[214b]se del todo–. Vierte toda tu sanya, no te apretes, esta es tu únika satisfaksyón.

–¡O, mi ermano! –esklamó Zora kon lágrimas–. Seguro ke no vas a kerer azer traisyón a don Pedro. Kuanto por don Juan, tú no deves esperar de él más ke bashezas i malisyas. Ma tú, mi ermano, no keras nunka asemejar a esta alimanya mala. Konforme a tu dezeo fue eskrita i mandada akea triste i desgrasyada karta ke trusho al kasteyano en este estado difísil. ¿Ké otro aze más ke de ovedeser a tus órdenes? I aora…

–Aora –disho Aben Iakob sonriendo–, aora ke kojí los frutos de mis finos projetos i de tu atavanada konfiensa, aora ke se topa el enemigo en mi poder i el amigo don Alonzo de Gusmano va ser ovligado de sakar de sovre él el orguyo, ahora, en fin, kuando tengo en mi mano una presyoza prenda i no tengo ningún menester de tu ayudo, va topar tus mosas i aparejarte a ser la novya de don Juan apunto, según te lo komando. I tú, kristyano –adjuntó aderesándose a Gusmano–, entrega tus armas porke eres mi esklavo.

Estas palavras disho, batyó el pie en basho i apunto la tienda se inchó de soldados. El mizeravle don Pedro vido ke venir kuentra iva ser sin provecho i, echando la espada, ató kon altigueza las manos. Zora lo kedó mirando kon ansya kuando lo estavan travando afuera de la tienda atado kon kadenas. Aben Iakob i don Juan, felisitándosen unos a­_los otros por el reushimiento del komploto, se konsejavan los moldes [214c] ke les iva azer arivar a_la fin de sus dezeos.

Ansí pasó la noche. A_la manyana don Alonzo Pérez de Gusmano no saviendo del todo lo_ke le akontesyó a_su ijo i el golpe terivle ke iva kayer sovre su korasón paterno, se paseava en la sivdad komo su uzo, por asegurarse ke kada uno estava en su lugar. En supeto, boz de trompeta sonó en su oyido i le anunsyava ke nuevos mesajeros venían de la parte de los moros.

–Kuryozo está este kaprisyo de los moros de ir mandando mesajeros. ¿No entendieron aínda ke es sin provecho? –disho él kon desrepozo–. Kale ke entiendan ke nada no puede azerme boltar del kamino de mi dover. Kon todo, Álvarez –disho a uno de sus yaver 24–, trae a_los mesajeros delantre de mí.

Los delegados entraron a_la sivdad. Paresían, kontra de sus uzo, sobervyos i orguyozos. Por esto, los kasteyanos esperavan kon despasensya oyir el eskopo de sus misyón.

–Gusmano –esklamó de una uno de los mandados–, en nombre del profeta, su reprezentante, el noble i poderoso Aben Iakob me mandó de nuevo onde ti, por konsejarte ke me entreges la sivdad i el kastiyo de Garifa. Ma sepas bien ke todo refuzo de tu parte va kavzar tristes rezultados kontra los kristyanos i antes de todos kontra de ti.

–Moro –respondyó dinyamente Gusmano–, nuestros sentimientos kalía ke fueran konosidos a_tus patriotos para ke no los repetáramos. Todo tiempo ke yo bivo Garifa no va kayer en manos de los moros. Ke sepa [215a] dunke tu senyor de aora endelantre toda embashada ke me va mandar va ser demazía.

–Este orguyo tuyo –repetó el moro– va umiyarse aora, kuando savrás ke Aben Iakob va bushkar los remedyos menesterozos por ovligarte a akseptar sus propozisyones.

–Estáte, infiel –esklamó kon orguyo Gusmano–, kualunke sea el poder de Aben Iakob no va parvenir nunka a tomarte el onor.

–Orguyozo espanyol –respondyó el mesajero moro–, ay un períkolo del kual solo el nombre te aría estremeser, si tienes sentimientos umanos. Eres padre, Gusmano, i el grado de insensivle ke tengas la alma no vas a pueder nunka taparte los oyidos a las bozes de la natura kuando eyas arivan asta tu korasón. [Gusmano i los de su deredor kedando enkantados kuando sintieron estas palavras misteryozas, eksplikasyón 25]. El períkolo ke kore tu ijo don Pedro kale a_lo manko ke te aga meter en grande kudyado.

–¿Mi ijo don Pedro? ¿Ké keres decir, moro? –esklamó Gusmano kon boz demudada–. Seguro ke él no sería traditor de su fey i de su patria. Ma –adjuntó tornando para los ke tenía a su deredor–, ¿ónde está mi ijo? ¿Por ké no se topa akí en este punto?

Ninguno pudo responder a_su demanda i el espanto de los kristyanos pujó más muncho.

–Tu ijo –repetó el moro kon boz i triunfante– se topa aora kativado en nuestra armada, onde lo aparetas 26 la noche pasada, koriendo [215b] detrás de projetos amorozos. Es una prenda presyoza i Aben Iakob se determinó de provechar de esta favoravle okazyón. Ávrele dunke las puertas de Garifa por-ke la salvasyón de tu ijo depende solo de esto.

–Ke pase alora mi ijo –respondyó Gusmano– toda su vida en kativeryo.

