Revista científica electrónica de Educación y Comunicación en la Sociedad del Conocimiento
Publicación en línea (Semestral) Granada (España) Época II Vol. 24 (2) Julio-Diciembre de 20224 ISSN: 1695-324X
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DOI: http://doi.org/10.30827/eticanet.v24i2.31026
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CHATGPT: ¿EL FUTURO DEL APRENDIZAJE?
PERCEPCIONES Y USO ENTRE ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS
ChatGPT: A new tool for learning? Perceptions and Usage Among College Students
Luis Alberto Fernández Marfil
luis.fernandezma@anahuac.mx
https://orcid.org/0009-0005-5405-1270
Universidad Anáhuac Online (México)
Cecilia Vallejos Parás
cecilia.vallejos@lasalle.mx
https://orcid.org/0000-0001-7286-9299
Universidad La Salle México (México)
Pedro Beltrán Cuervo
pedro.beltran@lasalle.mx
https://orcid.org/0009-0000-6027-2903
Universidad La Salle México (México)
Recibido: 07/06/2024
Revisado: 10/10/2024
Evaluado: 12/11/2024
Aceptado: 11/12/2024
Resumen
Este estudio explora el uso y la adopción de la herramienta ChatGPT entre
estudiantes universitarios de una institución superior de la Ciudad de México.
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Se centra en la frecuencia de uso, la calidad de la información y en posibles
beneficios percibidos por el estudiantado para la educación. La investigación
emplea un enfoque cuantitativo exploratorio, con una muestra por conveniencia
de 151 estudiantes entre 17 y 24 años de edad. Para la recolección de datos,
se empleó un cuestionario que se aplicó en octubre 2023. Los resultados
indican que un 88.1% de los encuestados se siente familiarizado con ChatGPT,
mientras que el 69% lo utiliza para tareas académicas. En general, la calidad y
diversidad de la información proporcionada por la herramienta de inteligencia
artificial fue percibida como positiva por el estudiantado, pero se percibe cierta
precaución en torno a la confiabilidad de la herramienta y la fiabilidad de las
fuentes. El estudio subraya la necesidad de que investigaciones futuras se
centren en las implicaciones éticas de la inteligencia artificial en la educación.
Abstract
This study explores the usage and adoption of the ChatGPT tool among
university students from a higher education institution in Mexico City. It focuses
on the frequency, quality of information, and potential perceived benefits for
education among students. The research employs an exploratory quantitative
approach, with a sample of 151 students aged 17 to 24. For data collection, a
questionnaire was utilized in October 2023. The results indicate that 88.1% of
respondents are familiar with ChatGPT, and 69% use it for academic tasks.
Overall, the quality and diversity of information provided by the artificial
intelligence tool were positively perceived by students, but there is a sense of
caution regarding the tool's reliability, source reliability, and user privacy and
security. The study underscores the need for future research to focus on the
ethical implications of artificial intelligence in education.
Palabras clave: ChatGPT, OpenIA, Inteligencia Artificial en Contextos
Educativos, Cuestiones Éticas en la IA.
Key words: ChatGPT, OpenAI, issues in AI; AI-Enhanced Education
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Introducción
La incorporación de tecnologías avanzadas en la educación superior ha sido
una constante en la evolución del proceso de enseñanza-aprendizaje. En este
sentido, el ChatGPT emerge como una herramienta de vanguardia,
desencadenando debates sobre su potencial para el desarrollo de nuevo
conocimiento en el ámbito universitario (Rawas, 2023).
Desarrollado por OpenAI en el año 2022 y abierto al público de manera oficial
el 30 de noviembre de 2022, este modelo de lenguaje, basado en el
revolucionario GPT-3, representa un hito en la Inteligencia Artificial (IA),
destacando por su capacidad para generar respuestas coherentes y
contextualmente relevantes (Thi Thuy An Ngo, 2023).
El desarrollo de los modelos de lenguaje de gran escala tales como ChatGPT,
han captado una atención significativa en la academia (Laskar et al., 2023);
estos modelos tienen el potencial de revolucionar la manera en que los
docentes y los estudiantes interactúan, aprenden y generan conocimiento. Con
una gran capacidad para responder preguntas, participar en diálogos, traducir
idiomas e incluso escribir código de computadora sin tener una formación de
programador (Gao et al., 2024) estos modelos de lenguaje predictivo se están
convirtiendo rápidamente en las herramientas favoritas de la academia.
ChatGPT representa un importante avance en la tecnología de inteligencia
artificial, siendo generalmente el modelo más popular entre la población
estudiantil; su compañía Open AI se posiciona pionera en la generación de
productos novedosos, poderosos y relevantes al usuario final, y a su CEO: Sam
Altman, como el nuevo líder-gurú de este sector.
