Modernas, intelectuales y vindicativas. Cuestionamientos y heterodoxias en las escritoras de la Edad de Plata

Modern and Vidicative Intellectual Women. Questioning and heterodoxies in Women Writers of the Spanish Silver Age

 

Blas Sánchez Dueñas

Universidad de Córdoba

Sharon Keefe Ugalde

Texas State University, San Marcos, TX, EE. UU.

 

lh2sadub@uco.es

https://orcid.org/0000-0002-7085-6045

su01@txstate.edu

https://orcid.org/0000-0002-1539-9582

Recibido: 09/11/2023

Aceptado: 18/11/2023

DOI: 10.30827/impossibilia.262023.29375

 

Con el título Modernidad literaria y escritoras en el cambio de siglo se brinda un monográfico que busca abrir nuevos enfoques y renovadoras orientaciones en los perfiles literarios y culturales de lo que fue el fin de siglo XIX y los comienzos del XX en las letras españolas a través de aportaciones, cuestionamientos y propuestas discursivas de autoría femenina.

El impulso de la modernidad y de las transformaciones socio-políticas y culturales del contexto finisecular, en medio una profunda revisión y replanteamiento de las estructuras nacionales, ofrece aún numerosos vacíos historiográficos así como olvidos y desatenciones enquistados que, desde los márgenes del canon y de la sistematización diacrónica establecida, contribuyeron significativamente al desarrollo intelectual de uno de los períodos más fecundos y poliédricos de la historia literaria nacional.

Para proyectar nuevas perspectivas exegéticas sobre los textos escritos por mujeres, además de las hermenéuticas hilvanadas desde las teorías literarias feministas, los estudios sobre autorías femeninas deben aprovechar propuestas como las de la proyección de los horizontes de expectativas y los de las experiencias de los receptores —Hans Robert Jauss (1986) y Wolfgang Iser (1987)­— sobre referentes que vienen siendo recuperados en los últimos lustros puesto que aún quedan numerosas extensiones por examinar como ocurre en los casos de las escritoras de la Edad de Plata: Carmen de Burgos, Sofía Casanova, Luisa Carnés, Isabel Oyarzabal, Federica Montseny, Ángeles Vicente, Blanca de los Ríos, María de la O Lejárraga, Lucía Sanchez Saornil, Josefina de la Torre, Caterina Albert, Sofía Casanova, María Teresa Roca de Togores, Elisabeth Mulder, Pilar de Valderrama o Ana María Martínez Sagi, entre otras.

La ampliación de marcos hermenéuticos proveerá renovadoras posibilidades de exploración de fuentes documentales primarias como las revistas literarias y los medios de comunicación escritos como crisoles significativos desde los que sumergirse en la construcción del pasado y en la recuperación de las voces y de las propuestas femeninas. Del mismo modo, las relecturas de las configuraciones de la historia literaria finisecular protagonizada por las mujeres han venido ampliando y ensancharán los marcos de referencia que, hasta la fecha, han marcado el devenir de los estudios literarios de género centrados en buena medida en la recuperación de las vidas y de las trayectorias literarias de las escritoras finiseculares como puntos de lanza para nuevas propuestas discursivas.

Si los discursos artísticos ordenan la realidad y hasta la crean, la producción literaria femenina del cambio de siglo desde el XIX al XX y sus evoluciones hasta el estallido de la guerra civil española implica una cosmovisión del mundo que manifiesta panorámicas y paradigmas diferentes a los hegemónicos, como se viene manifestando a través de un extenso muestrario de subversiones, referentes heterodoxos, críticas y dialécticas que tratan de cuestionar los roles impuestos, de reivindicar nuevos espacios y derechos para las mujeres y de analizar los textos de mujer a través de las heterodoxias y de las rupturas con respecto a los modelos y códigos establecidos. Con el cambio de milenio, la crítica feminista viene aportando estudios que persiguen ensanchar los horizontes de acción femeninos preconfigurados desde el patriarcado, de ofrecer otros exámenes y supuestos con respecto a algunas de las controversias más candentes y debatidas de su tiempo y de litigar con los conflictos latentes y acumulados en la construcción del contexto finisecular desde una perspectiva de género, con atención a las proclamas lanzadas negro sobre blanco por las escritoras de aquel tiempo.