–Gusmano –kontinuó el moro–, no saves aínda toda la grandeza del períkolo ke kore tu ijo. Su vida es menazada, porke savrás, kasteyano, ke si asta dos oras la sivdad no es entregada, la kavesa de tu ijo no va ser kortada 27.

–Si es ansí –disho don Nuno Garsýa, uno de los kasteyanos–, vos detenemos i vozotros kativados i vuestra vida va korer el mismo períkolo de don Pedro.

Diziendo esto se aparejó kon otros arestar a_los mesajeros, ma Gusmano, interviniendo, les disho:

–Estadvos, kasteyanos. ¿Asta ké grado vos trae vuestro zelo? Estos ombres, kuanto indinyos ke sean del título ke yevan, eyos son embashadores (elchís) i komo emba­shadores devemos respektarlos. No kale dezir nunka ke Alonzo Pérez de Gusmano se komportó al eshemplo de la infieldad ke mostraron sus enemigos. Andadvos, moros, i azed saver a vuestro soverano ni los menazos ni las prometas no tiene ninguna fuersa sovre mí. El grado de bárbaro ke él sea, kreo ke no va vertir nunka la sangre de un mansevo el kual no le izo ningún danyo. Ma si un projeto tan temerozo tiene en verdad en su kavesa, dezidle ke puede muy bien despedasar el korasón de un padre, ma en ninguna manera él puedrá revatarle su onor [215c].

Esto disho i mandó a_los mesajeros, los kualos kedaron maraviados de la djenerozidad ekstraordinarya de su alma. Los kasteyanos también se maraviaron del komportamiento de sus kaporal. Algunos 28 de eyos también toparon ke se avían kom­[port]ado 29 más noblemente i djenerozamente del menester, respektando a unos mesajeros no meresientes del todo una tala onor. Kon todo, munchos de los kasteyanos kreían por seguro ke este mesaje de Aben Iakob no era otro más ke un menazo vano, por ver si avía molde en esta manera de azerle soltar el korasón de Gusmano. Pensavan en mismo tiempo ke el djenerozo komportamiento de Gusmano kon los mesajeros iva inspirar al moro el dezeo de asemejar a él.

Después de tres oras, el ruido de una trompeta se sintyó de nuevo i Gusmano, dando orden ke no sean prezentados los nuevos mesajeros, se fue para las fortifikasyones las más serkanas del enemigo por sentir las propozisyones de los moros. Ma la vista ke él devía ver ayí era de una tala natura ke puedía despesar 30 el korasón 31 del más korajozo ombre del mundo. Su povre ijo, teniendo la garganta desnuda i las manos i los pies atados muy apretados, estava rodeado de verdugos (djelates). Todo estava pronto para degoyarlo. Serka de él estava el kruel Aben Iakob i el muy mizeravle traditor don Juan. Detrás de eyos estavan las tropas aparejadas komo para el kombate. Entonses, el moro, adelantándose bastante de manera ke fuera oyido de todos, gritó kon una boz muy dura:

(Sigee la fin) 32.

[228c] (Mirando el n. 27)

–¡O, Gusmano, mira a tu ijo! Si asta el chiko tiempo ke te fue dado para ke penses no entregas Ga[230a]rifa, tu ijo va ser matado por la krueldad de su padre.

–Moro, estás avlando verguensozamente mentiras –respondyó Gusmano yeno de ravya–. Si mi ijo va morir, no va ser seguramente víktima de mi krueldad, ma de tu traisyón basha i de su poko pensar.

–¿Tu determinasyón dunke no puede boltar?

–Moro, kale ke de aora i endelantre sepas kén es Alonzo de Gusmano. Kumple este terivle sakrifisyo i para ke no te kede ni el más chiko dubyo ke yo vo kumplir fielmente mi dover, ek, si no tienes espada por degoyarlo, el padre te prezenta la suya.

Diziendo esto, él echó su espada al real enemigo i, después de aver visto por la última ves kon dolor a_su ijo, partyó kon repozo. Todos los ke estavan ayí kedaron enkantados viendo la grandeza de la ovra, ke era más grande de las gloryozas echas de los antigos romanos, i murmuros de maravía se sentían por todas las partes. Ma el desgrasyado padre tenía ke somportar otra dolor, no bastava la vista de su kerido ijo, ke estava serka de somportar una muerte terivle, ma devía oyir los gritos manziozos i las kalurozas rogativas de la madre, la kuala iva ver poko después a_su amado ijo degoyado.

Dona María Kornel, noble mujer de Gusmano, era de un karákter eroiko i somportava las penas i los períkolos kon una pasensya ke azía maraviar a_sus kompatriotos i pujar la amistad kon su marido. ¿Ma kuála fuersa umana o kuála determinasyón puedía azer abatir su a[230b]mistad de madre? Munchos de los más respektavles kasteyanos aunaron sus rogativas a_las de dona María i penaron muncho por azer konvenser (kanderear) a don Gusmano ke el rei no iva demandar nunka un tan terivle sakrifisyo, i ke si Garifa iva ser entregada, las tropas de los espanyoles no ivan a tadrar a venserla de nuevo. Ma todas estas razones i rogativas no pudieron en ninguna manera azer boltar a Gusmano de su determinasyón, el kual ovligado a no deshar ver su amargura, devía de más konsolar a_su mujer i ir refuzando en un pedaso los esforsos de sus amigos.

