Romero, E. – Albarral, P. (2013), El libro bíblico de Ester entre los sefardíes de los Balcanes: mitos y leyendas. Granada: Editorial Universidad de Granada, 380 pp. ISBN: 978-84-338-5590-9

Pilar Romeu Ferré

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Tirocinio, Barcelona

Reseñar una obra como la que presentan Elena Romero y Purificación Albarral podría resultar tarea ímproba para quien no estuviera familiarizado con el lenguaje de ambas, para mí, sin embargo, tan próximo. Ellas son dos de nuestras máximas especialistas en literatura sefardí y a ambas he tenido el honor de editar yo misma en la colección «Fuente clara. Estudios de cultura sefardí», por lo que leer esta nueva obra, además de dejarme pasar la hora alegremente, me ha reportado un refinado placer intelectual.

El libro bíblico de Ester entre los sefardíes de los Balcanes: mitos y leyendas es una impecable puesta en escena de un tema emblemático al que Elena Romero y su esposo Iacob M. Hassán z»l dedicaron buena parte de su vida académica: la festividad judaica de Purim, a través de las coplas que se cantan durante esos días.

El gozoso Purim, con tintes carnavalescos, se festeja los días 14 y 15 del mes de adar del calendario judío (normalmente entre febrero y marzo del calendario gregoriano). Celebra que el pueblo judío en su totalidad se salvara del exterminio decretado en Susa por el rey Asuero (485-465 a.e.c.) de Persia a consecuencia de las insidias del malvado Hamán y gracias a la intervención de la reina Ester y su tío Mardoqueo, judíos de la corte. Ester reemplaza a la reina Vastí cuando cae en desgracia. Su tío Mardoqueo descubre una conspiración maquinada contra el rey —en la que se ve envuelto Hamán— y le salva la vida. Como represalia, Hamán («angustiador de todos los ĵudiós», p. 89) consigue un decreto de exterminio contra ellos para el día 13 de adar, fecha que ha sido echada a suerte (hb. pur). La reina Ester persuade a su esposo para que lo retire y consigue otro que permite a los judíos destruir a sus enemigos. A Hamán «enforcaron a él y a sus hij́os sobre la forca» (p. 197).

La forma habitual de festejar Purim es enviando regalos a los amigos, donando a los pobres, comiendo manjares especiales, bebiendo hasta que no se distinga entre la derecha y la izquierda y, también, como no podía ser de otro modo, escuchando la lectura del Rollo (hb. Meguilá), a la que deben asistir mujeres y niños, pues también ellos se salvaron de la matanza. En la lectura, donde se menciona el nombre de Hamán, se acostumbran a utilizar matracas y a golpear con los pies en el suelo para que no se escuche su maldito nombre. Como dice Romero: «El desconocimiento del hebreo por parte de ambos grupos [mujeres y niños] ha contribuido sin duda a la redacción de versiones en la lengua vernácula del libro de Ester, y la sugestiva historia allí narrada también ha hecho que diversos autores sefardíes se ocuparan del tema en obras originales, inspiradas en los muy numerosos comentarios legendarios que en hebreo y arameo se han hecho a lo largo de los siglos» (p. 14).

Purim ha sido tradicionalmente una fiesta entrañable para los sefardíes y en torno a ella se compusieron no sólo coplas, sino obritas de teatro para ser representadas e innumerables composiciones que de un modo un otro amplían el libro bíblico en sí. En esta monografía se recogen cinco versiones aljamiadas en prosa en judeoespañol transcritas en caracteres latinos. La génesis de este estudio estaría en unos fragmentos transcritos por Hassán del Séfer Alegría de Purim, de Yosef Saḅetay Farḥí, cuyo lamento por no haber sido aún editado recogió Romero en las Navidades de 2005-2006. Puri Albarral, dilecta alumna de ambos, recogió el testigo y se sumó a la fiesta, a la que no faltó tampoco la tía de Elena, Blanca, otra mujer de virtud como Ester, a quien brindan una magnífica dedicatoria.

Las cinco versiones que aquí se editan en sendos capítulos son: 1) Versión del libro bíblico de Ester, de Abraham Asá (Constantinopla 1744), con las variantes de la versión de Yisrael Bajar Ḥayim (Viena 1814); 2) Versión de la paráfrasis aramea del Targum šení, de Abraham Asá, con las variantes de Bajar Ḥayim; 3) Séfer Alegría de Purim, de Yosef Saḅetay Farḥí (Liorna 1875 y 1902); 4) Séfer Yismaḥ Yisrael, de Yiŝḥac Yehudá Didiá’ Abá (Esmirna 1896); y 5) Darúš de Purim, incluido en la versión del libro de leyendas Séfer hayasar (comentario a Éxodo), de Yiŝḥac Bajar Abraham Hakohén Peraḥiá (Salónica 1898). La transcripción de los dos primeros textos es de Purificación Albarral; los tres restantes son de Elena Romero.