Con la entrada del nuevo siglo XXI se viene dilatando la cartografía literaria de la Edad de Plata con relevantes aportaciones sobre empresas que abrieron campos en la acción literaria y artística finisecular para las mujeres como la Residencia de Señoritas (1915) dirigida por María de Maetzu (Vázquez Ramil, 2012) o el Lyceum Club Femenino (Marina y Rodríguez de Castro, 2009) en el ámbito intelectual y cultural; o las propuestas lanzadas desde colectivos como la Asociación Nacional de Mujeres Españolas (ANME), la Unión de las Mujeres de España (UME), el Consejo Feminista de España, la Cruzada de mujeres españolas y la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e hispanoamericanas en una esfera con mayor énfasis en las vindicaciones políticas y sociales. Estudios como los de Gómez Blesa (2019), Susan Kirkpatrick (2003), Shirley Mangini (2001), Neus Samblancat (2006), Purificació Mascarell y Verónica Zaragoza (2022) y Catherine Bellver (2001) han esclarecido cómo las escritoras e intelectuales de este periodo abrieron resquicios a nuevas formas de ser y de estar femeninas en la sociedad mediante el trabajo y el estudio en nuevos espacios pedagógicos y científicos, el desarrollo de prácticas deportivas incipientes, la adquisición de nuevos hábitos cotidianos como el del fumar, nuevas formas de vestir, de bailar y de peinarse, la afición por nuevas manifestaciones artísticas como el cine y la fotografía, el gusto por viajar y por conocer nuevos espacios, la dedicación a esferas hasta ahora ignoradas como las corresponsalías de guerra… acciones y nuevas realidades que supusieron la ruptura con los horizontes preservados para ellas y el hallazgo de que existían otras perspectivas personales y colectivas para las mujeres que hacían posibles incipientes dimensiones más radicales, rebeldes y extraordinarias. A su lado, se han venido proyectando estudios sobre la labor de traducción emprendida por este conjunto de escritoras (Romero López, 2016) y se han abierto cauces de investigación en el entorno de la hemerografía y de la prensa periódica (Romero López y Ehrlichter, 2021; Servén y Rota, 2013), entre otros muchos de las vertientes hermenéuticas que están desplegando accesos al conocimiento de la literatura escrita por mujer de aquel transformador y genuino periodo cultural.

La reivindicación de derechos y la construcción de nuevos modelos de mujer emergen en el ámbito artístico como axiomas desde los que denunciar la posición marginal en la que se encontraba el género femenino del fin de siglo, como ejemplificó en buena parte de su obra narrativa Carmen de Burgos y en sus creaciones artísticas Maruja Mallo y Remedios Varo. El amplio conjunto de escritoras que se dieron a conocer en el periodo intersecular cuyos logros se proyectaron hasta el alzamiento militar de 1936 crearon conciencia de apertura en las relaciones de género y en los cambios sociales, laborales, políticos, artísticos y culturales del fin de siglo.

En este sentido, la investigación de M.ª Paz Cepedello desgrana parte de la trayectoria biográfica y literaria de Isabel Oyarzábal Smith con objeto de revelar cómo, desde el umbral de su credo ideológico, se puede percibir la atención prestada a temas alejados de la geografía argumental femenina al uso como los científicos o los políticos y otros que, siguiendo la estela de las escritoras de la segunda mitad del XIX, las autoras finiseculares comenzaron a vindicar como los culturales y los pedagógicos.

Aplicando concepciones sustentadas en lo que se viene denominando marcas de feminidad allegadas a los feminismos de la diferencia, M.ª Paz Cepedello demuestra cómo en la novela El sembrador sembró su semilla de Oyarzábal se aprecian rasgos argumentales que atestiguan caligrafías de la feminidad en relación con las dimensiones simbólicas del cuerpo, de la educación, de la sexualidad y la identidad de sus protagonistas.

