componentes se comunican entre sí”. Pues bien, en este contexto,
consideramos que las redes sociales pueden jugar un importante papel,
ofreciendo nuevos entornos que permitan mejorar el proceso de enseñanza-
aprendizaje, así como una mayor implicación del alumnado en éste (Poza-
Luján et al., 2014; Iglesias García & González Díaz, 2013; Cabrera et al., 2013;
Lucena Cid, 2012; Meso, Pérez & Mendiguren, 2011).
2. Facebook como herramienta para la docencia universitaria
Con base a lo anterior consideramos conveniente incorporar las redes sociales
en la enseñanza de la asignatura de Criminología II que se imparte en el
segundo curso del Diploma Superior de Criminología (nombre universidad). A
la hora de plantearse la introducción de nuevos mecanismos docente es
necesario detenerse a pensar en la idoneidad del recurso que vamos a
proponer como herramienta de trabajo. De entre las redes sociales existentes
nos descantamos por Facebook en base, entre otras, a las siguientes
consideraciones: su mayor expansión entre el alumnado (The Cocktail
Analysis, 2013); la posibilidad de crear grupos de usuario seleccionados; la
incorporación de herramientas de comunicación; la incorporación de
aplicaciones que permiten la subida de archivos. Y es que, como apuntan
Llorens y Capdeferro (2011), “Facebook es un ejemplo de red social 2.0, que
presenta un gran potencial en la educación, a pesar de no haber sido
concebida como un entorno para construir y gestionar experiencias de
aprendizaje”. Su implementación sirve, en nuestro caso, para complementar la
plataforma educativa propia de la universidad (Campus Virtual) en la que,
ciertamente, la interacción con el alumnado se limita a la recepción de los
trabajos que obligatoriamente deben entregar y a la consulta de los recursos
docentes que allí pueden encontrar (Martínez Solana, 2014; Túñez & Sixto,
2012). Es más, en su fase embrionaria, Facebook era utilizado por los
estudiantes de Harvard como medio para compartir información sobre sus
clases, apuntes, exámenes, ausencias de profesores, etc. (González García,
2012). Por otro lado, en un estudio realizado por Gómez et al. (2012) resultó
que el 59.9% de los estudiantes encuestados valoraban de forma positiva la
creación de un grupo sobre su asignatura en una red social en sustitución de la
plataforma docente de la universidad.