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Alf Monjour
1(2) (2024), 1‐17
4)
Para una breve lista de algunos de estos fenómenos y algunas referencias bibliográficas correspondientes, cf. Monjour,
2022, p. 171 y passim.
La función de la estructura lo de + SN, en la perspecva de la gramacograa académica, se
explica a base del concepto del “llamado LO REFERENCIAL” (NGLE, p. 1075), equivalente en este
caso a los demostravos neutros (eso / esto / aquello; cf. NGLE, p. 1310):
Si el elemento que sigue al arculo neutro es un grupo preposicional, el valor designavo del conjunto
se obene, por lo general, del contexto discursivo o pragmáco. Así, una oración como Lo de Elena es
imperdonable puede referirse a algún aspecto cricable de su comportamiento o a un agravio que se
le haya inferido, entre muchas otras posibilidades que solo el contexto puede ayudar a discernir
(NGLE, pp.1076‐1077).
Esta referencia inespecífica se califica, en el mismo capítulo académico, también como
“anáfora asociava” (NGLE, p. 1084), lo que parece plausible, pero la gramáca no precisa los
movos funcionales que guían esta anáfora. Se podría pensar, por ejemplo, en una función
topicalizadora, comparable a la del “topicalizador propio del registro coloquial hablando de”
(“Hablando de Ayuntamientos, el de Zaragoza ha organizado [...]”; Marnez Costa et al., 2013, p.
33). Las autoras de este arculo (2013, p. 37) incluso citan en otro contexto un ejemplo
radiofónico como: “Lo del PP con Cataluña es realmente enfermizo” (Josep Ramoneda, Cadena
SER, 2006), pero sin ulizarlo dentro del contexto de las estrategias de topicalización coloquial.
En el caso de que nuestra construcción formara parte de los topicalizadores coloquiales,
habría que aclarar por qué lo de puede encontrarse fácilmente en posiciones NO temácas de la
oración, es decir, hacia la derecha de la oración y por lo tanto fuera de la zona de empleo de la
topicalización en un sendo estrecho. A lo mejor, habría que parr de un concepto más amplio
de “tópico” / “tema”, en el sendo del “tema discursivo” y no oracional, tal y como lo defiende,
por ejemplo, Zubizarreta (1999, p. 4218). En su ejemplo (“El Sr. González es un cienfico muy
erudito, pero su originalidad deja mucho que desear”), el tema discursivo (la originalidad
cienfica del Sr. González) podría también ser el referente de una construcción con lo de: “Es un
poco preocupante lo del Sr. González”.
En otras palabras, la función topicalizadora del lo referencial –dependiendo de la definición de
lo que se considera como tópico, oracional o discursivo– parece plausible; sin embargo, queda
por determinar la relación semánca del elemento topicalizado con el resto del enunciado, y ahí
entra el concepto de evidencialidad. Se trata, como se sabe, de aquella categoría lingüísca,
observada en los estudios pológicos de determinadas lenguas, a través de la que se marca
morfológicamente la fuente de la información reportada en el enunciado (“evidenality is a
linguisc category whose primary meaning is source of informaon”; Aikhenvald, 2004, p. 3). Por
analogía –y para aprovechar el valor heurísco del concepto– se ha aplicado este esquema de
interpretación también a otras lenguas, y la pregunta retórica de Marta Albelda (2015) –“Are
there evidenals in Spanish?”– debe ser contestada afirmavamente (Monjour, 2022, p. 171).
En la lista de fenómenos léxicos y morfosintáccos del español, interpretados hasta ahora
como marcadores de evidencialidad (po obviamente, por lo visto, imperfecto citavo,
condicional de rumor...
4)
), falta –que sepamos– nuestra estructura de lo de + SN. Francisco Javier
Herrero Ruiz de Loizaga (2012) sigue la historia de la estructura, a parr de un primer ejemplo “lo
de la eglesia” (documento del año 1250; cf. Herrero Ruiz de Loizaga, 2012, p. 532), y destaca –sin
ulizar el concepto de evidencialidad– diferentes maces semáncos: “indicar el poseedor de
algo” (ej.: “lo de la eglesia”), pero también “puede indicar un asunto o materia de que se está
tratando” (ej.: “lo del león”, Cid; “aquello de la muerte dell egipciano”, Alfonso el Sabio) (Herrero
Ruiz, 2012, pp. 532‐533). Este autor se interesa más por las estructuras de lo de (y los
demostravos paralelos) que no introducen un sintagma nominal, sino una subordinada, es
decir, lo de que, eso de que, esto de que y aquello de que.