Kon todo, don Pedro esperava su suerte kon koraje, porke konosiendo ya a_su padre, no tenía la más chika esperansa de salvasyón. Aben Iakob i su mal kompaniero, el traditor don Juan, tuvieron grande desplazer kuando vieron ke no les reushó sus plano terivle.

Un ruido rebueltante se sintyó en todas las plasas de Garifa. Gritos mesklados kon los sonetes entusiasmados de la gera inchían el ayre i todo paresía mostrar ke iva akonteser un grande akontesimiento. Gusmano, desrepozado, koryó para los kastiyos, por entender el motivo de este movimiento ekstraordinaryo. Un kasteyano le mostró kon repozo el 33 real enemigo, onde el mizeravle padre vido el kuerpo sangretado de su ijo i la kavesa pálida enfinkada en una lansa.

–Me estava espantando no sea ke el enemigo avía aseladado la sivdad; grasyas al Dyo no akontesyó nada de esto; kumplí mi dover [230c].

Kontra la esperansa de todos, el terivle sakrifisyo fue echo. Aben Iakob i don Juan atados de un sentimiento de vengansa i no pudiendo trokar la determinasyón de Gusmano, kijeron despedasarle el korasón. Endesparte de esto, don Juan dezeava ke Gusmano 34 muriera una ora más antes a kavza del selo ke tenía en su korasón. Por esto perkurava a ensanyar a_su amigo moro. Apunto ke se eskapó el tiempo ke le avían dado a Gusmano i don Juan komandó ke degoyaran al mansevo. Ma la muerte del mansevo kavzó en los korasones de los kristyanos grande turva i un dezeo invensivle de vengansa. Todos se inflamavan del dezeo de kayer kontra de sus enemigos mortales de manera ke don Alonzo de Gusmano, no pudiendo detenerlos, komandó una salida djeneral kontra del enemigo.

El koraje de los kasteyanos, enfortesido kon la ravya i la venganza, les izo venser. En vano, Aben Iakob i don Juan kombatían por impedir el koriente del enemigo. Sus kombates fueron sin provecho i la matansina ke izieron los kristyanos sovre los moros fue tan terivle, kuanto kruel sus echa. El kuerpo de don Pedro de Gusmano aferado fue traído a Garifa, onde le fueron echas las onores en medyo de las lágrimas i los djemidos de todas las tropas.

El noble Alonzo de Gusmano, su mujer i sus amigos no fueron los solos ke yoraron la muerte de don Pedro. Avía i otro un korasón umano, del kual las dolores no eran manko doloryozas. La amavle, la povre Zora, kayó en un triste dezespero. La terivle fin de su amante se prezentava en un pedaso en su imaji[231a]nasyón sufriente. Kon todo el mal al kual fue kondanada eya kon la muerte de don Pedro no era el solo ke eya devía somportar. Don Juan kontinuava persegyrla kon su aboresivle amor. Ma eya, aziendo prova de grande koraje en su último dezespero, lo repushó kon ravya i ayegó mismo a venir kontra de su ermano. Deklaró klaramente a akeos bashos ombres ke se estremesía de verlos i ke estava bien determinada de morirse más ke de azerse mujer de don Juan. Estos verdugos (djelates), viendo ke todas sus esperansas se avían anulado, akudieron a otros medyos más krueles. La povre manseva fue enserada en una kársel, fue insultada i no se venguensaron mismo de kastigarla, a kavza de su refuzo. Todas estas torturas (ezietes) adjuntadas a_la ansya ke le kavzava la muerte de su amante, no tadraron a traerle kavos muy terivles. Porke apenas pasó una semana de la muerte de don Pedro, la desdichada Zora también no mankó de akompanyarlo en la fuesa. Rompiéndose ansí el úniko atadero ke atava estas dos alimanyas malas, don Juan se determinó a irse del real i bushkar en otro real su fortuna, la kuala perdyó akí. Aben Iakob le disho ke se fuera sin ningún desplazer, siendo ke no teniendo más ninguna esperansa de venser Garifa, vía ke no tenía ningún menester de su ayudo.

Kon todo izo una última prova por pueder apatronearse de la sivdad, ma la atensyón siempre despierta de don Alonzo izo anular i este último esforso. En fin, Aben Iakob, embezándose después de munchas provas ke kalía espantarse de la bravura de [231b] Gusmano el Bueno, avryó el asedyo i se retiró a Áfrika verguensado i muy ensanyado.

Esta defensa de Garifa glorifikó a este djenerozo ofisier. La fama del sakrifisyo ke izo Gusmano i su djenerozo komportamiento mientras el asedyo se espandyó por toda la Espanya. El rei Sancho, apresurándose a eksprimirle su rekonosimiento, le eskrivyó una karta kon la kuala lo felisitava i lo konortava, i le dezía ke solo la hazinura lo impedía de ir al renkontro del más noble de los kasteyanos; i lo kombidava a su korte.

Gusmano el Bueno era de una famiya muy noble i sélebre de la Espanya, konosida kon el nombre de “Medina Sidonya”. Él rendyó muy grandes servisyos a_su nasyón. Su memorya, dize un grande autor espanyol, nos inspira profundo respekto.

Fin

De su análisis hemos podido deducir que David Fresco, para su adaptación, se basó en la novela que señalábamos anteriormente de Telesforo Trueba y Cossío (1799-1835), quien, durante su exilio en Londres, publicó varias novelas históricas, que tuvieron bastante buena acogida, como, por ejemplo, The Castilian (1829).

