Pérez Fernández, M. - Ruiz Morell, O. (2013), El beso de Dios. Midrás
de la Muerte de Moisés. Edición bilingüe hebreo-español y comentario.
Estella (Navarra): col. «Biblioteca Midrásica» 35. Editorial Verbo Divino, 201 pp. ISBN: 978-84-9945-618-8

Amparo Alba Cecilia

aalba@filol.ucm.es
Universidad Complutense de Madrid

En la Biblia se señala que Moisés y sus hermanos, Aaron y Mirian murieron ‘al pi YHVH, es decir, «por orden (literalmente, «por la boca») de Dios». La muerte de estos justos, y de otros como ellos, es puesta de relieve por los rabinos, y no son pocos los textos rabínicos que afirman que el ángel de la muerte no tiene poder sobre estos y que su alma sólo podrá ser retirada del cuerpo por un beso de Dios. Así, del mismo modo que Dios insufló el alma al primer hombre, se la quita a unos pocos justos de la misma manera, mediante un beso de su boca.

El Midrás de la Muerte de Moisés es una de las muchas composiciones narrativas medievales que supieron reutilizar el material hagádico relacionado con la muerte de Moisés, que se encontraba disperso por la literatura rabínica, y reordenarlo adaptándolo a las nuevas formas literarias que se iban abriendo paso en la Edad Media.

La colección Biblioteca Midrásica, que fundó hace ya treinta años el profesor Miguel Pérez Fernández nos ofrece en este nuevo volumen, el número 35, la edición, traducción española y estudio de esta obra, llevada a cabo por él mismo en colaboración con la profesora de lengua y literatura rabínica en la Universidad de Granada, Olga Ruiz. Durante sus años de docencia en la Universidad de Granada, Miguel Pérez formó a una nueva generación de docentes e investigadores, pero sobre todo, de amantes de la literatura rabínica -entre los que figura la coautora del libro-, que siguen los pasos de su maestro, enseñando e investigando en este campo del hebraísmo, y sembrando entre las nuevas generaciones el gusto y el asombro por las obras que compusieron los rabinos. El beso de Dios. Midrás de la Muerte de Moisés es un trabajo conjunto de maestro y discípula, que dedican cariñosamente a sus «alumnos de Lengua y Literatura Rabínicas de la Universidad de Granada» (p.2).

En la Introducción señalan los autores las principales fuentes literarias judías que han recogido el motivo de la muerte de Moisés: desde autores como Filón y Flavio Josefo hasta obras apócrifas y otras pertenecientes a la literatura rabínica: midrasim, targumim, discusiones talmúdicas, versiones medievales y colecciones hagádicas posteriores. Una de las versiones medievales más completas sobre el tema es la que editó Adolph Jellinek en Bet ha Midraš(Jerusalén 1938) con el título: Midraš Petirat Moseh Rabenu ‘alayw ha-Šalom, cuya traducción y estudio se ofrece en este libro.

La obra desarrolla la figura de Moisés en sus últimos momentos, cuando, a punto de ver cumplida su tarea de conducir al pueblo a la Tierra de la Promesa y a la vista de ésta, Dios le reclama su vida. Moisés no acaba de creerse que la sentencia divina: Se acercan los días de tu muerte... no pasarás este Jordán (Dt. 31,14-29) se vaya a cumplir, y confía en que las palabras del Salmo 118: No he de morir. Viviré para cantar las hazañas del Señor, conmuevan a Dios y le abran paso hasta la Tierra Prometida. Pero Dios se muestra inflexible y Moisés entabla con Él un enfrentamiento dialéctico a lo largo del cual el mismo Moisés del que la tradición afirma que no hubo otro tan humilde como él, se revela como un hombre arrogante, que conoce sus méritos y los exhibe ante Dios, declarándose más justo que todos los hombres que le precedieron (pp. 26-27) y acusando a Dios de actuar injustamente con él. Esta actitud de Moisés, que se niega a acatar el decreto divino, sus intentos de negociar con Dios el aplazamiento de su muerte hasta poner pie en la Tierra prometida, ya sea con argumentos bien fundados, con súplicas y oraciones y hasta con propuestas sorprendentes (como ser transformado en pez o en pájaro para poder cruzar al otro lado) contrastan con la firme actitud de Dios, que poco a poco, con paciencia y hasta humildad, lleva a Moisés a la aceptación del designio divino. Pero cuando Moisés está dispuesto a entregar el alma, ningún ángel es capaz de llevársela, así que será el mismo Dios quien, con un beso de su boca, se la arrebate y dé sepultura a su cuerpo, en un lugar que ha permanecido oculto.