Como bien aclara Romero en la introducción general, en la que además se precisan las fuentes legendarias hebreas y arameas en las que se inspiraron los autores sefardíes, estas no son las únicas vesiones judeoespañolas que en el mundo sefardí abordaron el libro de Ester, ni tampoco constituyen ahora —las dos primeras— las primeras versiones en caracteres latinos, lo que en parte prueba el interés que el tema ha suscitado también en el mundo académico casi desde sus albores. Moshé Lazar z»l y Pascual Pascual Recuero z»l las editaron hace largo tiempo (1992 y 1974), solo que ahora Albarral nos ofrece una valiosísima versión aggiornata, corregida y enmendada. Además, para la versión del libro bíblico de Ester, de Abraham Asá, ha sido de gran ayuda la versión de Bajar Ḥayim (1814) transcrita por Katja Šmid, que ha permitido acotar las variantes del texto. Las tres obritas restantes sí constituyen una primera edición, impecable, de la mano de Elena Romero. Todas las versiones van precedidas de una introducción que aborda distintos aspectos de cada obra. Sin embargo, Abreviaturas, Glosario y Bibliografía son generales para su conjunto. Un trabajo minucioso, riguroso, concienzudo, prolijo y completo, como al que nos tienen habituados de ordinario, que se completa con un magnífico y cuidado estilo editorial.

Dicho esto, sin embargo, esta obra colectiva omite ahondar —tal vez sus 377 páginas sean el principal motivo— en uno de los aspectos más interesantes y que más que puede emocionar al lector, a ese lector de la «comunidad académica, tanto de hispanistas como de sefardistas» —pero sobre todo de hispanistas, menos acostumbrados a estos textos— a quienes las autoras pretenden llegar. Me refiero a la frescura de la lengua, con sus circunloquios y lagunas; a la plástica belleza de unas descripciones que nos retrotraen en el tiempo y que delinean un mundo arcano, pero cercano; a unas conversaciones simples que puestas en boca de reyes y ministros —sobre todo en el Séfer Yismaḥ Yisrael— los acercan al vulgo, rindiéndolos accesibles y humanos; a las plegarias de Ester, «güérfana de padre y madre» (p. 239), mujer por demás, heroína del pueblo, sierva de Dios; y gentes que ayunan hasta quitar a «las criaturas de los pechos de las madres» (p. 312). Todo, para defensa de Israel, un pueblo cicatero y maldito en palabras de Hamán: «y, si alguna mošca les cae en el vaśo, quitan la mošca y se beben el vino; y, si el rey miśmo toca en el vaśo de vino, lo vaćían el vino y lo enǰuagan el copo tres većes, y no basta esto, sino que lo rompen el vaśo, aunque sea de cristal, siendo bebió el rey de aquel vaśo. Mirá qué caral aḅorecen este pueblo a todas las naciones y a mośotros que afilú al rey lo tienen por enconado» (p. 304), pero defendido in extremis por Mardoqueo, quien afirma su judeidad con reciura: «Por esta raźón yo no me encorvo a Hamán, que es hij́o de hombre venido de gota fidionda y su fin torna a la tiera y comerá su carne yerme y guśano. Y yo no me encorvo salvo delantre mi Dio, el Dio grande que es ṿivo y firme siempre, uno en los cielos y la tiera» (p. 221).

Leer las cinco historias de corrido, por muy sabidas y paralelas que sean, no sólo no resulta pesado —aunque hubiera agradecido un tipo de letra un punto mayor (!)—, sino que precisamente obliga a discurrir con particular atención sobre lo que realmente importa: que fueron obras fundamentalmente escritas para el común del pueblo, entre los que se contaban mujeres y niños. Por tanto, la plasticidad del lenguaje está más que justificado siendo lo que pretenden es emocionar y conmover al oyente; son historias pensadas para leer de viva voz. Y no otra cosa he hecho yo misma, procurándome natural solaz.

Esta monografía es la más completa y documentada aparecida hasta hoy sobre las versiones aljamiadas en judeoespañol del libro bíblico de Ester, y por ella hay que felicitar a las autoras, porque pone al alcance de los investigadores unas obras que resultarán de referencia obligada en todo estudio que se precie. O de punto de partida… ya que Elena Romero y Purificación Albarral, con su habitual perspicacia y los tinteros cargados, nos han dejado, una vez más, con la miel en los labios. Estoy convencida de que no van a tardar mucho en sorprendernos de nuevo. El Dio nos dé larga vida para poder disfrutarlo.