El éxito de ChatGPT-3 ha impulsado a OpenAI a explorar aún más el potencial
de los modelos de lenguaje en la inteligencia artificial conversacional (Weber-
Wulff et al., 2023). Con el lanzamiento de GPT-4 y ahora GPT-4o, OpenAI ha
expresado su compromiso con el desarrollo de IA ética, asegurando que la
progresión de estos modelos se alinee con los valores y responsabilidades
sociales (Strachan et al., 2024). Con cada iteración, desde GPT-2 hasta
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ChatGPT-3, GPT-4 y ahora GPT-4o, el enfoque principal ha sido refinar la
capacidad para participar en conversaciones significativas y contextualmente
relevantes mientras muestra niveles más altos de comprensión y empatía (Silva
& Canedo, 2022).
ChatGPT es una herramienta de procesamiento de lenguaje natural que utiliza
una red neuronal para generar respuestas coherentes a partir de extensos
conjuntos de datos lingüísticos (Fitria, 2023). En su esencia, ChatGPT opera a
través de la interacción entre el usuario y el sistema, donde su entrenamiento le
permite identificar patrones en el lenguaje y predecir respuestas
contextualmente relevantes. Este modelo se postula como un apoyo potencial
para el desarrollo del conocimiento, especialmente en el ámbito educativo
universitario (Galli & Kanobel, 2023).
ChatGPT se promueve como un asistente virtual versátil capaz de adaptarse a
múltiples disciplinas y campos del conocimiento. Su entrenamiento con
extensos conjuntos de datos provenientes de diversas fuentes, como libros,
artículos de noticias y publicaciones en redes sociales, le confiere una amplitud
de conocimiento que lo hace particularmente útil en entornos académicos.
Es por esta razón que la relación entre la inteligencia artificial y la academia se
está volviendo más entrelazada con cada año que pasa (Gao y Wang 2023),
insertándose en el tejido de varios campos científicos y provocando una
explosión de trabajos de investigación que emplean metodologías de búsqueda
con herramientas como ChatGPT. La inteligencia artificial tiene el potencial de
revolucionar la investigación académica y la enseñanza, al habilitar un análisis
de datos más eficiente, reconocimiento de patrones y generación automática
de hipótesis, estas capacidades podrían llevar a descubrimientos y avances
pioneros en diversos campos académico-científicos (Markowitz, 2024).
Hoy en día, el ámbito educativo se está viendo transformado a medida que se
explora la capacidad de ChatGPT en la generación autónoma de recursos
educativos. En el año 2021 y en el contexto educativo, la UNESCO señaló que
la Inteligencia Artificial Aplicada debía buscar la mejora de las capacidades de
los educandos y la protección de los derechos humanos, con el objetivo de
trabajar efectivamente máquinas y personas (en Galli & Kanobel, 2023).
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En el contexto universitario, su aplicación abarca desde la creación de
introducciones a materias hasta la generación de actividades de aprendizaje y
ejemplos prácticos. Esto puede deberse -entre otras causas- a que, a
diferencia de otras herramientas de creación de contenidos o de programación,
ChatGPT interactúa con las personas empleando un lenguaje natural, lo que
permite incluso a aquellas que no tienen conocimientos de informática ni
programación crear contenidos educativos (Yilmaz, 2023).
La integración de ChatGPT y otros modelos de lenguaje de gran escala abren
nuevas oportunidades para la enseñanza y el aprendizaje. Uno de los
principales beneficios de su uso en la academia es la capacidad para
proporcionar experiencias de aprendizaje personalizadas e interactivas. Los
profesores pueden usar ChatGPT como asistentes virtuales para interactuar
con los estudiantes, responder a sus preguntas y proporcionar
retroalimentación en tiempo real (Kashish, 2024), además de utilizarlo para
enriquecer su propia labor docente y de investigación.
La eficacia de ChatGPT radica en su velocidad de respuesta y la calidad de su
contenido, aunque no exento de desafíos como la posible invención de
información y errores de interpretación. Sin embargo, surge la interrogante
fundamental sobre si esta herramienta puede ir más allá de simplemente
procesar información ya existente y contribuir efectivamente a la producción de
conocimiento nuevo y original por parte de los alumnos universitarios.
Para comprender el impacto potencial del ChatGPT en el ámbito educativo
superior, es esencial explorar las características fundamentales de esta
herramienta. A diferencia de los asistentes de antaño, ChatGPT no se limita a
respuestas predeterminadas, sino que utiliza técnicas de aprendizaje profundo,
específicamente el modelo Transformer, para analizar y generar respuestas a
partir de entradas de texto. Su capacidad para mantener conversaciones
fluidas, formular preguntas y aprender de interacciones previas lo convierte en
un recurso prometedor para la facilitación del aprendizaje (Morales, 2023; Galli
& Kanobel, 2023). Además, a diferencia de otros Chatbots, ChatGPT tiene la
capacidad para recordar preguntas formuladas por el usuario anteriormente y
hacer comentarios (Fitria, 2023).
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A pesar de la rápida adopción de esta herramienta en diversas áreas, es
imperativo analizar críticamente el rol del ChatGPT en el proceso de
producción de conocimiento. Para la generación de contenido educativo,
destaca la eficiencia y rapidez con la que la herramienta puede crear recursos
didácticos. Sin embargo, se deben considerar las limitaciones, como la
posibilidad de generar información inventada o enlaces falsos, aspectos
cruciales a evaluar en un entorno universitario que exige precisión y rigor.
