El paisaje en el conjunto arqueológico
de Itálica

Santiago Manuel Pardo García

Departamento de Geografía. Universidad de Málaga

1. Datos Bibliográficos

• Nombre y apellidos de los autores: Florencio Zoido Naranjo (director), Juan Vicente Caballero Sánchez, Víctor Fernández Salinas, Irena García Vázquez y Esther López Martín.

• Título de la obra: El paisaje en el conjunto arqueológico de Itálica.

• Ciudad donde se editó: Sevilla.

• Editorial: Consejería de Educación, Cultura y Deporte. Junta de Andalucía.

• Fecha de edición: 2013.

• Número de páginas: 392.

• ISBN: 978-84-9959-144-5 (Edición digital en CD)

2. Resumen expositivo

La publicación «El paisaje en el conjunto arqueológico de Itálica» es el resultado de un trabajo del Centro de Estudios Paisaje y Territorio (en adelante CEPT), encargado para apoyar la redacción del Avance del Plan Director del citado conjunto. Se encuadra en una línea de investigación del CEPT sobre paisajes culturales, que ya ha dado lugar a estudios sobre la dimensión paisajística de varios conjuntos arqueológicos y urbanos. Su principal propósito es ofrecer una visión inédita sobre el paisaje de Itálica que, además de ser útil a las políticas públicas en lo que respecta a la redacción del Plan Director y otros instrumentos, contribuya a sensibilizar a la población y sirva como punto de partida para investigaciones posteriores.

El estudio parte de una reflexión en torno al concepto de calidad paisajística, que a juicio de los autores resultaría en la actualidad de una retroalimentación continua entre el carácter de cierto paisaje, su reconocimiento y valoración, y la relevancia y peso atribuidos a la gestión del paisaje. Existe una estrecha relación entre paisaje y conjuntos arqueológicos, que se remonta a la selección histórica de emplazamientos basada en un conocimiento detallado de las características y valores territoriales. En nuestros días, los conjuntos arqueológicos resultan elementos muy significativos del carácter de ciertos paisajes, que han de interpretarse de forma profunda y atendiendo a las interacciones que los han definido a lo largo de la historia, así como a la expresión visual de las mismas, y deben incorporar cada vez más intensamente la práctica de la gestión del paisaje.

En ese sentido, la obra pretende proporcionar bases que hagan posible avanzar hacia una situación de sinergia entre la gestión del conjunto arqueológico y la calidad paisajística de su ámbito próximo. Por ello, se asienta principalmente en dos cuestiones: las relaciones sociedad-medio, y las percepciones y representaciones culturales. El proceso de trabajo se ha articulado en tres etapas, que se exponen secuencialmente en la obra. Se trata de las fases descriptiva, interpretativa y propositiva.

2.1. Fase descriptiva (Capítulos 2 a 5)

La fase descriptiva se centra en la reunión de los conocimientos necesarios para interpretar de forma adecuada la dimensión territorial y paisajística de Itálica. Se trata de la sección más extensa de la obra, que reúne contenidos procedentes de diferentes campos disciplinares. Tales contenidos se clasifican en tres líneas: claves de la utilización del territorio y dinámicas actuales, tradición literaria e iconográfica sobre Itálica, y discursos contemporáneos en torno a Itálica y su dimensión paisajística.

Las claves de la utilización del territorio se describen en los capítulos 2 y 3, e incluyen un análisis de las dinámicas territoriales actuales. Esta sección comienza abordando las relaciones entre sociedad y medio que han caracterizado cada etapa histórica de Itálica. Se señalan las condiciones estratégicas de su emplazamiento, en una encrucijada entre las unidades ambientales del Campo de Gerena, la Vega del Guadalquivir y el Aljarafe, y su condición de núcleo perteneciente a la línea de asentamientos situados en un eje norte-sur en la margen derecha del río. Igualmente, se mencionan las características de fragilidad e inestabilidad típicas de este entorno, asociadas principalmente a los procesos erosivos y las inundaciones.

Se incluye también en esa sección un estudio diacrónico del poblamiento en Itálica desde su fundación (206-205 a.C.), en el que se destacan hitos como la práctica desaparición de la ciudad durante las etapas visigoda y musulmana, o el traslado de la población de Santiponce tras las inundaciones de 1595 y 1603. Además, se presenta una evolución de los usos del suelo, que se apoya en una interesante recopilación de cartografía histórica. El capítulo segundo finaliza con la exposición del papel de las infraestructuras en el territorio (centrado en las de comunicación y de abastecimiento de aguas), y de la evolución y aprovechamiento del río Guadalquivir y otros cursos fluviales cercanos.

