Reseña de / Review of
López Martínez, María Isabel (2022). Los poetas
de Picasso. Málaga: UMA Editorial, Universidad de Málaga. ISBN
978-84-1335-200-8. 207 pp.
Antonio Cazorla Castellón
Universidad de Almería
https://orcid.org/0000-0001-7478-3253
Recibido: 03/07/2023
Aceptado: 20/09/2023
DOI 10.30827/impossibilia.262023.28655
“La palabra sirve a la pintura en tanto que la
recrea de manera secundaria, pues el poema parte del conocimiento del cuadro”
(198), sostiene María Isabel López Martínez en Los poetas de Picasso
(Editorial de la Universidad de Málaga, 2022). Y, precisamente, en esta cita se
podría concentrar muy sintéticamente la reflexión final que emana del rastreo
de influencias e interrelaciones entre una obra pictórica y una obra poética.
La autora de este ensayo es Catedrática
de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, y emplea las metodologías
propias de la disciplina para ponerlas al servicio del estudio de la enorme
impronta que Pablo Picasso dejó en la obra poética de escritores de su momento
desde una mirada transnacional.
Partiendo, pues, de los preceptos de la
Literatura Comparada y de unas herramientas metodológicas que se remontan a los
propios orígenes de la literatura y del arte, López Martínez pone frente a
frente textos de poetas como Neruda, Aleixandre, Alberti o Lorca, y obras de
arte de Picasso “con el fin de llenar o de descubrir el sentido de los flujos
que parten de las obras plásticas” y “abrir líneas de interpretación de la
literatura a la luz de elementos del arte” (16).
Pues bien, a lo largo del ensayo, que se
divide en dos grandes bloques centrados, por una parte, en la influencia de
Picasso sobre Pablo Neruda y, por otra parte, sobre los poetas del 27, la
autora responderá a cuatro grandes cuestiones que son clave en este estudio.
En primer lugar, López Martínez plantea
la hipótesis sobre si el hecho de compartir lengua materna establece
conexiones, aunque el canal de expresión sea, de un lado, la imagen y, de otro
lado, la poesía. En segundo lugar, ¿“la poesía de Neruda principalmente y la de
otros poetas como Alberti, Guillén y Aleixandre se asientan sobre un sustrato
común al quehacer” de Picasso? (11). En tercer lugar, de qué forma influye en
el pintor el léxico que emplean los poetas para referirse, por ejemplo, a las
tonalidades de los colores. Y, por último, ¿“en qué grado existe una conexión,
propiciada por compartir la lengua y la consiguiente cultura”, entre los poetas
estudiados y el pintor malagueño? (12).
Lo que pone de manifiesto, en un primer
momento, este imprescindible ensayo de López Martínez es que la teoría estética
de las Vanguardias que defiende la existencia de las relaciones interartísticas
se confirma en el caso de Picasso y los poetas estudiados. Durante los años de
mayor innovación artística del siglo XX, los escritores fueron una voz a través
de la cual elogiaban o criticaban la obra de pintores e incluso se valían de
sus obras para ilustrar sus textos. Y los pintores fueron quienes, en muchos
casos, dieron testimonio a través de retratos de las relaciones profesionales y
personales que los artistas de diferentes modos de expresión mantuvieron. Así
fue, de hecho, el caso de Picasso, que dejó para la posteridad ilustres
retratos de autores como Ramón Reventós, Gertrude Stein o Guillaume
Apollinaire, entre otros. Además, su relación con la literatura fue más allá,
ya que muchas de sus obras llevan nombre de obras canónicas de la literatura universal.
En el capítulo primero, “Neruda ante
Picasso”, veremos dos poemas del libro Las uvas y el viento que el poeta
chileno dedica al pintor malagueño. Es un hecho que tanto el compromiso
político de izquierdas como el papel de diplomático de Pablo Neruda le permitió
establecer vínculos con gran parte de la intelectualidad del mundo. Previo
análisis de esos poemas, la autora ofrecerá algunas notas sobre el contexto
biográfico y literario de la obra de Neruda y explorará, particularmente, la
relación personal que existía entre ellos.
El marco histórico que recorre la
creación de este libro es el de la candidatura presencial de Salvador Allende
en Chile. No obstante, tras la llegada al poder de González Videla, Neruda se exilia
y a su llegada a París es visitado por Pablo Picasso, como el propio poeta
narra en Confieso que he vivido. Se establece, pues, entre ellos una
relación de admiración y apoyo mutuo con grandes hitos compartidos en sus
biografías, como el recibimiento del Premio Lenin de la Paz en 1950. Y aunque
en Confieso que he vivido se mencione algún cuadro de Picasso, como Panes
y frutero sobre una mesa, María Isabel López Martínez llenará un vacío
epistemológico estudiando los poemas que Neruda dedicó a Picasso en Las uvas
y el viento. Serán, en concreto, dos: el poema VII de la sección “Las uvas
de Europa” y el poema XVI de la sección “La tierra y la pintura”.