ChatGPT y sus implicaciones éticas en educación
Junto con los beneficios y ventajas en el uso de ChatGPT y otros modelos de
lenguaje de gran escala en la academia, también se plantean ciertas amenazas
e implicaciones éticas (Jones, 2024), existe una preocupación respecto a la
veracidad de la información proporcionada por ChatGPT (Laskar et al., 2023).
El modelo se basa en datos preexistentes y puede no siempre proporcionar
información precisa o verdadera, especialmente cuando se enfrenta a temas
ambiguos o controvertidos, pues puede arrojar información errónea para
satisfacer las demandas del usuario.
Asimismo, existe el riesgo de que los estudiantes se vuelvan excesivamente
dependientes y confíen únicamente en ChatGPT y otros modelos de lenguaje
para obtener información. Esto puede obstaculizar las habilidades de
pensamiento crítico y el desarrollo de capacidades de investigación
independiente (Laskar et al., 2023). Además, se pueden plantear
preocupaciones éticas respecto a la propiedad y control del conocimiento
generado. Las amenazas potenciales e implicaciones éticas que rodean la
integración de la inteligencia artificial y su uso en la academia es un aspecto
crítico que necesita ser abordado cuidadosamente (Jones, 2024).
La distinción entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana cobra
relevancia al abordar el uso del ChatGPT en el contexto universitario. La
creatividad, el pensamiento crítico, la capacidad de abstracción, la reflexión y
empatía son atributos exclusivos de los seres humanos, planteando preguntas
sobre la capacidad de la IA para comprender la complejidad del conocimiento
académico. La preocupación sobre la amoralidad y la falta de capacidad crítica
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en sistemas de IA, expresada por Noam Chomsky y Jeffrey Watumull, arroja
luz sobre la necesidad de abordar el uso de ChatGPT con cautela y
discernimiento (Forbes, 2023).
Éticamente, la introducción de modelos de lenguaje de gran escala plantea
preguntas sobre la propiedad y el control del conocimiento generado. Dado que
estos modelos asimilan vastas cantidades de datos (Kyle, 2024), es necesario
establecer pautas éticas y protocolos para salvaguardar la propiedad y el uso
adecuado del conocimiento producido, incluyendo derechos de propiedad
intelectual, privacidad de datos y transparencia en la generación y diseminación
del conocimiento (Kevin, 2023).
A medida que continuamos explorando la integración de ChatGPT y otros
modelos de lenguaje en la academia, es crucial abordar estas amenazas
potenciales y consideraciones éticas para asegurar su aplicación responsable y
beneficiosa en la búsqueda de conocimiento y educación (Arthur, 2023). La
academia juega un papel significativo en la formación de la futura generación
de conocimiento y de los profesionales que se integrarán a un campo laboral
que también se transforma a una alta velocidad (Laskar et al., 2023).
ChatGPT en la práctica educativa
En un contexto caracterizado por una acelerada adopción de esta herramienta
en el ámbito educativo, es necesaria una investigación detallada sobre el
impacto del ChatGPT en el proceso de aprendizaje universitario. La exploración
de su potencial para generar conocimiento nuevo, las interacciones entre los
alumnos y la herramienta, así como la evaluación crítica de los resultados
producidos, se presentan como áreas de estudio cruciales para comprender y
maximizar el valor de esta tecnología en el ámbito académico superior.
El uso del ChatGPT como herramienta de apoyo para potenciar el desarrollo
del conocimiento, implica establecer una interacción adecuada con la
herramienta y el manejo correcto de la información obtenida. De manera similar
al papel transformador de la escritura en sus inicios, al reemplazar la memoria
y la transmisión oral para luego potenciar la inteligencia y la civilización, el
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ChatGPT se visualiza como una base para construir sobre la información,
respaldando así la inteligencia humana. No obstante, se reconoce que, por el
momento, la capacidad del chat para ejecutar tareas complejas de
investigación, analizar información de campo mediante teorías y generar
resultados es limitada, ya que la inteligencia artificial opera con modelos
estadísticos y probabilísticos, careciendo de la capacidad para producir
pensamiento contraintuitivo.
Una tarea de la investigación científica es analizar la relación o vinculación que
tienen ámbitos de la realidad distintos, con el fin de hacer visibles aquellas
relaciones que están ocultas a primera vista. La capacidad de generar hipótesis
científicas originales, reflexivas y analíticas, es una cualidad mental sofisticada
que posiblemente no ha podido ser replicada por medio de la inteligencia
artificial.
La producción de conocimiento, un acto que contempla lo improbable, emerge
como una propiedad compleja. Es el resultado de analizar y relacionar diversas
fuentes de información, procesadas por una mente humana crítica y reflexiva.
Resolver problemas no es solo ejecutar acciones, sino evaluar, seleccionar y
aplicar conocimientos para soluciones efectivas, requiriendo anticipación,
intuición y juicios éticos.