En el caso que nos ocupa: «Un editor londinense inició una colección titulada The Romance of History, de las que salieron las referidas a Inglaterra, Francia e Italia, encargándole la de España a Telesforo Trueba» (Trueba y Cossío 2013: 167-168). La edición inglesa de The Romance of History. Spain se publicó en Londres en 1830 y ese mismo año apareció una reedición en Nueva York y su traducción al francés de la mano de Defauconpret 35. Parece que «Fue traducida al francés en 1830 con el título L’Espagne Romantique; haciéndose dos años después una nueva edición con el título Contes de l’histoire d’Espagne» (Trueba y Cossío 2013: 170). Sin embargo, la única edición de esas fechas que hemos encontrado en francés data de 1832 y el título completo sería: L’Espagne Romantique. Contes de l’histoire d’Espagne.

Lo cierto es que volvería a publicarse de nuevo en Londres en 1834 y, más adelante, en 1836, llegaría la adaptación al alemán. En España tendremos que esperar a 1840 para encontrar la primera traducción al castellano, realizada por Andrés T. Mangláez con el título de La España Romántica (Barcelona: Selas y Oliva, 1840), título tomado de la traducción de la obra de Trueba y Cossío al francés (Trueba y Cossío 2013: 170).

La obra consta de tres volúmenes y en ellos encontramos una selección de anécdotas y leyendas referidas a la Historia de España. En el primero de ellos encontramos narraciones sobre los godos, la derrota de Roncesvalles, el conde Fernán González, los infantes de Lara, etc. En el segundo aparecen historias atinentes a los siglos xi al xiii, donde se encuadra la leyenda de Guzmán el Bueno. El tercer volumen se dedica a sucesos acaecidos en los siglos xiv y xv.

Según Trueba y Cossío (2013: 167-168):

En palabras de García Castañeda: «The Romance of History es una colección de sucesos representativos de la historia de España contados de forma breve y amena y sin respetar, a veces, la verdad histórica». Entre sus capítulos se encuentra el titulado Guzman the Good, que toma la información histórica del padre Mariana, de Manuel José Quintana y de los romances. La narración de Trueba se ajusta inicialmente a la realidad histórica. Sitúa a los principales personajes de la gesta de Tarifa (Sancho IV, Guzmán el Bueno, el infante Don Juan y el sultán Aben-Jacob), pero transforma el episodio histórico en una novela de ficción de carácter romántico, cuando hace intervenir al hijo de Guzmán el Bueno como amante de Zora, la hermana del sultán. La obra concluye con el sacrificio del hijo del alcaide de Tarifa y con la desolación de su amada, que no logra superar el trance y también encuentra la muerte.

Por lo tanto y recapitulando, David Fresco, en su versión judeoespañola, parece seguir en todo momento la obra de Trueba y Cossío. Ahora bien, ¿qué texto le sirvió de fuente? Veamos cómo empieza y finaliza el relato en inglés, francés, español y judeoespañol:

Versión inglesa

Versión francesa

Versión española

Versión judeoespañola

[Inicio]:

Aben-Jacob, the Moorish King of Fez and Morocco, had determined to lay siege to Tarifa, the possession of which was of the greatest advantage to the Moslem, as it formed an entrance to Spain from the Mediterranean. He accordingly made mighty preparations to accomplish his design (p. 284).

Aben-Jacob, roi maure de Fez, avait résolu de mettre le siége devant Tarifa, dont la possesion était d’une grande importance pour les musulmans, en ce qu’elle ouvrait l’entrée de l’Espagne du côte de la Méditerranée. Il fit donc de grands préparatifs pour accomplir son dessein (vol. II, pág. 191) 36.

Codiciaba ya de antiguo el Rey de Fez Aben-Jacob la importante plaza de Tarifa, cuya conquista debía serle tanto más ventajosa, en cuanto aseguraba nuevamente la libre comunicación entre los sarracenos de África y España (p. 386).

Aben Iakob, rei moro de Fez, se avía determinado de blokar la sivdad Garifa, la kuala dezeavan muncho los moros venserla, porke les avría el kamino de la Espanya por la mar Mediteránea; por esto izo muy grandes aparejos.

[Fin]:

Guzman the Good was […] founder of the house of Medina-Sidonia […].

His memory (says Quintana) excites amongst us a respect equal to that which is inspired by the most celebrated worthies of antiquity – such as a Scipio, or a Epaminondas; and his name, bearing the impress of the most exalted patriotism, is never pronounced but with a sort of religious veneration (p. 304).

Guzman-le-Bon fut […] le fondateur de la maison de Medina-Sidonia […].

Sa mémoire, dit Quintina [sic], excite parmi nous un respecté gal à celui qu’inspirent les plus cèlébres héros de l’antiquité, tels que Scipion ou Épaminondas; et son nom, qui rappelle le plus noble patriotisme, n’est jamais prononcé qu’avec une sorte de vénération religieuse (p. 231).

Guzmán el Bueno fué […] fundador de la casa de Medina Sidonia.