En primer lugar, López Martínez estudia
en el poema VII el sentido que tiene en la vida y obra de Picasso un lugar muy
concreto, Vallauris, una localidad de una arraigada tradición ceramista que
caló en los intereses artísticos del pintor. Así, la autora analiza la
estructura en tres partes de este poema en el que encontramos la descripción de
Vallauris, la actividad de Picasso en su taller de cerámica y la metáfora de
algunos elementos como el humo que emanaba de esos talleres. Del mismo modo,
López Martínez subraya que Neruda pone de manifiesto en su poema elementos
centrales en esta etapa de la carrera artística de Picasso, como el simbolismo
de la cabra o algunos aspectos ligados a su vida personal, como la mención
explícita al barbero del pintor en el poema. Es, en suma, un poema en el que,
como bien apunta la autora, Neruda se deshace en elogios hacia Picasso al
recrearlo en su taller, equiparándolo a la categoría de genio, recreando los
espacios por los que el genio se mueve, los materiales que emplea y los seres
humanos de los que se rodea.
En segundo lugar, López Martínez analiza
el poema XVI de la misma obra de Neruda. La autora estudia aquí el motivo del
arlequín y las referencias a cuadros picassianos como el celebérrimo La
familia de saltimbanquis en las que Neruda pone de manifiesto la actitud
cervantina y galdosiana con la que el pintor representaba a estos personajes.
López Martínez también analiza el simbolismo del Guernica en el poema de
Neruda o de los animales y elementos primigenios que Picasso representó en sus
creaciones plásticas. Así, la autora explica que las referencias que Neruda hace
a, por ejemplo, los gallos, tienen que ver con el desafío en los cuadros de
Picasso, etc. En definitiva, María Isabel López Martínez sostiene que en estos
poemas de Neruda vemos un homenaje al compromiso social, a la incesante
actividad y a la genialidad de Pablo Picasso.
En el capítulo segundo, “Picasso en la
voz de los poetas españoles”, López Martínez se centra ahora en la influencia
directa del pintor sobre la generación del 27 y los poetas de la posguerra
española. Escritores como Lorca, Guillén, Aleixandre, Alberti, Rejano y María
Victoria Atencia ocupan esta sección final del ensayo.
María Isabel López Martínez estudia la
conferencia “Sketch de la nueva pintura” que Federico García Lorca pronunciara
en 1928 en la que reflexionaba sobre la pintura de su tiempo y encumbraba a
Pablo Picasso al máximo exponente del Cubismo, un movimiento que Lorca elogió
por su capacidad de dinamitar el concepto clásico de belleza ligada a la
reproducción mimética de la realidad. Por su parte, Jorge Guillén escribió en Homenaje
un poema en el que reinterpreta la obra La pique cassée en el que, como
subraya la autora, no se produce una écfrasis exacta del cuadro, pero sí se
observan sutiles influencias como en, por ejemplo, el ritmo de los versos. En
cuanto al poema que Vicente Aleixandre dedica a Picasso, la autora sostiene que
el poeta realiza un homenaje biográfico y estético del pintor haciendo un
especial hincapié en obras como el Guernica. Pero el poeta en el que más
se detiene López Martínez es Rafael Alberti, autor de Los 8 nombres de
Picasso, un libro en el que se observa la descripción de la técnica
pictórica de Picasso en poemas como “Balada de Les Demoiselles D’Avignon”
–quizá la obra plástica de Picasso considerada fundacional del Cubismo–, un
poema muy particular porque combina la écfrasis con la reflexión sobre los
presupuestos teóricos del Cubismo, como la descomposición cubista. También la
autora se detiene en poemas en los que Alberti recrea el cuadro Mujer en
camisa o el Guernica, esta última, una obra por la que Alberti
sentía una fuerte fascinación porque demostraba que la libertad creativa no
tenía por qué estar desligada del compromiso, motivo por el cual homenajea esta
obra pictórica en poemas como “Tú hiciste aquella obra”. Finalmente, López Martínez
cierra su estudio destacando la influencia sobre Juan Rejano, que dedica a
Picasso un poema en Canciones de paz, o sobre la obra de María Victoria
Atencia, que prestó también una especial atención al Guernica.
Con todo, Los poetas de Picasso
es un excelente ejercicio hermenéutico que amplía y explora las inagotables
posibilidades que tiene aún la Literatura Comparada. Lo hemos visto en este
estudio, donde Picasso y los poetas en lengua española se retroalimentaron y
dieron sentido a ese precepto vanguardista según el cual todas las
manifestaciones artísticas debían confluir. Con toda seguridad, esta obra será
un referente y un punto de partida para futuros estudios que quieran emplear
las mismas metodologías aplicadas al arte que en la actualidad comparte con el
de hace un siglo esa hermosa característica de hibridación.
Cazorla
Castellón, A. (2023). Reseña de López Martínez, María Isabel (2022). Los poetas
de Picasso. Málaga: UMA Editorial. Universidad de Málaga. ISBN
978-84-1335-200-8. 207 pp . Impossibilia.
Revista Internacional De Estudios Literarios, (26), 154–156.
https://doi.org/10.30827/impossibilia.262023.28655
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