El primero de los ejes, se define al reconocer que de manera reiterativa incluso
tradicional los esfuerzos de los agentes que conforman la comunidad escolar
se han caracterizado por “dinámicas indeseables como la subordinación de lo
académico, la burocratización, la superposición de tareas, la ineficiencia, la
pérdida de tiempo y de sentido, a la par de frustración personal y colectiva en
las comunidades escolares” (SEP, 2016, p.21). Por lo que este eje considera
que se definan mecanismos institucionales para que las escuelas sean
verdaderos espacios de aprendizaje que cuenten con la infraestructura,
docentes, servicios y demás recursos que se requieren para brindar una
educación de calidad.
El eje relacionado con el planteamiento curricular presenta de manera
articulada el perfil de egreso de educación obligatoria – comprende 15 años de
escolarización: educación preescolar, primaria, secundaria y media superior –
así como aprendizajes organizados para su logro, que de manera gradual
contribuyen al desarrollo personal y social de los estudiantes, destacando la
habilidad de aprender a aprender.
El tercer eje: formación y desarrollo profesional docente se promueve a través
de dos procesos medulares: la evaluación y la formación continua. Diversas
investigaciones señalan que el nivel académico y calidad de la formación
académica de los profesores están correlacionados de manera significativa con
los resultados de aprendizaje de sus estudiantes (Darling-Hammond, 2000).
Por ello se considera como un continuo en su vida laboral. En el modelo
educativo se deja de concebir al profesor como transmisor de conocimientos en
completo apego a un currículo rígido que no contempla las condiciones
contextuales por ello se apuesta al criterio profesional para adaptar y discernir
respecto al contenido curricular considerando las características heterogéneas
y necesidad diversas de aprendizaje de los estudiantes. Esto implica que los
profesores “tengan acceso a recursos pedagógicos innovadores una formación
continua y asesoría técnica–pedagógica para trabajar de manera planeada,
actualizada, orientada al aprendizaje de los alumnos” (SEP, 2016, p.56).
En cuanto a la inclusión y equidad que se pretende caracterice al sistema
educativo mexicano, como respuesta a la pluriculturalidad del país así como la
convergencia de realidades sociales opuestas; “México es un país muy