Impossibilia: diez años de aporte a la investigación

En 2010, un puñado de estudiantes del Doctorado en Teoría de la Literatura y del Arte y Literatura Comparada nos unimos en la ilusión de formar una revista. Nos guiaba la idea de ofrecer un lugar desde el cual partir hacia más allá de lo probable y lo posible dentro de los estudios literarios. Nos valimos del arte de El Bosco para materializar en nuestro logo esos cuatro ejes sobre los que descansa nuestra labor editorial. Las cuatro piernas con ojos de lechuza representaban para nosotras la unión de lo humano y lo divino en el camino del saber.

En este singular 2020, tan ilusionante proyecto cumple diez años. Han sido veinte números los publicados de forma ininterrumpida, incluso en estos últimos meses en los que el mundo se ha enfrentado a una situación excepcional derivada de la pandemia.

Los dominios de estudio tratados a lo largo de esta década abarcan una gran variedad. En nuestras páginas se estudian El Quijote, la novela experimental, la novela gráfica, el manga, los SMS, el slam y la poesía —tanto la de los libros como la electrónica—; Lorca, Cortázar, Yourcenar, Zambrano, las distopías, los fantasmas, los sueños, los yoes bifurcados de la autoficción, el Siglo de Oro, el teatro, la parodia, la literatura infantil, la juvenil y la vía Twitter, las revistas literarias, la lectura; también el ejercicio del poder en sus diversas variantes, la migración, el exilio, el tránsito, la memoria, los transnacionalismos y el poscolonialismo así como las obras surgidas en regímenes dictatoriales como el español o el estalinista, las cárceles o la prisión interior; y, por supuesto, el cine, las artes visuales, lo digital, la televisión, la transmedialidad. Asimismo, los y las investigadoras que publican en nuestras páginas son de diferentes países de América, Europa, África y Asia.

Cada uno de nuestros números es el resultado del trabajo altruista de muchas personas, en particular, de las y los articulistas a través de sus investigaciones; de los y las árbitros con su experiencia y su generosidad, la de las y los coordinadores de monográficos con sus conocimientos. Por nuestra parte, fieles a nuestro compromiso permanente de rigor y entusiasmo, mantenemos los niveles de calidad que nos han valido la inclusión en diversos índices evaluadores y repositorios. La valoración positiva que vamos recibiendo nos alienta en la constante búsqueda de la excelencia para ofrecer a nuestras/os colaboradores y nuestro público lector nuestro aporte al conocimiento de la literatura.

El originario sueño editorial es una realidad palpable. Celebremos, pues, la literatura, espacio donde la imposibilidad y la improbabilidad se verifican, auténtico motivo de este camino en unión.

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