fracaso y sostén o no del entorno familiar, social y laboral (González Arratia,
Valdez y Serrano, 2003).
Como se ha comprobado en la literatura psicológica y pedagógica es
recurrente el interés por el autoconcepto como consecuencia del avance
natural de las ciencias de la conducta. En toda ciencia, tras una primera fase
en la que la investigación y la teoría se ciñen a considerar las entradas y
salidas de un sistema cerrado, su desarrollo conduce a una etapa posterior,
mucho más interesada en mirar lo que hay dentro del sistema. Esto ha
supuesto aceptar que hay un sujeto activo, consciente y autoconsciente, que
planifica, guía y dirige sus acciones hacia unas metas propuestas. Todas las
conceptualizaciones recientes de la personalidad, la conducta, y la motivación,
proponen que las creencias que el individuo tiene de sí mismo, o lo que se
podría denominar su teoría de sí mismo, influyen decisivamente en cómo
interpreta la realidad y en cómo responde ante la misma. No se puede negar,
sin embargo, que, desde los inicios de la psicología, muchos psicólogos han
mantenido esta misma idea; pero, lo que sí es cierto es que su corroboración
empírica ha tardado años en ser factible. Es bien sabido que la psicología para
estudiar desde una óptica diferente la conducta humana ha tenido que apostar
por el análisis empírico. Ser fiel al rigor metodológico ha dificultado mirar dentro
del sistema del individuo, y sólo el avance en los instrumentos de medida y de
las técnicas de análisis de datos, ha permitido abordar con el necesario rigor el
estudio de la interioridad de la persona.
Este avance, sin lugar a dudas, ha permitido una mejor comprensión de los
procesos cognitivos humanos que guían la acción y también un mayor
conocimiento de qué es el autoconcepto, cómo se forma, cómo cambia, cómo y
a través de qué mecanismo influye en la conducta, y en qué medida está
relacionado con distintos factores de la conducta, tanto internos como externos.
En la investigación educativa un tema objeto de permanente atención ha sido el
análisis de los factores que influyen en el aprendizaje y en el rendimiento
escolar. En la investigación actual en este campo prima el estudio de la medida
en que ciertas variables internas de los estudiantes, tanto cognitivas como
motivacionales, altamente alterables, inciden en el aprendizaje y en el
rendimiento, y cómo la enseñanza afecta al rendimiento a través de estas