            Isabel Oyarzábal construye personajes femeninos elaborados desde los prismas de la mujer moderna significativamente visibles en el caso de su protagonista narrativa. Su personaje, además de guardar simetrías biográficas con la propia escritora, se modela como figura aislada y solitaria que busca la propia independencia personal ejemplificando un manifiesto antecedente de lo que luego se verá en la narrativa escrita por mujer posterior. El conjunto de reflexiones sobre esta novela se centra en aspectos esenciales para la conformación de la identidad de las mujeres desde el feminismo de la diferencia, algunos de cuyos palpables exponentes pueden encontrar gérmenes en la obra de Oyarzabal Smith tales como una trama estructurada en torno al embarazo y sus consecuencias físicas y anímicas para la protagonista, la asunción de una maternidad responsable como primera toma de conciencia de carácter feminista, la condición de objeto al que se ve reducido el personaje principal contra el que pretende sublevarse, eliminar la ignorancia de las mujeres como primer gozne para acabar con la impotencia y los menosprecios sufridos por el despotismo patriarcal y tomar conciencia de las diferencias sexuales como factor identitario inmanente y primario para transformar las relaciones intergenéricas.

            Los valores y significados del vestuario para las Sinsombrero a través del arte lírico de Josefina de la Torre y de Concha Méndez constituye el objeto de estudio de la aportación de Sharon Keefe Ugalde. Ambas escritoras son representativas de la iconografía de la mujer moderna tanto en su devenir existencial como en su práctica creativa además de demostrarlo en sus activas ocupaciones profesionales, sus aficiones viajeras y sus deseos de independencia, de emancipación y de transgresión con respecto a las normas de comportamiento femenino tradicionales perceptibles en las sucintas biografías sintetizadas en el cuerpo del trabajo.

            Más allá del poder y vindicación de la palabra y de la acción pública, las jóvenes escritoras de comienzos del siglo XX expresaron su modernidad a través de la semiótica de la indumentaria evidente en la conocida reacción del sinsombrerismo encabezado por Maruja Mallo que alcanzó una extensa controversia en el Madrid de entonces.

            En el discurso poético de Josefina de la Torre y de Concha Méndez se aprecia un nuevo valor simbólico y liberador de la indumentaria, al igual que ocurrió con otras temáticas de la vanguardia. A través de libros como Versos y estampas y Poemas de la isla, Sharon Keefe revela cómo se representó la esfera femenina en Josefina de la Torre por medio del vestuario y acciones relacionadas con el arte del vestir, desde una naturaleza de timidez y dependencia de sus primeras obras hasta el atrevimiento en la deconstrucción de nombres y actitudes por las indisciplinas subyacentes con respecto a los códigos de poder en obras posteriores aunque taraceadas con una actitud de moderación.

            Con mayor arraigo y desenvoltura, la modernidad femenina es manifiesta en las prendas con las que Concha Méndez caracteriza a sus figuras líricas con atuendos osados vinculados al deporte, a la aviación y a la natación como emblemas de una mujer emancipada, intrépida y libre que rompe con los modelos de la madre-esposa recluida en el ámbito del hogar, por lo que contrastan con los de Josefina de la Torre. Bufandas, bañadores, faldas plisadas… así como rechazo de prendas vinculadas a la feminidad ejemplifican las atrevidas imágenes de mujeres que aceptan su sexualidad y hacen gala de su libertad y de adueñarse de su destino, tal y como se colige por la indumentaria con la que Concha Méndez delinea a sus protagonistas poéticas.

Cristina Jiménez examina una de las primeras aportaciones narrativas, Peregrinos de Calvario, de Luisa Carnés, una escritora olvidada y apartada del canon por motivos de género y de clase. Esta novela podría catalogarse como obra de aprendizaje en su proceso constructivo, puesto que en su armazón se ensayaron motivos y personajes que luego perfeccionará en obras posteriores.

El conjunto narrativo engarza con procedimientos de las vanguardias y del neorrealismo. En relación con este último prisma, los relatos se construyen sobre protagonistas marginadas y sobre referentes argumentales vinculados con la pobreza, la desigualdad social y el desamparo en el contexto histórico de su publicación en 1928. El vanguardismo se muestra en la ambigüedad con la que se establece el cronotopo narrativo, el fragmentarismo constructivo de las tres historias que arman el volumen, la multiplicidad de puntos de vista con los que se juega con narradores y autores que hacen del relato una novela polifónica, el recurso a la dimensión metaficcional…. Estrategias y técnicas convenientemente glosadas e ilustradas en el cuerpo del trabajo.

