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Revista de Variación y Cambio Lingüístico
ISSN: 3020‐9854
HIPERCORRECIÓN DE /‐S/ EN EL ESPAÑOL DE ALMERÍA
Hypercorrection of /‐s/ in Almería Spanish
Francisco García Marcos
Universidad de Almería
Recibido / Submied: 17/10/2024
Aceptado / Accepted: 06/11/2024
Resumen
La bibliograa dialectológica consignó un profundo proceso de debilitación y caída de /‐s/ en
las realizaciones meridionales del español, así como en sus equivalentes americanos. Dentro
de la península, las soluciones adoptadas, precisamente, eran uno de los indicadores de la
división lingüísca interna en Andalucía. Mientras la parte occidental prefería la aspiración, la
oriental, en teoría, era zona de pérdida absoluta, con la consiguiente abertura y/o
alargamiento de la vocal precedente. La sociolingüísca demostró que la realidad empírica
resultaba sensiblemente más compleja. En 1984 H. López Morales presenta un trabajo
crucial, con materiales del núcleo de la parte oriental, en los que sin embargo figuran
realizaciones hasta esos momentos impensables para los dialectólogos, con cuotas
significavas de aspiración, incluso con el mantenimiento de la sibilante. Esta úlma
posibilidad se perfiló como una constante en el español de la capital de Almería, con una
cuota de aparición considerablemente superior a la de zonas vecinas. Tanto en
invesgaciones sobre actudes, como en trabajos sobre actuación, se planteó la posibilidad
de que se tratase de un caso de hipercorrección, dado que la sibilante ejercía como marcador
del español centropeninsular, con el presgio que ello ha tenido asociado tradicionalmente
en Andalucía. En la presente invesgación se ha realizado un estudio sistemáco de esa
variante. Para ello se han tomado nuevas muestras empíricas y se ha propuesto un estudio
variacionista clásico. Los resultados confirman la existencia de ese patrón, al empo que
permiten vacinar su desaparición paulana, en favor de un proceso de convergencia interna
dentro de Andalucía.
Palabras clave: sociolingüísca; variación; /‐s/; Almería; hipercorrección
Abstract
The dialectological bibliography recorded a profound process of weakening and fall of /‐s/ in
the southern realizaons of Spanish. The soluons adopted, precisely, were one of the
indicators of the internal linguisc division in Andalusia. While the western part preferred
aspiraon, the eastern part was an area of absolute loss, with the consequent opening and/or
lengthening of the preceding vowel. Sociolinguiscs demonstrated that empirical reality was
significantly more complex. In 1984 H. López Morales presented a crucial work, with materials
from the core of the eastern part, which nevertheless included achievements that unl then
were unthinkable for dialectologists, with significant aspiraonal quotas, even with the
maintenance of the sibilant. This last possibility emerged as a constant in the Spanish of the
capital of Almería, with a considerably higher occurrence rate than in neighboring areas. Both
in research on atudes and in work on acng, the possibility was raised that it was a case of
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hypercorrecon, given that the sibilant served as a marker of Central Peninsular Spanish, with
the presge that this has tradionally been associated with in Andalusia. In the present
invesgaon, a systemac study of this variant has been carried out. To do this, new empirical
samples have been taken and a classic variaonist study has been proposed. The results
confirm the existence of this paern, while allowing us to predict its gradual disappearance,
in favor of a process of internal convergence within Andalusia.