La memoria de este insigne varón excita entre los españoles un respeto igual al que inspiraran en la antigüedad los célebres nombres de Escipión o Epaminondas, y nunca se citan sus famosos hechos sin producir una religiosa y venerable sensación. Sin disputa alguna le cuenta España por uno de los hombres más ilustres que haya producido este suelo clásico, tan célebre ya en los tiempos más remotos por la heroicidad y grandeza de ánimo de sus naturales y que a pesar de su actual decadencia y abatimiento deslumbrara un día a los demás estados con el inmarcesible brillo de su gloria (p. 412).

Gusmano el Bueno era de una famiya muy noble i sélebre de la Espanya, konosida kon el nombre de «Medina Sidonya». Él rendyó muy grandes servisyos a_su nasyón. Su memorya, dize un grande autor espanyol, nos inspira profundo respekto.

Después de cotejar las versiones inglesa, francesa y española, todo parece indicar que, en esta ocasión, Fresco no se guió por la española, a pesar de que estamos prácticamente convencidos de que el autor sefardí conocía las fuentes literarias en castellano en el caso de otras obras, como son su adaptación parcial del Quijote al judeoespañol 37 y las que realizó en torno a varios cuentos que aparecían en El Sobremesa y alivio de caminantes de Juan Timoneda (Valencia, ¿?-1583) –y que procuraremos dar a conocer muy pronto–. Recordemos también que algo similar debió ocurrir con la difusión de dos leyendas de Pedro I de Castilla (1334-1369); véase Sánchez-Pérez (2018). Textos todos ellos, además, incluidos entre las páginas del El Amigo de la Famiya.

Teniendo en cuenta el inicio de las distintas versiones, la inglesa, francesa y la judeoespañola comienzan de manera similar: con el nombre del rey moro de Fez y aludiendo al punto estratégico de Tarifa en el Mediterráneo. Si observamos el final, la inglesa y la francesa, aluden a Quintana, es decir, al poeta Manuel José Quintana (1772-1857), aunque en la francesa existe una errata y figura Quintina. En la versión española se suprime directamente la referencia a este autor y en la judeoespañola solo se expresa que «Su memorya [aludiendo a Guzmán el Bueno], dize un grande autor espanyol, nos inspira profundo respekto», pues no parece sensato para los lectores sefardíes a quienes iba dirigido el texto referirse a Escipión, ni a Epaminondas, ni hacer mención a esa veneración religiosa que suscitaría la figura de Guzmán.

Sabemos que Fresco tradujo al judeoespañol obras de las literaturas hebrea, inglesa y francesa, y, aunque no podemos afirmar con exactitud si se basó para su adaptación de la leyenda de Guzmán el Bueno en la versión inglesa o francesa de Trueba y Cossío, creemos que quizá lo hiciera de la versión en francés, ya que sabemos que la influencia del país galo fue decisiva en la apertura del mundo oriental sefardí a partir de mediados del siglo xix, puesto que una asociación filantrópica francesa, la Alliance Israélite Universelle implantó escuelas laicas por el mundo mediterráneo y el norte de África con el fin de que allí estudiaran los judíos de las comunidades de estas zonas. Y es cierto que en el desarrollo de la novelística sefardí fue también primordial la influencia francesa, ya que las traducciones de estas obras fueron mayoritarias y porque sirvieron de modelo para otras tantas.

Con todo, aun sin poder determinar la fuente exacta de la que tomó Fresco sus materiales, a través de este recorrido, hemos intentado demostrar el proceso de creación y difusión de esta leyenda, así como el significativo éxito que cosechó a lo largo de los siglos, en diferentes países, culturas y latitudes.

Glosario

aboreser ‘odiar, detestar, aborrecer’

achake ‘excusa, pretexto’

aderesar(se) (fr. adresser) ‘dirigir(se)’

aferar ‘coger, tomar, sujetar, atrapar’

aínda (port. ainda) ‘todavía’

akea ‘aquella’

akoruto ‘a menudo, frecuentemente, continuamente’

altigueza ‘arrogancia, altivez, orgullo’

amanziar ‘apenar, compadecer’

ándjel ‘ángel’

antigo ‘antiguo’

aparejar(se) ‘preparar(se)’

apatronar(se) ‘apropiar(se)’

apretarse ‘apretarse, imponer(se) privaciones’; ‘tener o experimentar opresión, angustia’

apunto ‘enseguida, inmediatamente’; ‘exactamente, justamente, precisamente’

arematar ‘destruir, exterminar, destrozar, arrasar’

arestar (fr. arrêter) ‘detener’

arivar (fr. arriver, it. arrivare) ‘llegar’

arondjar ‘arrojar, tirar’

aseguransa ‘seguridad’

aseladar ‘acechar, vigilar, espiar para atacar por sorpresa’; ‘tender una trampa’

atavanado ‘atolondrado, confuso’

atorgar ‘aceptar, conceder, reconocer, confesar, admitir’

aturvar ‘turbar, alterar’

avantajes (fr. avantage) ‘ventaja, beneficio, provecho’

avla ‘palabra, razón, habla, expresión’

basho ‘bajo’; en basho ‘por tierra’

blokar ‘bloquear’; ‘sitiar, asediar’

bloko ‘sitio, asedio’

boltar ‘volver, cambiar, modificar’; ‘dar la vuelta, rodear’

bovedad ‘necedad, tontería’

delantre ‘ante, delante’

demazía ‘exceso, excedente, sobrante’

deredor ‘rededor, entorno’; al deredor de ‘alrededor de’

desmeoyamiento ‘necedad, insensatez’