Por otra parte, estos relatos ofrecen marcados signos de concienciación de género, dado que en sus urdimbres aparecen imágenes de mujeres que cuestionan los horizontes androcéntricos establecidos sobre temáticas como las de la maternidad, el matrimonio, las injusticias sociales, el mercado laboral fuera de la esfera doméstica… según se desprende de los análisis sobre las tramas y los personajes de la obra enjuiciada.

Retaguardia (1937), novela escrita por Concha Espina, es el objeto de estudio de María Álvarez. Además de situar a la autora en su contexto y de subrayar la marginación de su obra desde el punto de vista de la crítica actual en paragón con la importancia y reconocimiento disfrutados en su época, la investigadora explica algunos de los motivos del cambio ideológico sufrido por la escritora santanderina a partir de exégesis proyectadas sobre Retaguardia, pieza novelesca con un fuerte componente autobiográfico desde la que se pueden rastrear particularidades de su pensamiento, su visión de la guerra civil y connotaciones de su ideario.

El relato ofrece una panorámica personal sobre un cúmulo de circunstancias personales que la marcaron en plena guerra civil a través de acusaciones sobre las atrocidades cometidas por los republicanos, su defensa del alzamiento franquista y su alegato de los dogmas falangistas. Mediante relevantes glosas se abordan cuestiones presentes en el relato en el ámbito de la educación de la mujer, el papel esencial de la religión en la reconstrucción de la nación, la crítica a algunos de los postulados socialistas y la defensa de la vuelta al imperialismo como solución a la desigualdad.

En Retaguardia se revela la fractura social entre las dos Españas con la exaltación de las bondades presentes e históricas de la ideología del bloque nacional y las perversidades y ruinas generadas por los paradigmas republicanos. En las dialécticas entre los dos bandos, Concha Espina claramente se alinea con la retórica falangista en su defensa de la religión, sus críticas a las impiedades republicanas y la postulación de nuevos modelos de conducta femeninos trazados desde la moral conservadora, según se argumenta con precisión en esta aportación.

Josefina de la Torre como modelo de mujer moderna en el dominio de la Edad de Plata constituye el punto de partida de Isabel Navas. Después de abocetar una relevante síntesis de los logros y transformaciones alcanzados por las escritoras argentadas en una progresiva apertura hacia nuevas ocupaciones laborales, incipientes formas de ocio, de vida y de actuación pública y agitadoras acciones simbólicas vindicativas, Navas Ocaña deslinda los logros femeninos de aquel tiempo en la figura de Josefina de la Torre, puesto que su acción es representativa de los nuevos iconos de mujer vanguardista por aficiones, formación y frecuentación de espacios, actos y actuación pública. Se repasan con detenimiento sus aportaciones líricas, su protagonismo en el incipiente dominio del cinematógrafo y sus relaciones sentimentales con varios intelectuales de su tiempo. Con todo, la geografía personal y el activismo de Josefina de la Torre sufrió los reveses comunes al resto de congéneres del 27 con la cerrazón y represión de la dictadura franquista y su asiento en suelo nacional.

Además de glosar sus filiaciones ideológicas con el republicanismo y el falangismo, se explica el cambio de su práctica literaria desde la poesía, donde había alcanzado reconocimiento, hacia otros géneros como el narrativo o el teatral y otras manifestaciones artísticas como el cine, donde fue conocida con el pseudónimo de Laura de Cominges, cambio nominal que, no obstante, no le impidió perseverar a través de su obra y acción en su lucha por lograr una sociedad más equitativa a pesar de las directrices regresivas franquistas. Estas realidades se atestiguan mediante el estudio de varias de sus novelas como Idilio bajo el terror (1938), María Victoria (1940), La rival de Julieta (1940), Alarma en el Distrito Sur (1939) y El enigma de los ojos grises (1938), entre otras. Todas ellas muestran signos de la ideología de su autora y tipologías de mujeres modernas y activas, aunque en segunda línea por detrás del protagonismo masculino en consonancia con la ideología franquista.