El capítulo tercero, también dedicado a las claves de la utilización del territorio, recoge un análisis de las tendencias territoriales actuales que afectan a Itálica. Se explican en él las implicaciones de los modelos de crecimiento recientes del Área Metropolitana de Sevilla, y se describe el perfil de Santiponce como municipio de la misma, haciendo hincapié en las cuestiones demográficas y económicas. En líneas generales, los autores consideran que Santiponce ha experimentado menos dinamismo que otros núcleos del entorno, lo que resulta llamativo si se considera su cercanía a la capital. Esto puede explicarse si se atiende al alejamiento respecto a los grandes ejes de acceso a la ciudad hispalense, o la existencia de otras zonas con dinámicas de conurbación más consolidadas.

Este capítulo acoge también el análisis de los instrumentos de ordenación del territorio que afectan a Itálica, que se consideran a escala regional y local. Se han estudiado detalladamente las condiciones y evolución del planeamiento urbanístico de Santiponce y los municipios del entorno, extrayendo conclusiones sobre la protección de algunos suelos cercanos a Itálica por sus valores paisajísticos y, en ciertos casos, arqueológicos. En cuanto a la escala regional, se recogen las previsiones del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (POTAUS) para Itálica, cuyo entorno quedará limitado por el borde la ronda SE-40 y se definirá como un parque cultural.

La segunda de las partes de la fase descriptiva corresponde al estudio de Itálica como referente cultural, y se desarrolla en el capítulo cuarto de la obra. Se avanza en él una interesante hipótesis: que Itálica está relacionada (junto a otros enclaves nacionales de interés patrimonial), con el nacimiento de la sensibilidad paisajística en España. En la literatura, Itálica se ha caracterizado por asociarse a varios significados; por ejemplo, en el siglo XVI permitía establecer una relación entre la cultura clásica y la hispalense o española, de manera que se salvaba el largo período musulmán. En su relación con el monasterio de San Isidoro del Campo, también fue utilizada como pilar del cristianismo en España. El interés simbólico por las ruinas se remonta al siglo XVI, pero hasta el siglo XVIII no aparecen las primeras descripciones sistemáticas del anfiteatro.

Se han estudiado también textos que permiten seguir la evolución de las relaciones entre Santiponce e Itálica. Algunos de ellos llegaban a comparar la pobreza y rudeza de la primera población con el pasado glorioso de la segunda, así como a construir cierta imagen del vecino de Santiponce como una persona inculta, destructora y egoísta (visión que se consolida en el siglo XIX pero de la que todavía hoy cabe encontrar alguna reminiscencia). La obra recoge descripciones de diversos viajeros, y contrasta la existencia de dos discursos literarios sobre Itálica en el siglo XX: por un lado, una tendencia lastimera y nostálgica que la eleva como símbolo efímero de la gloria humana; por otro, una línea vital que la describe como locus amoenus en la orilla del Guadalquivir. Además, analiza las diferentes miradas sobre el expolio y la destrucción de la ciudad, que evolucionan desde el uso de materiales para construir el nuevo núcleo de Santiponce en el siglo XVII, al inicio de una política de respeto y control en el siglo XX, que tiene como hito significativo la Declaración de Monumento Nacional en 1912.

En cuanto a la iconografía de Itálica, los autores han estudiado los trabajos artísticos elaborados desde mediados del siglo XVI, momento en que comienzan a destacarse dos elementos que polarizarán la atención sobre la zona: el Monasterio de San Isidoro (con su torre como hito destacado) y el anfiteatro romano, cuya primera imagen fiable data de 1567 y fue dibujada por Anton Van den Wyngaerde. En el siglo XIX, con el resurgir de su nombre clásico (antes había sido conocida como «Sevilla la Vieja»), José Bonaparte intenta vincular su poder con el pasado romano a través de la vista del anfiteatro ejecutada por Laborde. Con el avance del siglo XX la mirada se abre a una Itálica más amplia y compleja, aunque el anfiteatro sigue teniendo un papel protagonista. La exploración iconográfica se completa con el estudio de un documental y carteles recientes, significativos de la mirada actual sobre el conjunto arqueológico y su entorno.

