disciplinas que conservan de todas formas su relativa autonomía, donde se
funden los saberes, se desdibujan los límites y se diseñan procesos de
investigación apropiados al problema de estudio y no a la metodología
estrictamente disciplinar (Espina, 2007).
Dejamos, entonces, planteados algunos principios estratégicos que podrán
fundamentar el diseño de futuros modelos de gestión de comunicación
científica entre diferentes actores sociales y las políticas que les sustenten.
1. La comunicación científica será entendida por sus actores como el
mecanismo para dar a conocer la información científica y de
divulgación que gestionan y generan las organizaciones, en los
espacios donde tienen lugar sus prácticas comunicativas.
2. El diálogo de saberes entre las organizaciones debe ser edificado
como un proceso en el que se construyan significados, sin
menosprecio de unas disciplinas por otras, desde un enfoque
integrador y alejado de las concepciones positivistas que hoy rigen
relaciones entre organizaciones, campos y disciplinas científicas.
3. El diálogo de saberes tendrá un enfoque inter, trans o
multidisciplinario, dependiendo de los objetivos de las acciones de
comunicación científica que se diseñen.
4. El diálogo de saberes deberá tener, como modelo comunicacional,
un enfoque basado en los procesos, que propicie una verdadera
participación de todos sus actores.
5. El diálogo de saberes, como fundamento de la comunicación
científica, se reconoce como no privativo de las relaciones entre las
instituciones de investigación, académicos y otras entidades
estatales y/o gubernamentales.
6. El diálogo de saberes es una posición ontológica fundamentada en
el respeto y en la práctica de relaciones horizontales y democráticas
entre las organizaciones que interactúen.
7. El diálogo de saberes será entendido, además, como un espacio
donde se diagnostican, se planifican, se diseñan y evalúan
soluciones a problemáticas, previamente identificadas.
8. El diálogo de saberes será el fundamento para todas las acciones
encaminadas al desarrollo local y de una cultura científica en el país.