Una tesis urbanística sobre Córdoba

José Luis Gómez Ordóñez1 | Rafael Reinoso Bellido2

Presentamos la tesis doctoral Córdoba y el Guadalquivir, permanencia y flujo. Cuatro miradas ciudad-río, atravesando el tiempo, defendida recientemente en la Universidad de Granada, por el arquitecto Fernando Osuna Pérez. La tesis se podría llamar CÓRDOBA, a secas. Nada más y nada menos. Acordamos, con su autor, los directores, que el estudio profundo de su ciudad era la mejor manera de formarse como urbanista y como profesor, y de contribuir desde la universidad al conocimiento y a la evolución virtuosa de la región en que se asienta.

Y es que, a medida que los gobiernos universitarios y sus tecnocracias proclaman su creciente “internacionalización”, hemos de reclamar desde el pueblo llano atención para lo nuestro cercano, para nuestra economía regional, empeño, por otra parte, más universal que otras pretendidas invenciones científicas, muy consideradas en los cabildos evaluadores de acreditaciones y sexenios.

La oportunidad de esta investigación viene dada por un panorama general de mirada hacia los entornos fluviales de las ciudades como lugares para el civismo; también de un momento particular de la ciudad de Córdoba, en el que se apuesta por el río como elemento central de la misma. Pero a pesar de las expectativas despertadas, la ciudad presenta en la actualidad síntomas de cierta fatiga estructural en la falta de presupuesto, la ruptura del consenso político, la ralentización de los procesos de mejora económica y social del entorno; lo que ha llevado en repetidas ocasiones a la paralización de varios proyectos previstos. Al mismo tiempo, Córdoba afronta la planificación de sus dinámicas metropolitanas, debiendo abordar una nueva fenomenología espacial presente fuera de la ciudad compacta, que ha sido escasamente estudiada donde el río Guadalquivir, como entidad dinámica y de fuerte arraigo territorial, apenas consigue desarrollar relaciones de beneficio mutuo.

Decía Marcel Poëte -no se entendería Paris sin él- hace un siglo -cuando el urbanismo estaba al servicio de las arquitecturas espléndidas y de los bellos planes de las ciudades que daban gloria a los Estados-, que el urbanismo era una incipiente ciencia -social, claro- que iba mucho más allá del arte de componer geometrías seductoras. Tras años de trabajo en la búsqueda de esa ciencia, contradictorios avances y retrocesos del urbanismo internacional exigieron nuevas síntesis entre los espacios físico y social, hasta el punto que hoy hay una fuerte convicción de que el más importante soporte del viejo “arte de construir las ciudades” es su entendimiento cultural. Renacimiento cultural que está emergiendo difícilmente en un páramo posmoderno, para el que no existen pasado y futuro, y que necesita del compromiso de nuestros jóvenes investigadores para enriquecer y poner al día esta “teoría de la práctica” que es el urbanismo.

Cabe para ello innovar recuperando la tradición de aquellos estudios monográficos magistrales que produjeron, hasta mitad del siglo pasado, geógrafos-historiadores comprometidos y ejemplares humanistas. Sus estudios fueron las brújulas y las naves gracias a las que hemos podido navegar después por ese territorio desconocido y extraño que es siempre el futuro. ¿Quién y cómo se construyen ahora nuevos relatos que nos acompañen en la niebla espesa de nuestro viaje al futuro?

El que compone esta tesis presenta una obertura vibrante interrogando a intelectuales y artistas cordobeses de todos los tiempos sobre su Córdoba fluvial. Los más recientes, Castilla del Pino y García Baena, confiando quizás en que la psiquiatría y la poesía nos acerquen al misterio de la ciudad. En otro capítulo mira las barriadas, como si fuesen las tribus de Atenas o de Roma que deben abrir paso a su federación cívica en torno, en Córdoba, al rio que las relaciona. Luego presenta los trazados de las calles, paralelos y perpendiculares al rio, siempre, desde Egipto y su Nilo, padre de la geometría. Concluye esta comprensión de la complejidad de la ciudad navegando mentalmente en un espacio ampliado- metropolitano es su nombre administrativo- como W. Morris navegaba el Támesis y soñaba el Londres de un siglo después en sus Noticias de Ninguna parte.

Cuando un arquitecto se sumerge en este trabajo de comprensión -como Guesdon, hace ciento cincuenta años, dibujara las primeras simulaciones de vistas aéreas de las ciudades europeas, esta tesis, dibujando la Córdoba descubierta, elabora cuidadosas cartografías multiescalares del territorio cordobés-, lo hace desde la preocupación por mejorarla, por presentar a los ciudadanos imágenes que puedan ayudarles a decidir sobre su futuro. Y, en consecuencia, la tesis propone siete flashes, a la manera de secuencias cinematográficas, que son como gérmenes de proyectos, o de planes y estrategias si se prefiere; estrategias que orientan acciones sobre el corredor fluvial, sobre los barrios de su entorno, sobre una nueva comprensión unificada de la ciudad en torno al rio, que ha sufrido olvido por la atención prestada a la transformación ferroviaria, y sobre el cambio de escala que supone la “nueva” –no olvidemos a la Córdoba romana y árabe- urbanidad metropolitana.

Como dijo el presidente del tribunal evaluador de la tesis, arquitecto profesor Víctor Pérez Escolano, estamos ante un libro sobre Córdoba que puede adolecer de muchas ausencias -pobre libro y ciudad que se contengan el uno en el otro- pero en el que cabe disfrutar de grandes y mayores presencias. Sobre todo, deseamos que sea un libro que tenga continuidad e influya en nuevos trabajos sobre Córdoba y sobre todas nuestras ciudades. Anímense, jóvenes estudiosos.

1. Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio. Laboratorio de Urbanismo y Ordenación del Territorio. Universidad de Granada. jlgomez@ugr.es

2. Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio. Laboratorio de Urbanismo y Ordenación del Territorio. Universidad de Granada. rafaelreinoso@ugr.es