Territorio y paisaje en las montañas españolas. Estructuras y dinámicas espaciales

José Domingo Sánchez Martínez

Universidad de Jaén

1. Datos bibliograficos

• Nombres y apellidos de los editores: Delgado Viñas, Carmen y Plaza Gutiérrez, José Ignacio

• Título de la obra: Territorio y paisaje en las montañas españolas. Estructuras y dinámicas espaciales

• Ciudad donde se editó: Santander.

• Editorial: Ediciones de Librería Estvdio.

• Fecha de edición: 2012.

• Número de páginas: 249.

• ISBN: 9788493202378

2. Resumen expositivo

Continuando una fecunda línea de trabajo en la Geografía española, esta obra conjunta sobre la dinámica territorial de las áreas de montaña presenta una selección sintética de los resultados alcanzados por los autores en un proyecto de investigación coordinado que se realizó entre 2007 y 2010, financiado con cargo al Programa Nacional de Investigación1, y en el que han participado 15 geógrafos adscritos a las universidades de León, Cantabria, Valladolid, Salamanca, Oviedo y el País Vasco. Mayoritariamente se trata de profesionales que llevan décadas estudiando, sobre todo, las áreas montañosas más cercanas a los entornos en los que desarrollan su labor docente e investigadora. No es, por otra parte, la primera vez que un buen número de ellos se reúne en un grupo amplio y diverso para contrastar experiencias. Resultado de estas preocupaciones, reflexiones y comparativas, se nos ofrece una obra de gran oportunidad e interés.

Y es que, como bien se indica en un profundo y clarificador capítulo introductorio, la finalidad del trabajo es diagnosticar las condiciones en que se produce el actual proceso de renovación e innovación socioeconómica en las zonas de montañas. El punto de partida, por tanto, no puede ser otro que el análisis de los intensos cambios acaecidos durante los últimos años, cuya manifestación territorial es, por lo demás, bastante dispar; de lo que se deducen situaciones de fuerte contraste. Tales disparidades quedan perfectamente de relieve al considerar los diferentes casos estudiados, localizados en las montañas del norte de España (Cordillera Cantábrica, Montes Vascos, Pirineos Atlánticos), las del noroeste ibérico (Montes de León), el Sistema Ibérico, el Sistema Central y los Montes de Toledo. En total son 17 comarcas que suman 222 municipios, una superficie de más de 14 mil km2 y una población de 205.125 habitantes. En cada una de ellas se repasan los hitos que conformaron los modelos de vida y poblamiento tradicionales, la quiebra de los mismos a raíz de la generalizada pérdida de vitalidad y actividad que conocieron desde mediados del siglo pasado, la aparición de nuevos procesos y dinámicas territoriales, así como la incidencia que las políticas de desarrollo local han tenido en la búsqueda de un nuevo modelo que aspira a la funcionalidad, cohesión y sostenibilidad de las áreas rurales de montaña.

Más allá de peculiaridades específicas, el estudio de estos territorios ha permitido a los autores establecer tres grandes agrupaciones de acuerdo a la situación actual por la que atraviesan: de estancamiento o regresión, de incipiente revitalización, y con dinámicas de crecimiento consolidado. El primer elemento manejado a la hora de establecer esta diferenciación es la dinámica demográfica de cada una de las áreas seleccionadas. Con carácter general, comparten unos grados de ocupación humana reducida, en algunos casos muy por debajo de la viabilidad a medio plazo salvo que espontáneos movimientos inmigratorios lograran invertir la situación. De hecho, la mitad de las comarcas tiene una densidad demográfica por debajo de 10 hab/km2. Desde luego, las salidas demográficas siguen penalizando aún a la mayoría de ellas, por mucho que las más cercanas a grandes núcleos poblados se beneficien de la llegada esporádica de residentes temporales. No es necesario insistir, en cualquier caso, que esta demografía regresiva conlleva la profundización de la masculinización, el envejecimiento y la redistribución espacial de la población a favor de los núcleos mejor localizados y con una oferta más amplia de servicios. Y estos procesos son más destacados en las comarcas que aún mantienen una elevada especialización productiva en el sector agrario.

