La idea central de los objetos de aprendizaje recae en la posibilidad de que
estudiantes y profesores puedan adaptar los recursos didácticos de acuerdo
con sus propias necesidades, inquietudes y estilos de aprendizaje y
enseñanza, proveyendo de esa manera, una educación flexible y
personalizada. La utilización de este tipo de recursos educativos en la
formación del capital humano, representa actualmente, además de todas las
ventajas descritas anteriormente, una opción para optimizar recursos en las
organizaciones donde se aplique, debido a que la integración de programas de
formación a través de ellos puede coordinarse de manera precisa, acorde al
tiempo, recursos financieros, y necesidades específicas de conocimiento y
desarrollo de habilidades y competencias.
El reto al que se enfrentarán los desarrolladores de los objetos de aprendizaje y
de los repositorios que los almacenarán es, no solamente brindar la posibilidad
de encontrar contenidos de aprendizaje, sino contextos significativos y
relevantes para los usuarios, que sitúen a los contenidos elaborados (Enríquez,
2004).
La utilización de los recursos educativos abiertos, a diferencia de la
capacitación y la enseñanza –en su sentido tradicional-, se direcciona primero,
a las personas a quien estarán dirigidos y únicamente después y como
consecuencia, en el contenido y el experto. Poner el énfasis en el usuario, en
su situación cotidiana, sus experiencias y conocimientos previos, sus
expectativas, sus limitaciones, es la verdadera fuente de creatividad para lograr
soluciones efectivas a problemas concretos de necesidades de formación. A la
hora de dirigir experiencias de aprendizaje, no puede omitirse este paso, luego
de haber identificado un claro objetivo de la formación del capital humano hacia
el cual se dirigirá el esfuerzo.
La formación, a través de recursos educativos abiertos, trata de romper
definitivamente el paradigma del aprendizaje como una actividad que ocurre
cuando dejamos de hacer otras cosas. El aprendizaje puede ocurrir en
cualquier momento, o mejor aún, cuando es más conveniente para quien recibe
la formación. La aplicación mayoritaria en la actualidad de este tipo de recursos
se ha limitado a la capacitación tradicional, lo que limita enormemente el
potencial de impacto de los mismos en el desempeño de las organizaciones.