Sobre Galdós en su siglo XX. Una novela para el consenso
social
Víctor
Lorenzo García
Universidad de Granada, vlorg@correo.ugr.es
ORCID: 0000-0002-5446-8712
[Fernández Cordero,
Carolina. Galdós en su siglo xx.
Una novela para el consenso social. Madrid-Frankfurt,
Iberoamericana-Vervuert, 2020, 336 pp.]
A propósito del
centenario de la muerte del novelista Benito Pérez Galdós, el interés por su
figura y su obra literaria se han visto revitalizados en este año 2020. Si bien
siempre ha merecido un lugar destacado dentro de las letras hispánicas, se debe
afirmar que el autor canario ha sido leído unánimemente como el mayor
representante del realismo decimonónico y burgués. La mirada más tradicional
hacia su obra, tanto por parte de la crítica como del público, no ha prestado
la suficiente atención a la complejidad que plantean sus presupuestos éticos y
estéticos una vez traspasado el umbral del siglo xx. Con el fin de corregir este desinterés, Carolina
Fernández Cordero analiza la producción galdosiana en el periodo 1901-1920
–sobre todo, la narrativa– desde la óptica de la historia y la sociología
literarias. Así, se ofrecen las claves de
lectura fundamentales para entender la última etapa de Pérez Galdós,
ensombrecida y denigrada a causa de los cambios operados en ella en
contraposición a la del realismo-naturalismo del siglo xix.
En esta monografía, su autora plantea el estudio de la
labor literaria del último Galdós en un diálogo constante con el contexto
sociohistórico en que se enmarca. En este sentido, la primera de las dos partes
en que se divide, titulada “Galdós en diálogo con su siglo xx”, construye el panorama político,
social, económico y cultural de la España de principios de siglo, en el que el
novelista es muy consciente de la función social que posee su literatura para
la sociedad que la consume. Por tanto, los cambios que la nueva centuria trae
aparejados en la ideología galdosiana se proyectan en variadas innovaciones
literarias, explicadas en la segunda parte del estudio. A través de ellas,
Pérez Galdós expresa su deseo de construir una clase media que represente una
oportunidad para superar los lastres del pasado español, al mismo tiempo que
evita las derivas quiméricas de un incipiente movimiento obrero por el que
Galdós no deja de interesarse. En esta línea, Fernández Cordero inscribe al autor
de Fortunata y Jacinta (1887) en una posición destacada del
debate intelectual de su época, lejos del tópico “jóvenes versus
viejos”. Dentro de este, el novelista mantiene una posición dialogante y
cercana sin renunciar a sus propias ideas sobre una realidad tan cambiante como
compleja.
El primer exponente literario de la influencia ideológica
del Galdós más veterano se halla estudiado en el primer capítulo de la
monografía. Bajo el título “Electra, puerta de entrada al siglo xx”, se expone la repercusión
sociopolítica que supuso este drama galdosiano recién estrenada la centuria.
Por una parte, la obra significa para el escritor canario la prueba de cómo el
teatro puede movilizar a la sociedad y, por ende, ayudar a construir una futura
clase media. Por otra, la conmoción generada por Electra (1901) entre
las capas más conservadoras del régimen de la Restauración (1874-1931) pone de
relieve la necesidad de construir una nueva España a partir del laicismo y el
racionalismo. No obstante, el clima general del país no es proclive a que se
lleve a cabo un proyecto de nación renovada, máxime después de la pérdida
colonial de 1898. Los distintos obstáculos para su ejecución son presentados en
el segundo capítulo, “‘Quien manda, manda’: en busca de la nueva clase media”.
En este, se aborda la dura realidad española en los primeros años del siglo xx desde diversos ángulos para concluir
que una figura intelectual como la de Galdós precisa crear conciencias antes de
crear políticas de cambio. En consecuencia, urge “romper con el discurso
ideológico decimonónico progresista en favor de uno nuevo acorde a las
necesidades y realidades del siglo xx”
(51).
A la vista de dicha necesidad, la actividad del último
Galdós coincide con un momento de revalorización del papel del intelectual. En
el tercer capítulo, “Intelectuales y campo cultural español en el siglo xx”, Fernández Cordero detalla el rol
social de los pensadores y escritores finiseculares, entre los que sobresalen
ejemplos como Joaquín Costa o Miguel de Unamuno. Así, se destaca la figura del
“intelectual total” que se preocupa por su realidad más inmediata, polemiza en
artículos de prensa con amplio impacto y colabora con otros intelectuales sin
importar diferencias etarias. Con unas condiciones tan estimulantes para la
expresión de ideas, es digna de reseñar la evolución de Galdós en lo que se
refiere a su compromiso y lucha sociales. El autor canario abandona el lugar de
mero escritor de novelas para adoptar el de propagador de ideas. Este cambio de
Galdós es fuertemente avalado en el capítulo por textos diversos, como cartas
personales, recortes de prensa o fragmentos de obras literarias.
Simultáneamente, estos ayudan a entender las múltiples aristas del pensamiento
galdosiano, situado en una mesostés alejada
tanto de la indiferencia, como del extremismo.