Estas obras, calificadas como novelas “cinematográficas”, muestran su atención y atracción hacia el arte de la cinematografía, donde la artista canaria desarrolló una intensa labor como adaptadora de guiones y actriz secundaria en papeles de antagonista que encajaban con su condición de mujer moderna frente a los estereotipos femeninos impuestos por el régimen dictatorial. Su relación con el celuloide, según concluye Isabel Navas, fue historiada en Memorias de una estrella, obra en la que se refiere su visión de la mujer y su decepción y crítica respecto al mundo arte cinematográfico.

En el conjunto de planteamientos innovadores perceptibles en las propuestas literarias de las escritoras de la Edad de Plata, las autoras transcendieron las temáticas hegemónicas del contexto finisecular y aportaron su particular visión acerca del conjunto de crisis y males que agudizaron la conciencia crítica de la nacionalidad española. En este momento aparecieron las primeras corresponsales de guerra como Carmen de Burgos, Teresa de Escoriaza y Sofía Casanova. A su lado, en el ámbito internacional las escritoras finiseculares se preocuparon por los problemas coloniales y el de las relaciones internacionales desde fundamentos femeninos. Casos como los de Concepción Gimeno de Flaquer, Eva Canel o Blanca de los Ríos, entre otras muchas, son reveladores de la participación femenina en las controversias tendidas en la cuestión hispanoamericana en un momento donde comenzaron a reconsiderarse y restituirse los entrelazamientos entre las dos orillas del Atlántico.

            El trabajo “Interacciones culturales y literarias transoceánicas promovidas por Blanca de los Ríos en el contexto finisecular” analiza la fértil labor hispanoamericanista desarrollada por Blanca de los Ríos en un cronotopo en el que se comenzaron a tender puentes y a buscar la promoción de redes históricas y contextuales entre España y los países sudamericanos. En el caso de la escritora sevillana no sólo fue esencial su dirección de la revista Raza española (1919-1930) como crisol de recepción y de difusión de idearios sobre los vínculos hispanoamericanos, sino también sus discursos y actos públicos en los que sustentó las ligaduras de la raza, la cultura y la historia así como los de la lengua, la religión y las costumbres, entre otras muchas, como células unitivas trasnacionales. Blanca de los Ríos planteó un amplio muestrario de argumentos con objeto de rehabilitar las transacciones y afinidades entre España y la jóvenes repúblicas sudamericanas, criticando a su vez los discursos europeos sobre la leyenda negra española y los deseos de dominio del bloque anglosajón sobre el continente americano en su totalidad, orientaciones que para la autora sevillana pretendían debilitar el espíritu nacional, aún en crisis tras el desastre del 98, y generar hostilidades entre España y las repúblicas americanas.

            Además de analizar algunos de los discursos y conferencias más significativas de Blanca de los Ríos, Blas Sánchez estudia el valor simbólico del apenas conocido libro Pro Patria coordinado por la escritora sevillana con la intención de promocionar la riqueza nacional y atraer el turismo americano a España. Con él se querían ensalzar no sólo los lazos españoles en el continente americano, sino también los beneficios mutuos del turismo para los intercambios comerciales y para el conocimiento de las culturas trasnacionales imprescindibles para el progreso y la generación de estímulos colaterales entre los dos territorios.

            Finalmente, se resalta otro opúsculo firmado por De los Ríos donde se defiende etimológicamente el significante “Hispanoamericana” para la exposición de Sevilla de 1929 frente a otros vocablos, con el fin de reforzar una visión positiva de España en las antiguas colonias y de defender el amplio legado español y los lazos de confraternización existentes de España con todos los países hispanoamericanos.