Con una clara perspectiva didáctica, los autores del libro han hecho una edición bilingüe, reeditando el texto de Jellinek, organizándolo temáticamente en cuatro secciones e introduciendo parágrafos que facilitan su lectura y posterior uso escolar, de modo «que sirva a los alumnos para ejercitarse en la traducción» (p.1); en columna paralela, una cuidada y bella traducción, completada con notas a pie de página, comentarios explicativos e identificación de citas bíblicas.

Las cuatro secciones temáticas en que han organizado el texto desarrollan los distintos elementos de la leyenda, y van dando paso a los principales protagonistas: Moisés y Dios; Josué, al que Moisés honra y entroniza como jefe del pueblo; las distintas Bat Qol, voces celestiales que intervienen en el relato haciendo diversos anuncios, pero sobre todo marcando regularmente, a modo de cronómetro martilleante, las horas, minutos y segundos de vida que le quedan a Moisés, creando una tensión narrativa hasta el final del relato; los ángeles buenos Gabriel, Miguel y Zagziel (el que reveló a Moisés el nombre de Dios en la zarza) incapaces de recoger el alma de Moisés; el malvado Sammael, el ángel de la muerte, al que Moisés golpea y pone en fuga. Cuando la última Bat Qol anuncia que ya se ha cumplido el último minuto, Dios mismo se llevará el alma de Moisés, mediante un beso de su boca, y se encargará personalmente de formar el cortejo fúnebre, que acompañe al cuerpo del difunto Moisés y de excavar la tumba que dará reposo a su cuerpo.

La traducción del texto va seguida de un exhaustivo comentario (pp.63-118) en el que se explican posibles dificultades del texto, y amplían los distintos temas y motivos que aparecen a lo largo del relato cotejándolos con las fuentes literarias originales que el autor del Midrás de la Muerte de Moisés pudo haber utilizado. Los comentarios van numerados de acuerdo a los distintos parágrafos del texto, lo que facilita su consulta. Los autores pretenden, según sus propias palabras, que este Comentario permita «al profesor hacer un amplio recorrido por la literatura rabínica, tanto halákica como hagádica y targúmica» (p.l), e incluso por algunos textos apócrifos y por otros textos judíos clásicos, como el De Vita Moysis, de Filón de Alejandría o las Antigüedades de los Judíos, de Flavio Josefo.

El último comentario, relativo a la sepultura de Moisés, se completa con una Addenda que aporta los textos relacionados con una posible «asunción de Moisés» al cielo, sin pasar por la muerte.

El libro se completa con dos Anexos. En el primero, titulado por los autores «La Grandeza de Moisés» se ofrece la traducción de un texto B editado por Jellinek con el mismo título de Midraš Petirat Moseh Rabenu ‘alayw ha-Šalom. En el Anexo Segundo presentan los autores una «Antología de textos del judaismo clásico sobre la muerte de Moisés». Son trece textos que aparecen citados en el Comentario, pertenecientes a las distintas obras que recogen el tema de la muerte de Moisés. Muchos de estos textos pertenecen a la literatura rabínica, ya sea Misná, Talmud, Midrás o Targum, otras, a la literatura apócrifa, como el Testamento de Moisés, el libro de los Jubileos o de Henoc, o a autores como Filón y Flavio Josefo. Esta antología de textos en español (algunos traducidos por los propios autores), supone un precioso complemento a la obra, que será sin duda muy apreciado por profesores y alumnos que incorporen esta obra al estudio práctico de la lengua rabínica.

Una completa y actualizada bibliografía y los índices de obras y autores citados, completan este libro, cuya lectura será, sin duda, del agrado de un amplio público, compuesto no solo por especialistas, sino también por todos aquellos a quienes mueve el interés en conocer más acerca de las tradiciones sobre Moisés, uno de los personajes más significativos de la Biblia hebrea y de las tres religiones monoteístas.

Nos alegramos de la aparición de esta obra, cuyos valores éticos y estéticos cautivarán sin duda al lector; y no solo por lo valioso del trabajo en sí, sino, sobre todo, porque sus autores hayan podido llevarlo a cabo en unas difíciles circunstancias que ellos mismos explican y porque en esta ocasión las palabras del Salmo 118: No he de morir. Viviré para cantar las hazañas del Señor, hayan demostrado su eficacia.