La fase descriptiva finaliza con un completo estudio de las percepciones y posicionamientos actuales (capítulo 5), a través del análisis de los discursos locales y posturas de los expertos, recogidos mediante 14 entrevistas cuyas transcripciones son incluidas como anexo a la obra. Los discursos locales son explorados a través de entrevistas a representantes de la población de Santiponce, de su Ayuntamiento y de la plataforma ciudadana «Aljarafe Habitable». Los autores incluyen una síntesis en la que se desarrollan las diferentes posiciones respecto al conjunto arqueológico que mantienen cada uno de esos grupos. En cuanto a la opinión de los expertos, se proponen también tablas de resumen, en las que se recogen sus posturas clasificadas en cuatro ámbitos temáticos: implicaciones territoriales, valores paisajísticos, amenazas e impactos, y medidas y puesta en valor.

2.2. Fase interpretativa (Capítulo 6, primera parte)

En la fase interpretativa se recurre a los conocimientos expuestos en la etapa descriptiva anterior, para formular dos interpretaciones complementarias sobre el paisaje en el conjunto arqueológico de Itálica, que se desarrollan en el capítulo 6 de la obra. La primera hace referencia a la relevancia de Itálica en el Área Metropolitana de Sevilla, y la segunda al carácter del paisaje y los recursos paisajísticos de Itálica y su entorno.

Respecto a la primera de esas interpretaciones (la aportación de Itálica y su ámbito próximo a los valores paisajísticos del Área Metropolitana de Sevilla), los autores señalan que resulta un problema el hecho de no contar con una visión estructurada de cuáles son tales valores, aunque el material presentado en los capítulos anteriores puede servir para avanzar un planteamiento inicial. Se alude a la existencia de dos tendencias históricas entre las que oscila el papel de Itálica: la condición de elemento singular y aislado, y la capacidad para articular un territorio amplio. En la actualidad coexistirían ambas tendencias, y se aprecia una progresión en el grado de imbricación entre Itálica y Santiponce, en la medida en que el municipio ha reconocido el potencial del conjunto arqueológico para la sociedad y economía locales. Los autores exponen una síntesis de los cuatro hechos más relevantes relativos al papel de Itálica como elemento territorial de ordenación, así como un avance de posibles estrategias locales encaminadas a su tratamiento.

La segunda interpretación (el carácter del paisaje y los recursos paisajísticos de Itálica y su ámbito próximo), se presenta precedida de un estudio sobre las condiciones generales de percepción visual. En ese apartado se combina un análisis derivado del cálculo informatizado de cuencas y exposiciones visuales, con una aproximación cualitativa basada en siete recorridos por el entorno de Itálica. En el primer caso, se obtiene la visibilidad conjunta derivada de la superposición de cuencas visuales desde tres miradores interiores al conjunto arqueológico y seis exteriores (tres en el plano cercano y tres en el intermedio). Los resultados obtenidos permiten a los autores identificar las zonas con mayor fragilidad visual, derivada de altos valores de exposición, así como algunos valores singulares de Itálica vinculados a su visibilidad. En base a ello, se señala una serie de espacios cuya protección debería ser prioritaria. En cuanto a la visión cualitativa obtenida de las visitas, que se acompaña de abundantes fotografías y dibujos, permite identificar los referentes visuales del entorno de Itálica, entendidos como hitos del Área Metropolitana que desde allí se divisan.

A partir de toda la información presentada en el estudio descriptivo, y la derivada del análisis de percepción visual, se construye la segunda interpretación, que se organiza en cuatro líneas. Cada una de ellas responde a una estructura común, en la que se plantean una sección de identificación y un diagnóstico estratégico, que incluye fortalezas, oportunidades, amenazas y debilidades. Los cuatro vectores que desarrollan esta interpretación son titulados «una encrucijada de ambientes», «el conjunto Itálica-Santiponce-San Isidoro del Campo», «la discontinuidad temporal, valor paisajístico de Santiponce», y «una gran ciudad en una encrucijada de comunicaciones».

2.3. Fase propositiva (Capítulo 6, segunda parte)

La tercera fase del trabajo es la propositiva, que se apoya en el desarrollo de las dos anteriores y queda recogida en la sección 6.5 de la obra, titulada «objetivos paisajísticos y vías de actuación». En ella, los autores identifican en primer lugar los ámbitos relevantes para Itálica y su ámbito próximo desde el punto de vista paisajístico. A continuación, de acuerdo con los planteamientos del Convenio Europeo del Paisaje (en adelante CEP), plantean nueve objetivos de calidad paisajística, que supondrían la plasmación estratégica de todo el proceso de análisis desarrollado. Ahora bien, cada uno de ellos requeriría de una línea de acción o la elección entre varias opciones de actuación. Por ello, en el apartado siguiente se exponen las oportunidades y amenazas asociadas a su consecución a corto, medio y largo plazo, así como las estrategias o vías de actuación necesarias para lograr cada uno de los objetivos.