En el ámbito de la competencia para resolver problemas, se destaca que esta
va más allá de ejecutar soluciones, implicando la evaluación, selección y
aplicación de conocimientos para soluciones efectivas. La inteligencia artificial
presenta limitaciones en áreas cruciales como la creatividad, el pensamiento
crítico y las habilidades éticas.
La respuesta del ChatGPT a preguntas específicas resalta la necesidad de
distinguir la competencia de reconocimiento y resolución de problemas. Aunque
la inteligencia artificial puede proporcionar soluciones inmediatas, la
competencia de hacer un ejercicio teleológico para identificar las causas
fundamentales de los problemas es un aspecto esencial en la producción de
conocimiento.
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Las implicaciones éticas de la propiedad del conocimiento requieren el
establecimiento de pautas y regulaciones claras respecto a la privacidad de
datos, propiedad intelectual y diseminación del conocimiento. Las instituciones
académicas deberían desarrollar marcos que promuevan un uso ético (Tibor,
2024).
La interacción entre usuarios y el ChatGPT se presenta como una tarea activa
que va más allá de simplemente obtener respuestas, requiriendo un
reconocimiento previo de problemáticas observadas en la realidad para hacer
las preguntas y solicitudes apropiadas. La inteligencia artificial (IA),
representada por ChatGPT, no reemplaza completamente habilidades
humanas como la creatividad y el pensamiento crítico-reflexivo. La IA no
genera conocimiento autónomamente, depende de la intervención humana.
La dependencia excesiva de los modelos de lenguaje plantea una amenaza
significativa, es por esto que los docentes deben enfatizar la importancia de
usar ChatGPT como una herramienta para el aprendizaje y la exploración, en
lugar de un sustituto para el pensamiento y la investigación (Laskar et al.,
2023). La integración de ChatGPT y herramientas similares en la academia
plantea preocupaciones sobre el acceso equitativo a la tecnología. No todos los
estudiantes pueden tener acceso similar a estas herramientas, lo que podría
crear una brecha digital y exacerbar aún más las desigualdades educativas
(Kuhn, 2023).
Es importante reflexionar sobre el papel de la tecnología en el proceso de
enseñanza aprendizaje. Cabe preguntarse cómo quedaría establecido el rol del
docente y el rol del estudiante en un ámbito caracterizado por el uso
generalizado de la inteligencia artificial. También es necesario reflexionar sobre
qué estrategias educativas son pertinentes para hacer un uso provechoso y
ético de esta tecnología. El desafío es hacer de la inteligencia artificial una
herramienta auxiliar provechosa, que potencie el proceso educativo.
Este desafío implica repensar la práctica educativa. No sería adecuado limitar
al uso de la inteligencia artificial, lo apropiado sería establecer metodologías
para incentivar la formulación de preguntas adecuadas y el análisis crítico y
reflexivo de las respuestas obtenidas. El objetivo sería lograr una sinergia entre
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el potencial de la inteligencia artificial y el potencial de la mente humana, para
potenciar la generación de conocimiento.
En este artículo, se explora el uso de ChatGPT en el ámbito universitario, por
medio de una encuesta, se indaga sobre la frecuencia de uso y el tipo de
utilidad que le dan estudiantes de una Institución de Educación Superior de tipo
privado, de la Ciudad de México. También se recaban opiniones sobre el
funcionamiento de la herramienta y el impacto que podría tener en el proceso
educativo. La intención es delinear las coordenadas para entender la magnitud
y orientación de la adopción de esta herramienta en el contexto universitario,
con la finalidad de crear un insumo que sea útil para proponer estrategias
educativas novedosas, encaminadas a propiciar una adopción constructiva de
la inteligencia artificial.
Metodología
El estudio es de carácter descriptivo, con un enfoque exploratorio de naturaleza
cuantitativa. Se empleó una muestra no probabilística compuesta por 151
estudiantes, con edades comprendidas entre los 17 y 24 años. La selección de
participantes se llevó a cabo sin conocer previamente si éstos tenían
experiencia en el uso de ChatGPT.
Las respuestas de los participantes se recopilaron mediante la plataforma
Google Forms, utilizando sus correos electrónicos como medio de contacto. El
muestreo se llevó a cabo por conveniencia. Se extendió una invitación para
participar a los estudiantes matriculados durante el año académico 2023 del
área curricular común. El propósito de esta estrategia fue alcanzar una
diversidad representativa en términos de áreas del conocimiento. La muestra
final estuvo constituida por aquellos alumnos que optaron por participar
voluntariamente.
La muestra fue aplicada durante el mes de octubre de 2023, mediante un
cuestionario elaborado con el fin de indagar sobre la frecuencia de uso de
ChatGPT, sobre la calidad y diversidad de la información proporcionada por la
herramienta, así como sobre las percepciones y alcances asociados a su
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empleo. El análisis de datos se llevó a cabo mediante estadística descriptiva
empleando el programa Excel. Para el análisis de las respuestas abiertas, se
recurrió al programa Taguette, que permite una aproximación más detallada a
las dimensiones del estudio.
