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Forma y sendo de las construcciones con deber (de) ...
1 (2024), 1‐18
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Este trabajo forma parte de las acvidades cienficas del proyecto de I+D+i Agenda 2050. El español del centro‐norte de
España: procesos de variación y cambio espaciales y sociales (PID2019‐104982GB‐C51), financiado por el Ministerio de
Ciencia e Innovación‐Agencia Estatal de Invesgación/10.13039/501100011033, y del proyecto La población migrante de la
comunidad de Madrid: factores lingüíscos, comunicavos, culturales y sociales del proceso de integración y recursos
lingüíscos de intervención (INMIGRA3‐CM; H2019/HUM‐5772), financiado por la Comunidad de Madrid y el Fondo Social
Europeo.
La clasificación tradicional de las perífrasis verbales según el aporte semánco del verbo
auxiliar diferencia entre perífrasis aspectuales (o tempoaspectuales) y perífrasis modales. Estas
úlmas, construidas con verbos como deber, tener o poder más infinivo, sirven para expresar la
modalidad, esto es, la manera en que el hablante considera la acción señalada por el infinivo,
que puede presentarse como obligatoria, necesaria, deseada, posible, probable, etc. La
modalidad, por tanto, supone una interpretación de la información lingüísca, expresión del
punto de vista del hablante o de su reacción afecva hacia el contenido del mensaje (RAE y
ASALE, 2009, p. 3114).
Dentro de las perífrasis modales, los gramácos suelen disnguir dos pos: la modalidad
deónca (del gr. δέον ‘el deber’), también denominada personal o radical, y la modalidad
epistémica (del gr. ἐπιστήμη ‘conocimiento’), que recibe también los nombres de impersonal o
proposicional. La modalidad deónca está relacionada con las nociones de permiso, obligación,
etc.; con este po de proposiciones, en las que la acción del verbo está orientada hacia el futuro,
el hablante atribuye a alguien cierta capacidad, habilidad, obligación o una manifestación similar
en relación con algo. La modalidad epistémica, por el contrario, está vinculada a las ideas de
conocimiento y creencia y mediante las proposiciones de este po el hablante presenta algún
estado de cosas como posible o probable, expresando además el grado de veracidad o de
seguridad que confiere el propio hablante a lo que dice (RAE y ASALE, 2009, p. 2140).
Si se adopta un punto de vista normavo, las estructuras deber + infinivo y deber de +
infinivo deberían reparrse entre los valores deónco y epistémico respecvamente. Según
este criterio, deber + infinivo se usa para indicar obligación, mientras que deber de + infinivo
expresa probabilidad. La postura tradicional, sin embargo, se ha ido flexibilizando y en las úlmas
propuestas ya se admite deber + infinivo para expresar incerdumbre o probabilidad, aunque
se sigue rechazando deber de + infinivo para expresar obligación (Véase RAE y ASALE (en línea),
Diccionario Panhispánico de Dudas, s.v. deber).
Lo cierto es que no hay apoyo empírico suficiente que jusfique ese reparto de valores para
ambas estructuras, ni desde el punto de vista histórico ni desde los usos en la lengua actual. De
hecho, desde el punto de vista semánco, la separación entre la modalidad deónca y la
epistémica no es tajante y en ciertos contextos se puede obtener de una misma estructura una u
otra interpretación. Las zonas semáncas de lo obligatorio‐pasivo (‘verse obligado a’) y lo
probable (‘probablemente’, ‘puede ser que’) están muy próximas, por lo que una misma oración
puede resultar ambigua. Es decir, aspectos pragmácos (relavos al contexto) o fónicos
(entonación) ayudan a saber cuál es el aspecto que predomina.
El estudio diacrónico de estas perífrasis tampoco sirve de argumento para el reparto de
valores. Rosenmayer (2017, p. 150), citando a varios autores, señala que el verbo lano DEBERE,
que significaba ‘ser deudor de’, en combinación con infinivo empezó usándose para el valor
deónco, aunque a parr del lan clásico pueden encontrarse ejemplos de ambos valores. Yllera
(1980) en su trabajo sobre la evolución histórica de las perífrasis atesgua la alternancia de estos
dos valores a lo largo del empo. Durante la Edad Media, aunque la expresión de obligación,
necesidad o conveniencia se formulaba principalmente con dever + infinivo, también se
encentran ejemplos desde el siglo XIII de dever de + infinivo para este valor. Y desde el siglo XV
también se emplean de manera casi indisnta ambas fórmulas para expresar suposición o
conjetura. Para épocas posteriores, Balasch (2008) analiza un corpus de obras literarias
españolas de los siglos XVII y XIX y afirma que