Baumgarten, Elisheva - Mazo Karras, Ruth - Mesler, Katelyn (eds.), (2017) Entangled Histories. Knowledge, Authority and Jewish Culture in the Thirteenth Century, Series Jewish Culture and Contexts, Philadelphia: University of Pennsylvania Press, 356 pp. ISBN 978-08-1224-868-5

Aurora Salvatierra Ossorio

aurora@ugr.es
Universidad de Granada

El siglo XIII centra la atención de este volumen que nos ofrece un retrato plural de la vida judía en la Europa medieval a partir de su relación con las comunidades cristiana y musulmana y entre las propias comunidades judías de zonas geográficas diversas y bajo gobiernos distintos. Las editoras proponen una visión del s. XIII como un momento clave de transición entre creación y reacción, hostilidad y convivencia que articulan en torno al término “entanglement”, un término que implica paralelos, similitudes y divergencias, intercambios y apropiaciones, exclusiones e inclusiones (pp. 4-5).

La complejidad del juego, con frecuencia paradójico, entre cooperación y hostilidad, separación y colaboración, guía los trece ensayos que componen la obra. La idea de una transmisión e intercambio como un proceso multidireccional está en la base de estas aportaciones que renuncian al uso del término “influencia” así como a todo posicionamiento metodológico que implique una dicotomía rígida entre los actores.

Tres focos distintos estructuran las secciones en las que se organiza el volumen: la interacción entre comunidades intelectuales, la interconexión entre autoridades seculares y religiosas y la trasmisión de saberes, textos e ideas entre fronteras geográficas, lingüísticas y culturales. Todo ello con una muy cuidada edición, un completo aparato de notas y un utilísimo índice final.

En la primera parte del libro (Intellectual Communities and Interactions in the Long Thirteenth Century) se analizan diversos niveles de relación entre judíos y elites cristianas así como el significado de algunos de los contactos cotidianos que mantienen miembros de ambas comunidades. La diferente actitud y normativa desarrollada hacia el casamentero y el proceso del matrimonio en Askenaz y Sefarad sirve a E. Karnarfogel para profundizar en la distinción conceptual entre ambas tradiciones y observar cómo las responsa rabínicas reflejan desarrollos internos de cada comunidad que se explican no solo por cuestiones de transmisión sino por diferencias culturales y valores propios de cada entorno. Con Nahmánides como protagonista se aborda (M. Cohen) el modo en que este pensador selecciona en sus Comentarios elementos de un “cultural repertoire” para resolver tensiones entre modelos interpretativos andalusíes y del norte de Francia incorporando estrategias presentes en la lecturas cristianas del texto bíblico. Seguidamente es Rabbi Tam quien ilustra el intercambio de ideas entre maestros judíos y cristianos a través de estudio de su correspondencia con el conde de Champagne, reflejo de su peculiar integración en la cultura cortesana francesa (A. Reiner). Cierra esta sección J. Galinsky que centra su trabajo en el desarrollo y difusión de los tratados legales prácticos en el s. XIII, circunstancia que vincula, entre otras, al comercio de libros en París y a los modelos de difusión y audiencias cristianas que pudieron permear el entorno judío.

La segunda sección (Secular and Religious Authorities) toma como punto de partida el contacto diario y los intercambios cotidianos entre judíos y cristianos en esta centuria prestando especial atención a la íntima interrelación entre dirigentes religiosos y seculares y a su impacto sobre la población judía. L. Yabrough nos traslada a la madrasa, convertida en el s. XIII en una institución clave para entender la dialéctica del poder entre las elites militares y religiosas. En este contexto se establecen contactos estrechos entre dirigentes políticos y autoridades religiosas cuyos intereses, en opinión del autor, contribuyen a marginalizar a las minorías religiosas judía y cristiana con más fuerza que determinadas medidas jurídicas o desarrollos institucionales. Perpignan se convierte en el foco de atención de R. Winer quien analiza la participación de judíos en los procedimientos legales ante notarios cristianos. A través del estudio del corpus de documentos latinos notariales, algunos de los cuales contienen anotaciones en hebreo, arroja luz sobre cómo se ven y se comportan entre sí miembros de diferentes comunidades. El uso del latín para transacciones comerciales revela de nuevo la variedad de niveles y significados de las interacciones entre cristianos y judíos quienes recurren a las cortes seculares unas veces obligados por las autoridades pero otras de manera deseada y voluntaria. K. Ihnat y K. Mesler nos acercan a las figurillas de cera y al modo en que los cristianos imaginan su uso por parte de los judíos. Estas imágenes votivas son en un contexto cristiano una práctica que suscita problemas entre las autoridades: por un lado, se utilizan para venerar a los santos pero, por otro, plantean dudas en torno a su uso religioso correcto. Al proyectar en los judíos la práctica de desacralizar estas figuras o emplearlas para sortilegios y brujería, los cristianos encuentran un referente negativo que les facilita el fijar límites adecuados al uso devocional de estos elementos. Nicolas Donin protagoniza el trabajo de P. Capelli. Su estudio de esta figura, considerada clave para entender el cambio de las relaciones entre judíos y cristianos en el XIII, se lleva a cabo a partir de la comparación de los testimonios latinos y hebreos del juicio al Talmud de 1240. Su análisis pone de relieve la creciente importancia de la literatura rabínica tanto en la Iglesia como entre los judíos de Askenaz así como la resistencia que hacia ella muestra Donin. Desde esta perspectiva, se propone entender el juicio de París no tanto como una diatriba contra el Talmud sino contra esta literatura de los rabinos y la autoridad que ésta ha adquirido. Y con este presupuesto, la posición de Donin se explica también en el trasfondo de la polémica de judíos y cristianos en torno al racionalismo y el aristotelismo que recorre estos años.