Hallazgos
Los resultados obtenidos se analizaron en tres dimensiones clave, a saber: a)
la frecuencia de uso de ChatGPT; b) la calidad y diversidad de la información
suministrada por dicho sistema; y, por último, c) los alcances de ChatGPT en el
ámbito educativo.
Para evaluar las dos primeras dimensiones mencionadas, se implementó un
cuestionario que se valió de una escala de Likert, compuesta por cuatro
niveles: "Siempre", "Frecuentemente", "A veces" y "Nunca". Con respecto a la
tercera dimensión, el cuestionario incorporó tanto preguntas abiertas como
preguntas estructuradas con escala de Likert, en la que se presentaron cuatro
graduaciones ponderadas: "Muy probablemente", "Probable", "Poco probable" y
"Nada probable".
a. Frecuencia de uso de ChatGPT
De las 151 respuestas recopiladas, el 88.1% de los participantes afirmó estar
familiarizado con la herramienta ChatGPT. Dentro de este grupo, un 69% indicó
haber empleado la herramienta en tareas y trabajos escolares, al menos en
una ocasión, lo que sugiere que hasta octubre de 2023, aproximadamente el
31% de los encuestados aún no había integrado ChatGPT en sus prácticas
educativas.
En relación con la frecuencia de uso, se destaca que un .9% de los
participantes utiliza ChatGPT de manera constante, esto es Siempre; el 15.1%
Frecuentemente; mientras que el 84% restante lo emplea ocasionalmente o
solo en momentos específicos. En lo que respecta a la percepción de la
facilidad de uso, cabe destacar que el 25.5% de los encuestados lo encuentra
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Siempre sencillo; el 29.2% Frecuentemente; en contraste con el 40.6% que lo
percibe solo A veces; y el 4.7% que lo considera Poco o nada sencillo (Nunca).
b. Calidad y diversidad de la información que otorga ChatGPT
En lo que respecta a la confiabilidad de la aplicación para la elaboración de
tareas y trabajos escolares, las respuestas exhibieron variabilidad, reflejando
que el 13.2% de los participantes Siempre encuentra confiable y útil la
herramienta; mientras que el 45.3% A veces; el 36.8% Frecuentemente; y el
4.7% Nunca.
La confianza en la herramienta se ve influenciada por preocupaciones
significativas relacionadas con la privacidad y la seguridad, aspectos
destacados por Rawas (2023) y respaldados por Kim et al. (2023, citado en
Fajardo, 2023). Estos autores enfatizan la necesidad imperante de
salvaguardar la privacidad de los datos personales del usuario y garantizar la
transparencia en los algoritmos empleados, dada la capacidad de ChatGPT
para almacenar y recopilar dicha información. La misma opinión tienen Galli &
Kanobel (2023) sobre la importancia de la supervisión y orientación de
profesionales cualificados para atender la recopilación masiva de datos.
En cuanto a la veracidad y diversidad de la información proporcionada por la
herramienta, tal y como se observa en la Tabla número 1, existe mayor
confianza en la diversidad de información que otorga ChatGPT que en la
veracidad y actualización de la información. Al respecto, el estudio llevado a
cabo por Firaina y Sulisworo (2023) destaca resultados similares a los
obtenidos en este estudio, al señalar que los participantes sostienen que
ChatGPT les asiste en la búsqueda de información y la formulación de ideas
sobre temas específicos, además de proporcionar preguntas alternativas para
una comprensión más completa; no obstante, los participantes señalan la
necesidad de contrastar y verificar la información proporcionada por ChatGPT
con fuentes más confiables y precisas, resaltando así la importancia de la
corroboración independiente. En el mismo sentido, los hallazgos de Yilmaz
(2023) subrayan que algunos estudiantes afirmaron que ChatGPT no siempre
da respuestas correctas y que se necesitan más conocimientos para responder
a ciertas preguntas.
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Tabla número 1
Confianza en la calidad, veracidad y actualización de la información
Nota: Elaboración propia
Dentro de esta dimensión, el estudio se orientó hacia la indagación de la
relación entre la obtención de una evaluación favorable por parte del docente y
el logro de los objetivos de aprendizaje en una asignatura específica.
Este enfoque se fundamenta en la noción compartida por diversos autores de
que las herramientas de inteligencia artificial poseen el potencial de remodelar
las modalidades de enseñanza-aprendizaje (Fajardo, et al., 2023). No obstante,
se subraya que el propósito primordial de la educación reside en alcanzar un
aprendizaje de carácter significativo. Por ejemplo, Macías et al. (en Galli &
Kanobel, 2023) señalan que la inteligencia artificial puede tener un impacto
positivo en el aprendizaje y en el desempeño de los estudiantes universitarios,
pero a la vez plantea desafíos especialmente para el personal docente.
Con miras a explorar esta relación, el cuestionario incluyó un ítem sobre la
percepción del estudiante en cuanto a la capacidad de ChatGPT para mejorar
su evaluación; y si ésta pudiera estar vincularse con el logro de un aprendizaje
sustancial. Los resultados, como se ven reflejados en la Tabla número 2,
indican que solo en el caso de aquellos estudiantes que afirmaron que
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ChatGPT siempre contribuye a obtener una buena evaluación, se observa una
correlación con la apreciación de un buen aprendizaje.
