Studemund-Halévy, Michael, ed. (2016), A Sefardic Pepper-Pot in the Caribbean. History, Language, Literature, and Art. Colección Fuente Clara, 36. Barcelona: Tirocinio, 515 páginas. ISBN 978-84-942925-5-2

Paloma Díaz-Mas

paloma.diazmas@cchs.csic.es
CSIC y UPV/EHU

Los estudios sobre la historia y la cultura de la diáspora sefardí se han centrado tradicionalmente en las comunidades sefardíes del entorno mediterráneo; contamos, por tanto, con numerosos trabajos de investigación sobre los sefardíes que, tras la expulsión, se asentaron en Turquía, los Balcanes y Oriente Medio (o sea, en los territorios del antiguo imperio otomano) o en el reino de Marruecos. Poco a poco se han ido realizando también investigaciones sobre los llamados sefardíes occidentales, es decir, las comunidades judías de los países de Europa occidental (Italia, los Países Bajos, Francia o Inglaterra), fundadas por cristianos nuevos judaizantes de la nación portuguesa en los siglos XVI y XVII, a las que se incorporaron también conversos españoles y portugueses que huían de las persecuciones inquisitoriales. Pero hasta ahora se ha prestado poca atención a las comunidades fundadas por migrantes sefardíes en las Américas, un tema que sólo en las últimas décadas ha empezado a tratarse con cierta intensidad.

No todos los sefardíes que emigraron a América lo hicieron en época reciente (desde principios del siglo XX), ni constituían mano de obra en busca de empleo en los países de oportunidad. Existe también una emigración sefardí antigua (de los siglos XVII y XVIII) que partió, precisamente, de las comunidades sefardíes occidentales (sobre todo de Amsterdam y Hamburgo) y cuyos miembros se asentaron en las colonias portuguesas y holandesas de América en calidad de mercaderes y colonos. Ese es el origen de las comunidades sefardíes de las Guayanas y de las islas del Caribe, pero también de algunas ciudades de América del Norte, como Nueva York (que en su origen era una fundación holandesa, la antigua Nueva Amsterdam), Filadelfia o Boston.

El libro que aquí reseñamos se centra en esta emigración, y concretamente en la fundación y evolución de las comunidades sefardíes del Caribe desde el siglo XVII hasta prácticamente la actualidad. Es producto de una reunión científica celebrada en Hamburgo en 2014, en la cual participaron especialistas de Austria, Alemania, Estados Unidos, Francia, Holanda, Israel y Reino Unido, pertenecientes a distintas ramas del conocimiento (desde los estudios judíos, la historia, la antropología, la arquitectura o la lingüística). Tras un breve prefacio del editor académico, Michael Studemund-Halévy (pp. 7-10), el libro reúne quince artículos, escritos en inglés y en español, sobre los más variados aspectos de las comunidades sefardíes caribeñas, que se agrupan en cinco partes: «La Nación» (con cuatro artículos, pp. 11-105), «Sefardim and Ashkenazim» (tres artículos, pp. 107-155), «Caribbean Horizons» (dos artículos, pp. 157-229), «A multilingual society» (tres artículos, pp. 231-323) y «Literature and Art» (tres artículos, pp. 325-488).

La primera parte se abre con el artículo de Christian Cwik ,» The Rise of the Jewish Merchants Capitalists in the Caribbean: The Triangulation of Barbados, Jamaica and Curaçao» (pp. 13-29), sobre las redes comerciales formadas por judíos y conversos judaizantes en el Caribe, con especial atención a Barbados (colonia inglesa desde 1625), Jamaica (colonia inglesa desde 1655) y Curaçao (colonia de la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales desde 1634). Cwik señala la importancia de los estudios prosopográficos sobre familias sefardíes como los Carvajal o los Casseres, ya que esas redes comerciales eran también, en buena medida, redes familiares.

En el segundo artículo, «Jerusalem on the Riverside: Jewish Political Autonomy in the Caribbean» (pp. 30-54), Aviva Ben-Ur analiza la organización de la comunidad sefardí de Surinam (mucho menos estudiada que la de Curação), con especial atención al papel de uno de sus fundadores, David Cohen Nassi (1611-1685).