Por último, se señalan tres actuaciones de especial importancia estratégica. Corresponden a acciones que el equipo de investigación considera razonablemente viables a corto y medio plazo (principalmente debido a que no llevarían aparejada una complejidad institucional excesiva), así como que afectan a los conflictos paisajísticos más relevantes dentro del municipio de Santiponce. Estas tres actuaciones consistirían en introducir consideraciones paisajísticas en la definición del entorno de la zona arqueológica (para lo cual se dispondría de abundante información gracias a esta obra), la elaboración de un plan de descontaminación visual por parte del Ayuntamiento de Santiponce, y la introducción de determinaciones en el futuro PGOU que justifiquen la elaboración posterior de un plan especial de mejora del paisaje urbano.

3. Comentario Crítico

Esta obra supone una nueva contribución del CEPT al estudio del paisaje en relación con el patrimonio cultural, un campo al que anteriormente ya ha realizado aportaciones que abordan los conjuntos arqueológicos de los Dólmenes de Antequera, Medinat Al-Zahra y Bolonia. En este nuevo trabajo dedicado a Itálica, cabe apreciar la madurez y consolidación de una metodología de estudio sistemática, que desde la óptica del paisaje permite abordar la complejidad territorial de los conjuntos arqueológicos. El desarrollo secuencial de las fases de descripción, interpretación y propuesta da lugar a una obra clara y ordenada, que se acompaña de abundante material gráfico de gran interés.

Una de sus principales virtudes es la capacidad de integración de conocimientos vinculados a diferentes líneas de estudio o compartimentos disciplinares. En ese sentido, representa una excelente muestra de estudio complejo del paisaje a través de múltiples vías de acceso. Desde la Historia y la Arqueología al análisis visual mediante Sistemas de Información Geográfica; o de la Ordenación del Territorio al estudio de la evolución simbólica e iconográfica de Itálica, el equipo de investigación del CEPT desarrolla un magnífico ejercicio de síntesis e interrelación de conocimientos, al servicio de una visión amplia, rica y útil del paisaje de Itálica. La reflexión teórica que sostiene todo el trabajo, dedicada a la relación entre conjuntos arqueológicos y calidad paisajística, supone otro de los puntos destacados de esta obra, y sin duda será de gran utilidad para estudios posteriores.

El trabajo asume plenamente la perspectiva del Convenio Europeo del Paisaje, lo que se traduce en un especial interés por el punto de vista de la población, así como por el avance de objetivos de calidad paisajística que puedan orientar las políticas de gestión en el futuro. Respecto al primer punto, hay que alabar el valor y profundidad de las entrevistas realizadas para este estudio, cuya transcripción completa puede encontrarse como anexo. De nuevo, los autores realizan aquí un encomiable esfuerzo de síntesis, cristalizado en varias tablas que resumen las diferentes posiciones manifestadas por los entrevistados. En cuanto a los objetivos de calidad paisajística, merece la pena resaltar su utilidad para las políticas públicas, en la medida en que concentran en varios puntos breves y claros las conclusiones del estudio en relación a las aspiraciones y estrategias de futuro para el conjunto arqueológico y su entorno.

En definitiva, nos encontramos ante una valiosa obra, cuyas diferentes dimensiones serán muy atractivas para aquellas personas interesadas en la propia Itálica o en la gestión del paisaje en los conjuntos arqueológicos. El material asociado a la fase descriptiva será de gran utilidad para las primeras, y abre la puerta a estudios posteriores más detallados. En esta línea, debe destacarse la hipótesis de que las ruinas de Itálica están en el origen de la sensibilidad paisajística en España, de manera similar a lo que ocurre en otros países europeos. Los resultados presentados en las fases interpretativa y de propuesta resultarán una buena base para las políticas públicas futuras, y responden de forma destacada al encargo que dio origen a la investigación. Por último, este trabajo puede tener gran interés para sensibilizar a la población sobre un patrimonio cultural que, como señalan los autores, ha permanecido olvidado o poco cuidado a lo largo de diferentes etapas de la historia, pero que hoy día supone un activo excepcional para articular el territorio y mejorar la calidad de vida los ciudadanos.