Sin embargo, únicamente el 10.4% de los encuestados manifestó confiar
Siempre en que los resultados proporcionados por ChatGPT se ajustan a los
objetivos, requerimientos y criterios de evaluación de tareas y trabajos
escolares. Además, el 8.5% de los participantes sostiene que el uso de
ChatGPT Siempre facilita el logro de los objetivos de aprendizaje de la materia.
En las tres frecuencias restantes (Nunca, A veces, Frecuentemente), no se
logra observar una relación significativa entre una evaluación positiva y un
aprendizaje efectivo.
Tabla número 2
Relación entre la obtención de una evaluación favorable y el logro de los objetivos de
aprendizaje en una asignatura específica
Nota: Elaboración propia
Dentro de nuestro análisis, se buscó valorar el grado de influencia de los
propios compañeros y profesores en el contexto académico sobre el uso del
ChatGPT en los estudiantes (Romero-Rodríguez, J., 2023). Esto es, si es
significativa la opinión de la comunidad y si ésta tiene efecto en cómo el
estudiante percibe la herramienta.
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C) Alcances de ChatGPT en educación
En primer plano, es de destacar que la mayor parte de los estudiantes
expresan una percepción altamente improbable de que ChatGPT pueda
sustituir a los profesionales de la educación en un futuro próximo, tal como se
ilustra en la Tabla 3. Más concretamente, sólo el 2.8% de los participantes
considera como Muy probable la eventual suplantación de las funciones
desempeñadas por las instituciones educativas y por los docentes mediante la
intervención de ChatGPT, en marcado contraste con el 53.8% que lo considera
como un escenario Nada probable.
Esta disparidad se acentúa aún más al consultar a los encuestados sobre la
posibilidad de que ChatGPT pueda reemplazar a los profesionales con
formación universitaria en áreas como licenciatura o ingeniería en sus
respectivos campos laborales. En este contexto, únicamente el 0.9% considera
esta eventualidad como Muy probable, mientras que el 58.9% sostiene de
manera tajante que es Nada probable.
Esto podría significar que los estudiantes observan al programa como una
herramienta de trabajo y como apoyo para su labor escolar, como se observa
en la Tabla número 4.
Tabla número 3
ChatGPT y la posibilidad de sustituir a docentes y profesionales del área
Nota: Elaboración propia
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En lo que respecta a los alcances de ChatGPT en el ámbito educativo, según
se evidencia en la Tabla número 4, los estudiantes evalúan la herramienta, en
primer lugar, como un buen punto de partida para iniciar un proyecto o una
indagación; seguido de menciones como una valiosa fuente de datos y/o como
un complemento de ésta. Otros usos o aplicaciones que se mencionan y que
adquieren relevancia en el contexto educativo son: el respaldo en la redacción
o composición de un texto o tarea escolar; la rectificación de aspectos
ortográficos; la explicación de conceptos complejos; entre otros.
En este sentido, los hallazgos concuerdan con la investigación llevada a cabo
por Thi Thuy An Ngo (2023), la cual insinúa la presencia de beneficios que son
explícitamente reconocidos por los estudiantes universitarios en relación con la
herramienta, destacando su idoneidad como fuente de información así como su
capacidad para proporcionar tutoría y retroalimentación personalizadas, dicho
estudio identifica como un obstáculo inherente a la herramienta la carencia de
habilidades para evaluar la calidad y confiabilidad de las fuentes, una limitación
que se replica de manera análoga en el presente estudio.
Tabla número 4
Utilidad de ChatGPT en la educación
Nota: Elaboración propia
Por medio de la encuesta se puede constatar que la comunidad estudiantil de
la Institución de Educación Superior estudiada, está adoptando rápidamente la
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inteligencia artificial en la elaboración de trabajos. Una proporción importante
de los estudiantes utiliza la herramienta como fuente de información, como
inicio de una investigación o como punto de partida para iniciar la elaboración
de un trabajo. Aproximadamente la mitad de los encuestados utilizan ChatGPT
para obtener una mejor calificación, aunque la otra mitad manifiesta que su
intención de uso es para lograr los objetivos de aprendizaje. Por ahora se
vislumbra que el proceso de adopción de esta herramienta es inexorable e
irreversible y su uso será generalizado en poco tiempo. A solo dos meses de
haber salido al público ChatGPT ya tenía 100 millones de usuarios; para
ponerlo en perspectiva, Twitter tardó 65 meses en alcanzar ese número de
usuarios; a Facebook le tomó 54 meses; y a Instagram 26 meses (Pastor,
2023a). Por esta razón, es importante entender las potencialidades y riesgos
del uso de esta tecnología en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
La inteligencia artificial generativa, específicamente herramientas como
ChatGPT, puede ser un buen aliado si se utiliza adecuadamente. Esta
tecnología tiene el potencial de aumentar nuestra eficiencia y productividad en
el desarrollo de trabajos (Bécares, 2024). La herramienta puede ayudar a
realizar tareas que consumen mucho tiempo y esfuerzo para hacerlas más
eficientes, como investigar, sintetizar y esquematizar la información o buscar
sugerencias para desarrollar un trabajo. También puede ayudar a mejorar la
redacción y ortografía del documento. Con esta herramienta se puede trabajar
con más rapidez y mayor calidad. Sin embargo, existen limitaciones que es
necesario tener en cuenta, hay riesgo de que las respuestas sean sesgadas o
erróneas, y se produzcan alucinaciones. Las alucinaciones son respuestas que
parecen coherentes, pero son inventadas. Las respuestas dependen de la
información y los algoritmos con los que la tecnología ha sido entrenada, por lo
que las respuestas privilegian cierta información y enfoque, en detrimento de
información y enfoques alternativos.
