En resumen, el feedback aumenta su incidencia en la educación a distancia por
medio de los recursos telemáticos que se emplean; correos, chat, foros,
cuestionarios entre otros, se convertirán en el canal de comunicación entre los
docentes y estudiantes, cuya intención estará signada por la transformación del
pensamiento de estos. El papel del tutor virtual, se inclinará más en cómo
hacer llegar el mensaje y causar en sus receptores las respuestas esperadas.
A diferencia de una clase presencial, en la virtualidad, la mayoría de los
aprendizajes se van construyendo a medida y con la participación de todos,
acá la retroalimentación siempre está presente como eje transversal del
proceso dialógico, en miras de lograr aprender de forma social. Durante el
proceso de participación y colaboración, el feedback es responsabilidad de
todos.
La comunicación: eje transversal de la nueva presencialidad
Tradicionalmente, se concibe a la comunicación como el intercambio de
información entre al menos dos personas, fungiendo una de ellas como emisor
y la otra como el receptor del mensaje. En el acto comunicativo, el emisor es
quién prepara la temática a discutir y remite el mensaje a través de un canal
(aire, correo electrónico, redes sociales, televisión, etc.), para ser recibido por
uno o varios receptores, este último no necesita estar consciente ni presente en
el proceso de comunicación; dicho proceso se logrará luego que haya una
respuesta por parte del receptor, manteniendo así, el canal de transferencia
activo por medio de la retroalimentación.
Resulta evidente, que en los espacios académicos presenciales o virtuales el
proceso de comunicación es fundamental. Particularmente, en la educación
presencial, la sola figura del estudiante y del docente ya les garantiza el
feedback, en efecto, los docentes se apoyan de la palabra oral o escrita, del
lenguaje corporal y/o gestual, para transmitir y facilitar los conocimientos a sus
estudiantes. El cómo se transmite y el cómo llega el mensaje, depende de la
metodología pedagógica del profesor, en efecto, “… el acto didáctico es un acto
de comunicación” (Bautista y otros, 2008, p. 114). En tal sentido, conlleva a un
proceso metódico y estructurado.