Keywords: sociolinguiscs; variaon; /‐s/; Almeria; hypercorrecon
DOI: hps://doi.org/10.30827/3020.9854rvcl.1.2.2024.31890
Variación. Revista de variación y cambio lingüísco, 1(2), diciembre 2024, pp. 31‐43
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1. LOS ESTUDIOS SOCIOLINGÜÍSTICOS SOBRE EL ESPAÑOL DE ALMERÍA
En 1990 Cortés presentaba el primer proyecto orientado al estudio sociolingüísco del
español de Almería. En él se daba cuenta de la trayectoria de las invesgaciones, de disnta
naturaleza, que se habían ocupado de esa zona del Sureste español. Todas ellas, naturalmente,
quedaban fuera del marco sociolingüísco, aunque cumplían con la recomendación señalada por
Labov (1972) de aportar información previa y contextual. En su mayoría eran de corte
dialectológico, empezando por el omnipresente Atlas Lingüísco y Etnográfico de Andalucía que,
a pesar de no figurar en esa nómina por obvio, tampoco había descuidado ni la ciudad ni la
provincia de Almería. Además, la dialectología había prestado atención, sobre todo al
vocabulario. Junto a las fuentes dialectológicas, aparece un número esmable de aportaciones
históricas, sobre todo relacionadas con el origen de algunos arabismos patrimoniales. No se
puede decir que fuera una nómina exuberante, pero en todo caso tesmoniaba un interés más
que suficiente y connuado en las realizaciones lingüíscas de esa comunidad de habla.
La sociolingüísca modificó solo en parte ese panorama. Es cierto que ha habido varios
intentos por perfilar una invesgación sistemáca sobre la situación sociolingüísca del español
en Almería, pero tampoco se puede negar que no se han terminado de coordinar y que,
finalmente, configuran un panorama relavamente disperso.
Cortés (1990), como queda dicho, fue el primero en proponer las líneas maestras de lo que
podría ser una indagación de estas caracteríscas. Dentro ya de las coordenadas del PRSEEA
(Proyecto para el Estudio Sociolingüísco del Español de España y de América), Carbonero,
Cortés y Bañón (2005) presentan la aportación almeriense a un corpus sobre las hablas
andaluzas. Tres años después, Cortés (2008) analiza el comportamiento de la serie enumerava
en función de esos mismos materiales.
Fuera del marco del PRESEEA, en García Marcos (1993) se plantea una segunda línea de
invesgación sociolingüísca, que aspiraba a dar cuenta de actuaciones y de evaluación
sociolingüísca. Muy pronto Fuentes González (1994) presenta los primeros resultados sobre
actudes y conciencia sociolingüíscas en la ciudad de Almería, un trabajo absolutamente
pionero en su empo, al menos en el contexto español. A este le siguieron dos nuevas
aportaciones para seguir profundizando dentro de la evaluación sociolingüísca. García Marcos y
Fuentes González (1996) se hicieron cargo de los patrones de presgio detectados en la
comunidad de Almería, mientras que en García Marcos (1996) se examinaron las actudes hacia
las lenguas extranjeras. Establecido ese primer marco evaluavo, se revisó de nuevo el proyecto
global (García Marcos, 1999), orientándose a parr de ese momento hacia un estudio
sistemáco de actuaciones. De hecho, las invesgaciones descripvas se habían iniciado antes,
con el análisis sociolingüísco del léxico disponible por parte de Mateo (1996 y 1998 en su
versión definiva). Lo siguiente fue confeccionar dos corpus sociolingüíscos que deberían
suministrar los materiales necesarios para desarrollar estas invesgaciones: uno de carácter
general (García Marcos, 2000) y otro especializado en las actuaciones verbales del periodismo
audiovisual capitalino (López González, 2003). Este úlmo se integró dentro del DIES‐RTV, el
proyecto que, coordinado por Raúl Ávila, abordaba la situación lingüísca de los medios de
comunicación en toda la comunidad hispana. La descripción sociolingüísca de Almería también
tuvo pronto resultados esperanzadores. Abad (2003) presentó un estudio completo de la
estraficación fónica, lo que permia plantear el cálculo de la inseguridad lingüísca de la
comunidad, al contrastar sus resultados con los de la evaluación de Fuentes.
