Berthelot, Kattel (2018), In Search of the Promised Land? The Hasmonean Dynasty Between Biblical Models and Hellenistic Diplomacy. Journal of
Ancient Judaism. Supplements, 24. Göttingen-Bristol, Vandenhoeck &
Ruprecht, 494 pp.
ISBN 978-3-525-55252-0.

José R. Ayaso

jayaso@ugr.es

Universidad de Granada

Katell Berthelot es una reconocida especialista en historia del judaísmo en el mundo helenístico y romano (períodos del Segundo Templo y de la Mishná y el Talmud). En la actualidad desarrolla su trabajo en un centro de investigación sobre el mundo mediterráneo, la Maison Mediterranéenne des Sciences de l´Home (MMSH) dependiente de la Universidad Aix-Marsella y del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS).

Entre los diferentes campos en los que ha desarrollado su investigación, iniciada con una tesis sobre las acusaciones de misantropía contra los judíos en la Antigüedad, destaca el del estudio de las interacciones entre judíos y no judíos en el mundo grecorromano. En este último campo ha fijado su atención en la dinastía de los asmoneos y en cómo estos reyes-sacerdotes intentaron conciliar su herencia judía con los modelos ideológicos y políticos de la realeza helenística.

El libro que aquí nos presenta es el resultado de años de investigaciones, como muestran sus trabajos anteriores al respecto. Por ejemplo, «The Biblical Conquest of the Promised Land and the Hasmonean Wars According to 1 and 2 Maccabees» en G. Xeravits, ed., The Books of Macabees (Boston-Leiden, 2007, pp. 45-60) y «Reclaiming the Land (1 Maccabees 15:28-36): Hasmonean Discourse between Biblical Tradition and Seleucid Rhetoric» en JBL 133, n.º 3 (2014) pp. 539-559.

La idea principal de todos estos trabajos, y del libro que los compendia, es que las fuentes no respaldan la extendida hipótesis de que los asmoneos asumieron el mandato de redimir de manos gentiles toda la tierra prometida por Dios a los israelitas, tomaron a Josué como modelo y quisieron reinstaurar el reino de David y Salomón, tal como aparece en la Historia Deuteronomista.

Los asmoneos se movieron entre la herencia judía y la diplomacia helenística, participaron de ambas tradiciones, lo que hizo que fueran impopulares y ciertos sectores de la población judía se opusieran a ellos abiertamente. Por esta razón, los macabeos-asmoneos no alcanzaron la categoría de héroes judíos que tienen ahora hasta época relativamente reciente, cuando el movimiento sionista los tomó como ejemplo de redentores de la Tierra. Para los pioneros del Yishuv los macabeos representaban el sueño de liberación del yugo de la dominación extranjera.

El libro comienza con una introducción sobre la historiografía de los reyes asmoneos (pp. 19-64). Excepto unas pocas voces disidentes, la mayoría de los investigadores desde 1850 en adelante han asumido el paradigma de la reconquista de la Tierra Prometida como elemento fundamental de la política asmonea. Es evidente que se ha hecho una relectura de la historia de ese último Estado libre judío desde la nueva ideología imperante en el judaísmo contemporáneo.

La obra se articula en tres grandes apartados.

En la primera parte («Did the Hasmonean Seek to Reconquer the Promised Land or Restore Judea? The Account of the Hasmonean Wars in 1 Macabees», pp. 65-212) se centra en las figuras de Judas, Jonatán y Simón. El pasaje más interesante es el de 1 Macabeos 15, 33-35, donde se recoge la respuesta de Simón Macabeo, sacerdote y etnarca de los judíos, al rey seleúcida Antíoco VII: «Ni nos hemos apoderado de tierras ajenas ni nos hemos apropiado de bienes de otros, sino de la heredad de nuestros padres. Por algún tiempo la poseyeron injustamente nuestros enemigos, y nosotros, aprovechando una ocasión favorable, hemos recuperado la heredad de nuestros padres. En cuanto a Jope y Gazara que nos reclamas, esas ciudades causaban graves daños al pueblo y asolaban nuestro país. Por ellas daremos cien talentos» (traducción de la Biblia de Jerusalén). La clave reside en la expresión «heredad de nuestros padres»: se está refiriendo a la Judea estricta y no a la Tierra Prometida.

En la segunda parte («The Era of the Conquest: Rise and Fall of the Hasmonean State», pp. 213-340) Berthelot estudia la política de expansión territorial desarrollada por Juan Hircano, Aristóbulo I, Alejandro Janeo y sus sucesores hasta el año 63 AEC. En este apartado aborda la cuestión de las conversiones forzosas, que podrían interpretarse como un intento de «desgentilizar» la Tierra Prometida. La autora recurre a otras motivaciones de tipo político o económico (fiscales) para estas conversiones. Si los asmoneos querían que los gentiles dejaran de habitar la Tierra Prometida no se entiende que, por otro lado, recurrieran a reclutar mercenarios en sus ejércitos.

La tercer y última parte («Polemic, Memory, Forgetting», pp. 341-426) es un amplio y detallado recorrido por la imagen de los macabeos-asmoneos en la literatura de Qumrán y en la literatura rabínica.

Tras las conclusiones (pp. 427-433), la obra se completa con un excurso sobre las informaciones fragmentarias de Eupólemo sobre los reinados de David y Salomón (pp.434-438), una lista de documentos acerca de las relaciones diplomáticas entre los asmoneos y Roma antes del año 63 AEC (p. 439), una cronología (pp. 440-444), dos mapas (de las fronteras de Judea en tiempos de Jonatán Macabeo y de la extensión de reino asmoneo bajo Alejandro Janeo), una completísima bibliografía (pp. 447-477) y un índice de fuentes antiguas.

La obra, en suma, es amplia y prolija, producto de un momento de madurez de la autora en el conocimiento de la historia del Estado asmoneo y de sus fuentes. Con todo, la cuestión sigue abierta. El argumentum ex silentio, que como ella reconoce en las conclusiones es la principal prueba de su hipótesis, aunque no la única como vemos a lo largo de la obra, no resulta suficiente para una parte de la investigación. Un ejemplo es la reseña que hace Doron Mendels, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en el Journal of Semitic Studies 64,2 (2019).