comunicación de forma complementaria a la
comunicación presencial,
coincidiendo mayoritariamente su red de contactos presenciales con la red
de
contactos en red. Así pues, no existe una realidad paralela a la presencial.
En esta línea, Solano, Gonzáles y López (2013) realizaron una investigación
cuyos resultados avalan nuestras afirmaciones. Este aspecto docente es el
menos valorado dentro de las redes sociales como herramienta para
estudiar o
realizar actividades escolares, pues existen investigaciones y estudios que han
analizado
el potencial del uso de algunas de estas redes sociales, sobre todo
Facebook, como una herramienta
de enseñanza tanto en adolescentes
(Barajas y Álvarez, 2013) como en el ámbito universitario
(Tuñez y
Sixto,2012) donde Facebook debe entenderse como un complemento de
docencia y
un espacio suplementario que debe gestionarse sin olvidar que
se trata de una red personal que
los alumnos valoran como un buen
escenario para la reflexión y el aprendizaje. El porcentaje de
alumnos que
voluntariamente usó Facebook para reforzar su aprendizaje fue similar,
incluso un
poco superior al número de alumnos que asistían a las clases
presenciales con regularidad y su
valoración fue concluyente al considerarla
una herramienta nueva y bien aceptada hasta el punto,
de que recomendaban
mayoritariamente que deberían incluirse en los métodos docentes de otras
asignaturas.
Afortunadamente, de las redes sociales encontramos estudios sobre el uso que
realizan los universitarios (Espuny y otros, 2011; Gómez y otros, 2012; Salinas,
2004; Herrera, 2009) así como la oportunidad que brindan para las
experiencias docentes y la formación del profesorado (Cabero y otros, 2009;
Alfaro y otros, 2014; García y otros, 2013).
Por otro lado, otros estudios han identificado modelos de interacción en las
redes sociales. A este respecto, Sánchez y Prendes (2010) definen cuatro
modelos de interacción: modelo de costumbres (el
estudiante cuenta siempre
con la misma red de contactos para interactuar en el contexto presencial,
con el
móvil y en Internet), modelo de costumbres tecnológicamente ampliado (los
alumnos tienen
contactos nuevos con los que se comunican únicamente a través
de Internet y que no aparecen en su
contexto real), modelo tecnológico (los