Barry L. Stiefel, en su artículo «Giving Credit to Whom it is Due: Synagoges, Slaves, and the Building Tradesin the Greater Caribbean» (pp 55-88), se centra en la utilización de mano de obra esclava en la construcción de sinagogas en el «Gran Caribe» , entendiendo por tal una amplia zona desde Carolina del Sur hasta la «Wild Coast of South America» (es decir, la región entre los deltas del Orinoco y el Amazonas), así como las islas caribeñas. Está ilustrado con grabados y fotografías de algunas de las sinagogas estudiadas.

El último artículo de esta primera parte es el de Ineke Phaf-Rheinberger, «A ‘Missing Link’ in the Caribbean History - The Jewish Cogregation in Dutch Brazil» (pp. 89-105), sobre la que se considera primera sinagoga de las Américas, la del Kahal Zur Israel (‘roca de Israel’), de Recife, congregación fundada en 1636 en la casa de un rico comerciante y cuya sinagoga se inauguró en 1642. El templo se abandonó y la ubicación del edificio fue olvidada, pero se redescubrió y restauró en 2001; sobre la historia de esta sinagoga trata la novela de la periodista brasileña Luize Valente (Luize Mendes Pinheiro Valente) O segredo do oratório, (publicada en 2012), que se comenta ampliamente en este artículo.

La segunda parte del libro, dedicada a las relaciones entre sefardíes y askenazíes, se abre con la contribución de Stanley Mirvis,» Ashkenazim and Sephardim in Colonnial Jamaica (1692-1786)» (pp. 109-123), centrada en la comunidad judía de Jamaica, que, al contrario que otras comunidades del Caribe holandés, fue mayoritariamente sefardí. Dado que los documentos sefardíes jamaicanos no se han conservado, el estudio ha de basarse en documentos askenazíes, que muestran las estrechas relaciones establecidas entre unos y otros, hasta que en 1780 los askenazíes formaron su propia comunidad.

El siguiente artículo, de Jessica V. Roitman, «The repercussions of Rumor. An Adultery Case from 18th Century Curaçao» (pp. 124-135) analiza las dinámicas de la comunidad judía de Curaçao a finales del siglo XVIII basándose en el estudio de caso de un proceso judicial por adulterio de 1775. El trabajo entra dentro de los estudios antropológicos sobre la función del «gossip» (o ‘cotilleo’) como instrumento para mantener la unidad y la moralidad en los grupos sociales; en contra de la creencia más extendida, en este caso se demuestra que «gossip» no era una actividad primordialmente femenina, sino que los hombres tuvieron una participación activa en la difusión y uso del rumor.

Esta segunda parte del libro se cierra con el artículo de Natalie A. Zacek, «Great Trangled Cousinries? Jewish Intermarrige in the British West Indies» (pp. 136-155), sobre las prácticas matrimoniales de los judíos de las Indias Occidentales británicas (América del Norte, Barbados, Antigua) durante los siglos XVIII y XIX, sus semejanzas y diferencias con las prácticas de los colonos no judíos.

La tercera parte del libro, «Caribbean Horizons» , se abre con el artículo de Michael Studemund-Halévy, «Across the Waters. Sefardi Pioneers from Hamburg in the Caribbean» (pp. 159-209), sobre las redes familiares y comerciales establecidas entre los sefardíes de Amsterdam, Hamburgo, Londres, Jamaica, Surinam, Barbados, Curaçao, Newport y Filadelfia. Presta especial atención a algunas familias de Hamburgo que emigraron al Caribe, bien por iniciativa propia o bien en calidad de «despachados» por su comunidad de origen, que financiaba los viajes de indigentes a las colonias americanas para que allí pudieran ganarse el sustento y vivir libremente como judíos. Algunos de estos colonos sefardíes volvieron al cabo de los años a Hamburgo y están enterrados en el cementerio de la comunidad en Altona. El artículo se ilustra con fotografías de algunas de estas tumbas.

El siguiente artículo, de Tirtsah Levie Bernfeld, «Exit Amsterdam: Poor Portuguese and Caribbean Horizons» (pp. 210-229) trata precisamente sobre el fenómeno de los «despachados» , en este caso de Amsterdam. Esta comunidad recibió a lo largo del siglo XVII un importante flujo de judíos refugiados procedentes de distintos países (conversos españoles y portugueses perseguidos por la Inquisición, askenazíes que huían de los pogromos de Polonia). Ante la dificultad de que las instituciones de beneficencia comunitarias atendiesen a todos los indigentes, la propia comunidad de Amsterdam promovió su emigración a otros países, costeándoles los gastos de viaje. Entre los posibles destinos estaban las colonias holandesas en Brasil, Curação o Surinam.