Sin embargo, no solo no llegó a concretarse esa úlma posibilidad, sino que a parr de ese
momento la descripción sociolingüísca del español de Almería se detuvo dráscamente. Tan
solo Balches y Miras (2004) harán una incursión sobre el léxico desde una perspecva
relavamente próxima a la etnograa del habla y, en todo caso, desconectada de las dos líneas
anteriores. La razón, o razones, de ese drásco hiato quizá no sean ni fáciles de desentrañar ni
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No es preciso ni tan siquiera aplicar la fórmula, dado que existen incontables aplicaciones on line que permiten establecer
un muestreo pernente, seleccionando tanto el margen de error como el nivel de confianza. Entre muchos otros, cfr.
hps://www.quesonpro.com/es/calculadora‐de‐muestra.html; hps://es.surveymonkey.com/mp/sample‐size‐calculator/;
hps://delighted.com/es/sample‐size‐calculator;hps://www.qualtrics.com/es‐es/geson‐de‐la‐experciencia/invesgacion/
calcular‐tamano‐muestra/; hps://www.joorm.com/es/sample‐size‐calculator/, por citar solo algunas referencias solo en
español.
inmediatas, aunque probablemente tampoco resulten ajenas a las nuevas urgencias que se le
plantearon entonces a los sociolingüistas almerienses, de alguna manera presagiadas en García
Marcos y Fuentes (1997). En efecto, allí se vacinaba lo imperavo de una inmediata
planificación lingüísca que regulase lo que entonces apuntaba a converrse en un intenso, y
diversificado, contacto lingüísco, consecuencia directa de los importantes movimientos
migratorios que se estaban registrando. Con independencia de que sea la causa principal (o no)
del descuido de las invesgaciones variacionistas, lo cierto es que el grueso de la producción de
esos mismos autores se orientó en esa dirección (García Marcos, 2025). Tan solo en Mateo y
García Marcos (2023) se retomaron las actudes sociolingüíscas hacia las lenguas extranjeras,
examinadas en esta ocasión desde la perspecva del empo real, con una más que considerable
y fehaciente distancia temporal.
Quedaron, por tanto, muchas cuesones pendientes, no solo las más evidentes en el nivel
gramacal que nunca se llegó a abordar, sino en cuesones más puntuales y de detalle, como
sucedió en el fónico. Abad (2003) había realizado un estraficación fónica verdaderamente
rigurosa, pero aún así restaban cuesones que, por fuerza, habían de escapar a un diagnósco
de conjunto, como el que se acomeó allí. Entre estas úlmas figuró el posible comportamiento
hipercorrecto de algunos grupos sociales ante la caída de /‐s/, manteniendo la sibilante
conforme al patrón centropeninsular, tal y cono había aparecido desde las primeras indagaciones
sobre evaluación en Almería (Fuentes González, 1996; García Marcos y Fuentes González, 1998).
Quedaba, por tanto, como un posible foco de interés de cara a futuras invesgaciones
sociolingüíscas.
Lo cierto es que ese futuro se ha alargado, incluso en exceso, como es evidente. En todo caso,
se pretende aquí saldar esa deuda sociolingüísca, abordando una invesgación monográfica
sobre la suerte de la sibilante implosiva almeriense. Para ello se han recopilado materiales
nuevos desde los que poder observar con mayor certeza su situación actual y su posible
evolución, sobre todo a parr del empo aparente. En total, han sido 136 minutos de grabación,
recogidas entre disntos períodos de 2021 y 2023. A la vista está, el muestreo ha sobrevivido a
evidentes intermitencias, sobre todo porque siempre ha conservado un mismo criterio
constante. De esa manera, se ha conseguido reunir una muestra de 68 hablantes, lo que supone
haber manejado un nivel de confianza (90 %) y un margen de error (10 %) más que aceptable
para los 196.851 habitantes censados en la capital. No se ha seguido, por tanto, la rao de Labov,
el tan reiterado como opmista 0,0025 % generalizado a cualquier muestra sociolingüísca urbi
et orbe. Los reparos teóricos y empíricos expuestos por García Marcos (2023) aconsejan esta otra
elección que, por lo demás, sigue la estricta prácca estadísca. La rao que demuestra
empíricamente Labov en Nueva York, en efecto, se ajusta a esos estándares estadíscos, lo que
implica su validez para esa ciudad y, en consecuencia, la imperiosidad de proceder a calcularla
para cualquier otra comunidad. Labov, en gran medida, se tomó la molesa de recorrer un
camino de sobras conocido, solo que a la inversa: llegó a la rao que le hubiera proporcionado