Sobre los planteamientos más extremos, versa el cuarto
capítulo, “La irrupción del movimiento obrero”. En este, se destaca la
capacidad del novelista por intentar comprender las reivindicaciones de los
trabajadores, a pesar de las diferencias de clase que les separan. Con una
postura más conciliadora que beligerante, se presenta la relación de Pérez
Galdós con el obrerismo. En esta, se aprecia una evolución desde el desinterés
y el silenciamiento en el fin de siglo hasta su reconciliación con una clase
social con la que comparte valores comunes en el comienzo del siguiente. En
síntesis, estos se resumen en un “Regeneracionismo radical y republicanismo”,
título del quinto y último capítulo de la parte histórica del estudio. El
rechazo frontal de Galdós a los pilares restauracionistas –monarquía, religión
y cacicazgo– se concentra en su idea de una república laica y democrática,
ficcionalizada en el plano literario. Su compromiso político deja al
descubierto los males de una España “devota de Frascuelo y de María”. Así, a
pesar de hallarse en los últimos años de su trayectoria, el autor canario
decide un cambio de escritura que refleje el paso “de la teoría y del papel a
la práctica política” (167).
Tras abordar las distintas caras del prisma social en el
que el postrer Galdós está implicado, se llega a la revisión de su obra
literaria en el siglo xx. De la
misma manera que se busca la creación de una clase media en el plano
ideológico, se intenta la “Búsqueda y creación de una nueva novela”, título de
esta segunda parte, en el creativo. Antes de tratar la producción novelística
del escritor, Fernández Cordero sintetiza en “La novela en tiempo de
transición” el panorama narrativo de los primeros años del siglo. Para ello, se
tienen en cuenta aspectos de la recepción crítica y editorial de las novelas
del momento –especialmente, las galdosianas–, lo que ofrece una visión mucho
más completa del conjunto novelesco. En medio de este ambiente, la obra de
Galdós sobresale entre las más rupturistas –como la de Valle-Inclán– y las más
conservadoras –como la de Baroja– por querer aunar “tanto las novedades
estéticas como las necesidades sociales del momento” (185). Sin embargo, el
distanciarse de los preceptos más ortodoxos del realismo anterior le acarrea la
incomprensión por parte de la crítica de entonces, al tiempo que supone una
parcela por explorar para los investigadores de hoy.
En el último capítulo de su estudio, “Configuración y
búsqueda de una nueva novela”, Fernández Cordero explora los distintos caminos
narrativos que prueba Galdós en su intento por acomodarse a la nueva realidad.
Sus años de mayor radicalismo en las ideas coinciden, por tanto, con los de
mayor experimentación narrativa. Así pues, la autora señala cuatro vías
principales por las que el autor de Misericordia (1897) tantea su nueva
escritura: la experimentación (fallida) del modernismo, la inclusión del
escenario de una América más imaginada que real, la ruptura de los géneros
literarios tradicionales y el tratamiento de lo maravilloso y lo mitológico
como planteamiento más arriesgado.
En primer término, se muestran sus acercamientos a la
estética modernista, calificables de “fráxito”; es
decir, un éxito del novelista por probar, respetar y admirar esta nueva
concepción del arte, pero un fracaso al pretender alcanzar una vía
innovadora para su novelar en el siglo xx
si se tienen en cuenta las diferencias que lo separaban de los modernistas. En
segundo lugar, el continente americano le proporciona la idea de una modernidad
que ansía para España, aunque sus referencias no se apoyen en el conocimiento
directo de aquella realidad. Con todo, reviste interés el diálogo entre Benito
Pérez Galdós y varios escritores del xix
hispanoamericano con los que se carteó, lo que reitera la relevancia del
escritor canario aun en sus últimos años de vida.
Como tercera vía, Fernández Cordero pormenoriza la
renovación formal que realiza Galdós al intentar acercar novela y teatro en
obras como Casandra (1905) o El caballero encantado (1909).
Además, es muy destacable la relación galdosiana que se establece con el cine,
que, como el socialismo en el plano de las ideas, debe ser tenido en cuenta en
el de las artes para poder avanzar hacia el futuro. Por último, debido a que la
realidad ha cambiado, el modo de contar lo real también debe hacerlo. El uso de
los sueños, la fantasía y los mitos sorprenden en un escritor tachado de
“realista” por sus obras más afamadas, pero que se atreve a incorporarlos
incluso en sus últimos Episodios Nacionales (1910-1912). En estos, los
elementos más vanguardistas encajan a la perfección para transmitir el mensaje
de progreso y esperanza de su autor.
En definitiva, esta monografía ilustra el estilo del
último Galdós –más allá de la ceguera y la vejez– insertándolo en su contexto
histórico y social. Fernández Cordero observa y analiza las múltiples facetas e
inquietudes del novelista canario en relación con una realidad convulsa que no
le fue indiferente, aunque se encontrara en la recta final de su existencia.
Por el contrario, buscó implicarse con ella tanto a nivel práctico como teórico
y pasó a merecer el respeto de las clases media y trabajadora, ampliándose así
su número de lectores y admiradores. Indudablemente, un trabajo como Galdós
en su siglo xx. Una novela para el
consenso social representa un impulso innovador para el galdosismo,
término incorporado en la última actualización del DLE que coincide con
la revisión de un autor que creíamos –erróneamente– tan agotado como
envejecido.
Citation: Lorenzo García, Víctor. “Sobre Galdós en su siglo xx.
Una novela para el consenso social”. Revista Letral, n.º 25, 2021, pp. 222-226. ISSN 1989-3302.
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