La cuarta parte del libro está dedicada a aspectos lingüísticos de las comunidades sefardíes caribeñas. Así, Asunción Lloret Florenciano y Susan Fischer, en su artículo «Papiamentu/o as a Sefardic Koiné in the Caribbean?» (pp. 233-271) tratan sobre los posibles orígenes sefardíes del papiamento, la lengua criolla hablada en las islas de Aruba, Bonaire y Curaçao y por los emigrantes de ese origen asentados en Holanda y Estados Unidos, y que actualmente tiene unos 270.000 hablantes. Se ofrece un estado de la cuestión de los estudios previamente publicados, analizando los orígenes de la lengua (con la influencia del portugués, de la lengua de los esclavos africanos y el papel de los judíos hispano-portugueses) y repasando el contexto social, histórico y lingüístico en que se formó.

En su artículo, «Communicative Practices in a multilingual society: A diachronic case study on the Sefardi Community of Curaçao» (pp. 272-316), Eva Martha Eckkrammer discrepa de la teoría que atribuye al papiamento un origen sefardí, si bien considera que los sefardíes debieron de desempeñar un papel importante en el desarrollo de esa lengua criolla durante su período de formación (entre 1650 y 1730) y tuvieron también una actuación relevante en la construcción de la lengua en los siglos XIX y XX como escritores, periodistas, actores y traductores en papiamento. Se ofrece una panorámica histórica de formación y evolución de la comunidad sefardí de Curaçao y se analizan algunas de sus prácticas lingüísticas desde el siglo XVII al XXI, basándose en distintos géneros comunicativos: inscripciones funerarias, registros de enterramientos, invitaciones a actos sociales, contratos matrimoniales, necrológicas de periódicos locales, programas de representaciones teatrales, programas de servicios religiosos funerarios, o cartas y documentos internos de la comunidad Mikvé Israel-Emanuel.

Esta parte lingüística se cierra con el artículo de Isaac S. Emmanuel, Isaac, «El portugués en la sinagoga Mikvé Israel de Curaçao» (pp. 317-323), sobre la conservación del portugués en esta comunidad hasta el siglo XX; se ofrecen algunos textos de oraciones, canciones (sobre todo, para la festividad de Purim) o fórmulas de salutación y jaculatorias en portugués todavía vigentes.

La quinta parte del libro se dedica a temas artísticos y literarios. En su artículo «Perfil literario de Semuel Mendes de Sola» (pp. 327-361), Harm den Boer presenta un perfil biográfico del rabino Samuel Mendes de Sola (de Sollas, de Solas, de Solla, alias Manuel Mendes de Sola), enviado por la comunidad de Amsterdam a Curaçao a mediados del siglo XVIII para asistir al rabino Rafael Jerusun, y que destacó como predicador. Se ofrece un repertorio bibliográfico de sus sermones manuscritos e impresos, con referencias bibliográficos y localización de los ejemplares en las bibliotecas en que se encuentran.

El artículo de Gerard Nahon, «Nefusot Yehuda (Bayonne) et Beraha ve-Shalom (Surinam). Livres et lecture au XVIIIème siécle» (pp. 362-428) es un estudio comparativo de dos bibliotecas particulares sefardíes de la misma época, pero de distintos ámbitos geográficos: la de Aron Lopes Colaco, inventariada en febrero de 1783 en Amsterdam (donde se había retirado en su vejez, aunque había vivido la mayor parte del tiempo en Bayona); y la de Isaac Cohen Nassy, inventariada el en julio de 1782 en Surinam. Ambos habían ocupado importantes cargos en sus respectivas comunidades, por lo que sus bibliotecas permiten valorar el bagaje cultural y los intereses intelectuales de dos dirigentes comunitarios a uno y otro lado del Atlántico. En sendos anexos se editan los inventarios y al final se incluye reproducción de las portadas de algunos ejemplares.

La última contribución del libro es la de Michael Studemund-Halévy, «More than Images: Sefardi Sepulchral Iconography in the Jewish Cemetery in Bridgetown, Barbados» (pp. 429-488), un estudio de la epigrafía y la iconografía del cementerio judío de Barbados.

El libro se completa con un detallado y útil índice de nombres propios y topónimos (pp. 489-506) y notas bio-bibliográficas de los autores (507-512).

En su conjunto, este volumen constituye una importante aportación al conocimiento de las comunidades sefardíes caribeñas, tratando diversos aspectos desde una perspectiva multidisciplinar.