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Mario Salvatore Corveddu, Gabriela Cruz Volio, José Luis Ramírez Luengo
1 (2024), 19‐31
1)
Con todo, es importante mencionar que no todas las ciencias han recibido la misma atención por parte de los
invesgadores, pues mientras que algunas de ellas como la medicina o la química cuentan ya con abundantes estudios,
“para el vocabulario, culsta y patrimonial, de tantas otras ciencias, técnicas y oficios, práccamente nada se ha hecho, ni
tenemos un Diccionario histórico global que nos ofrezca información básica” (Álvarez de Miranda, 2005, p. 286);
afortunadamente, tal situación ha comenzado a cambiar, tal y como demuestra la bibliograa que se cita a connuación.
2)
Existen, por supuesto, trabajos que se centran en las publicaciones hispánicas, tanto españolas como americanas, de una
ciencia concreta como la medicina (López Piñero et al., 1992) o bien en la producción de la imprenta de un país −entre
otros, los clásicos de Medina (1890, 1910) y O'Ryan (1897)−, algo que resulta de indudable interés, pero que no responde
totalmente al catálogo que se acaba de mencionar.
No es dicil constatar que, desde hace algún empo, la historia del discurso técnico y
cienfico en español constuye un campo de invesgación privilegiado dentro de los estudios
hispánicos, algo que se refleja en la abundante publicación de trabajos que, desde diversos
puntos de vista −muy especialmente el léxico, aunque también la pología textual y las
tradiciones discursivas (Hassler, 2001; Carpi, 2018; Girón Alconchel, 2018; Mar Sánchez, 2018;
Cruz Volio, 2020)− y sobre corpus y épocas muy variadas, se han dedicado ya a la cuesón
1)
.
A este respecto, es cierto que una revisión bibliográfica de tales trabajos superaría en mucho el
espacio y las intenciones de estas páginas, pero en todo caso parece necesario citar algunas de
las referencias fundamentales existentes, que se dedican a ámbitos especializados tan variados
como la medicina (Gómez de Enterría, 2012, 2020; Guérrez Rodilla, 1999, 2007), las
matemácas (Molina Sangüesa, 2015), la agricultura (Quirós, 2015, 2017), la minería (Puche
Lorenzo, 2015, 2016), la química (Garriga Escribano, 2008, 2018), la economía (Carpi, 2008; de
Hoyos, 2018; Gómez de Enterría, 1996; Quirós, 2014), la navegación (Carriazo Ruiz, 2015), el
curdo de pieles (Corveddu, 2021) o el deporte (Nomdedeu, 2018, 2019), por citar solo algunos
de ellos.
Ahora bien, la misma revisión de los trabajos anteriores demuestra que la atención que hasta
el momento se ha concedido a esta temáca está notablemente circunscrita desde el punto de
vista diatópico, con una clara concentración de los trabajos en las variedades peninsulares y/o
europeas del español, y esto no solo supone un evidente empobrecimiento de la visión que se
ene sobre este asunto, sino que además entraña un importante riesgo para la más correcta
comprensión de la evolución del léxico diatécnico en su totalidad, por cuanto se pueden
entender como generales procesos y resultados dialectalmente determinados. Se hace necesario
mencionar, con todo, que esta decantación por el análisis de datos españoles no es absoluta,
pues es posible señalar ya, junto a las mencionadas más arriba, una serie de invesgaciones que
se centran en el Nuevo Mundo, muy especialmente en el campo de la medicina (Gómez de
Enterría, 2014; Paredes García, 2020; Ramírez Luengo, 2015, 2020), pero también en otros como
la flora y la fauna (Frías, 1998; Galeote, 1998; Torres Montes, 1998; Torres, 2001), la minería
(Alonso González, 2002; Canllo Nieves, 2006, 2008; González Madariaga, 2001) o la química y la
agricultura (Espejo Muriel, 2019, 2020, 2021). Se puede concluir, por tanto, que a pesar de la
existencia de algunos trabajos meritorios, el estudio diacrónico del léxico americano sobre la
técnica y la ciencia persiste aún como una tarea poco invesgada, lo que imposibilita −o al
menos dificulta− el mejor conocimiento de los procesos históricos que dan como resultado la
situación que, respecto a estos saberes, se descubre hoy en día en el connente.
Así las cosas, parece lícito preguntarse ahora a qué se debe este desinterés que se acaba de
describir, y aunque son muchos los factores que explican esta situación, no cabe duda de que
uno de los más importantes lo constuye la falta de un repositorio que concentre y ponga a
disposición de los estudiosos un conjunto documental −el dedicado a la ciencia y la técnica en los
países del Nuevo Mundo−que se caracteriza por su desconocimiento, su dispersión y las
dificultades de todo po que implican acceder a él. En este sendo, resulta especialmente grave
la inexistencia por el momento de un catálogo bibliográfico completo en el que se registren y
describan las obras que, a lo largo de la época virreinal y republicana, se publican en América
sobre temas tecnocienficos
2)
, pues este hecho impide saber a ciencia cierta cuáles son los