Las dinámicas económicas son otro de los aspectos presentes en todos los análisis realizados, destacando cuestiones como las producciones de calidad reconocida, el auge de la producción energética, el avance en la especialización turístico-recreativa (ligada a la presencia de un rico patrimonio natural y cultural, con frecuencia protegido bajo alguna fórmula legal), o el peso que ha tenido el sector de la construcción durante la etapa de burbuja inmobiliaria que, lejos de circunscribirse a las áreas urbanas y costeras, llegó incluso a algunos de los núcleos rurales más profundos que aquí se han incluido.

Con mayor o menor éxito y profundización, el panorama económico que se describe tiende a cristalizar en un modelo multifuncional que dista bastante de la especialización agraria del modelo tradicional (por supuesto, esta afirmación también está sujeta a variabilidad y relatividad), y esto es en gran parte debido al efecto que han tenido las intervenciones derivadas de los programas de desarrollo rural que se vienen aplicando desde hace un par de décadas. Desde luego, el análisis de los planteamientos y resultados de las mismas ocupa un espacio muy destacado en cada uno de los casos seleccionados.

La relación de autores y territorios los presentamos brevemente a continuación, siguiendo el esquema de clasificación que antes hemos comentado y evitando entrar en detalles que se resultarían incompatibles con la extensión que parece razonable para esta recensión. Así, entre los espacios con notable permanencia de rasgos tradicionales, estancados o en regresión, se encuentran la Montaña de Somiedo, alto Sil y alto Luna, a cargo de Felipe Fernández; las Merindades noroccidentales, de las que se ocupa Carmen Delgado Viñas; la Montaña Alavesa, estudiada por María Cruz Porcal; los Montes de León, por Antonio Maya Frades y María Jesús Sánchez; La Cabrera y Sanabria, ambas firmadas por José María San Román; las Tierras Altas sorianas, tratadas por Jesús María Bachiller; la Sierra de Ayllón (Luis Alfonso Hortelano); y la Serrota, un trabajo que también corre a cuenta de los profesores María Jesús Sánchez y Antonio Maya.

En el grupo de espacios en proceso incipiente de revitalización se encuentra el valle alto del Asón, por Carmen Delgado; Tierra de Pinares, estudiada por Jesús María Bachiller; la Sierras de Béjar y Candelario (Rubén Fernández); y el Macizo de Villuercas, del que se ocupa Juan Ignacio Plaza.

Finalmente, se califican como espacios con dinámicas de crecimiento consolidados a la Alta Montaña Central Asturiana, estudiada por Luis Carlos Martínez y Amalia Maceda; los Macizos de Hernio y Gorbea, ambos a cargo de Rosario Galdós y Eugenio Ruiz Urrestarazu; y el Valle del Tiétar, que es analizado por María Isabel Martín.

3. Comentario crítico

Esta obra colectiva y coordinada supone una magnífica ocasión para hacer repaso a una serie de generalizaciones y estereotipos de que son objeto las áreas de montaña, mostrando en todo caso que la realidad siempre es más imprevista, rica y diversa de lo que pueda pensarse a priori. En particular, aparecen ejemplos suficientes como para pensar que algunas áreas rurales están en la senda de incrementar su diversificación funcional y productiva, de aclarar que no existe una relación perfecta entre espacio rural y predominio de la actividad primaria; para no ignorar que el éxodo rural convive con situaciones de contraurbanización; o para afirmar que ruralidad, falta de innovación y aversión al riesgo empresarial no son realidades predestinadas o ineludiblemente ligadas. Pero, por encima de todo, el conjunto de aportaciones realizadas permite comprender, en última instancia, que los cambios territoriales son enormemente complejos y que las políticas que animan y dirigen estos cambios deben estar sujetas a ajustes permanentes, de trazo muy fino y basadas en investigaciones tan rigurosas como las que aquí se presentan.

En ese sentido, cada una de las aportaciones, además de poderse considerar como piezas elaboradas de un diagnóstico territorial estratégico, permiten otras aplicaciones prácticas de no menos interés. El lector encontrará que pueden ser empleadas como una magnífica guía de viaje a la España menos conocida; que se convierten en el material idóneo que se requiere para la preparación de excursiones geográficas destinadas a públicos escolares de diferente nivel académico; o que bien pudieran ser la carta de presentación que requieren los territorios rurales y sus instituciones para atraer visitantes, emprendedores e incluso nuevos pobladores.

1. Plan Nacional de I+D+I (2004-2007), Proyecto “Dinámica socioeconómica y articulación espacial de las montañas en España. Experiencias y orientaciones para el desarrollo sostenible y la política de cohesión territorial”.