información y la comunicación desarrollando un espíritu crítico ante los
mensajes que reciben y elaboran”. Como desarrollo y aplicación de la citada ley
en la comunidad autónoma andaluza, el Decreto 72/2003 de Medidas de
Impulso de la Sociedad del Conocimiento, pone las nuevas tecnologías al
servicio de todos los ciudadanos andaluces para lograr una mayor calidad de
vida y equilibrio social y territorial y para ampliar nuestro tejido productivo,
mejorando, al tiempo, su competitividad. A tal fin, el Capítulo II establece un
conjunto de medidas de impulso de la Sociedad del Conocimiento en el ámbito
educativo, trascendental, como es obvio, en esta materia, multiplicándose por
tres el equipamiento informático, mejorando la formación en este campo del
profesorado e integrando las Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones en la práctica docente, en la gestión de los centros y en la
relación con el conjunto de la comunidad educativa.
A nuestro entender, son muchas las barreras con las que se encuentran los
alumnos con discapacidad en el aula: arquitectónicas, de comunicación, las
referidas a los procesos de enseñanza-aprendizaje, sociales, psicológicas, etc.
En algunas de estas, las Tecnologías de la Información y la Comunicación
pueden jugar un papel bastante importante al favorecer el desarrollo de la
persona y mejorar su relación con el medio ambiente.
Las posibilidades de las Tecnologías de la Información y la Comunicación para
la atención a la diversidad dependen, por un lado, del tipo de discapacidad del
alumno así como de su grado. Su utilización nos ofrece una serie de
posibilidades que facilitan su comunicación con otras personas y su entorno, la
incorporación de estos sujetos en la sociedad del conocimiento, sus
aprendizajes o la integración en el mundo laboral. La incorporación de las
Tecnologías de la Información y la Comunicación a personas con discapacidad
debe verse “como una herramienta que permita el desarrollo personal, la
realización de actividades y el disfrute de situaciones desde su propia
individualidad, así como para su participación plena y activa en las actividades
de su entorno” (Chacón, 2007, p.261-262).
No obstante, son muchos los autores que han analizado las posibilidades de
las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el medio educativo con
personas con discapacidad (Negre, 2003; Cabero, Córdoba y Fernández, 2007;