Revista científica electrónica de Educación y Comunicación en la Sociedad del Conocimiento
Fundada en 2002 - II Época - http://www.eticanet.org - ISSN: 1695-324X
Publicación en línea (Semestral) Granada (España) Año XII Número 12 Vol. I Enero- Junio de 2012
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el verdadero potencial de la filosofía Web 2.0 no es solamente su
aspecto técnico, sino su potencial social y educativo. (p. 29)
Ampliando la idea de los autores antes mencionados, emana el planteamiento
de Arcos (2005) citado de Pons (2009, p. 354) cuando supone que la Web 2.0 se
forma por parte de los individuos que hacen vida en la web, es sobre la gente misma
y de crear a partir de ellos, mientras que Nafría (2007) comenta lo siguiente:
Al mundo de la Web 2.0 pertenecen distintos conceptos entre los que
se encuentra los blogs, los wikis, los podcasts, las redes sociales, los
contenidos generados por los usuarios, los RSS, los servicios web, los
mashups (agregación de servicios), la tecnología AJAX, los
marcadores sociales, los API, las Creatives Commons, el
crowdsourcing, las etiquetas (tags), la folksonomías, “la larga cola”, los
Vlogs, los webtop o las widgets. Si al navegar por internet nos
encontramos con alguno de estos conceptos, es muy posible que
estemos en frente de una Web 2.0. (p. 114).
Resulta claro que, para algunos autores no hay una definición concreta de la
Web 2.0, pero lo que sí es definitivo es que todos los servicios y recursos que ofrece
están asociados al logro de un conocimiento social y compartido.
Trabajando y aprendiendo entre todos
Si bien es cierto que, cada persona tiene una forma distintita de recibir la
información del exterior apoyada de algún estímulo, estos de alguna manera deben
ser propiciados por algo o alguien y además tienden a gestarse en determinados
momentos. Como ya se ha comentado los entornos de aprendizaje son espacios
dinámicos capaces de propiciar “situaciones de interacción en las cuales un grupo
de sujetos ha de conseguir realizar una tarea predefina en la cual el objetivo final de
logro es la suma de la consecución de los objetivos individuales de cada miembro
del grupo en situaciones de ayuda mutua no competitivas” Cabero, Martínez &
Salinas (2000, p. 225).
La anterior cita define el trabajo colaborativo, derivándose de esa interacción
social y cooperativa el aprendizaje colaborativo, entendiéndose como colaboración
un estilo de vida personal en la que esas personas son responsables de sus
acciones e incluyendo el aprendizaje, respetando las habilidades y los aportes de
sus pares. Johnson & Johnson (1997) citado en Pons (2009, p. 195). En este mismo
orden de ideas, se desprende de la concepción anterior el término cooperativo,
definiciones que a pesar de ser muy similares tienen grandes diferencias; concebida