escenario virtual limita el contacto social, tal limitación puede traer consigo
varias consecuencias, por ejemplo, la relación directa entre sujetos y
dispositivos digitales evitan reconocer las emociones y sentimientos de los
otros. En lo que respecta a deserción escolar (Stribor, Calderón, & Sanmarin,
2020) en su investigación destaca que durante el confinamiento ha sido muy
amplio (casi del 90%), si bien un 8,9% de jóvenes entrevistados señala no
haber continuado sus estudios durante la pandemia, representando dinámicas
de abandono escolar y universitario. Por su parte (Cananza, 2020) defiende
que resulta doblemente meritorio reforzar una educación a distancia que no
solo incluya la sola participación de las propias instituciones formadoras. Por el
contrario, dada la situación extraordinaria, será necesario de la intervención de
los diferentes niveles de gobierno en poder redoblar esfuerzos en medidas,
programas y políticas educativas que garanticen de manera efectiva el derecho
a aprender a distancia en este nivel de enseñanza. Mientras que (Vivanco,
2020) El paso de la presencialidad a la virtualidad de la educación, ha afectado,
en mayor medida, a los estudiantes de los estratos socioeconómicos más
desfavorecidos, a los estudiantes de la educación pública, más todavía, a los
que residen en zonas rurales, y aún más, a los estudiantes con padres con
bajos niveles de instrucción. Este trabajo sostiene que, en la actual coyuntura,
la teleducación, al margen de sus virtudes y apoyo a la educación, exacerba las
desigualdades educativas del estudiantado.
(Cano, Collazos, Florez, Moreira, & Ramírez, 2020) consideran que existen
nuevas competencias que deben ser adquiridas para dictar un curso en línea,
de tal manera que motive al estudiante durante su aprendizaje. Mientras que
(Vialart, 2020) La virtualización se comporta como una extensión del aula
presencial, sustentada principalmente por la comunicación que se establece
desde la distancia entre los actores del proceso que utilizan recursos didácticos
de manera virtual, para desarrollar actividades con nuevas formas y formatos
de distribución de contenidos, donde los estudiantes gestionan su
conocimiento, por tanto, hay que verla como una oportunidad que acorta las
distancias, enriquece el proceso de enseñanza. Por su parte (Sandoval, 2020)
En el contexto actual de la modalidad virtual, los docentes han tenido que
empezar un proceso de alfabetización funcional en el conocimiento y manejo
de las herramientas TIC para poder ser implementadas como estrategias
didácticas en el proceso formativo con los estudiantes, por lo tanto,