García Ureña, L. (2013), El Apocalipsis, pautas literarias de lectura. Madrid: CSIC. 232 pp. ISBN: 978-84-00-09718-9

Mercedes López Salvá

mefaltaelcorreo@ucm.es
Univeridad Complutense de Madrid

El Apocalipsis, último libro de la Biblia, es un libro complicado, que necesita para ser comprendido en su aparente amalgama unas pautas de lectura. La autora estudia sistemáticamente cuáles son las claves que deben tenerse en cuenta a la hora de leerlo y las estrategias que emplea el autor de esta obra neotestamentaria para hacer partícipe al lector u oyente de las visiones y audiciones que el autor/narrador dice haber visto y oído. Mediante la deconstrucción del texto examina los diferentes géneros literarios que aparecen en él y cómo el autor juega con los recursos literarios de cada estilo para hacer partícipe del conflicto dramático al lector mediante las descripciones y diálogos del relato, en los que entran diferentes voces, que les dan verosimilitud. Es relevante, asimismo, la amplia comunidad a la que se dirigen, adoptando los recursos del género epistolar. García Ureña señala cómo el autor alterna el relato de lo que oyó y de lo que vio en las revelaciones que le hacen Jesús y algunos ángeles y explora con maestría la creación literaria de una «atmósfera sonora» y de la descripción de las visiones. Siguiendo la metodología de P. Hamon hace un exhaustivo estudio de las señales de demarcación del texto y de sus elementos constitutivos. Todo ello permiten profundizar en la comprensión del texto, tanto desde el punto de vista formal como de contenido. Sería de interés que la autora aclarara el uso que da en su estudio al concepto de «lexema» y de «campo semántico», pues a veces no se compadece con el de la lingüística general. Los elementos específicos del «cuento» que comparte el Apocalipsis no han sido, en nuestra opinión, suficientemente tratados. Seguir las pautas marcadas por V. Propp para el análisis de los cuentos, podría dar mayor fundamento a este capítulo. G. U. realiza también un interesante examen del sistema de fórmulas del texto, que, dado que se concibió para leerse en alto, empleaba fórmulas que ayudaran a la memoria y facilitaran la comunicación con su público. Complementan la obra un índice de siglas y abreviaturas y un índice de citas además de una bibliografía sobre el tema. Estamos, en suma, ante un buen libro, elaborado con rigor filológico, que nos muestra la unidad dentro de la diversidad del Apocalipsis, y que, sin duda, modificará nuestro modo de leer e interpretar esta obra. Marca un hito dentro de los estudios de la literatura apocalíptica judeocristiana y es ya imprescindible en el campo de los estudios neotestamentarios.