Derivado de lo anterior, el uso de ChatGPT y otras IA generativas requiere
mantener una vigilancia epistemológica, comprobar la información y corregir los
errores. En este sentido, la mayoría de los estudiantes están conscientes de las
posibilidades de error en las respuestas que genera la herramienta. Sin
embargo, el sesgo de información puede ser menos evidente. La vigilancia
epistemológica implica dudar de la información obtenida y verificar su validez,
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esto puede dar oportunidades de aprendizaje a los estudiantes si lo llevan a
cabo. Esto no es nuevo, la alfabetización digital prendió las alarmas tiempo
atrás, cuando puso en la mesa la confiabilidad de las fuentes y la diseminación
de noticias y contenidos falsos en motores de búsqueda o en plataformas
sociales (García-Peñalvo, 2023).
La vigilancia epistémica también implica que los estudiantes deben buscar
respuestas adecuadas, con información confiable, diversa, contextualizada y
cuya fuente sea posible rastrear. La información debe ser analizada y
procesada adecuadamente por los estudiantes, para llevar a cabo trabajos
críticos y reflexivos que analicen y cuestionen los resultados obtenidos. El uso
de la IA generativa no debe sustituir la diversidad de fuentes de información,
tampoco debe desarrollar todo el proceso de investigación y redacción de los
trabajos. Una estrategia de uso formativo debe implicar un papel activo del
estudiante en el proceso heurístico y de elaboración del trabajo.
Otra preocupación es la posibilidad de que el uso de la herramienta sustituya
actividades de investigación, procesamiento de información y redacción de
trabajos, para que el estudiante se limite a únicamente editar la información
obtenida, sin comprobar su veracidad u origen, con lo que ciertas habilidades
cognitivas y educativas pueden perderse o mermar considerablemente. Si el
uso se limita a esto último, las posibilidades de aprendizaje se reducen
significativamente. Es alentador observar que los estudiantes suelen utilizar la
herramienta en una etapa inicial de sus trabajos, para buscar información o
comenzar el desarrollo de estos. Sin embargo, hay que anticipar el riesgo de
que se utilice para llevar a cabo el proceso de desarrollo completo.
La herramienta también puede incentivar prácticas de deshonestidad
académica. Es importante considerar que ChatGPT y otras IA generativas
están disponible para uso general y que es cada vez más utilizada. Aunque
comienzan a surgir regulaciones para propiciar un uso responsable, por ahora
la responsabilidad de uso recae en el usuario, por lo que el ámbito educativo
debe promover una adopción adecuada de la herramienta. No se trata de
restringir su uso, lo conveniente es incluir la herramienta de manera
constructiva en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Los estudiantes deben
ser conscientes de que los programas de detección de plagio son cada vez
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más efectivos para detectar IA, pero no es apropiado utilizar una posición
punitiva, es conveniente incentivar un enfoque formativo, ya que la herramienta
puede potenciar su proceso de aprendizaje en sinergia con otras herramientas
utilizadas apropiadamente, sin que sustituyan al trabajo de los estudiantes.
Los profesores deben innovar actividades que involucren de manera
constructiva y educativa la IA generativa. Se requiere una alfabetización digital
que permita comprender las potencialidades y limitaciones de la herramienta, el
riesgo de sesgo y limitaciones epistémicas. Esta alfabetización debe incluir
estrategias para afrontar y corregir los sesgos y errores que produce la
herramienta. También se deben generar estrategias para un uso constructivo
de la tecnología, en sinergia con el trabajo humano. Se puede enseñar cómo
redactar y utilizar prompts adecuados, cómo alimentar a la herramienta con
información propia o alternativa, y cómo establecer criterios generales para
obtener respuestas adecuadas.
Es recomendable implementar programas de alfabetización digital en las
universidades, enseñando tanto a estudiantes como a docentes a utilizar
ChatGPT de manera crítica y ética (Lund, 2023). Estos pueden beneficiarse al
aprender sobre las fuentes de datos, los posibles sesgos dentro de estos
conjuntos de datos y cómo estos sesgos pueden manifestarse en las
respuestas de la inteligencia artificial (Karan, 2024).