despartisyón ‘separación’

despasensya ‘impaciencia’

desplazer ‘disgustar, desagradar’

desrepozado ‘inquieto, desasosegado’

desrepozo ‘inquietud, desasosiego’

desvachear ‘abandonar, desistir, renunciar’

dinyo ‘digno’

djura ‘juramento’

dover (it. dovere) ‘deber, obligación’

dubyo (it. dubbio) ‘duda, vacilación’

dunke (it. dunque, fr. donc) ‘pues, por consiguiente, por tanto, en consecuencia’

echa ‘acción, hecho, suceso, acontecimiento’

ek ‘he aquí’

embezar ‘enseñar, enterar(se), informar, aprender’

endelantre ‘a partir de ahora, en adelante’; por endelantre ‘en adelante’

endemás ‘además’

endesparte ‘aparte, además’

enfinkar ‘meter, hincar’; ‘poner, colocar, fijar’

enkantamiento ‘asombro’

ensanyar(se) ‘enfadar(se), indignar(se), enfurecer(se)’

entereso ‘interés’

entisyón ‘intención’

esforso ‘esfuerzo’

eskapar(se) ‘acabar, terminar, concluir, finalizar’

eskasura ‘escasez’

eskopo (it. scopo) ‘finalidad, fin, objetivo’

eskuridad ‘oscuridad’

espírito (fr. esprit, it. sprito) ‘espíritu, ánimo’

eziet (tc. eziyet) ‘maltrato, tortura’

fey ‘fe’; ‘fidelidad’

fieldad ‘fidelidad’

fiksar(se) (fr. fixer) ‘fijar, establecer’; ‘fijar la mirada, mirar fijamente’

fino ‘sagaz, inteligente’

fuesa ‘fosa, tumba, sepultura’

gera ‘guerra’

hazinura ‘enfermedad’

i ‘además, incluso, también’

inchir ‘colmar, henchir, llenar’

indinyo ‘indigno’

kale ‘es necesario, hay que, hace falta, es indispensable’

kanderear (tc. kandirmak) ‘convencer, persuadir’

kavo ‘fin, final’

kavza ‘causa’

kavzar ‘ocasionar, causar’

kavzo ‘caso, ocasión’

kayer ‘caer’

kitar(se) (fr. quitter) ‘sacar, hacer salir, irse de’; ‘apartar, separar’; ‘quitar’; ‘liberar(se)’

komandar (it. comandare) ‘ordenar, mandar’

komploto ‘complot’

kondanada ‘condenada’

konfiensa (fr. confiance, it. confidenza) ‘confianza’

konortar ‘consolar, reconfortar’

korajozo (it. coraggioso) ‘valiente, animoso, esforzado, valeroso, intrépido, osado’

kualunke (it. qualunque) ‘cualquir, cualquiera’

kudyado ‘cuidado, atención, preocupación’

lansa ‘lanza’

lei ‘ley’

malino ‘malvado, astuto, maligno’

malonesta ‘deshonesta’

manko ‘falto, defectuoso, de menos’; a lo manko ‘por lo menos’

mansevo ‘joven’

manya ‘costumbre, hábito, afición’

manziozo ‘lastimoso, que incita a la piedad’

maravía ‘maravilla, cosa sorprendente y asombrosa’

maraviado ‘sorprendido, asombrado’

matansina ‘matanza, masacre’

meldar ‘leer’

menazada ‘amenazada’

menazo ‘amenaza’

menesterozo ‘necesario’

merkar ‘comprar’

mesajero (it. messaggero) ‘mensajero’

mijor ‘mejor’

molde ‘artificio, estratagema, medio, recurso’

muncha ‘mucha’

namorado ‘enamorado, amante’

negro ‘malo’; ‘nefasto, desdichado’

ofisier ‘oficial’

ojada ‘mirada, ojeada’

onestedad ‘honestidad’

parvenir (fr. parvenir) ‘lograr, alcanzar, llegar a un objetivo’

pas ‘paz’

pedaso ‘pedazo, trozo, porción, fragmento’ 38

penseryo (it. pensiero) ‘pensamiento, reflexión, cavilación’

perikolozo (it. perikoloso) ‘peligroso’

perkurar ‘procurar, intentar’

permeter (fr. permettre) ‘permitir, autorizar’

piadad ‘piedad’

piédrita ‘pérdida’

podestar ‘dominar’

preva ‘prueba, muestra, manifestación’

profitar (fr. profiter, it. profittare) ‘ganar, obtener beneficio, aprovechar’

projeto (it. progetto) ‘proyecto, plan’

prometa ‘promesa’

propozar (fr. proposer) ‘proponer’

propyo ‘mismo, propio, idéntico’

pujar ‘subir, aumentar’

ralo ‘raro, poco común, inusual, extraordinario’

ravya ‘cólera, rabia, indignación, furor’

refuzar (fr. refuser) ‘rehusar, rechazar, negarse a algo’

rekreser ‘aumentar, incrementar, intensificar’

render (fr. rendre) ‘ir a un lugar, hacer una visita, viajar’; ‘prestar, convertir en, conceder, producir’

renkontro ‘encuentro’

repetar ‘repetir’

repushar ‘rechazar, expulsar, despedir, repeler’

reushir (fr. réussir, it. riuscire) ‘triunfar, vencer’

revatar ‘arrebatar, quitar’