Con este monográfico se ha procurado abrir nuevas vías para la investigación de los estudios literarios de género en el periodo finisecular. Sin embargo, aún quedan numerosos resquicios para ser escrutados que contribuirán a seguir desvelando las contribuciones femeninas al amplio caudal literario y artístico del periodo, como queda de manifiesto por la desatención que aún sufren escritoras como Ángela Barco, Adela Carbone, María del Pilar Contreras de Rodríguez, Teresa Mañé (Soledad Gustavo), Gloria de la Prada o Ángela Graupera, entre otras muchas. Se hacen necesarios nuevos accesos al estudio de nuevos códigos y de renovadoras formas de expresión artística, no miméticas, que se sirvieron del hibridismo, de la fragmentación y de las interacciones discursivas para promover diálogos interartísticos como ejes para la búsqueda de vanguardistas fórmulas creativas y de renovadores relieves plásticos y objetos artísticos, siguiendo el ejemplo planteado por Cristina Jiménez o las prácticas creativas de autoras como Lucía Sánchez Saornil, Maruja Mallo, Remedios Varo o Marga Gil Roësset.

En el ámbito de la hemerografía y de la prensa aún quedan pendientes de bosquejar no sólo muchas revistas literarias y feministas aparecidas en este tiempo sino también encrucijadas críticas desde las que abrir cauces para el estudio de las iniciativas femeninas en este ámbito. Todo ello se convertirá en campo fértil y superficies epistemológicas productivas desde las que se lanzarán progresivas revelaciones que contribuirán a facilitar el conocimiento de las redes de acción y de las interacciones entre hombres y mujeres, detectar las relaciones literarias interpersonales de las escritoras y de estas con el género masculino, cuestionar la condición social y jurídica de las mujeres, recabar nuevos datos sobre el asociacionismo y los círculos culturales femeninos, recobrar nombres propios olvidados en la actualidad y, con todo ello, ayudar a calibrar con equidad las poliédricas dimensiones de las repercusiones de las iniciativas culturales, artísticas y literarias femeninas en el público lector y en el contexto socio-cultural del período.

 

 

Referencias bibliográficas

 

BELLVER, Catherine. (2001). Absence and Presence. Spanish Women Poets of the Twenties and Thirties. Lewisburg: Bucknell University Press.

GÓMEZ BLESA, Mercedes. (2019). Modernas y vanguardistas. Las mujeres-faro de la Edad de Plata. Madrid: Ediciones Huso.

ISER, W. (1987). Acto de leer: teoría del efecto estético. Madrid: Taurus. 

JAUSS, H. R. (1986). Experiencia estética y hermenéutica literaria. Madrid: Taurus.

KIRKPATRICK, Susan. (2003). Mujer, modernismo y vanguardia en España (1898-1931). Madrid: Cátedra.

MANGINI, Shirley. (2001). Las modernas de Madrid. Las grandes intelectuales españolas de la vanguardia. Barcelona: Península.

MARINA, José Antonio, y RODRÍGUEZ DE CASTRO, María Teresa. (2009). La conspiración de las lectoras. Barcelona: Editorial Anagrama.

MASCARELL, Purificació y ZARAGOZA, Verónica. (2022). “Canon, género y escritura: el rescate de las mujeres de la Edad de Plata española”, número monográfico de Impossibilia, 23.

ROMERO LÓPEZ, Dolores. (ed.) (2016). Retratos de traductoras en la Edad de Plata. Madrid: Escolar y Mayo.

ROMERO LÓPEZ, Dolores y EHRLICHTER, Hanno. (2021). Mujer y prensa en la Modernidad: dinámicas de género e identidades públicas en revistas culturales de España e Hispanoamérica. München: AVM – Akademische Verlagsgemeinschaft.

SAMBLANCAT MIRANDA, Neus, (ed.) (2006). “Modernas y Vanguardistas 1900-1939”, número monográfico de Cuadernos Hispanoamericanos, 671. 

SERVEN, Carmen y ROTA, Ivana. (eds.,) (2013). Escritoras españolas en los medios de prensa (1868-1936). Sevilla: Renacimiento.

VÁZQUEZ RAMIL, Raquel. (2012). Mujeres y educación en la España contemporánea. La Institución Libre de Enseñanza y la Residencia de Señoritas de Madrid. Madrid: Akal.

 

Sánchez Dueñas, B., & Ugalde, S. K. (2023). Presentación. Modernas, intelectuales y vindicativas. Cuestionamientos y heterodoxias en las escritoras de la Edad de Plata. Impossibilia. Revista Internacional De Estudios Literarios, (26), 01–08. https://doi.org/10.30827/impossibilia.262023.29375

 

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.