Es importante capacitar a los estudiantes para que hagan un uso de la
herramienta que se limite a ser un auxiliar, y no un sustituto, del proceso de
enseñanza-aprendizaje. Esto permitiría obtener su mayor potencial de uso y
reducir los riesgos y limitaciones al máximo. Las instituciones educativas no
deben orientar sus discursos hacia la prohibición, sino a comprender la
aportación de este tipo de herramientas en los procesos de enseñanza
aprendizaje, como el análisis, la resolución de problemas y el pensamiento
crítico (García-Peñalvo, 2023).
Es alentador constatar en las encuestas que los estudiantes no consideran que
exista el riesgo de sustituir el trabajo docente, pero eso también implica que se
genere conciencia sobre cómo funciona la herramienta, cómo está
evolucionando y que riesgos puede generar. Los estudiantes deben entender la
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lógica detrás de la herramienta y las implicaciones de su uso en términos
éticos, económicos, sociales y ambientales. La herramienta puede sustituir el
trabajo humano simple o repetitivo, por lo que deben ser conscientes del plus
que su trabajo intelectual puede aportar, en sinergia con la inteligencia
artificial.
La inteligencia artificial no es completamente inteligente ni completamente
artificial. La herramienta no tiene una capacidad de comprensión al nivel de la
inteligencia humana, funciona con algoritmos, big data y una lógica matemática
basada en probabilidades. Detrás de su funcionamiento hay personas
dedicadas a programarla, entrenarla y proveerle información. Su operación
requiere grandes cantidades de energía eléctrica y un enorme esfuerzo
humano de trabajadores que laboran en condiciones precarias desde países
pobres (Pastor, 2023b y Smink, 2023). Además, su uso generalizado pude
incentivar un control hegemónico de la información y de su procesamiento, y
generar trabajos que se reduzcan a sólo operar la inteligencia artificial.
También es posible construir prompts para que la herramienta considere ciertas
fuentes de información, ciertos enfoques o determinadas posturas teóricas.
Para ello, los estudiantes deben tener presente el enfoque que les interesa,
amén de tener información con la cual contrastar las respuestas para
complementar los resultados. Esta estrategia incentiva un uso formativo de la
herramienta, ya que complementa el proceso de investigación en lugar de
sustituirlo.
Como estrategia complementaria, es preferible utilizar las versiones más
robustas de la herramienta, pero que implican una cuota. Estas versiones son
capaces de dar respuestas más complejas, actualizadas y precisas, con
información más actualizada. También permiten construir prompts más
efectivos. Sin embargo, esta opción puede no ser accesible a todos los
estudiantes, por lo que existe el riesgo de generar una desigualdad en el
acceso a la versión adecuada.
Incluir el uso de ChatGPT y otras herramientas de inteligencia artificial en el
currículo es fundamental para fomentar su adopción como complemento del
proceso de aprendizaje (Brown et al., 2020). Las actividades educativas
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deberían promover el uso crítico de la inteligencia artificial, incentivando a los
estudiantes a formular preguntas adecuadas y a analizar críticamente las
respuestas obtenidas.
Conclusiones
Este estudio permite tener una visión detallada sobre el uso y la adopción de
ChatGPT por parte de estudiantes universitarios. Los resultados revelan una
percepción mayormente positiva entre el estudiantado respecto al uso de
ChatGPT. Entre los beneficios más destacados, señalados con frecuencia, se
encuentran el empleo de ChatGPT como punto de partida para un trabajo
escolar o una investigación y como complemento de información.
No obstante, se identifica una preocupación compartida entre los estudiantes
en relación con la desconfianza hacia la calidad, confiabilidad y actualización
de las fuentes utilizadas por la herramienta. Esta inquietud sugiere la necesidad
de abordar de manera crítica la gestión de información por parte de ChatGPT
para mitigar la incertidumbre percibida por los usuarios.
Los resultados ponen en evidencia que la herramienta es aceptada, con ciertas
reservas, y está siendo incorporada por los estudiantes para elaborar sus
trabajos. Esto implica entender sus potencialidades y limitaciones, para generar
estrategias de uso formativo. También implica llevar a cabo una alfabetización
digital, para que los usuarios entiendan la lógica que está detrás del
funcionamiento de la herramienta, los efectos que puede tener en diferentes
ámbitos, los riesgos asociados a uso, y las posibles maneras de afrontarlos.
También implica enseñar cómo hacer un uso apropiado de la tecnología, para
que se limite a ser un auxiliar en el proceso de enseñanza-aprendizaje y evitar
que la herramienta sustituya el trabajo humano. Esto último requiere
comprender cómo hacer una sinergia apropiada entre la inteligencia humana y
la IA generativa, con el fin de que los estudiantes sepan cuál es su aporte al
usar estas herramientas.
En el ámbito de futuras investigaciones, se recomienda dirigir la reflexión hacia
las dimensiones éticas asociadas a la integración de la inteligencia artificial en
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la educación. Priorizar la consideración de los aspectos éticos en el diseño y
aplicación de estas herramientas es esencial. Además, se destaca la
importancia de colocar al estudiante y al docente en el núcleo de la dinámica
educativa, garantizando así un enfoque centrado en el ser humano en el
desarrollo y aplicación de tecnologías educativas basadas en inteligencia
artificial.
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