rovinar(se) (it. rovinare) ‘arruinar(se), corroer, estropear, deteriorar’

sanya ‘cólera, ensañamiento, obstinación, terquedad, tenacidad, perseverancia’

selar(se) ‘envidiar, tener celos de, ambicionar, codiciar, encelar(se)’

sinyal ‘señal, aviso’; ‘signo, augurio’

sivdad ‘ciudad’

sombair ‘seducir, conquistar, engatusar’

somportar ‘soportar, sufrir, aguantar’

sonete ‘sonido, ruido insólido’

sospecho (it. sospetto) ‘sospecha, desconfianza, duda’

sospiro ‘suspiro’

supeto ‘súbito, repentino’; en supeto ‘súbitamente, repentinamente’

tadrar ‘tardar’

tala ‘tal’

terivle ‘terrible’

teror ‘terror’

tino ‘pensamiento, atención’

traditor (it. traditore) ‘traidor’

travar(se) ‘coger, agarrar’; padecer, sufrir’; ‘parar, detener(se)’; entretener(se)’

trokar ‘cambiar, transformar’

trusho ‘trajo’

turva ‘turbación, alteración del ánimo’

uzo ‘uso’; ‘hábito, costumbre’ komo de uzo ‘como es costumbre, de la manera acostumbrada’

veluntad ‘voluntad, deseo’

verguensar(se) ‘avergonzar(se)’

vía ‘veía’

yaver (tc. yaver) ‘ordenanza, asistente, ayudante, ayudante de campo’

yelor ‘frialdad, despego’

yero ‘equivocación, error’

Bibliografía

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Valderas, A. (1991), Guzmán el Bueno, León: Santiago García D. L.

1. Este trabajo es fruto de las Ayudas a la Investigación que concede la Fundación Memoria de D. Samuel Solórzano Barruso de la Universidad de Salamanca, en concreto al proyecto «La Edad Media y los siglos de Oro hispánicos en la prensa sefardí (SefardiPress)» (FS/6-2018), así como del proyecto de investigación «El legado historiográfico de Alfonso X (1270-1350): Teoría histórica, tradiciones literarias y textos inéditos (LEHIAL)» (PGC2018-097250-B-I00).

2. Para los hechos históricos pueden consultarse, entre otros: Gaibrois de Ballesteros (1919-1920 y 1928); Valderas (1991); Manzano Rodríguez (1992); Pagani y Vázquez Campos (2006); Santamarta Reguera (2009); Segura González (2009a, 2009b, 2009c y 2010); López Fernández (2009 y 2013); y el más actual de Ladero Quesada (2015).

3. Se refiere a Robles (1927).

4. Gracias a un reciente estudio de Vicenç Beltrán (véase Timoneda 2020: 232-234) el romance de Timoneda –Romance del Infante don Joan [«Pasado se habia allende / ese Infante don Juan»]– se encuentra también en dos pliegos sueltos poéticos del siglo xvi (RM 1060; RM 1071). Beltrán señala, además, que Timoneda lo habría reescrito a partir de RM 1071 y que RM 1060 «procede de otra corrección» (Timoneda 2020: 234). En cualquier caso, habría que tener en cuenta que RM 1060 es posterior a la publicación de la Rosa española de Timoneda, puesto que esta obra se imprime en 1556, mientras que el pliego suelto data de 1596 –impreso en Alcalá de Henares en casa de Sebastián Martínez, tal y como se desprende de la entrada RM 1060.

5. Versos tomados de la edición y el estudio de Carreño (1998: 138).

6. Aunque es autor del siglo xvi, véase Barrantes Maldonado (1998).

7. Estas y otras obras pueden verse en Segura González (1994: 32-34), pues la bibliografía que ofrece sobre este y otros campos es abundante.

8. Para esta obra nos basaremos en un artículo publicado en la revista Al Qantir. Monografías y documentos sobre la historia de Tarifa. El trabajo está firmado por Telesforo Trueba y Cossío, pero es imposible que sea su autor. Es, sin embargo, un homenaje a él y en el trabajo encontramos una introducción, una semblanza del mismo y, a continuación, su obra sobre Guzmán. Con todo, al no tener datos sobre el autor del trabajo, citaremos por Trueba y Cossío (2013).

9. Pueden consultarse varios datos sobre el periódico en Stein (2000, 2002 y 2004); y sobre el periódico y David Fresco en Sánchez-Pérez (2019). Véase, además, la semblanza de Fresco en la siguiente página de Sefardiweb: http://sefardiweb.com/node/251, donde se encuentra también bibliografía de referencia sobre el autor.

10. Para el estudio, análisis y edición del Quijote al judeoespañol, remitimos a Sánchez-Pérez (2016 y 2019); y sobre los procesos de su adaptación al castellano véanse los dos trabajos de Díaz-Mas y Sánchez-Pérez, (2020a y 2020b).

