Esta renovada e ilusionante concepción educativa va más allá de la habilitación
de determinados espacios y tiempos o de la aplicación de medidas puntuales
en el currículum y en las tecnologías didácticas. Se caracteriza por una
decidida apuesta por el desarrollo de una verdadera cultura inclusiva, que
garantice la educación para todos y todas; favoreciendo, desde una visión
holística de la realidad, el desarrollo personal, social y académico de quienes a
lo largo de la vida participan en un continuado proceso de enseñanza y
aprendizaje, prestando especial atención a la inclusión de los excluidos y
alcanzando a toda costa a los inalcanzados.
Desarrollar esta cultura inclusiva en los ambientes educativos formales, no
formales e informales implica una movilización comprometida y veraz de todos
los agentes (instituciones, profesorado y voluntariado, responsables de gestión
y dirección y redes civiles) que han de trabajar conjuntamente, interiorizando y
modelando los valores democráticos inclusivos que se fundamentan en la
igualdad de oportunidades.
En este comienzo de siglo y de milenio, algunas instituciones de educación
superior y redes solidarias parecen comenzar a encontrar luz en el oscuro y
silencioso túnel que dificulta el acceso a las aulas de estos grupos
poblacionales excluidos e inalcanzados por sus diferencias. La reciente
constitución en Panamá de la Red interuniversitaria Latinoamericana y del
Caribe sobre discapacidad y derechos humanos o las acciones que desde
1995 viene impulsando la Red Euro-iberoamericana Educación y Sociedad del
Conocimiento (EDUSOC) de la que forma parte Etic@Net, auspiciadoras de las
Declaraciones de Panamá y Cancún, que pueden consultarse en este número,
son ejemplos esperanzadores de que las cultura inclusiva comienza a anidar
tímidamente en las aulas presenciales y virtuales universitarias de
Iberoamérica.
Desde la fundación hace una década de la revista digital Etic@Net, se han
divulgado varios centenares de trabajos científicos, marcando una línea
editorial prendida en los asideros morales marcados por los altos ideales de la
UNESCO, organización que nos auspició y patrocinó tanto desde su sede
central como desde sus redes civiles mundiales de Clubes y Centros UNESCO
y Escuelas Asociadas a la UNESCO, en esta andadura inicial y de la que
seguiremos siendo fieles aliados.
Hoy, después de 10 años, Etic@Net, sin duda una de las pioneras en nacer en
formato electrónico en el universo editorial latinoamericano, ya presente en
prestigiosas bases de datos de ambos continentes, lanza su segunda época
con un dominio propio y el ensamblaje en Open Journal Systems (OJS),
haciendo desde este monográfico un homenaje a la floreciente pero a la vez