directamente la aplicación de criterios estandarizados de muestreo estadísco con los que
hubiera obtenido el mismo muestreo sin necesidad de su prolija demostración. Todavía más
improcedente es mantener inalterable la misma rao cuando los universos de referencia
cambian, contraviniendo los fundamentos más básicos de la estadísca. Por el contrario, aquí se
ha recurrido a un cálculo estandarizado habitual, del po de donde N = tamaño de la población,
e = margen de error ; k: probabilidad de que las respuestas sean ciertas (conforme al puntaje de
una tabla progresiva, que asigna 1,65 k al 90 %; 1,96 k al 95 % y 2,58 k al 99 %), p: proporción de
éxito y 1‐p: proporción de fracaso
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Se han contemplado los factores sociales clásicos en este po de descripciones. De esa
manera, los datos van a ser estraficados según una malla social compuesta por cinco factores:
sexo (hombres y mujeres), edad (hasta 15 años, entre 15 y 35, entre 35 y 65, más de 65), clase
social (alta, media, baja), nivel de instrucción (superior, secundaria, elemental) y, por úlmo,
profesión (pescadores, empleados de comercio, camareros, administración, funcionariado,
empresarios, renstas). Como se ve, se ha desechado la posibilidad de recurrir al factor
sociocultural, tan habitual en el variacionismo norteamericano y en sus seguidores, pero
ampliamente refutado en la bibliograa internacional, desde Bernstein (1972) a Guy (1990),
desde Berruto (1993) a García Marcos (1999), entre muchos otros. De esa forma, como acaba de
señalarse, se discriminan por separado la clase social y la formación escolar de los sujetos
seleccionados.
Asimismo, se han contemplado los otros dos ejes clásicos en el análisis de la variación
sociolingüísca. Por un lado, para abordar el componente eslísco se han disnguido tres
grados de tensión comunicava (alta, media y baja). Por otro, se han contemplado los factores
lingüíscos que se han mostrado pernentes en otras invesgaciones sociolingüíscas sobre /‐s/
(López Morales, 1984; Boller, 1988; Vida, 2002, 2004, 2015; López de Aberasturi, 2015; García
Marcos, 2021); esto es, el mbre de la vocal precedente, su posición interior o final, el contexto
fónico de la implosiva (prevocal, preconsonánco o prepausal) y, por úlmo, la clase de palabras.
En cuanto a las variantes contempladas, se ha reducido el espectro habitualmente manejado,
toda vez que la intención no era tanto revisar con detalle lo sucedido tras la pérdida de la
sibilante, como justo centrarse en la posición sociolingüísca del mantenimiento de esta úlma.
En consecuencia, se han unificado tanto las disntas soluciones subsiguientes a la elisión
completa, al [Ø], ya sea con o sin abertura y/o alargamiento de la vocal, como las variantes
aspiradas, también con varias posibilidades que incluyen diferentes pos de geminaciones, e
incluso pérdidas parciales. De ese modo, se ha conformado un conjunto de equivalencia
integrado únicamente por tres variantes:
Conceptualmente, se aplica la acepción de acrolecto y basilecto al análisis de la variación,
conforme a la propuesta de García Marcos (2023). En esa dirección, dentro del basilecto se
incluyen todas las variantes adquiridas en el primer ámbito vernacular primario de los hablantes.
Los acrolectos, por su parte, incorporan variantes procedentes de diferentes momentos y
entornos de socialización. Para el caso concreto del que se ocupa este trabajo, conforme a la
información aportada por la bibliograa mencionada arriba, el acrolecto de la variable /‐s/
estaría restringido a las diferentes formas de elisión que pueden recogerse en la comunidad de
habla de Almería, en tanto que la aspiración y la sibilante se corresponderían con opciones
acrolectales. La úlma, además, formaría parte de patrones hipercorrectos, toda vez que se
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idenfica con el español centropeninsular, normavo y, por tanto, ejemplar en la conciencia
sociolingüísca de al menos un grupo significavo de hablantes (Fuentes González, 1994). Por
úlmo, se adopta también la delimitación de las comunidades sociolingüíscas propuesta
igualmente en García Marcos (2023). De esa manera, la capital almeriense es una comunidad de
habla, integrada en una mescomunidad dialectal, Andalucía, que lógicamente formaría parte de
la comunidad lingüísca del español.