11. El texto se encuentra en judeoespañol aljamiado, es decir, está escrito en lengua judeoespañola pero utilizando caracteres hebreos, por lo que para transcribir de la aljamía original nos hemos basado en el sistema de transcripción utilizado en la revista israelí Aki Yerushalayim. Sobre este método puede verse Romeu Ferré (2006). Dado que los textos que ofrecemos al lector son transcripciones de originales aljamiados –esto es, judeoespañol escrito con caracteres hebreos–, señalamos a continuación las equivalencias gráfico-fonéticas: b bilabial oclusiva sonora /b/; v bilabial fricativa sonora /ƀ/; ch prepalatal africada sorda /ĉ/ dj prepalatal africada sonora /ŷ/; g velar sonora oclusiva o fricativa (usamos el dígrafo «gu» exclusivamente cuando la velar sonora aparece seguida de vocal velar cerrada /u/); h faríngea fricativa sorda /χ/; j prepalatal fricativa sonora /ž/; k oclusiva velar sorda /k/; ny nasal palatal /ŋ/; s alveolar fricativa sorda /s/; z alveolar fricativa sonora /z/; sh prepalatal fricativa sorda /š/; ts alveolar africada sorda /ŝ/. Transcribimos como «y» la grafía doble yod (יי) y también la grafía lámed (λ) + yod (י), puesto que la mayor parte de las veces la lateral palatal /λ/ se realiza en judeoespañol como /y/. Hemos transcrito en Versalitas aquellas partes que están en letra merubá en el original. La fuente de procedencia del texto del periódico El Amigo de la Famiya es microfilme de la Biblioteca Nacional de Israel. No hemos respetado la división de párrafos del original, sino que hemos procedido según nuestro propio criterio con el fin de facilitar la lectura. Puntuamos y acentuamos según la norma del español contemporáneo. Señalamos el cambio de página y columna del original (a, b, c) con una indicación volada entre corchetes (por ejemplo [190b] expresa la segunda columna de la página 190). Como es obvio, la indicación está señalada en el lugar exacto del cambio, por lo que puede aparecer en mitad de una palabra. En nota al pie apuntamos aquellas observaciones que nos resultan pertinentes para aclarar el texto. Al final incluimos un glosario con aquellos términos que pueden ofrecer alguna dificultad de comprensión para el lector.

12. En el periódico parece leerse Omir, pero debiera ser Amir, si seguimos, por ejemplo, a Millé Giménez (1930: 316, n. I).

13. En el original se lee ‘Kaatilia’.

14. En el texto se lee ‘muin’, por lo que se deduce una errata con la yod.

15. En el resto del texto siempre aparece ‘Zora’, así también en Millé Giménez (1930: 427), pero en esta ocasión se lee ‘Zola’, por lo que enmendamos.

16. Enmendamos, pues en el texto se lee ‘Karlo’ y, obviamente, debe ser ‘Pedro’.

17. En el texto se lee ‘dififikultades’.

18. En el texto se lee ‘knrida’.

19. Se retoma la historia en el número 26 del periódico.

20. Ante diferentes lecturas de una misma voz, se opta por seguir las soluciones que ofrece el diccionario de Nehama –obra que aparece recogida en la bibliografía final– y allí se explica: «abastáđo.–N. pr. = El Abastađo: ‘Dieu’ (nom que l’on donne à Dieu par vénération)» (Nehama 1977, s.v abastáđo).

21. En el texto se lee ‘velunbad’, por lo que enmendamos.

22. Se retoma la historia en el número 27 del periódico.

23. En el periódico existe un tachón y no se ve con claridad, pero parece leerse el texto que indicamos entre corchetes.

24. Enmendamos, pues en el texto se lee ‘yavres’.

25. En la frase falta algo, parece que un verbo, puesto que no se entiende.

26. Quizá del francés apparaître ‘aparecer, emerger, asomar’ ‘ser descubierto’.

27. Entiéndase que, una vez pasadas esas dos horas, la cabeza sí será cortada.

28. Enmendamos, pues en el texto se lee ‘algugos’.

29. Existe un tachón y no puede leerse bien, pero parece poner eso.

30. En la versión francesa leemos: «Le spectacle qui l’y attendait était dé nature à ébranler le coeur lé plus intrépide» (Puede consultarse en la Biblioteca Digital Hispánica de la Biblioteca Nacional de España [http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000014924], concretamente nuestro texto se inicia en el vol. 2, págs. 191-231, que se corresponden con las diapositivas 660-700; este texto se encuentra en la 688) y en la española lo siguiente: «Esperábale, sin embargo, un espectáculo capaz de ablandar el corazón más intrépido» (Trueba y Cossío 2013: 182).

31. Enmendamos, pues en el texto se lee ‘kora-aon’.

32. Se retoma la historia en el número 29 del periódico.

33. Enmendamos, pues en el texto se lee ‘en’.

34. Creemos que se trata de un error, pues que debería referirse a don Pedro. En la versión castellana leemos: «el hijo de Guzmán» (Trueba y Cossío 2013: 185).

35. Aunque el apellido nunca varía, sí hemos encontrado diferentes nombres de pila para el autor. Así, en varias páginas de internet, figura como Auguste-Jean-Baptiste, mientras que en la obra de la BNE aparece como Charles Auguste [http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000014924].

36. Biblioteca Digital Hispánica de la Biblioteca Nacional de España [http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000014924], vol. 2, págs. 191-231, que se corresponden con las diapositivas 660-700.

37. Remitimos, de nuevo, a los estudios señalados en la nota al pie 10 de este trabajo.

38. En Sánchez-Pérez (2019: 209, n. 205) nos topamos con la misma expresión y allí anotamos lo siguiente: «No hemos encontrado la expresión ‘en un pedaso’, pero en nuestro texto parece significar ‘continuo’ o ‘continuamente’ […]».