La última parte del libro (Translations and Transmissions of Texts and Knowledge) presenta distintos casos de contactos culturales en torno a la trasmisión del conocimiento tanto en cuanto a difusión del saber como a la traducción o a la propia materialidad del mismo (los textos). Zerahiah ben Isaac ben Shealtiel Ḥen y a Hillel ben Samuel ben Eleazar de Verona sirven a Y. Schwartz para proponer una sugerente distinción entre “comunidades de saber” y “comunidades de discurso”. Ambos físicos, traductores y filósofos de orientación maimonidiana, defienden sin embargo una interpretación distinta de los textos del pensador cordobés. Las razones de estas divergencias se explican a partir de los dos contextos culturales y lingüísticos de los que Zeraiah y Hillel forman parte: musulmán o cristiano, árabe o latino. S. Pierce centra su ensayo en el colofón que cierra un manuscrito del s. XVI (Beinecke MS Heb. Suppl. 103- Yale University) que contiene una versión hebrea del romance de Alejandro. El estudio material de este singular manuscrito y de los problemas de su transmisión en distintos contextos históricos y culturales se vincula a una propuesta de relectura del colofón. El análisis de estas líneas finales suscita la reflexión en torno a las diferentes traducciones e interpretaciones de la obra de Maimónides en distintos espacios y tiempos y no solo en distintas lenguas. Seguidamente U. Shahar se detiene en los conceptos de pureza e impureza para detallar las estrategias retóricas y sus significados en las tres comunidades durante un periodo de especial hostilidad: las cruzadas. Si bien cristianos, árabes y judíos utilizan las ideas que conforman ambos términos para diferenciarse entre sí, todos ellos emplean un lenguaje que implica al otro en el proceso de purificación de la Tierra Santa. De este modo, se constata una continua dialéctica intercultural entre tradiciones literarias que ocupan un espacio de coproducción. Con el conocido poema de Yehudah ha-Levi “Ṣion al lo tishali”, E. Hollander cuestiona la tradicional dicotomía entre Sefarad y Askenaz y subraya la permeabilidad de las barreras geográficas y lingüísticas. La interacción entre ambos contextos se pone de relieve al observar el proceso de trasmisión y adaptación de unos versos que en el ámbito askenazí modificarán su función para transformarse en este nuevo espacio textual en una quinah (y en modelo para otras elegías litúrgicas) sin por ello perder su naturaleza “andalusí”

Si bien no faltan en las últimas décadas trabajos sobre los contactos entre comunidades que coexistieron en la Europa medieval y que han analizado las diferencias culturales entre Askenaz y Sefarad, este volumen repiensa un siglo clave para entender el medioevo, el siglo XIII, en lo que se refiere a su problemática intra e intercomunitario y a los cambios esenciales que se producen en este periodo. Para ello compone un mosaico en el que, diversificando los tipos de textos y prácticas culturales estudiadas, se refleja la complejidad de unas relaciones en que las distintas comunidades “eligen” qué integrar y como adaptar lo incorporado al nuevo contexto. Pues judíos, musulmanes y cristianos comparten estructuras sociales, intelectuales, económicas, etc., pero, al mismo tiempo, cada grupo las autodefine y las integra en su propia narrativa en un proceso que incluye continuos encuentros marcados por la hostilidad unas veces y por la tolerancia otras.

El retrato final no tiene bordes claramente definidos pues la imagen que se devuelve pretende transmitir al lector la diversidad de una coexistencia en constante movimiento, un proceso en el que no existe un movimiento unidireccional y “where individual particles in a system cannot be described without describing the system as a whole” (pp. 4-5).