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La lingüísca del amor: de la pasión a la palabra
Reseña
Variación 2 (2024)
realidades compardas con su propio lenguaje o código.
El siguiente capítulo, tulado “El sexo léxico” (pp. 121‐140) y escrito por Jon Adoni Duñabeia
y Clara Panchuelo, aborda la relación entre el sexo y el uso del léxico, así como la variabilidad
individual en el uso de vocabulario relacionado con las emociones y el género, y cómo estas
diferencias se amplifican en entornos monolingües o mullingües.
Precisamente, Scheherezade Surià escribe en su capítulo “El lenguaje del sexo en la
traducción de novelas erócas” (pp. 141‐166) acerca del vocabulario presente en obras erócas
en inglés y español, clasificado por temácas, destacando la labor del traductor y los retos a los
que se enfrenta.
Ártemis López, en “Cómo decirle a una persona trans que la quieres sin meter (mucho) la
pata” (pp. 167‐182), pone el foco esta vez en las situaciones incómodas y microagresiones que
sufre el colecvo trans, tales como el nombre y pronombres con que los apelan y el
cuesonamiento de su idendad y su cuerpo. No se debe considerar "lo trans como algo exóco
y lejano", advierte Ártemis (p. 174).
El siguiente capítulo, “Las metáforas enamoradas y los abrazos metonímicos” (pp. 183‐200),
de Reyes Llopis‐García, viene introducido por un código QR que lleva a una playlist. La autora
invesga las metáforas en relación con el amor, subrayando su presencia en canciones y
mencionando que también existen en imágenes, gestos, acciones y tonos de voz.
A connuación encontramos “¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo? La
traducción de las relaciones amorosas en las series de adolescentes de hoy” (pp. 201‐228). Sus
autoras, Carla Botella y M.ª del Mar Ogea, se centran en el progreso del léxico relacionado con
las drogas y las relaciones sexuales, amorosas y de amistad que emplean los jóvenes en las
series. Además, llevan a cabo un análisis comparavo cuantavo de dicha terminología en
inglés y español.
En el ámbito de la lingüísca forense, en “Cuando el amor es una estafa” (pp. 229‐246) Sheila
Queralt explica cómo funcionan las estafas amorosas: se crea el vínculo con la vícma
rápidamente gracias a la falsa ilusión de confianza y preguntas ínmas; el lenguaje ulizado suele
ser especialmente manipulador. Al igual que en el contexto del capítulo “Señales lingüíscas de
una relación tóxica” (pp. 247‐262), donde Pilar Marnez explora los signos lingüíscos que
pueden idenficar relaciones tóxicas y los temas más comunes, principalmente desde la
perspecva de la psicología.
Seguidamente, M.ª del Carmen Méndez y Esther Linares desentrañan las “Claves lingüíscas
para ligar en los empos del Tinder” (pp. 263‐280), acotando su estudio a personas
heterosexuales. Las autoras concluyen que a la hora de hacer match enen especial importancia
el sendo del humor, la ortograa, la mención a gustos personales y la originalidad. Así mismo,
descubren cómo debería iniciarse apropiadamente una conversación y los adjevos que resultan
más atracvos, entre otras cosas.
Otro concepto muy actual es el que trata Lucía Álvarez en “Desvinculación a través del
ghosng: fallos de comunicación en la era virtual” (pp. 281‐298). Esta subraya la falta de
responsabilidad afecva que supone hacer ghosng y aboga por “comunicarnos de un modo más
éco” (p. 293).
Finalmente, encontramos el capítulo “21 palabras para conjurar el amor” (pp. 299–324),
también introducido por una playlist, donde Susana Rodríguez y Bosco Gil revelan cuáles son las
21 palabras más frecuentes en canciones anglosajonas, de diferentes géneros de entre los años
1950 y 2020 y con el amor y el sexo como temáca principal.
En resumen, en este libro, escrito por expertos en pragmáca, neurolingüísca y
sociolingüísca, se aborda de manera amplia la influencia de las palabras en las relaciones
amorosas y sexuales. La obra ofrece una perspecva diversa y valiosa sobre lingüísca,
explorando temas considerados tabú con originalidad. La estructura y el lenguaje ulizados
facilitan su lectura y la hacen más amena y dinámica, estableciendo cercanía con el lector