concepto directamente relacionado con la convergencia mediática (Gabelas-
Barroso, González Aldea y Marta-Lazo, 2015).
El término TRIC trata de evitar la revisión de las circunstancias actuales desde
patrones conceptuales y culturales propios del pasado, siguiendo la
advertencia realizada por McLuhan y Fiore sobre el la comprensión de la
realidad contemporánea, a través de la analogía del espejo retrovisor (1997:
100). La distancia existente entre la escuela y la realidad diaria de nuestras
prácticas digitales es un buen ejemplo de ese riesgo. El Factor Relacional
surge como esa necesaria revisión y actualización del discurso TIC en un
contexto de multialfabetización mediática (Hergueta-Covacho, Marta-Lazo y
Gabelas-Barroso 2016: 50).
Asimismo, el uso de redes sociales de uso frecuente en el día a día de millones
de personas, como es el caso de Twitter, nos lleva a trascender viejos debates,
a dejar de diferenciar la cultura oficial y popular que nos fuerza artificialmente a
ser apocalípticos o integrados (Eco, 1990), para asimilar la comunicación como
un mismo hecho, común a la cultura que genera, en su necesidad relacional, el
ser humano. Hay que destacar, en ese vínculo de la cultura digital con la
dimensión humana, la preeminencia del “Factor R-elacional” como eje central
de las redes psicosociales (Marta-Lazo y Gabelas, 2016: 86).
Esta consideración, que está vinculada con el ámbito de la tecnología
educativa (Area, Gros y Marzal, 2008; Gallego-Arrufat, Gámiz y Gutiérrez,
2010), constituye una de las bases conceptuales línea de trabajo que podría
considerarse, desde esa dimensión humana y relacional, tecnología
educomunicativa. Así, ese Factor R sintetiza el elemento multidimensional
(Gabelas-Barroso, Marta-Lazo y Hergueta-Covacho, 2013) que considera cada
prosumer como agente que intercambia. Este sistema de trabajo, denominado
InteRmetodología, engloba la interacción, interconexión, reciprocidad,
recreación, intercompetencia y la relación como bases de un nuevo modo de
percibir, crear, difundir y estar en los medios digitales (Marta-Lazo, Hergueta-
Covacho y Gabelas-Barroso, 2016), pero sobre todo una nueva línea de
aplicación docente e investigadora en Educomunicación, aprovechando la Red
como un contexto de permanentes hipermediaciones (Scolari, 2008).