2. ANÁLISIS
Una primera aproximación a los datos globales obtenidos en esta nueva incursión
sociolingüísca en Almería evidencia ya la subsistencia de una [‐s] por encima de los valores
recogidos en zonas vecinas. La comparación con otra invesgación relavamente reciente en la
Costa Granadina (García Marcos, 2021), realizada dentro del mismo dominio
mesosociolingüísco y también de corte variacionista, muestra una tendencia clara en esa
dirección
Tabla 1. Comparación de las realizaciones de /‐s/ entre la Costa Granadina y Almería
Hay una presencia de [‐s] más de seis puntos por encima de las cifras costeñas granadinas, en
detrimento fundamentalmente de las soluciones aspiradas. Ese posible reequilibrio entre la
aspiración y la sibilante es un posible apunte de mayor calado que, quizá y con precaución,
podría indicar una tendencia sociolingüísca más amplia de esa variable en otros contextos. De
momento, baste con apuntarla a la espera de posible datos contrasvos de otras comunidades
de habla.
2.1 Situación de comunicación
La sibilante y la aspiración, pues, parecen concurrir como variantes marcadas, frente a la
pérdida completa de la implosiva. Eslíscamente, desde luego, se encuentran suficientes
argumentos para corroborar esa primera hipótesis.
Tabla 2. Distribución de [‐s] en el español de Almería. Situación de comunicación
Los tres grados de tensión comunicava contemplados han mostrado resultados significavos
en cuanto a la distribución de las variantes. La sibilante se ha mantenido relavamente
constante, sin recibir influencias significavas procedentes del entorno comunicavo. Se trata,
por tanto, de una opción adoptada por los hablantes para todo su repertorio funcional, solo con
un ligero incremento en la situaciones más monitorizadas. Este es un dato muy significavo, no
solo por lo poco habitual, sino por las implicaciones que puede tener. De un lado, como norma
general, la diferencia de tensión comunicava suele actuar, de manera incluso decisiva, en la
distribución de la variación social de las lenguas. De otro, la estabilidad de la sibilante apunta
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hacia una opción sociolingüísca firme por parte de los hablantes que recurren a ella,
probablemente con valor identario, como mínimo en lo lingüísco.
En contraste con esta situación, las otras dos variantes, en cambio, sí han sido más sensibles a
las diferencias de tensión comunicava. Como se presumía en el cuadro general que mostraba la
tabla anterior, en efecto, la aspiración incrementa su uso como recurso en la formalidad
comunicava. Hay que tener en cuenta que, tanto en Almería como en la Costa Granadina, se
trata de una variante acrolectal, tal y como se ha señalado hace un instante. En las realizaciones
vernáculas predomina, con mucho, la caída completa de la consonante, con la correspondiente
abertura vocálica, por lo general también con alargamiento. Por tanto, la aspiración puede
cumplir con esa función de corrección y ejemplaridad lingüíscas, que en el caso de esta variable
en Andalucía Oriental está asociada a opciones alejadas de la elisión (Alcaraz, 1974; García
Marcos y Fuentes, 1996).
2.2 Factores lingüíscos
El segundo eje de condicionamientos estaba situado en los factores lingüíscos que, como en
el resto de esta invesgación, contaba con referencias directas de otros trabajos próximos en el
empo y en la geograa.
Tabla 3. Distribución de [‐s] en el español de Almería. Factores lingüíscos
Parendo de que la elisión es la solución predominante en todos los condicionamientos del
sistema, se han puesto de manifiesto algunos maces que resultan, como mínimo, significavos.
El mbre de la vocal precedente se ha comportado de modo análogo a como apareció en la
Costa Granadina (García Marcos, 1987, 2021) y Baza (Boller, 1988). Por una parte, no hay otros
condicionamientos relevantes, excepto la mayor inclinación hacia la elisión en el grupo /a+s/,
bien es verdad que de manera moderadamente acusada. Por otra, se confirman los casos de /
u+s/, al margen de su escueto bagaje estadísco que, por lo demás, es el de la presencia de la
propia vocal en general.
En cuanto a la posición, el interior de palabra incrementa la presencia de la sibilante y de la
aspiración, dentro del referido predominio de la opción aspirada. Otro tanto sucede con el
contexto preconsonánco, más proclive a mantener alguna clase de huella consonánca, en
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detrimento de la solución elidida. En cuanto a los condicionamientos funcionales, se manene
también la pauta común de esta variable en todos los contextos sociolingüíscos examinados;
esto es, el incremento de las formas con algún po de marca en sustanvos, adjevos y
monosílabos. Como acaba de señalarse, se trata de un comportamiento bastante generalizado, a
tenor de los datos de la bibliograa, excepto en el caso de la intervención del contexto
preconsonánco en la propagación de la elisión. Cedergren (1973) y Terrell (1986) habían
idenficado esa posición como un agente acvo en la propagación de la elisión de /‐s/. Sin
embargo, ya Samper (1990) aportó datos canarios que no corroboraban la generalización de esa
hipótesis. En la Costa Granadina (García Marcos, 1987) se había observado una situación más
próxima a la descrita por Samper, hecho que se mantuvo al abordar el análisis en empo real
(García Marcos, 2021). En Almería los datos de Abad (2003) apuntaron en esa misma dirección,
que ha vuelto a corroborarse una vez más en esta ocasión.
En todo caso, para lo que aquí se está analizando, lo determinante radica en que el énfasis en
la marca consonánca, además de en un incremento relavo de aspiración, en esta ocasión se ha
transcrito también en forma de [s]. En este caso no se diría que se trata de una pauta general
para esta clase de variación en español. En la Costa Granadina, tanto en 1987 como en 2021, no
se registró una actuación de este po, lo que parece indicar que intervienen otros factores
externos al sistema para incidir en el porcentaje de esa variante. El que suba su frecuencia en
paralelo a la aspiración indicaría que ambas comparten una monitorización acrolectal, a la que se
le agregan otras marcas sociolingüíscas en el caso de la sibilante, como sería su idenficación
con modelos de ejemplaridad normava (Fuentes González, 1994).
Así pues, en su conjunto los factores lingüíscos no han resultado determinantes en la
distribución de la variación de /‐s/ en Almería, con comportamientos equivalentes a los de otras
zonas hispánicas, más allá de casos puntuales como el que acaba de comentarse para los
contextos preconsonáncos.
2.3 Factores sociales
Quedan los factores sociales para tratar de alcanzar una explicación sólida a ese 7.1 % de la
sibilante, absolutamente excepcional en relación con otras comunidades de habla próximas,
máxime dentro del entorno andaluz.
Tabla 4. Distribución de [‐s] en el español de Almería. Factores sociales
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Para empezar, el factor sexo ha dejado datos muy significavos. La sibilante predomina con
claridad entre los hombres, si bien las mujeres connúan manteniéndose por encima de los
promedios generales de esta variante en otras zonas. Pero, en todo caso, se trata de una opción
predominantemente masculina, que va acompañada de un incremento paralelo de aspiración,
como siguiente variante marcada frente a la elisión completa. En efecto, esta sería la opción
esgmazada, al menos entre el sector de la población que manene la sibilante. En principio,
ello contradice uno de los universales más reiterados dentro de la sociolingüísca variacionista,
desde Labov (1972) hasta nuestros días, según el que las mujeres serían más sensibles a los
comportamientos sociolingüíscamente hipercorrectos. En esta ocasión no parece ser así, sino
que más bien se sigue la dirección contraria, netamente encaminada hacia el sector masculino.
La edad, por su parte, introduce una perspecva en empo aparente bastante indicava. El
mantenimiento de la sibilante está radicado en las zonas altas del espectro generacional. Hay un
drásco descenso por debajo de los 35 años, singularmente significavo entre los menores de 15
años, con cifras equivalentes a las de otras comunidades de habla andaluzas. Se ha producido,
por tanto, en esta variable al menos, una evidente convergencia sociolingüísca interna, que ha
reforzado los referentes lingüíscos internos dentro de la mesocomunidad de habla. Hay que
tener en cuenta que, desde ese ámbito administravo, el de la Junta de Andalucía, viene
trabajándose de manera connuada durante las tres úlmas décadas en una palpable extensión
de los marcadores posivos hacia el andaluz. Naturalmente, todo ello se proyecta hacia la propia
vida lingüísca del aula, que ha ido incorporando progresivamente el andaluz a la dinámica
escolar.
La clase social vuelve a ser más que determinante y esclarecedora. El mantenimiento de [s]
está prioritariamente localizado entre los hablantes de clase alta, con una diferencia muy notable
respecto de los otros dos estratos sociales. En el caso de los adscritos al úlmo estrato social la
variante es completamente desconocida.
La situación es análoga, aunque con maces, en lo tocante al nivel de instrucción. La variante
no está claramente radicada únicamente entre los hablantes con formación superior, ya que los
de secundaria manenen cifras casi equivalentes. Entre estos úlmos se da la circunstancia de
que el incremento en la sibilante ha provocado la disminución de la aspiración, y no de la elisión,
como había sucedido en las ocasiones anteriores. Ello parece indicar que ahí se ha idenficado
mayoritariamente la opción de la hipercorrección entre estos hablantes.
Por úlmo, el sector profesional vuelve a estar significavamente marcado. La hipercorrección
de /‐s/ transita entre funcionarios y empresarios, sobre todo, con el personal administravo a
cierta distancia. Por el contrario, es desconocida entre los pescadores y entre los renstas que
optan con claridad por una opción vernacular.
3. VARIACIÓN, LENGUAJE Y SOCIEDAD A PROPÓSITO DE [‐S] EN ALMERÍA
El comportamiento de /‐s/ en el español de Almería ha permido detectar las huellas de un
claro patrón de hipercorrección, singular y en gran medida idenficavo de la comunidad. En
efecto, a diferencia de lo que sucede en otras comunidades de habla próximas, en esta se
manene la sibilante como una opción constante en el repertorio funcional de algunos grupos de
hablantes, más allá del condicionamiento de la situación de comunicación. Evidentemente, en
tanto que solución normava, la sibilante siempre está presente en cualquier comunidad de
habla española, aunque sea de manera potencial, habitualmente asociada al esmero y a la
ejemplaridad en el uso del lenguaje. En esta ocasión, sin embargo, se va más allá de esa
referencia más o menos latente, para converrse en un sociolecto bastante bien acotado. Atenúa
su discriminación en función del sexo, aunque predomina con claridad entre los hombres, lo que
parece indicar que no se trata solo de una cuesón de sensibilidad hacia soluciones
hipercorrectas, sino de un símbolo lingüísco de dominio social, presumiblemente asociado a
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una mentalidad patriarcal. La cronología que señala el análisis en empo aparente resulta muy
indicava al respecto. Como apuntaban los datos previos sobre evaluación sociolingüísca en
Almería, tanto en actudes (Fuentes, 1994), como en lo relavo a los patrones de presgio
(García Marcos y Fuentes, 1998), ese patrón de hipercorrección predomina entre hablantes
mayores de 65 años, en primer lugar, seguidos por los del nivel generacional inmediatamente
anterior, también muy sensibles a ello. Quiere ello decir que está adscrito de manera prioritaria a
hablantes que han recibido su formación durante el período comprendido entre las décadas de
los 50‐70, de parda, y los 80, a connuación. Ese fue un período con una fuerte impronta
patriarcal, que podría explicar el incremento de la sibilante hipercorrecta entre hablantes
varones, como un símbolo de hegemonía social asociada al rol masculino. Además, al
subespcificar la edad con la tensión comunicava la homogeneidad eslísca de [‐s] queda
localizada en el mismo segmento generacional, con una clara frontera situada en torno a los 35
años.
Tabla 5. Distribución de [‐s] en el español de Almería. Tensión y generación
El cruce de condicionamientos arroja resultados determinantes. Mientras que por debajo de
los 35 años, [‐s] está por completo asociada a la tensión comunicava, con presencia poco
menos que tesmonial fuera de ese dominio, en el siguiente grupo de edad se observa un
comportamiento netamente contrapuesto. En este segundo caso la sibilante está extendida a
través de todo el espectro funcional.
De todas formas, como por otra parte era de esperar, tampoco han sido esos los únicos
condicionamientos que han actuado sobre esa variación. También se han mostrado sensibles a
esa solución hipercorrecta los hablantes de clase alta, quienes han adquirido formación
secundaria y superior, los funcionarios, los empresarios y los administravos. Hay pues una
combinatoria de factores sociales, sobre la base del condicionamiento generacional, en especial
cuando se examina en perspecva la evolución temporal, combinando los dos úlmos tramos de
edad. Los porcentajes internos dentro de cada factor social son bastante esclarecedores.
Tabla 6. Distribución de [‐s] en el español de Almería. Distribución de factores sociales
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2)
Por seguir la notación variacionista clásica, se transcriben los porcentajes de aparición en cifras de probabilidad, lo que
conlleva un simple cambio de escala (de 0‐100 a 0‐1). Asimismo, por seguir la evolución cronológica observada, se han
sumado las cifras de los dos úlmos grupos generacionales.
Si hubiera de formularse esa situación en términos de regla variable, la escala de factores
implicados en el mantenimiento de la /‐s/ resulta más que relevante en el sendo que está
comentándose aquí
2)
.
Por lo demás, su misma configuración en empo aparente denota que se tata de una
variación regresiva. La liquidación del Franquismo, la políca lingüísca de la Junta de Andalucía y
la convergencia interdialectal priman la extensión funcional de las variantes vernáculas, incluso
en dominios manifiestamente formales. Sigue siendo, no obstante, el tesmonio de un empo y
una dinámica sociolingüíscas, tampoco tan lejanas.
Los datos sobre la subsistencia de [‐s] en el español de Almería, de todas formas, ponen de
manifiesto una de las limitaciones más serias del variacionismo clásico. Mediante sus
procedimientos, muy rigurosos metodológicamente, se puede alcanzar una notable precisión
descripva. Sin embargo, no sucede otro tanto en el nivel explicavo. Para llegar a las causas
profundas de ese comportamiento se requiere, inexcusablemente, manejar y correlacionar
información sociológica más precisa y profunda, saber cuáles fueron y cómo funcionaron los
clichés sociales durante una época determinada, a quiénes se transmieron, qué rol determinó el
lenguaje en esa mentalidad y cómo se propagó una determinada ideología lingüísca, de la que
surgieron los hábitos de uso que se intentan analizar. Por mencionar un simple botón de
muestra. Durante esos 50, 60 y 70 españoles, los docentes de todos los niveles educavos, los
comunicadores, los sacerdotes, el aparato judicial y la administración, todos, recurrían al español
normavo centropeninsular, sin disnción de comunidad de habla, lo mismo en el norte de
Salamanca que en el sur de Andalucía. Por tanto, esa hipercorrección no deja de ser una
consecuencia lógica, sobre todo entre los estratos hegemónicos de cada comunidad. Parece que
queda mucho trabajo pendiente y que, por fortuna, la sociolingüísca no ha llegado a su fin
metodológico.
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Francisco García Marcos
Variación 1(2) (2024), 31‐43
PERFIL ACADÉMICO‐PROFESIONAL
Francisco García Marcos es catedráco de Lingüísca General en la Universidad de Almería.
Ha sido también docente en la UNED (sede central de Madrid), la Universidad de Kiel (Alemania)
y la Universidad de Granada. Sus principales líneas de invesgación se centran en la
sociolingüísca, la lingüísca aplicada e historia de la lingüísca. Entre sus principales trabajos
cabe mencionar Estraficación social del español de la Costa Granadina (1988), Nociones de
sociolingüísca (1992), Fundamentos crícos de sociolingüísca (1999), La divinidad políglota
(2005), La trasenda de la enseñanza de lenguas extranjeras (2018) o Lenguaje, lenguas y
sociedad (2023).